En busqueda de lo imposible...[Priv. Yer Noligma]

Hace mucho tiempo el hombre de hojalata había escuchado sobre un mago. Un mago caprichoso y egocentrico, pero muy poderoso, capaz de conceder cualquier deseo que tengas, pero siempre pedia algo a cambio. Segun contaban los aldeanos de un pueblito cercano al bosque, ese hombre tenia tanto poder como la Bruja del oeste y ella era la mas habil maga de todo el paiz de Oz.

Si Él estaba a la altura de ella. Tal vez, aquel desconocido podia consederle lo que el hombre de hojalata tanto añoraba desde su juventud. Un corazón,un hermoso corazón latiente en el lado izquierdo de su pecho de lata. Un corazón, quitaria todas sus penas y dolores, volveria a ser lo que una vez fue, recordaria todo. Y recordaria que es aquel olvidado sentimiento llamado "Amor". A lo largo de su vida, descubrio que su deseo era imposible, nadie le entregaria un corazón porque si. Pero este increible hechizero haria por fin feliz a este viejo desepcionado.

Camino y camino por el bosque, durante horas, noches enteras, esperanzado y casi formando algo parecido a una sonrisa en su rostro. Pero cuando casi llevo una semana fuera de su casa, decidio volver. Tenia tantas esperanzas juntas, ¿pero como haria para cumplir su deseada realidad si...ni siquiera podía encontrarlo?

-Maldicion- Suspiro repetidas veces, intentando tranquilizarse, agarro su pesada hacha y liberando su enfado contra la madera. De un solo golpe corto un grueso tronco de un árbol, ocacionando que este cayera a continuacion. Era una buena forma de sacarse de ensima esos pensamientos de enfado y enojo que rondaban en su mente. Volvio a hacer exactamente lo mismo con dos árboles mas, cortandolos y tirandolos abajo hasta que desaparecieran esos dos horribles sentimientos de su cuerpo.

Sentandose en uno de los troncos ya caidos, el leñador se dispuso a dencansar un poco y aceitar sus articulaciones que estaban algo rigidas..Se había olvidado de ellas por la emocion y ahora tenia muy pocas movilidad. Se quedo quieto en el mismo lugar durante cuantas horas, mirando hacia la nada, como si la persona que tanto queria ver se apareceria en frente suyo de un momento a otro. Bajo l a cabeza y cerrando los ojos murmuro un casi inaudible "Tengo miedo"

Nuevamente un suspiro. ¿Como iba a encontrar a ese poderoso mago? El hombre de lata jamas salia del bosque, y seguramente este brujo estaba en alguna tierra lejana. Levanto la mirada al escuchar la voz de un chico hablar. Su mirada se desvio hacia el cielo, el se había sentado allí cuando apenas amanecia y ahora era de noche. ¿Como podia haber pasado tanto tiempo sin darse cuenta?.

-Hum... me da que esto... no es una cafetera...-escucho el susurro a sus espaldas. Levantandose,al darse vuelta la hojalata de su cuerpo hiso un extraño sonido como cuando raspar las uñas un trozo de metal, como un chirrido. Extendiendo su brazo, sujeto su gran hacha, y la sostuvo sobre su hombro.

Sus ojos se posaron en la persona que acababa de hablar. Y para su sorpresa hallo a un muchacho, casi un niño, en frente suyo. Estaba vestido con un pijama negro y rojo, con un gorro en la cabeza, y con la taza de cafe agarrada en su mano. ¿Que hacia un joven de su edad a esas horas fuera de su casa?, y tan calmadamente e indefenso. No era adecuado estar allí. El viejo hombre de lata le temia al oscuro bosque de noche, pero aquel muchacho se mostraba tranquilo, apasible, y algo adormido.

¿Acaso era otra de sus alucionaciones?, como Jareth el niño que siempre le molestaba para que le fabricara mas juguetes. Oh dios, no, ya tenia suficiente con ese chiquillo, ahora llegaba uno nuevo. El queria que se apareciera el famoso hechizero, no alguien que lo fastidiara.

Abrio la boca al darse cuenta de lo que ocurria. El chico en piajama lo había confundido con otra cosa. Fruncio el ceño, ofendido por la confusion.Él no era una cosa, ni tampoco un objeto, él era un hombre de lata.-Creo que estas muy equibocado, joven, porque yo no soy una cafetera.- solto en un murmullo molesto, no con la mejor voz, se notaba que no estaba del mejor humor y no tenia ningun problema de mostrarlo al desconocido.

-Tu...¿que es lo haces quí?-pregunto el viejo algo desconcertado.Su rostro permanecio igual de molesto, pero la verdad era que le causo un poco de gracia la forma de actualba el crio. Se acaba de restregar los ojos, medio adormecido, seguramente pensaria que el hombre de metal era una fantasia nada más, puedo no todas las personas estaban hechas de hojalata. Pero a pesar de todo, no bajaba la guardia, su mano permanecia sosteniendo con fuerza su hacha, el bosque era un sitio peligroso y nunca se sabia cuando había que pelear. -¿Y quien eres?-exigio que le respondera, acercandose unos pasos haciendo que la distancia entre ellos disminuyera.

