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nuevo amanecer en el castillo del tiempo
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nuevo amanecer en el castillo del tiempo
Lugar: Castillos
El ritual se habia completado.
Gmork salio a un balcon del castillo/palacio de la bruja mas poderosa de este y cualquier reino, un reino renacido en un nuevo dia... o tambien un viejo amanecer desde el punto que se viera, pues todo habia vuelto a comenzar, pero los dias seguirian siendo dias y las noches noches, igual que las montañas y bosques seguian hay, nada parecia haber cambiado, aunque sabia que lo habia hecho.
Solamente lo notaria si volviese a encontrarse con alguien y este no lo reconociera.
Penso en su hada favorita, en la bella tabernera de aquella posada, en aquella loba... y incluso aquella princesa custodiada por un enano.
Ya no podrian recordarle... o al menos en teoria.
Gmork sacudio la cabeza, eso no importaba, siempre habia sido un agente en las sombras, una sombra en la oscuridad, eso no cambiaba con el bando.
ser un desconocido era su ventaja.
Gmork volvio a entrar al castillo, penso que tal vez deberia hacerse una idea de la seguridad del castillo, parecia bastante escaza... pero ¿quien querria atacar a la bruja mas poderosa?
Gmork no habia olvidado a la bruja Ela, con la que casi trabajo contra su actual jefa.
de haber un ataque no estaban preparados, es una desventaja tactica...
"tendre que hablarlo con la bruja"
Gmork se detuvo ¿seria lo correcto? apenas llevaba un dia de guardian, no tenia rango, ni por supuesto autoridad... no podia presentarse ante la bruja sin mas.
Decidio entonces dar un rodeo por el castillo, si iva a poner en practica su plan, debia tener un buen informa si se presentaba la oportunidad de hablar con la bruja o con algun guardian.
Gmork no penso que aquella preocupacion por la bruja fuera algo inusual en el, no estaba acostumbrado a los jefes vulnerables, ademas ahora era un guardian, su deber era proteger.
Re: nuevo amanecer en el castillo del tiempo
Irah era el nombre de uno de los 4 líderes de los Guardianes. Su propio nombre indicaba su deber, un titulo que llevaba con más orgullo que cualquiera de sus compañeros: Proteger las historias, proteger a aquellos que deben ser protegidos de sí mismos y lo que los rodea. Llevaba junto a la Bruja del Tiempo más años de los que podía recordar, incluso fue de los pocos que se pusieron de su parte al momento de la traición. ¿La razón? La sangre siempre es más fuerte… Por algo Irah era también conocido como Padre Tiempo.
El guardián era uno de los pocos en quienes la Bruja confiaba, a tal nivel de que no existían secretos entre padre e hija. Ninguno. Esto causaba que muchos intentasen ganarse la confianza del anciano para llegar a ella. Lástima que el sabio fuese tan arisco con los extraños como su hija o tal vez peor.
El círculo cercano de Irah era más bien escaso, sobre todo entre sus propios compañeros de gremio. Nadie desconfiaba más de los guardianes que su propio líder. Pues una vez los protectores de las historias traicionaron a su señora. ¿Qué impedía que pasara una segunda? Nada. Excepto él, claro. Su mayor deber era con ella.
El Padre Tiempo caminaba por los pasillos del castillo, sintiéndose de buen humor. El sacrificio había sido un éxito maravilloso, y la actuación de su niña sublime. Estaba seguro de que esta vez, los cuentos se mantendrían en su lugar, igual que sus personajes. Aunque algo molestaba a su pacifica mente: los guardianes de las Tierras Encantadas estaban dispersos. La muerte inesperada de su líder les había quitado unidad y lealtad entre sí, dejando a muchos en el calabozo por traidores. Pobres traidores inútiles. Y ahora además ese nuevo guardián. No podía ser normal que su niña trajese nuevos miembros sin consultarle a él.
El guardián era uno de los pocos en quienes la Bruja confiaba, a tal nivel de que no existían secretos entre padre e hija. Ninguno. Esto causaba que muchos intentasen ganarse la confianza del anciano para llegar a ella. Lástima que el sabio fuese tan arisco con los extraños como su hija o tal vez peor.
El círculo cercano de Irah era más bien escaso, sobre todo entre sus propios compañeros de gremio. Nadie desconfiaba más de los guardianes que su propio líder. Pues una vez los protectores de las historias traicionaron a su señora. ¿Qué impedía que pasara una segunda? Nada. Excepto él, claro. Su mayor deber era con ella.
El Padre Tiempo caminaba por los pasillos del castillo, sintiéndose de buen humor. El sacrificio había sido un éxito maravilloso, y la actuación de su niña sublime. Estaba seguro de que esta vez, los cuentos se mantendrían en su lugar, igual que sus personajes. Aunque algo molestaba a su pacifica mente: los guardianes de las Tierras Encantadas estaban dispersos. La muerte inesperada de su líder les había quitado unidad y lealtad entre sí, dejando a muchos en el calabozo por traidores. Pobres traidores inútiles. Y ahora además ese nuevo guardián. No podía ser normal que su niña trajese nuevos miembros sin consultarle a él.
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Bruja del Tiempo
Señora de las Tierras Encantadas
Re: nuevo amanecer en el castillo del tiempo
Gmork chasqueo la lengua... necesitaba algo mas
Había redactado una lista sobre sus dudas en una lista mental, no todos los puntos eran aptos para exponerlos, pero prefería tenerlos en cuenta, repaso la lista mentalmente
1º falta de un cuerpo disciplinado, los guardianes no eran un ejercito, eran casi mas bien, un atajo de chivatos, observadores mirando y observando en las sombras... no dudaba de su trabajo, pero le costaba confiar en otros, desconfiá... esa es su regla de oro
un Observador podría delatar a mil personajes... ¿pero que pasa con los propios observadores? Se observan entre ellos? Sabiendo esconderse para observar a otros, no le extrañaría que supieran esconderse de otros observadores... o incluso compartiese conocimientos con alguien ajeno a los guardianes.
Las hadas podían cambiar a los personajes para devolverlos a su camino... cumpliendo sus deseos... pero aquello tenia trampa, necesitaban ser deseados para ser cumplidos... y por si eso fuera poco, Gmork había oído que ya había un brujo por hay cumpliendo deseos, y no era parte de las hadas madrinas ¿como esperar que esos brujos o hadas fuera de su control cumpliesen las normas?
Los guardianes de los cuentos de hadas en cambio si sirven bien a su labor... sin duda por lo que había oído, había un líder detrás de ellos, alguien que sabia manejar los.
Pero tenían un problema, ellos se limitaban a los cuentos de hadas de sus propios reinos, no miraban un “todo” general.
Hacia falta una fuerza que disciplinara todos esos fallos, y existían... los guardianes de las tierras encantadas, era hay donde estaba el fallo, sus integrantes estaban divididos, o se apoyaban en bandos... no comprendió al principio por que...
Eran conjeturas sin fundamento, pero las pruebas parecían claras... había un vació de poder.
Aquello era mas peligroso de lo que la gente pensaba, Gmork lo sabia bien, entre lobos pasaba lo mismo.
Mientras hubiera un líder de la manada, todo marchaba bien, cualquier podía desafiarle, para asi demostrar por que esta al mando... cualquier líder fuerte podía aguantar años hasta que un joven lo derrotase y ocupase su lugar.
No siempre es así, a veces los machos lideres ceden el mando a los jóvenes aunque siguen siendo escuchados por su sabiduría.
Pero cuando hay un vació de poder, y no hay un claro líder, las cosas podían ponerse muy mal, la manada podía desintegrarse a si misma y dividirse o morir...
Gmork no quería que eso pasase allí, así que pensaba al menos comunicárselo a alguien
2º establecer una auditoria por debajo de la bruja, que juzgue que cambios son destinados a establecer quienes son traidores y quienes simplemente se han desviado del rumbo... era importante esclarecer una diferencia clara... no era lo mismo meter a la oveja en el corral, que buscar al lobo disfrazado de cordero.
Normalmente es la bruja quien lo hace... pero ¿acercar tanto a alguien que probablemente la odia no es un riesgo? Ademas Gmork había oído que la bruja había tenido problemas con guardianes de mucho poder anteriormente... esta idea podía venirse abajo si la bruja tenia aun ciertos problemas de confianza incluso entre su gente.
3º La creación de un grupo, probablemente dentro de los guardianes de las tierras encantadas,
que se dedicara exclusivamente a la detección y captura de los sublevados y traidores.
La idea incluye que en secreto estos también investigaran a los propios guardianes... por lo tanto este grupo debía ser limitado a los guardianes de mayor confianza y lealtad demostrada.
Gmork quedaba descartado de calle, así que no se hacia ilusiones de ascender ,simplemente pretendía mejorar un sistema que notaba obsoleto.
Pues una cosa era denunciar a un traidor y otra llevarlo a la justicia de la bruja... de ser este el mundo real, estas ideas sonarían casi a “inquisición”
Gmork estaba de acuerdo que todo sistema tenia sus fallos, diferenciar lobos de corderos perdidos no es tan fácil, sobretodo si un juzgado se encargara directamente... todo sistema debe evaluarse y mejorarse, pero antes debían solucionar el problema del liderazgo... el resto eran solo ideas.
Gmork abrió los ojos cuando un ruido le molesto, estaba mirando una ventana del pasillo cuando un hombre-roca paso dando pequeñas zancadas, sin duda un observador, esa habilidad de convertirse en una piedra del camino, solo se podía usar de una forma.
El hombre roca se aproximo a una pared de la cual se abrieron dos ojos, otro observador...
-¿ocurre algo?
-no nada... he visto a Irah por el pasillo, no tenia pinta de estar de buen humor, así que mejor me voy a otra parte
-No esta enfadado, su cara es así... ademas debería estar contento por el...-el miro miro a ambos lados del pasillo y clavo sus ojos en Gmork antes de añadir- … tu ya me entiendes...ademas ¿Acaso perteneces a algún cuento de hadas?
-Eso no tiene que ver...¿No has oído lo que dicen de el?...es mejor que no te topes con el.
-vale, lo que tu digas...¡ah! recuerda nuestra partida después del turno.
-si vale, nos vemos allí
Una conversación intrascendente para cualquiera,pero para Gmork supuso una información valiosa
Irah debía ser alguien respetado y importante... influyente... puede pero no pretendía influir en la organización que durante tantos años había perdurado correctamente.
Gmork fue en dirección de la que había venido el hombre-piedra, no tardo mucho en encontrarlo... la forma mas rápida de describirlo era con un adjetivo “Sabio” pelo y barba canos, y largos, como hebras de plata sobre sus ropas oscuras, su rostro llenas de arrugas que marcaban su edad... sin duda muy antigua.
Sus manos aunque arrugadas, eran callosas y finas, sin duda habilidosas cuando lo precisaba.
-Perdone o honorable Irah... -Gmork se inclino levemente en señal de respeto, pero tampoco una ostentosa inclinación de un baboso en busca de aprobación- espero no molestarle, pero he estado mirando ciertos fallos en la sección de Guardianes de los reinos... y quería estar al corriente de como solucionarlos, si necesitase ayuda para ello... ademas tengo un par de ideas que podrían resultar ...interesantes.
Fue muy directo a la cuestión... pero era inevitable, Gmork es y siempre sera en parte lobo... ademas ¿No consiste en eso ser guardián? ¿En evitar el cambio? ¿Por que cambiar entonces? Seguiría siendo quien era, un lobo que ataca directo a la yugular del problema.
Había redactado una lista sobre sus dudas en una lista mental, no todos los puntos eran aptos para exponerlos, pero prefería tenerlos en cuenta, repaso la lista mentalmente
1º falta de un cuerpo disciplinado, los guardianes no eran un ejercito, eran casi mas bien, un atajo de chivatos, observadores mirando y observando en las sombras... no dudaba de su trabajo, pero le costaba confiar en otros, desconfiá... esa es su regla de oro
un Observador podría delatar a mil personajes... ¿pero que pasa con los propios observadores? Se observan entre ellos? Sabiendo esconderse para observar a otros, no le extrañaría que supieran esconderse de otros observadores... o incluso compartiese conocimientos con alguien ajeno a los guardianes.
Las hadas podían cambiar a los personajes para devolverlos a su camino... cumpliendo sus deseos... pero aquello tenia trampa, necesitaban ser deseados para ser cumplidos... y por si eso fuera poco, Gmork había oído que ya había un brujo por hay cumpliendo deseos, y no era parte de las hadas madrinas ¿como esperar que esos brujos o hadas fuera de su control cumpliesen las normas?
Los guardianes de los cuentos de hadas en cambio si sirven bien a su labor... sin duda por lo que había oído, había un líder detrás de ellos, alguien que sabia manejar los.
Pero tenían un problema, ellos se limitaban a los cuentos de hadas de sus propios reinos, no miraban un “todo” general.
Hacia falta una fuerza que disciplinara todos esos fallos, y existían... los guardianes de las tierras encantadas, era hay donde estaba el fallo, sus integrantes estaban divididos, o se apoyaban en bandos... no comprendió al principio por que...
Eran conjeturas sin fundamento, pero las pruebas parecían claras... había un vació de poder.
Aquello era mas peligroso de lo que la gente pensaba, Gmork lo sabia bien, entre lobos pasaba lo mismo.
Mientras hubiera un líder de la manada, todo marchaba bien, cualquier podía desafiarle, para asi demostrar por que esta al mando... cualquier líder fuerte podía aguantar años hasta que un joven lo derrotase y ocupase su lugar.
No siempre es así, a veces los machos lideres ceden el mando a los jóvenes aunque siguen siendo escuchados por su sabiduría.
Pero cuando hay un vació de poder, y no hay un claro líder, las cosas podían ponerse muy mal, la manada podía desintegrarse a si misma y dividirse o morir...
Gmork no quería que eso pasase allí, así que pensaba al menos comunicárselo a alguien
2º establecer una auditoria por debajo de la bruja, que juzgue que cambios son destinados a establecer quienes son traidores y quienes simplemente se han desviado del rumbo... era importante esclarecer una diferencia clara... no era lo mismo meter a la oveja en el corral, que buscar al lobo disfrazado de cordero.
Normalmente es la bruja quien lo hace... pero ¿acercar tanto a alguien que probablemente la odia no es un riesgo? Ademas Gmork había oído que la bruja había tenido problemas con guardianes de mucho poder anteriormente... esta idea podía venirse abajo si la bruja tenia aun ciertos problemas de confianza incluso entre su gente.
3º La creación de un grupo, probablemente dentro de los guardianes de las tierras encantadas,
que se dedicara exclusivamente a la detección y captura de los sublevados y traidores.
La idea incluye que en secreto estos también investigaran a los propios guardianes... por lo tanto este grupo debía ser limitado a los guardianes de mayor confianza y lealtad demostrada.
Gmork quedaba descartado de calle, así que no se hacia ilusiones de ascender ,simplemente pretendía mejorar un sistema que notaba obsoleto.
Pues una cosa era denunciar a un traidor y otra llevarlo a la justicia de la bruja... de ser este el mundo real, estas ideas sonarían casi a “inquisición”
Gmork estaba de acuerdo que todo sistema tenia sus fallos, diferenciar lobos de corderos perdidos no es tan fácil, sobretodo si un juzgado se encargara directamente... todo sistema debe evaluarse y mejorarse, pero antes debían solucionar el problema del liderazgo... el resto eran solo ideas.
Gmork abrió los ojos cuando un ruido le molesto, estaba mirando una ventana del pasillo cuando un hombre-roca paso dando pequeñas zancadas, sin duda un observador, esa habilidad de convertirse en una piedra del camino, solo se podía usar de una forma.
El hombre roca se aproximo a una pared de la cual se abrieron dos ojos, otro observador...
-¿ocurre algo?
-no nada... he visto a Irah por el pasillo, no tenia pinta de estar de buen humor, así que mejor me voy a otra parte
-No esta enfadado, su cara es así... ademas debería estar contento por el...-el miro miro a ambos lados del pasillo y clavo sus ojos en Gmork antes de añadir- … tu ya me entiendes...ademas ¿Acaso perteneces a algún cuento de hadas?
-Eso no tiene que ver...¿No has oído lo que dicen de el?...es mejor que no te topes con el.
-vale, lo que tu digas...¡ah! recuerda nuestra partida después del turno.
-si vale, nos vemos allí
Una conversación intrascendente para cualquiera,pero para Gmork supuso una información valiosa
Irah debía ser alguien respetado y importante... influyente... puede pero no pretendía influir en la organización que durante tantos años había perdurado correctamente.
Gmork fue en dirección de la que había venido el hombre-piedra, no tardo mucho en encontrarlo... la forma mas rápida de describirlo era con un adjetivo “Sabio” pelo y barba canos, y largos, como hebras de plata sobre sus ropas oscuras, su rostro llenas de arrugas que marcaban su edad... sin duda muy antigua.
Sus manos aunque arrugadas, eran callosas y finas, sin duda habilidosas cuando lo precisaba.
-Perdone o honorable Irah... -Gmork se inclino levemente en señal de respeto, pero tampoco una ostentosa inclinación de un baboso en busca de aprobación- espero no molestarle, pero he estado mirando ciertos fallos en la sección de Guardianes de los reinos... y quería estar al corriente de como solucionarlos, si necesitase ayuda para ello... ademas tengo un par de ideas que podrían resultar ...interesantes.
Fue muy directo a la cuestión... pero era inevitable, Gmork es y siempre sera en parte lobo... ademas ¿No consiste en eso ser guardián? ¿En evitar el cambio? ¿Por que cambiar entonces? Seguiría siendo quien era, un lobo que ataca directo a la yugular del problema.
Re: nuevo amanecer en el castillo del tiempo
Irah levantó una de sus cejas al notar la presencia de aquel en quien justamente estaba pensando. ¿Cómo decía su niña que se llamaba? Bah, él no estaba para recordar esas cosas. No era su trabajo.
–Perdonado. – Irah tosió luego de decir esto. Vaya resfriado que había pescado. Tendría que ir con el Hada luego a que le diera algo para mejorar.
Escuchó con atención toda la chachara del nuevo guardián, pues aunque no fuese parte de su no tan pequeño grupo, era su deber escuchar a todos los guardianes. Después de todo, era el que tenía mejor carácter en estos temas. Las hermanas te oían, pero pocas veces respondían. Estaban demasiado unidas a su papel de observadoras, incapaces de prestar opiniones propias. ¿El Hada Maestra? Ella no funcionaba para nada en esas cosas, a todo te respondía con un sí y se largaba a cumplir sus deberes sin llegar a darte consejo. Solo Irah se sentaba a escuchar y se tomaba el tiempo para responder. Pero esta vez…
–¿Ahora te pagan para mirar los fallos de la orden? – él sabía que las cosas no estaban bien en su hogar, pero una cosa es saberlas tu y otra muy distinta que llegue un desconocido a mostrártelas. –Que yo sepa estás aquí para encargarte de los reinos y lo que pase en ellos.
Se acercó al guardián y comenzó a caminar a su alrededor. Sabía por boca de su hija que ese era en parte un lobo, un cambiaformas, e Irah por propia experiencia se cuidaba de los lobos. Pero bueno, este por como la miraba a ella, sabía que no lo atacaría. ¿Quién es tan tonto para atacar al Padre Tiempo?
–Tu deber es obedecer, chico. Ciegamente, sin cuestionar nada. –la regla de oro si querías ganarte el favor de la Bruja del Tiempo, de hecho. –¿O acaso la forma en que mi hija gobierna este castillo no te parece correcta?
¿Quién se creía ese que era? Pensando cosas que no corresponden a su posición, diciendo cosas que no deben ser dichas frente a quienes pueden oírte y usar esa información a su favor.