Que extraño aspecto que tenia él, los rasgos del niño eran delicados. Si no fuera por el hecho de que este posea un extravagante peinado, y porque le había hablado. Seguramente lo hubiera confundido con una chica. ¿Quien era?, ¿porque estaba allí en el bosque? eran las dos grandes preguntas, no se iria sin saberlas.

Escucho protestar al joven por el error de hombre hojalata.-He hay la diferencia ¿puede entender eso tu cabeza enlatada?- chillo Yer, como si hubiera hecho el mayor de los pecados capitales.-No exageres, puede que tu tengas la suerte de saber esas cosas y te parece obvias, pero existen personas que no- le dijo al chico con voz pausada, contando mentalmente hasta diez para tranquilizarse un poco.

-Bueno,entonces,estoy buscando a ese poderoso brujo, segun muchos es el mas habil de todos- agrego el leñador mientras soltaba su muñeca al darse cuenta de que Yer no tenia intensiones de salir corriendo de allí. Lo escucho atentamente pues le interesaba mucho saber la ubicacion del hechizero. -Yo...deseo tener un corazón...- comento mirando como el jovencito se sentaba en uno de los troncos que acaba de tirar abajo,causa de su enfado.

-Entonces lo conoces...-susurro al escuchar las palabras del moreno. -¿Noligma se llama?- pregunto desconcertado,ese era el mismo nombre que el de aquel joven muchacho, sus ojos se abrieron casi como platos y despues solto una pequeña risa - Estas bromeando ¿no es cierto?-solto.- Me estas diciendo que el poderoso mago que estuve buscando por semanas... ¿eres tu?- solto un suspiro algo aliviado pero aun extrañado por la situacion. Lo miro de pies a cabeza. Realmente eso lo sorpendio mucho, pues el hombre de hojalata se imaginaba a alguien completamente distinto. Pensaba que seria un hombre mayor, incluso mayor que el mismo, sabio, no con el aspecto de casi un niño. Penso durante menos de un minuto como seguir, buscando las palabras menos hirientes para decir, pero no lo consiguio, sabia que no era buena idea enfadar a alguien asi. - Yo te imaginaba de otra manera...es decir, nunca crei que fueras tan...joven o que lo aparentaras tanto.- dijo el hombre mirando al chico.

¿Como podia ser Yer un poderoso mago? no parecia otra cosa mas que un niño caprichoso, o ¿era una de sus alucionaciones?. Lo miro detenidamente,tenia cierto parecido con Jareth, seguramente por eso le caia tan mal.

Escucho atentamente al gran mago, ahora completamente seguro. Este extraño joven era el brujo que tanto busco durante semanas, parecia ser muy infantil, pero conocia de lo que hablaba. Aquel chico que seria el unico que podria cumplir su deseo. Pero lo que escucho no fue lo esperaba escuchar. En un momento dado, moreno golpeo su pecho, haciendose oir un eco metalico en su interior. "Eres un montón de metal con una mente. ¿que esperabas?" le dijo el hechizero.

El joven siguio hablando y pensando en distintas opciones para el leñador, pero ninguna parecia de ser muy buena. ¿Conventirse en humano? él ya era humano...o eso siempre el pobre viejo. Su cuerpo era de metal brillante, pero él todavia creia ser una persona.

El brujo siguio hablandole, su ultima idea era la mas horribles de todas. Casi se cae de solo darse cuenta de lo que su deseo podria arruinar la vida de alguien mas. Ss piernas temblaron unos segundos, a continuacion parecia que iba a caer pero logro tener el equilibro necesario. Y se sento sobre uno de los troncos que había tirado minuto antes, por consecencia de enojo. Tuvo una extraña sensacion, casi como un nudo en la garganta.

-Tu ultima opcion es un alma, no obstante te advierto que el precio es caro. Algunos prefieren no pagarlo...y desde ya te digo que no puedo crear una para ti. Ni yo puedo crearme una para mi, nadie puede crearlas...se tienen que obtener- El mago dijo "Obtener", por eso misma razon se rindio desde hace decadas que le seria imposible conseguir su corazón. ¡Maldicion! Pero ¿porque era tan dificil de lograr su deseo?Si queria volver a "sentir" tendria que sacarle, arrebatarle, a alguien mas "un alma". Pero un alma, un alma, era incluso era mas preciado que un corazón. Lanzo un suspiro, dejando el hecha casi en el suelo, llevandose sus manos a la cabeza, tratando de procesar todo lo que hablo Yer, y tratandose de tranquilar suspiro nuevamente, a pesar de no tener emociones casi podia sentir el miedo y el dolor por su mente, y el inexistente corazón.

Cerro los ojos, y los volvio a abrir, mirando fijo a Noligma. - Así que un alma - su voz sono algo temblorosa. - Lo estoy pensando - en su mente habian pensamientos encontrados, no sabia que hacer, tenia la sensacion de que hacer un pacto con él de ese tipo estaba mal, pero por otro lado, el hombre de lata estaba completamente desesperado a esas alturas, y haria lo que sea por poder a volver a recordar ese olvidado sentimiento llamado "Amor". Tantos años, tantas decadas deseperado esperando este momento desicivo, pero estaba tan inseguro.