–Llevas aquí menos de un día, siquiera tienes un rango alto y pareces desconocer todo protocolo de este castillo. –Todos saben que los temas de esta índole se tratan directamente con el líder de tu sección y… No, cierto que ese estaba muerto y enterrado. Entonces con la Bruja. Tampoco, la niña estaba encerrada en su alcoba, descansando y reponiendo sus fuerzas. Al parecer, tendría que hacerse cargo el mismo de todo durante ese día. Sería muy largo. –Sin embargo, parece que le agradas a la Bruja y eso no lo he visto desde hace siglos, más vidas de las que puedo contar con mis dedos.
Terminó de dar vueltas alrededor de Gmork, decidido. No iba a confiar ciegamente en un extraño, con suerte confiaba en los que llevaban siglos con él. Pero podía oírlo y tomar en cuenta lo que tuviese que decir. Al menos por ahora.
–Dime tus sugerencias, eh…– ¿Cómo dijo que se llamaba?. –Guardián de las Tierras Encantadas. Ya veremos si tus palabras son sensatas y tus sugerencias viables.
–Perdonado. – Irah tosió luego de decir esto. Vaya resfriado que había pescado. Tendría que ir con el Hada luego a que le diera algo para mejorar.
Escuchó con atención toda la chachara del nuevo guardián, pues aunque no fuese parte de su no tan pequeño grupo, era su deber escuchar a todos los guardianes. Después de todo, era el que tenía mejor carácter en estos temas. Las hermanas te oían, pero pocas veces respondían. Estaban demasiado unidas a su papel de observadoras, incapaces de prestar opiniones propias. ¿El Hada Maestra? Ella no funcionaba para nada en esas cosas, a todo te respondía con un sí y se largaba a cumplir sus deberes sin llegar a darte consejo. Solo Irah se sentaba a escuchar y se tomaba el tiempo para responder. Pero esta vez…
–¿Ahora te pagan para mirar los fallos de la orden? – él sabía que las cosas no estaban bien en su hogar, pero una cosa es saberlas tu y otra muy distinta que llegue un desconocido a mostrártelas. –Que yo sepa estás aquí para encargarte de los reinos y lo que pase en ellos.
Se acercó al guardián y comenzó a caminar a su alrededor. Sabía por boca de su hija que ese era en parte un lobo, un cambiaformas, e Irah por propia experiencia se cuidaba de los lobos. Pero bueno, este por como la miraba a ella, sabía que no lo atacaría. ¿Quién es tan tonto para atacar al Padre Tiempo?
–Tu deber es obedecer, chico. Ciegamente, sin cuestionar nada. –la regla de oro si querías ganarte el favor de la Bruja del Tiempo, de hecho. –¿O acaso la forma en que mi hija gobierna este castillo no te parece correcta?
¿Quién se creía ese que era? Pensando cosas que no corresponden a su posición, diciendo cosas que no deben ser dichas frente a quienes pueden oírte y usar esa información a su favor.
–Llevas aquí menos de un día, siquiera tienes un rango alto y pareces desconocer todo protocolo de este castillo. –Todos saben que los temas de esta índole se tratan directamente con el líder de tu sección y… No, cierto que ese estaba muerto y enterrado. Entonces con la Bruja. Tampoco, la niña estaba encerrada en su alcoba, descansando y reponiendo sus fuerzas. Al parecer, tendría que hacerse cargo el mismo de todo durante ese día. Sería muy largo. –Sin embargo, parece que le agradas a la Bruja y eso no lo he visto desde hace siglos, más vidas de las que puedo contar con mis dedos.
Terminó de dar vueltas alrededor de Gmork, decidido. No iba a confiar ciegamente en un extraño, con suerte confiaba en los que llevaban siglos con él. Pero podía oírlo y tomar en cuenta lo que tuviese que decir. Al menos por ahora.
–Dime tus sugerencias, eh…– ¿Cómo dijo que se llamaba?. –Guardián de las Tierras Encantadas. Ya veremos si tus palabras son sensatas y tus sugerencias viables.
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Bruja del Tiempo
Señora de las Tierras Encantadas
Re: nuevo amanecer en el castillo del tiempo
Gmork sabia que se estaba metiendo en un terreno fanganoso, estaba el hecho de que era un recien llegado y un total desconocido, incluso en las tierras de la fantasia Gmork siempre seria un misterio.
Por ello no contexto las palabras de Irah, aunque pareciera enfadado al menos le iva a dejar hablar... no obstante se detuvo unos segundos y ladeo la cabeza
"Sin embargo, parece que le agradas a la Bruja y eso no lo he visto desde hace siglos, más vidas de las que puedo contar con mis dedos."
Seria cierto? o Irah le tendia una trampa para que pecara de seguridad... en cualquier caso debia andarse con cuidado.
-Principalmente queria comentar la evidente falta de liderazgo entre los miembros de los guardianes de las tierras encantadas...-luego añadio solemne- no me gustaria meterme en problemas, pero concidero que viendo las rivalidades dentro de este grupo, la eleccion de un nuevo lider podria tardar demasiado... o incluso ser imposible de resolver sin algun herido.
sin un lider claro, algunos intentarian demostrar su poder por la fuerza... o no, Gmork volvia a pensar en lobo... no todos reaccionaban igual, pero alguno abria.
-una solucion desde mi punto de vista, es que usted, para no tener que molestar a la bruja, de su apoyo a alguien de su confianza... se que no tiene poder dentro de ese grupo, pero siendo uno de los lideres Guardianes, su apoyo podria declinar la balanza de poder y ayudar a ese miembro de confianza... sea el que sea...
Eso ultimo lo añadio para intentar entender que no se referiaa si mismo para el puesto... proponer que se pusiera un lider, podria interpretarse como que se proponia el o que intentaba exigir su apoyo, cosa que no era su intencion.
-Asi los guardianes no tendrian problemas de mando y tendria alguien de confianza en ese puesto, la bruja saldria ganando... pues en el futuro la unica manera que veo que esto pueda ir bien es que los grupos de guardianes trabqajen en equipo... y es hay dondeveo el segundo problema.
Gmork se detuvo, era aqui donde Irah podria volverse mas en su contra, lo que iva a decir podria conciderarse como una traicion contra los guardianes.
-los guardianes no confian entre si, los guardianes de los cuentos de hadas hacen bien su trabajo, pero no confian en los guardianes de las tierras encantadas y viceversa... por no decir que ninguno de los dos confia en los Obserbadores...
y hay va, ya no habia vuelta atras.
-creo que esta falta de confianza es que el "cambio" que han sufrido las tierras encantadas ha llegado mas lejos de lo que se creia... llegando incluso entre los guardianes...
Gmork intento explicarse
-Solo asi me explico como seres destinados a una misma causa desconfien tanto entre si... puede incluso... no tengo pruheba alguna, solo es una hipotesis, pero incluso, puede que entre los grupos se ayuden entre si... para no ser descuviertos... solo es una idea, pero podria estar pasando, ¿quien sino un observador permanece sin ser obserbado? solo su lider los vigila ¿pero puede vigilarlos a todos todo el tiempo?
tambien podria haber incinuado que los jefes podrian ser parte del complot, pero no se atrevio, habia muchos nervios de flor con lo que decir, insinuar que la historia de los sabios podria repetirse, cercanos a la bruja traicionandola, era demasiado pedir, al menos por ahora.
-y hay la unica idea logica que se me ha ocurrido, es que si hubiera un equipo que nadie conociera, exeptuando los jefes guardianes, que vigilase a los propios guardianes podriamos dormir tranquilos sabiendo que los guardianes son un organismo unico y puro.
Gmork ya lo habia dicho, solo tenia que dar un puntapie mas a su idea
-las tierras encantadas estan cambiando, pero los guardianes nos hemos mantenido sin cambiar... y eso esta bien, no debemos cambiar, pero si deberiamos mejorar, es un hecho que si los guardianes no nos adaptamos a las nuevas normas del juego, nos quedamos atras.
Por ello no contexto las palabras de Irah, aunque pareciera enfadado al menos le iva a dejar hablar... no obstante se detuvo unos segundos y ladeo la cabeza
"Sin embargo, parece que le agradas a la Bruja y eso no lo he visto desde hace siglos, más vidas de las que puedo contar con mis dedos."
Seria cierto? o Irah le tendia una trampa para que pecara de seguridad... en cualquier caso debia andarse con cuidado.
-Principalmente queria comentar la evidente falta de liderazgo entre los miembros de los guardianes de las tierras encantadas...-luego añadio solemne- no me gustaria meterme en problemas, pero concidero que viendo las rivalidades dentro de este grupo, la eleccion de un nuevo lider podria tardar demasiado... o incluso ser imposible de resolver sin algun herido.
sin un lider claro, algunos intentarian demostrar su poder por la fuerza... o no, Gmork volvia a pensar en lobo... no todos reaccionaban igual, pero alguno abria.
-una solucion desde mi punto de vista, es que usted, para no tener que molestar a la bruja, de su apoyo a alguien de su confianza... se que no tiene poder dentro de ese grupo, pero siendo uno de los lideres Guardianes, su apoyo podria declinar la balanza de poder y ayudar a ese miembro de confianza... sea el que sea...
Eso ultimo lo añadio para intentar entender que no se referiaa si mismo para el puesto... proponer que se pusiera un lider, podria interpretarse como que se proponia el o que intentaba exigir su apoyo, cosa que no era su intencion.
-Asi los guardianes no tendrian problemas de mando y tendria alguien de confianza en ese puesto, la bruja saldria ganando... pues en el futuro la unica manera que veo que esto pueda ir bien es que los grupos de guardianes trabqajen en equipo... y es hay dondeveo el segundo problema.
Gmork se detuvo, era aqui donde Irah podria volverse mas en su contra, lo que iva a decir podria conciderarse como una traicion contra los guardianes.
-los guardianes no confian entre si, los guardianes de los cuentos de hadas hacen bien su trabajo, pero no confian en los guardianes de las tierras encantadas y viceversa... por no decir que ninguno de los dos confia en los Obserbadores...
y hay va, ya no habia vuelta atras.
-creo que esta falta de confianza es que el "cambio" que han sufrido las tierras encantadas ha llegado mas lejos de lo que se creia... llegando incluso entre los guardianes...
Gmork intento explicarse
-Solo asi me explico como seres destinados a una misma causa desconfien tanto entre si... puede incluso... no tengo pruheba alguna, solo es una hipotesis, pero incluso, puede que entre los grupos se ayuden entre si... para no ser descuviertos... solo es una idea, pero podria estar pasando, ¿quien sino un observador permanece sin ser obserbado? solo su lider los vigila ¿pero puede vigilarlos a todos todo el tiempo?
tambien podria haber incinuado que los jefes podrian ser parte del complot, pero no se atrevio, habia muchos nervios de flor con lo que decir, insinuar que la historia de los sabios podria repetirse, cercanos a la bruja traicionandola, era demasiado pedir, al menos por ahora.
-y hay la unica idea logica que se me ha ocurrido, es que si hubiera un equipo que nadie conociera, exeptuando los jefes guardianes, que vigilase a los propios guardianes podriamos dormir tranquilos sabiendo que los guardianes son un organismo unico y puro.
Gmork ya lo habia dicho, solo tenia que dar un puntapie mas a su idea
-las tierras encantadas estan cambiando, pero los guardianes nos hemos mantenido sin cambiar... y eso esta bien, no debemos cambiar, pero si deberiamos mejorar, es un hecho que si los guardianes no nos adaptamos a las nuevas normas del juego, nos quedamos atras.
Re: nuevo amanecer en el castillo del tiempo
–Cierto, no puedo negarlo. –mentir va contra su naturaleza. –Algo que sucede con muchos guardianes es su orgullo e individualidad. Es parte del trabajo, después de todo. Deben aprender a estar solos, su función depende de ello. Lástima que después de algunos siglos se olvidan de que son parte de algo mayor.
Ah, cosas de la vida diaria en ese castillo. Era muy complejo encontrar a la nueva cabeza de los guardianes, demasiado ocupados en otras cosas.
–Las elecciones de líderes normalmente corren de mano de mi hija, así ha sido desde el inicio, hace ya tanto tiempo. ¡La sola idea de que dicha decisión corra en manos de alguien más me parece absurda! ¿Y qué es eso de apoyar a alguien? ¿Has visto acaso a los nuevos reclutas y los antiguos? Carne débil, eso hay. No estoy seguro de querer dar mi voto de confianza a jovencitos que ante cualquier dificultad salgan corriendo cual cobarde, muchacho. Muchos ya me han fallado antes. A la fecha no he visto a ningún guardián capaz de hacerse respetar entre todos y tener mano firme con los rebeldes.
Dejó pasar la última frase. Claro, sea el que sea. ¿No veía todas sus canas? No era tan tonto para no notar que, en ese grupo, se postulaba. Y, aunque las palabras sobre desconfianza le molestaron, no lo demostró. ¿Por qué, si estaba mostrando una triste realidad?
–La desconfianza se basa en el miedo… –musitó, negando levemente. –¿Cómo puedes confiar en alguien que puede traicionarte en cualquier momento? Puede no ser así, pero la duda una vez que nace, se queda por siempre. Es por eso que no existe confianza entre los cuatro grupos. –no, aguarden, tres grupos. Las hadas madrinas eran demasiado… brillantes y sonrientes para andar metidas en semejantes andadas. –Los observadores solo observan e informan, al menos de esa forma son entrenados. Las hermanas vigilan a los suyos, pero…
No, últimamente andaban más bien vigilando el bosque encantado, buscando pistas, revisando que cada Sabio castigado se mantuviese así. Dejando en parte a los suyos, que vigilasen solos. Grave error. Ellas eran las leales, le debían su misma vida a la Bruja y estaban convencidas de su servidumbre. ¿Y el resto?
Terminó de escuchar el resto de palabras del nuevo guardián. Sonaba sensato, claro. Vigilar para prevenir posibles traiciones. La idea hasta le gustaba. El tema era, ¿Quién querría espiar a sus propios hermanos? O aún mejor, ¿Quién querría liderar un grupo de espías que vigilasen tanto a guardianes como a sus protegidos? Difícil decisión…
–El cambio solo ha traído desgracia a estas tierras. Primero con el consejo de sabios, luego con esas doncellas… tantas inocentes muriendo por culpa de aquellos que más amaban. –volteó a mirar a Gmork directamente. –Sin embargo, fue ese mismo deseo de no cambiar el que nos trajo a esta situación. Ciertamente, es suficiente para mí y los míos. Sígueme, por favor.
Comenzó a caminar en dirección a un sitio más… privado. Que, como en muchos sitios, las paredes tienen oídos demasiado curiosos. Pasillo tras pasillo, Irah se mantuvo en silencio, meditando, consciente de que el guardian lo seguía.
Luego de algunos minutos, llegaron a un último pasillo. La puerta, finamente tallada –y sellada, sin siquiera una rendija por donde espiar a su interior –, indicaba que se trataba no de cualquier sitio, si no del mismísimo estudio de Irah. Tras un par de susurros incomprensibles esta desapareció, dejando a la vista un sencillo y cómodo espacio, con un fuerte olor a papel viejo. Después de todo, era lo que contenían las estanterías: montones de viejos papeles apilados en un orden que solo el anciano comprendía.
Con un gesto, le indicó que entrase. Una vez ambos dentro, la puerta volvió a aparecer. O al menos eso parecía desde afuera. Por dentro, es como si no hubiese nada.
–Para saber cuándo tengo visitas inesperadas. –indicó el anciano, sentándose al otro lado de un escritorio, frente al cual había una única silla libre. –No me gusta ser molestado aquí, y ciertamente no me agrada tener gente intentando mirar sin ser invitado.
Otra razón, irónicamente, era el cotilleo. Supieran los pobres amantes de cada viernes que tenían un triste observador no invitado tras esa puerta, dejarían de venir. ¡O la misma Nelly! Pobre guardiana ingenua. Si supiera que su jefe oía sus palabras obscenas a su persona cada vez que se marchaba…
–Ahora, vamos al grano. ¿Qué esperas de mí y de esta orden? ¿Deseas poder? ¿Conocimiento? Puedes tenerlo, si sabes dónde buscarlo… pero puede costarte caro. ¿Deseas obtener un buen puesto? ¿Vigilar tú mismo a tus compañeros? Seguramente termines muerto en menos de un día. Dime, Gmork, ¿qué haces en este castillo?
Ah, cosas de la vida diaria en ese castillo. Era muy complejo encontrar a la nueva cabeza de los guardianes, demasiado ocupados en otras cosas.
–Las elecciones de líderes normalmente corren de mano de mi hija, así ha sido desde el inicio, hace ya tanto tiempo. ¡La sola idea de que dicha decisión corra en manos de alguien más me parece absurda! ¿Y qué es eso de apoyar a alguien? ¿Has visto acaso a los nuevos reclutas y los antiguos? Carne débil, eso hay. No estoy seguro de querer dar mi voto de confianza a jovencitos que ante cualquier dificultad salgan corriendo cual cobarde, muchacho. Muchos ya me han fallado antes. A la fecha no he visto a ningún guardián capaz de hacerse respetar entre todos y tener mano firme con los rebeldes.
Dejó pasar la última frase. Claro, sea el que sea. ¿No veía todas sus canas? No era tan tonto para no notar que, en ese grupo, se postulaba. Y, aunque las palabras sobre desconfianza le molestaron, no lo demostró. ¿Por qué, si estaba mostrando una triste realidad?
–La desconfianza se basa en el miedo… –musitó, negando levemente. –¿Cómo puedes confiar en alguien que puede traicionarte en cualquier momento? Puede no ser así, pero la duda una vez que nace, se queda por siempre. Es por eso que no existe confianza entre los cuatro grupos. –no, aguarden, tres grupos. Las hadas madrinas eran demasiado… brillantes y sonrientes para andar metidas en semejantes andadas. –Los observadores solo observan e informan, al menos de esa forma son entrenados. Las hermanas vigilan a los suyos, pero…
No, últimamente andaban más bien vigilando el bosque encantado, buscando pistas, revisando que cada Sabio castigado se mantuviese así. Dejando en parte a los suyos, que vigilasen solos. Grave error. Ellas eran las leales, le debían su misma vida a la Bruja y estaban convencidas de su servidumbre. ¿Y el resto?
Terminó de escuchar el resto de palabras del nuevo guardián. Sonaba sensato, claro. Vigilar para prevenir posibles traiciones. La idea hasta le gustaba. El tema era, ¿Quién querría espiar a sus propios hermanos? O aún mejor, ¿Quién querría liderar un grupo de espías que vigilasen tanto a guardianes como a sus protegidos? Difícil decisión…
–El cambio solo ha traído desgracia a estas tierras. Primero con el consejo de sabios, luego con esas doncellas… tantas inocentes muriendo por culpa de aquellos que más amaban. –volteó a mirar a Gmork directamente. –Sin embargo, fue ese mismo deseo de no cambiar el que nos trajo a esta situación. Ciertamente, es suficiente para mí y los míos. Sígueme, por favor.
Comenzó a caminar en dirección a un sitio más… privado. Que, como en muchos sitios, las paredes tienen oídos demasiado curiosos. Pasillo tras pasillo, Irah se mantuvo en silencio, meditando, consciente de que el guardian lo seguía.
Luego de algunos minutos, llegaron a un último pasillo. La puerta, finamente tallada –y sellada, sin siquiera una rendija por donde espiar a su interior –, indicaba que se trataba no de cualquier sitio, si no del mismísimo estudio de Irah. Tras un par de susurros incomprensibles esta desapareció, dejando a la vista un sencillo y cómodo espacio, con un fuerte olor a papel viejo. Después de todo, era lo que contenían las estanterías: montones de viejos papeles apilados en un orden que solo el anciano comprendía.