- No estoy seguro de esto...-dice el leñador en voz muy baja, casi inaudible -Quisiera saber, ¿que es lo que tengo que hacer para obtener un alma?- pregunto el hombre de metal con curiosidad. Con la respuesta del brujo sabria que hacer de una de vez.

Nuevamente el viejo hombre de hojalta suspiro al escuchar las palabras del joven. Cada una se clavaban en la espalda, como si realmente tuviera sentimientos, el leñador se sentia horrizado, preocupado e incluso asqueado por tales frases.

-Esta claro que si no puedo crearla ...debes obtenerla, el problema es que dicha alma no puede ser la de cualquiera ... debe ser un alma pura- Acababa de decir, que nesecitaba robarle el alma alguien inocente. Y al escuchar la siguiente frase simplemente no pudo mantener su rostro sin ninguna expresion. Se tapo la cara con sus manos -ese tipo de almas solo se encuentra en niños o seres de gran bondad en cuyo corazon la oscuridad sea incapaz de morar.

-Un niño...-su voz sono nuevamente quebrada casi como un gemido de dolor. Era una persona vieja, y no le importaba nadie, especialmente los niños...pero. ¿Seria capaz de hacer aquella horrible accion? ¿Robarle el alma, quitarle la vida a alguien más? ¿Quitarle la vida, las esperanzas de vivir un dia mas a un niño?. Ese niño podia ser cualquiera...Jareth, ese molesto niño que siempre lo molestaba. Pero incluso si era ese niño, no siquiera pensar en hacer eso. El leñador de metal ya no era un buen hombre...pero extraña mente su mente le decia que no continuara con el pacto.

Él ya habia vivio mucho tiempo, y desde hace tanto tiempo deseaba su corazón. Pero...¿ahora que haria?, su mente estaba completamente en blanco, no podia hablar, no podia pensar, estaba muy inseguro, y era tan dificil poder continuar en esos momentos. Volvio a suspirar, con un nudo en la garganta y casi con lagrimas en los ojos le hablo al hechizero.

-¿Estas completamente seguro de ello?, si, que tonto que soy, claro, sabes de lo que estas hablando...-hablo en voz alta, pero en realidad se lo decia a si mismo. Descubrio su rostro, mirando al joven brujo, ahora simplemente hubiera deseado nunca encontrarlo; hubiera preferido no saber que su deseo tendria esas condiciones. -Maldicion-maldijo, sin importar de que Noligma este enfrente suyo.

*No se que hacer....es decir. Llevo decadas buscando una oportunidad así, y ahora dudas. Eso no importante. Solo dilo de una buena vez:ACEPTO!*penso decir, abrio su boca, y intento decir esas palabras, pero no logro salir ningun sonido de su voz. -Entonces, si quisiera hacer este trato...tendria que encontrar a alguien para obtener....su a...alma ¿no?. Si tu le "quitas" su alma, ¿con ocurrira con esa persona?, ¿podra seguir viviendo o morira? y si sigue viviendo sera ¿como...yo?- pregunto refiriendose a que si el niño o niña no tendria emociones, las lagrimas comenzaron a caer por sus mejillas sin apenas darse cuenta

Todas aquellas palabras no le dieron ninguna respuesta. No habia ninguna certeza que la persona que le quitase su alma siguiera con vida. O si terminaria igual que él. El "Gran" Mago, apenas podia contestar su pregunta. ¿Que acaso era la primera persona que le pedia algo así?

-Hay una tal Blancanieves... su corazon podria valer... solo es una opcion... puedes ir a el poblado mas cercano y quitar algun bebe de las manos de su madre y traerlo, sinceramente me da igual, eras tu el que querias el trato ¿no?- Siempre había escuchado en los cuentos de hadas que los magos a diferencia de las brujas eran bondadoso y sabios, pero este joven era completamente lo contrario, le hacia acordar a la bruja del oste, que en su juventud hechizo su hacha y lo termino convirtiendo en un hombre de lata. Que tampoco tenia corazón que decia todo eso ¿sin siquiera lamentar algo?.

Nego con la cabeza -Yo...no se que hacer. Me interesa hacer el trato pero no estoy seguro. Tu...¿me podrias dar un tiempo para pensarlo? Nesecito pensansarlo mejor, es decir, no es una dificil facil. Al menos a mi parecer- hablo el hombre pausadamente. Dudando un poco el viejo continua hablando con el joven brujo.

- Y...ahora otro tema importante. Dijiste que te tengo que pagar con algo. ¿Que es lo que quisieras a cambio?-pregunto el viejo, realmente no sabia que podia entregarle a cambio de darle un alma. Noligma no era como Jareth, éste seguramente no querria ni juguetes ni muñecas de madera.- Tu dime, y si no lo poseo, lo buscarte y luego te lo entregara. ¿Cual es tu precio?-