Con un gesto, le indicó que entrase. Una vez ambos dentro, la puerta volvió a aparecer. O al menos eso parecía desde afuera. Por dentro, es como si no hubiese nada.
–Para saber cuándo tengo visitas inesperadas. –indicó el anciano, sentándose al otro lado de un escritorio, frente al cual había una única silla libre. –No me gusta ser molestado aquí, y ciertamente no me agrada tener gente intentando mirar sin ser invitado.
Otra razón, irónicamente, era el cotilleo. Supieran los pobres amantes de cada viernes que tenían un triste observador no invitado tras esa puerta, dejarían de venir. ¡O la misma Nelly! Pobre guardiana ingenua. Si supiera que su jefe oía sus palabras obscenas a su persona cada vez que se marchaba…
–Ahora, vamos al grano. ¿Qué esperas de mí y de esta orden? ¿Deseas poder? ¿Conocimiento? Puedes tenerlo, si sabes dónde buscarlo… pero puede costarte caro. ¿Deseas obtener un buen puesto? ¿Vigilar tú mismo a tus compañeros? Seguramente termines muerto en menos de un día. Dime, Gmork, ¿qué haces en este castillo?
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Bruja del Tiempo
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Re: nuevo amanecer en el castillo del tiempo
efectivamente la respuestas a su sugerencias no se hicieron de rogar:
–Las elecciones de líderes normalmente corren de mano de mi hija, así ha sido desde el inicio, hace ya tanto tiempo. ¡La sola idea de que dicha decisión corra en manos de alguien más me parece absurda! ¿Y qué es eso de apoyar a alguien? ¿Has visto acaso a los nuevos reclutas y los antiguos? Carne débil, eso hay. No estoy seguro de querer dar mi voto de confianza a jovencitos que ante cualquier dificultad salgan corriendo cual cobarde, muchacho. Muchos ya me han fallado antes. A la fecha no he visto a ningún guardián capaz de hacerse respetar entre todos y tener mano firme con los rebeldes.
Gmork no dijo nada al respecto, el era el sabio, Gmork no, era una simple herramienta, esa era su existencia.
–La desconfianza se basa en el miedo…¿Cómo puedes confiar en alguien que puede traicionarte en cualquier momento? Puede no ser así, pero la duda una vez que nace, se queda por siempre. Es por eso que no existe confianza entre los cuatro grupos.
Gmork opinaba algo distinto al respecto, pero nuevamente se mantuvo en silencio, aun no era su momento.
Finalmente el sabio le guió por el castillo para llevarlo hasta su habitación personal, suponía, un lugar seguro en el que hablar.... aunque la puerta no existiese.
–Para saber cuándo tengo visitas inesperadas. No me gusta ser molestado aquí, y ciertamente no me agrada tener gente intentando mirar sin ser invitado.
-buena medida, mientras el sonido no haga eco...
daba por sentado que Irah ya había tomado esas precauciones banales.
–Ahora, vamos al grano. ¿Qué esperas de mí y de esta orden? ¿Deseas poder? ¿Conocimiento? Puedes tenerlo, si sabes dónde buscarlo… pero puede costarte caro. ¿Deseas obtener un buen puesto? ¿Vigilar tú mismo a tus compañeros? Seguramente termines muerto en menos de un día. Dime, Gmork, ¿qué haces en este castillo?
Ya llegamos al quid de la cuestión, pues el propio Gmork no sabia exactamente cuan real seria su respuesta ¿tenia verdaderos motivos para ayudar a ese mundo? habiendo un mundo real, o multiples mundos imaginarios ¿por que este?
-seré sincero... antes trabajaba para la nada... mi misión era impedir que se detuviera la desaparición de este mundo, me ofrecieron algo que no podía rechazar, si destruíamos la fantasía ... controlaríamos a la humanidad... una humanidad sin ilusiones ni esperanzas...
Gmork, suspiro evitando mirar al anciano que sin duda no le gustaba lo que oia, pero finalmente lo miro mientras añadía
-Pero... vi algo en este mundo... algo extraño, ustedes, ustedes intentando evitar que este mundo desapareciera, que cambiase... y se me ocurrió... ¿por que destruir la fantasía? por que no controlarla, mantenerla de un modo eterno, una fantasía sin fin, intransmutable... yo quiero ver si es posible...un mundo mejor.
Al terminar se quito las gafas de sol limpiándolas mientras mostraba sus ojos verdes con gran determinación.
-Ademas, derrotasteis a la nada, haciendo empezar las historias una y otra vez, no tienen fin, mi mera existencia como herramienta de la nada, era francamente estúpido... mi misión en la vida es ser un fiel servidor, una herramienta en manos de otros, solo me pongo en el bando correcto para ser usado de forma correcta.
Había otra razón, pero intento no traslucir lo que era, incluso borro su bello rostro de su mente, como si temiera que el anciano pudiera verlo.
¿temor? No podía serlo...eso seria algo nuevo para el, no había sentido miedo nunca, pero lo había visto muchas veces en los ojos de sus victimas, seria raro que así fuera.
-Solo deseo ser útil a la bruja, y construir algo de provecho.
un nuevo pensamiento le recordó en su mente otras de sus razones, pero que no diría por supuesto.
"ademas... controlar la fantasía es tan o incluso mas eficaz que eliminarla, controlando la fantasía controlaremos la esperanzas y ilusiones de la humanidad...y hallaremos así el control de ambos mundos"
un control comercial muy beneficioso, películas, los artículos que salen de estas, como bolsos de la película, tazas con el dibujo de un personaje, libros de lectura o coloreo, para niños o para adolescentes, y lo mejor de todo es que no tiene fin, cuando la ultima historia salga al cine, cuando la ultima versión de un libro salga, ya existirán nuevas tecnologías para eternizar el procedimiento, películas 3D, la versión del cuento según la muñeca barbie, libros informáticos, versiones X para adultos, nuevos libros o incluso a veces videojuegos... y volverán a empezar una y otra vez, en un eterno engranaje.
Pues en el fondo, la humanidad pagaría lo que fuera por un trocito de fantasía.
-En cuanto a los demás, como he dicho, solo unos pocos sabran lo de mi grupo … tengo algunas ideas para ello, por ejemplo la instauración de un sistema de denuncias... que compañeros puedan denunciarse entre si de forma anónima.
Era un sistema muy bueno, en la santa inquisición funciono bastante bien
-aunque yo atrapase a alguien nadie diría que yo le seguía, pensaran que alguien lo traiciono … tu mismo lo dijiste...La desconfianza se basa en el miedo… cuando vean que no pueden confiar en sus compañeros … pensaran que están siempre vigilados y no aran nada, y si hacen algo indebido lo harán a espaldas de los demás, y los que como yo vigilemos nos sera fácil ver quien no hace lo que debe ¿no crees?
Pero para que el plan funcionase, debía haber un miedo inicial, tendrían que coger a gente al azar, acusarlos y ajusticiarlos aunque fueran inocentes, eso intimidaría y causaría el miedo suficiente para que no confiaran entre si.
–Las elecciones de líderes normalmente corren de mano de mi hija, así ha sido desde el inicio, hace ya tanto tiempo. ¡La sola idea de que dicha decisión corra en manos de alguien más me parece absurda! ¿Y qué es eso de apoyar a alguien? ¿Has visto acaso a los nuevos reclutas y los antiguos? Carne débil, eso hay. No estoy seguro de querer dar mi voto de confianza a jovencitos que ante cualquier dificultad salgan corriendo cual cobarde, muchacho. Muchos ya me han fallado antes. A la fecha no he visto a ningún guardián capaz de hacerse respetar entre todos y tener mano firme con los rebeldes.
Gmork no dijo nada al respecto, el era el sabio, Gmork no, era una simple herramienta, esa era su existencia.
–La desconfianza se basa en el miedo…¿Cómo puedes confiar en alguien que puede traicionarte en cualquier momento? Puede no ser así, pero la duda una vez que nace, se queda por siempre. Es por eso que no existe confianza entre los cuatro grupos.
Gmork opinaba algo distinto al respecto, pero nuevamente se mantuvo en silencio, aun no era su momento.
Finalmente el sabio le guió por el castillo para llevarlo hasta su habitación personal, suponía, un lugar seguro en el que hablar.... aunque la puerta no existiese.
–Para saber cuándo tengo visitas inesperadas. No me gusta ser molestado aquí, y ciertamente no me agrada tener gente intentando mirar sin ser invitado.
-buena medida, mientras el sonido no haga eco...
daba por sentado que Irah ya había tomado esas precauciones banales.
–Ahora, vamos al grano. ¿Qué esperas de mí y de esta orden? ¿Deseas poder? ¿Conocimiento? Puedes tenerlo, si sabes dónde buscarlo… pero puede costarte caro. ¿Deseas obtener un buen puesto? ¿Vigilar tú mismo a tus compañeros? Seguramente termines muerto en menos de un día. Dime, Gmork, ¿qué haces en este castillo?
Ya llegamos al quid de la cuestión, pues el propio Gmork no sabia exactamente cuan real seria su respuesta ¿tenia verdaderos motivos para ayudar a ese mundo? habiendo un mundo real, o multiples mundos imaginarios ¿por que este?
-seré sincero... antes trabajaba para la nada... mi misión era impedir que se detuviera la desaparición de este mundo, me ofrecieron algo que no podía rechazar, si destruíamos la fantasía ... controlaríamos a la humanidad... una humanidad sin ilusiones ni esperanzas...
Gmork, suspiro evitando mirar al anciano que sin duda no le gustaba lo que oia, pero finalmente lo miro mientras añadía
-Pero... vi algo en este mundo... algo extraño, ustedes, ustedes intentando evitar que este mundo desapareciera, que cambiase... y se me ocurrió... ¿por que destruir la fantasía? por que no controlarla, mantenerla de un modo eterno, una fantasía sin fin, intransmutable... yo quiero ver si es posible...un mundo mejor.
Al terminar se quito las gafas de sol limpiándolas mientras mostraba sus ojos verdes con gran determinación.
-Ademas, derrotasteis a la nada, haciendo empezar las historias una y otra vez, no tienen fin, mi mera existencia como herramienta de la nada, era francamente estúpido... mi misión en la vida es ser un fiel servidor, una herramienta en manos de otros, solo me pongo en el bando correcto para ser usado de forma correcta.
Había otra razón, pero intento no traslucir lo que era, incluso borro su bello rostro de su mente, como si temiera que el anciano pudiera verlo.
¿temor? No podía serlo...eso seria algo nuevo para el, no había sentido miedo nunca, pero lo había visto muchas veces en los ojos de sus victimas, seria raro que así fuera.
-Solo deseo ser útil a la bruja, y construir algo de provecho.
un nuevo pensamiento le recordó en su mente otras de sus razones, pero que no diría por supuesto.
"ademas... controlar la fantasía es tan o incluso mas eficaz que eliminarla, controlando la fantasía controlaremos la esperanzas y ilusiones de la humanidad...y hallaremos así el control de ambos mundos"
un control comercial muy beneficioso, películas, los artículos que salen de estas, como bolsos de la película, tazas con el dibujo de un personaje, libros de lectura o coloreo, para niños o para adolescentes, y lo mejor de todo es que no tiene fin, cuando la ultima historia salga al cine, cuando la ultima versión de un libro salga, ya existirán nuevas tecnologías para eternizar el procedimiento, películas 3D, la versión del cuento según la muñeca barbie, libros informáticos, versiones X para adultos, nuevos libros o incluso a veces videojuegos... y volverán a empezar una y otra vez, en un eterno engranaje.
Pues en el fondo, la humanidad pagaría lo que fuera por un trocito de fantasía.
-En cuanto a los demás, como he dicho, solo unos pocos sabran lo de mi grupo … tengo algunas ideas para ello, por ejemplo la instauración de un sistema de denuncias... que compañeros puedan denunciarse entre si de forma anónima.
Era un sistema muy bueno, en la santa inquisición funciono bastante bien
-aunque yo atrapase a alguien nadie diría que yo le seguía, pensaran que alguien lo traiciono … tu mismo lo dijiste...La desconfianza se basa en el miedo… cuando vean que no pueden confiar en sus compañeros … pensaran que están siempre vigilados y no aran nada, y si hacen algo indebido lo harán a espaldas de los demás, y los que como yo vigilemos nos sera fácil ver quien no hace lo que debe ¿no crees?
Pero para que el plan funcionase, debía haber un miedo inicial, tendrían que coger a gente al azar, acusarlos y ajusticiarlos aunque fueran inocentes, eso intimidaría y causaría el miedo suficiente para que no confiaran entre si.
Re: nuevo amanecer en el castillo del tiempo
Irah soltó una risita. –Este estudio es el sitio más seguro de todas las Tierras Encantadas muchacho. Nada entra, nada sale.
Escuchó con relativo interés las palabras de Gmork, aun con el desagrado que sentía por la nada. ¿Qué sentido tenía destruir, si podías controlarlo todo? Una verdadera tontería. Mejor tener a la humanidad feliz, todos contentos consumiendo lo que ellos daban, sin notarlo. Pero bueno, cada quien con sus planes de control, ¿no?
–Ciertamente, hemos estado protegiendo este mundo desde hace siglos. Y nunca hemos fallado, incluso en los momentos más complejos…
No nombró la traición. Tampoco pensó en la traición anterior. Y la aún más anterior siquiera la recordaba. Cosas de tener más años que un dinosaurio.
Se sintió conforme con las palabras del nuevo guardián. Al menos parecía sincero, no como los otros. Incluso mostraba sus ojos. La mayoría siquiera podía tener el rostro en alto. Vaya vergüenza.
Ahora vamos con el tema del grupo. A Irah no le agradaba demasiado tener un nuevo grupo entre manos, pero si terminaba siendo de utilidad, podría llegar a pensarlo.
Cerró los ojos un momento. Podía verlo. El miedo entre su gente, la necesidad de hacer las cosas correctamente. No más traiciones, todo estaría en perfecto orden. Las historias irían bien en cada uno de los ciclos. Le agradaba esa idea.
Pero seguía habiendo un problema. ¿Y su hija? ¿Qué diría ella? Depender tanto de un recién llegado y un grupo nuevo… No había garantías de que saliese bien. El anterior sistema también funcionó un tiempo y, bueno, ya conocemos el resultado: castigo tras castigo. Aunque su niña disfrutaba bastante de un juicio. Irah no comprendía esto en su hija, pero claro, nunca la llegó a entender totalmente. Ahora basta de pensar. Esta clase de planes salen, o no salen.
–Tienes una buena idea entre manos, sí… pero aunque yo te diera mi voto de confianza, nadie más lo haría. D se sentiría traicionada, siendo ese su empleo, y bueno, el Hada es demasiado azucarada para pensar en estas cosas. Tendrías un voto contra dos.
Por supuesto, ninguno de esos votos sería necesario si la Bruja misma aceptaba el trato. No quedaría más opción que hacer su voluntad. Pero ella no estaba exactamente allí, escuchando. Y debería hacerlo. Irah consideró que, antes de cualquier cosa, debía ir por ella. Antes de siquiera pensar en los otros guardianes. Había que hablar con ella. Y eso dijo directamente.
–Si convences a mi hija te habrás ganado lo que deseas, no antes. A mí ya me has convencido, pues pareces realmente desear el bienestar de este castillo y el de mi hija. No necesito otra cosa.
Como sería poco provechoso que los viesen ir juntos a por la niña, Irah consideró que lo mejor era que se quedara allí por unos minutos. Después de todo, ¿Qué haría un perro entre tanto papel? No leería nada y, bueno, dudaba que sus manuscritos confiasen sus secretos a un extraño.
–Espera aquí unos minutos, Gmork. A estas horas mi hija ya estará en condiciones de acompañarnos en nuestra… curiosa reunión. No toques nada, ni hagas nada. No tardaré.
Dicho esto, y sin esperar respuesta, Irah se levantó de su sitio y salió como si nada por una puerta que para él no existía, pero sería muy real si Gmork intentaba levantarse.
Pocos segundos después, algunos de los pergaminos, dos para ser exactos, rodaron de su sitio original directo al suelo. Al mismo tiempo, dos guardianes, hombre y mujer, se acercaron a la puerta del estudio…
Escuchó con relativo interés las palabras de Gmork, aun con el desagrado que sentía por la nada. ¿Qué sentido tenía destruir, si podías controlarlo todo? Una verdadera tontería. Mejor tener a la humanidad feliz, todos contentos consumiendo lo que ellos daban, sin notarlo. Pero bueno, cada quien con sus planes de control, ¿no?
–Ciertamente, hemos estado protegiendo este mundo desde hace siglos. Y nunca hemos fallado, incluso en los momentos más complejos…
No nombró la traición. Tampoco pensó en la traición anterior. Y la aún más anterior siquiera la recordaba. Cosas de tener más años que un dinosaurio.
Se sintió conforme con las palabras del nuevo guardián. Al menos parecía sincero, no como los otros. Incluso mostraba sus ojos. La mayoría siquiera podía tener el rostro en alto. Vaya vergüenza.
Ahora vamos con el tema del grupo. A Irah no le agradaba demasiado tener un nuevo grupo entre manos, pero si terminaba siendo de utilidad, podría llegar a pensarlo.
Cerró los ojos un momento. Podía verlo. El miedo entre su gente, la necesidad de hacer las cosas correctamente. No más traiciones, todo estaría en perfecto orden. Las historias irían bien en cada uno de los ciclos. Le agradaba esa idea.
Pero seguía habiendo un problema. ¿Y su hija? ¿Qué diría ella? Depender tanto de un recién llegado y un grupo nuevo… No había garantías de que saliese bien. El anterior sistema también funcionó un tiempo y, bueno, ya conocemos el resultado: castigo tras castigo. Aunque su niña disfrutaba bastante de un juicio. Irah no comprendía esto en su hija, pero claro, nunca la llegó a entender totalmente. Ahora basta de pensar. Esta clase de planes salen, o no salen.
–Tienes una buena idea entre manos, sí… pero aunque yo te diera mi voto de confianza, nadie más lo haría. D se sentiría traicionada, siendo ese su empleo, y bueno, el Hada es demasiado azucarada para pensar en estas cosas. Tendrías un voto contra dos.
Por supuesto, ninguno de esos votos sería necesario si la Bruja misma aceptaba el trato. No quedaría más opción que hacer su voluntad. Pero ella no estaba exactamente allí, escuchando. Y debería hacerlo. Irah consideró que, antes de cualquier cosa, debía ir por ella. Antes de siquiera pensar en los otros guardianes. Había que hablar con ella. Y eso dijo directamente.
–Si convences a mi hija te habrás ganado lo que deseas, no antes. A mí ya me has convencido, pues pareces realmente desear el bienestar de este castillo y el de mi hija. No necesito otra cosa.
Como sería poco provechoso que los viesen ir juntos a por la niña, Irah consideró que lo mejor era que se quedara allí por unos minutos. Después de todo, ¿Qué haría un perro entre tanto papel? No leería nada y, bueno, dudaba que sus manuscritos confiasen sus secretos a un extraño.
–Espera aquí unos minutos, Gmork. A estas horas mi hija ya estará en condiciones de acompañarnos en nuestra… curiosa reunión. No toques nada, ni hagas nada. No tardaré.
Dicho esto, y sin esperar respuesta, Irah se levantó de su sitio y salió como si nada por una puerta que para él no existía, pero sería muy real si Gmork intentaba levantarse.
Pocos segundos después, algunos de los pergaminos, dos para ser exactos, rodaron de su sitio original directo al suelo. Al mismo tiempo, dos guardianes, hombre y mujer, se acercaron a la puerta del estudio…
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Bruja del Tiempo
Señora de las Tierras Encantadas
Re: nuevo amanecer en el castillo del tiempo
Gmork comprende enseguida que hacía bien en acudir a Irah, era el único confiable y además cercano a la bruja, así la idea de verla no saldría de Gmork, sino deL propio Irah.
Gmork no tenía muchas esperanzas en su idea, confiaba en ganarse su afecto y que futuras ideas ayudarán a la causa, no en vano se ha mantenido ese sistema ambiguo durante tantas vueltas atrás, tantas traiciones que sólo redujeron a 0 los consejeros.
Finalmente Irah abandonó la sala dejándolo sólo.
Gmork miró curioso 2 pergaminos que caían, pero ni se levantó a mirarlos, por 2 razones obvias, para empezar, Irah había dicho que no tocará nada, y estaba seguro de que el viejo sabía proteger sus secretos.
Además la nada no le enseñó a leer, aunque sabía algo básico, no creía que pudiera entender algo de lo que escribiera el viejo.
Por último algo llamó su atención, una pareja que se acercaba al estudió..
(que harán 2 guardianes aquí? Vendrán a ver a Irah?)
Gmork se concentró en ellos, un lobo no leía tan bien como escuchaba las conversaciónes ajenas
Gmork no tenía muchas esperanzas en su idea, confiaba en ganarse su afecto y que futuras ideas ayudarán a la causa, no en vano se ha mantenido ese sistema ambiguo durante tantas vueltas atrás, tantas traiciones que sólo redujeron a 0 los consejeros.
Finalmente Irah abandonó la sala dejándolo sólo.
Gmork miró curioso 2 pergaminos que caían, pero ni se levantó a mirarlos, por 2 razones obvias, para empezar, Irah había dicho que no tocará nada, y estaba seguro de que el viejo sabía proteger sus secretos.
Además la nada no le enseñó a leer, aunque sabía algo básico, no creía que pudiera entender algo de lo que escribiera el viejo.
Por último algo llamó su atención, una pareja que se acercaba al estudió..
(que harán 2 guardianes aquí? Vendrán a ver a Irah?)
Gmork se concentró en ellos, un lobo no leía tan bien como escuchaba las conversaciónes ajenas
Re: nuevo amanecer en el castillo del tiempo
Decisión tomada entonces…
Los guardianes se veían un poco asustados, aunque ella más que él. Ciertamente, ella se veía aterrada. Como si fuese consciente de que su vida colgaba de un hilo.
–Van a matarnos Vaan, ¡ella nos va a colgar! –chilló ella, angustiada. –tomará nuestros corazones y los pondrá en una caja de cristal y seremos un par de castigados más…
–Nadie va a enterarse de esto Leah, solo escúchame…
Pero ella parecía no escuchar. Daba vueltas frente a la puerta, agarrando sus cabellos y arrancando más de un mechón. Si seguía así de seguro terminaba con un ataque.
–No lo entiendes Vaan. Solo debía alimentarla e irme, como siempre… ¡Y ahora ha huido! –Leah se detuvo de pronto, como si algo en su cabeza hubiese hecho “clic”. –¡Y es tu culpa! ¡Tú te acercaste demasiado y dejaste que te tocara!
Vaan pareció comprender lo precario de su situación entonces. Leah tenía razón. Era su culpa. Él había caído en la trampa de su voz y el deseo de tocarla había vencido. Leah siempre dijo que debía quedarse en la puerta vigilando que nadie entrase y desobedeció las reglas. Si daban un castigo mayor a alguien, sería a él… por su parte, Leah continuaba diciéndole cosas, aunque Vann ya no escuchaba.
–Estás enfermo, ¿Cómo osaste hacer eso? Cumplir las reglas, es lo único que debíamos hacer… Ahora he de avisar a Irah, es lo único que nos queda. Tal vez él pueda ayudarnos…
–¡Ayudarnos a morir, querrás decir!. –Vaan pareció reaccionar ante sus palabras. Una idea propia se estaba formando en su cabeza. –No, debemos irnos ahora mismo. Nadie descubrirá que Alana escapó, sino hasta que sea tarde. Tú y yo ya estaremos en una isla lejana del mundo real, a salvo.
Leah no escuchaba. Lo que necesitaba era hablar con Irah, él la ayudaría. Sí, la ayudaría. Iba a tocar la puerta cuando sintió las manos de Vaan en su cuello. En un instante la volteó, en el siguiente sonó un fuerte crac. Por estar de espaldas, Gmork no llegó a ver el pánico de Leah, que rápidamente se transformó en tranquilidad. Cayó muerta con una sonrisa en sus labios. No tendría que hacer frente a castigo alguno…
–Mi dulce Leah… ¡Lo siento, lo siento! Pero no puedo permitir que hagas esto. He de partir…
Vaan tomó en sus brazos el cuerpo menudo de Leah, alejándose del estudio de Irah considerándose totalmente inocente. Nadie sabría nunca que ella escapó por obra suya. Y bueno, si ocurría una guerra, él ya estaría lejos de todos. No importaba nada.
Los guardianes se veían un poco asustados, aunque ella más que él. Ciertamente, ella se veía aterrada. Como si fuese consciente de que su vida colgaba de un hilo.
–Van a matarnos Vaan, ¡ella nos va a colgar! –chilló ella, angustiada. –tomará nuestros corazones y los pondrá en una caja de cristal y seremos un par de castigados más…
–Nadie va a enterarse de esto Leah, solo escúchame…
Pero ella parecía no escuchar. Daba vueltas frente a la puerta, agarrando sus cabellos y arrancando más de un mechón. Si seguía así de seguro terminaba con un ataque.
–No lo entiendes Vaan. Solo debía alimentarla e irme, como siempre… ¡Y ahora ha huido! –Leah se detuvo de pronto, como si algo en su cabeza hubiese hecho “clic”. –¡Y es tu culpa! ¡Tú te acercaste demasiado y dejaste que te tocara!
Vaan pareció comprender lo precario de su situación entonces. Leah tenía razón. Era su culpa. Él había caído en la trampa de su voz y el deseo de tocarla había vencido. Leah siempre dijo que debía quedarse en la puerta vigilando que nadie entrase y desobedeció las reglas. Si daban un castigo mayor a alguien, sería a él… por su parte, Leah continuaba diciéndole cosas, aunque Vann ya no escuchaba.
–Estás enfermo, ¿Cómo osaste hacer eso? Cumplir las reglas, es lo único que debíamos hacer… Ahora he de avisar a Irah, es lo único que nos queda. Tal vez él pueda ayudarnos…
–¡Ayudarnos a morir, querrás decir!. –Vaan pareció reaccionar ante sus palabras. Una idea propia se estaba formando en su cabeza. –No, debemos irnos ahora mismo. Nadie descubrirá que Alana escapó, sino hasta que sea tarde. Tú y yo ya estaremos en una isla lejana del mundo real, a salvo.
Leah no escuchaba. Lo que necesitaba era hablar con Irah, él la ayudaría. Sí, la ayudaría. Iba a tocar la puerta cuando sintió las manos de Vaan en su cuello. En un instante la volteó, en el siguiente sonó un fuerte crac. Por estar de espaldas, Gmork no llegó a ver el pánico de Leah, que rápidamente se transformó en tranquilidad. Cayó muerta con una sonrisa en sus labios. No tendría que hacer frente a castigo alguno…
–Mi dulce Leah… ¡Lo siento, lo siento! Pero no puedo permitir que hagas esto. He de partir…
Vaan tomó en sus brazos el cuerpo menudo de Leah, alejándose del estudio de Irah considerándose totalmente inocente. Nadie sabría nunca que ella escapó por obra suya. Y bueno, si ocurría una guerra, él ya estaría lejos de todos. No importaba nada.
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Bruja del Tiempo
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Re: nuevo amanecer en el castillo del tiempo
Gmork sintió la tentación de darle a Vaan una muerte parecida a la que el le había dado a Leah, pero esa puerta rara no le gustaba ni un pelo, no temía a la magia pero si la respetaba.
La conversaciónes sólo le dio unos datos valiosos.
-Alana ¿quien es? Parece que uno de los durmientes o simplemente uno de los antiguos sabios... No obstante su instinto le dijo que era algo mucho más importate que todo eso.
-Un traidor, que cometió un terrible acto para ocultar su traición
-Y una joven leal que murió intentando hacer lo correcto.
La muerte de Leah iva a ser más útil que ella en vida, sería una mártir, la que ayudaría a Gmork a hacer sus planes.
Gmork no confiaba en nadie, no podía saber que se jugaba con esa información, incluso Irah reconocería que la importancia de esa información compensaria el que no la contase.
Esa información podría ser una tontería, podrían reírse de el, pero su instinto le dijo que era importante.
Tan obsesión tenía que ni vio los pergaminos desaparecer.
Sólo tenía una cosa en mente, debía decírselo a la mismísima bruja. No podía confiarle eso a nadie más.
La conversaciónes sólo le dio unos datos valiosos.
-Alana ¿quien es? Parece que uno de los durmientes o simplemente uno de los antiguos sabios... No obstante su instinto le dijo que era algo mucho más importate que todo eso.
-Un traidor, que cometió un terrible acto para ocultar su traición
-Y una joven leal que murió intentando hacer lo correcto.
La muerte de Leah iva a ser más útil que ella en vida, sería una mártir, la que ayudaría a Gmork a hacer sus planes.
Gmork no confiaba en nadie, no podía saber que se jugaba con esa información, incluso Irah reconocería que la importancia de esa información compensaria el que no la contase.
Esa información podría ser una tontería, podrían reírse de el, pero su instinto le dijo que era importante.
Tan obsesión tenía que ni vio los pergaminos desaparecer.
Sólo tenía una cosa en mente, debía decírselo a la mismísima bruja. No podía confiarle eso a nadie más.
Re: nuevo amanecer en el castillo del tiempo
La Bruja apareció por el pasillo minutos después de que Vaan desapareciese rumbo a quien sabe dónde. Su padre, Irah, no venía con ella. Al parecer uno de sus guardianes le había dado aviso de un problema en uno de los cuentos, con lo que el anciano se dirigió veloz rumbo al bosque encantado. Sabía que tenía que ver con cierta bruja pelirroja, pero no dijo nada más.
La mujer, aunque bella, se notaba cansada. Su caminar era mucho más lento que el de costumbre, sin el aire altanero que solía rodearla. Incluso unas ligeras ojeras adornaban sus ojos. Despacio, su mano tocó la puerta del estudio y esta se abrió en menos de un suspiro, reconociendo a la bruja. Era natural.
Al entrar su mirada se posó unos momentos en Gmork, curiosa. Luego se dirigió al asiento libre, frente al guardián. Nada más sentarse una sonrisa ligera apareció en sus labios. Bendito descanso… cuanto extrañaba su cama. Pero trabajo es trabajo.
–Irah me ha dicho que deseas verme, guardián. –no lo llamó por su nombre. Aún era demasiado pronto para algo así. –No he podido lograr que me dijese de que se trata, así que… adelante, habla.
Se le notaba ansiosa. La razón es imposible saberla, aunque parece jugar un poco con cierto reloj que, curiosamente, iba a una velocidad imposible y, de lado contrario a donde debería. De derecha, a izquierda.
La mujer, aunque bella, se notaba cansada. Su caminar era mucho más lento que el de costumbre, sin el aire altanero que solía rodearla. Incluso unas ligeras ojeras adornaban sus ojos. Despacio, su mano tocó la puerta del estudio y esta se abrió en menos de un suspiro, reconociendo a la bruja. Era natural.
Al entrar su mirada se posó unos momentos en Gmork, curiosa. Luego se dirigió al asiento libre, frente al guardián. Nada más sentarse una sonrisa ligera apareció en sus labios. Bendito descanso… cuanto extrañaba su cama. Pero trabajo es trabajo.
–Irah me ha dicho que deseas verme, guardián. –no lo llamó por su nombre. Aún era demasiado pronto para algo así. –No he podido lograr que me dijese de que se trata, así que… adelante, habla.
Se le notaba ansiosa. La razón es imposible saberla, aunque parece jugar un poco con cierto reloj que, curiosamente, iba a una velocidad imposible y, de lado contrario a donde debería. De derecha, a izquierda.
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Bruja del Tiempo
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Re: nuevo amanecer en el castillo del tiempo
Gmork se sorprendió al ver quien venia, la puerta invisible desde dentro permitió a Gmork observarla y apreciar su belleza.
Ella, aunque bella, se notaba cansada. Su caminar era mucho más lento que el de costumbre, sin el aire altanero que solía rodearla. Incluso unas ligeras ojeras adornaban sus ojos.
Al entrar Gmork parto la mirada y miro a la silla donde ella acabo sentándose.
–Irah me ha dicho que deseas verme, guardián. –Gmork no obvio el hecho de que no lo llamara por su nombre, pero tampoco lo habría esperado de una señora de tan alto escalafón –No he podido lograr que me dijese de que se trata, así que… adelante, habla.
Gmork medito unos segundos creando un silencio incomodo
-iba a hablarle, de unas ideas que tenia... pero lamentablemente... debo pos ponerlo... hechos recientes, sobre ciertos asuntos que... lamentablemente le disgustaran.
Gmork no le gustaba dar malas noticias a su señora, y menos cuando estaba en ese estado de cansancio.
-son noticias negras... traición... asesinato... y un atentado contra nosotros.
Gmork no sabia cuan negro era el asunto, pero estaba a punto de descubrirlo
-y también hay... una tal Alana... ¿os suena ese nombre?
Gmork jugaba con fuego, lo sabia, Alana podía ser importante o tal vez nadie, pero eso no significaba que la Bruja le gustaran sus juegue-sitos.
Ella, aunque bella, se notaba cansada. Su caminar era mucho más lento que el de costumbre, sin el aire altanero que solía rodearla. Incluso unas ligeras ojeras adornaban sus ojos.
Al entrar Gmork parto la mirada y miro a la silla donde ella acabo sentándose.
–Irah me ha dicho que deseas verme, guardián. –Gmork no obvio el hecho de que no lo llamara por su nombre, pero tampoco lo habría esperado de una señora de tan alto escalafón –No he podido lograr que me dijese de que se trata, así que… adelante, habla.
Gmork medito unos segundos creando un silencio incomodo
-iba a hablarle, de unas ideas que tenia... pero lamentablemente... debo pos ponerlo... hechos recientes, sobre ciertos asuntos que... lamentablemente le disgustaran.
Gmork no le gustaba dar malas noticias a su señora, y menos cuando estaba en ese estado de cansancio.
-son noticias negras... traición... asesinato... y un atentado contra nosotros.
Gmork no sabia cuan negro era el asunto, pero estaba a punto de descubrirlo
-y también hay... una tal Alana... ¿os suena ese nombre?
Gmork jugaba con fuego, lo sabia, Alana podía ser importante o tal vez nadie, pero eso no significaba que la Bruja le gustaran sus juegue-sitos.
Re: nuevo amanecer en el castillo del tiempo
Ah, disgustos, como odiaba esas cosas tan temprano en la mañana. ¿Acaso no podían ver que ella estaba en pleno momento de recuperación? Sin embargo, debía escuchar, como una buena señora.
Su expresión se volvió más severa a medida que escuchaba sus palabras. Los asesinatos no eran especialmente importantes, en este juego de poder eran incluso necesarios, pero traiciones y atentados en una misma frase era impensable y le provocaba un estrés suficiente para desear cortar cabezas.
Más que impensable era ese nombre, ese maldito y armónico nombre. Los ojos de la bruja se volvieron de hielo, sus labios una fina línea y sus dedos tomaron con fuerza su vestido.
Sin embargo, no dijo nada. Así estuvo durante un minuto o tal vez dos. Pensando rápido, sacando cuentas, incluso en sus posibilidades. Al mismo tiempo y, por primera vez en mucho tiempo, sintió miedo. Y, también, por primera vez en mucho tiempo, se permitió ser sincera. O al menos medianamente sincera.
–Alana… –repitió, despacio. Saboreando el nombre con un toque de odio disimulado. –Es una de las doncellas que esperan su destino entre estos muros, Gmork. Una simple esclava del tiempo, como muchas otras. Tú mismo viste a una de ellas esta noche, durante el ritual para regresar los cuentos a su inicio.
Sí, eso era. Igual que muchas otras chiquillas criadas para guardar su juventud y pureza, esperando ser elegida para nada más que morir. El que guarden un lazo es indiferente. El que nadie la recuerde, es indiferente. El que ella guarde un secreto, un estúpido secreto, es igual de indiferente. ¿Quién creería las palabras de una sirvienta que nadie recuerda?
–Ahora, ¿Cómo sabes de ella? La chica está encerrada en un ala del castillo, nadie entra allí…
Siquiera Irah y el resto de guardianes lo sabían. Excepto claro, la chica que contrató tiempo atrás, Leah. Era tan ciega y tan inocente, que no existía riesgo alguna.
Su expresión se volvió más severa a medida que escuchaba sus palabras. Los asesinatos no eran especialmente importantes, en este juego de poder eran incluso necesarios, pero traiciones y atentados en una misma frase era impensable y le provocaba un estrés suficiente para desear cortar cabezas.
Más que impensable era ese nombre, ese maldito y armónico nombre. Los ojos de la bruja se volvieron de hielo, sus labios una fina línea y sus dedos tomaron con fuerza su vestido.
Sin embargo, no dijo nada. Así estuvo durante un minuto o tal vez dos. Pensando rápido, sacando cuentas, incluso en sus posibilidades. Al mismo tiempo y, por primera vez en mucho tiempo, sintió miedo. Y, también, por primera vez en mucho tiempo, se permitió ser sincera. O al menos medianamente sincera.
–Alana… –repitió, despacio. Saboreando el nombre con un toque de odio disimulado. –Es una de las doncellas que esperan su destino entre estos muros, Gmork. Una simple esclava del tiempo, como muchas otras. Tú mismo viste a una de ellas esta noche, durante el ritual para regresar los cuentos a su inicio.
Sí, eso era. Igual que muchas otras chiquillas criadas para guardar su juventud y pureza, esperando ser elegida para nada más que morir. El que guarden un lazo es indiferente. El que nadie la recuerde, es indiferente. El que ella guarde un secreto, un estúpido secreto, es igual de indiferente. ¿Quién creería las palabras de una sirvienta que nadie recuerda?
–Ahora, ¿Cómo sabes de ella? La chica está encerrada en un ala del castillo, nadie entra allí…
Siquiera Irah y el resto de guardianes lo sabían. Excepto claro, la chica que contrató tiempo atrás, Leah. Era tan ciega y tan inocente, que no existía riesgo alguna.
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Re: nuevo amanecer en el castillo del tiempo
Gmork sintió cierto alivio al notar la preocupación de la bruja, si que era un asunto transcendental, aunque no lo mostró, solo cabía un gesto de preocupación.
Y tanto, aquella mujer escapada era una de las "elegidas" enseguida comprendió que era un asunto peliagudo.
–Ahora, ¿Cómo sabes de ella? La chica está encerrada en un ala del castillo, nadie entra allí…
Gmork naturalmente contó a la bruja lo sucedido, o mejor dicho su versión realista de lo sucedido.
-Veréis mi lady... como bien sabéis esa puerta permite ver y oír lo que pasa al otro lado
Gmork no tenia por que andarse con explicaciones cuando la bruja sabia perfectamente de que hablaba.
-vi como llegaba la pobre y desvalida Leah... una doncella que venia ha hablar con Irah... de una traición, de que Vaan había liberado a Alana
Gmork señalo el lugar donde la joven había fallecido ante sus ojos
-lo se, por que Vaan, llego tras ella a fin de acallarla, y de ganar tiempo, discutieron el tema delante mio y el finalmente comprendió que solo había un medio de callarla...
Gmork no creía necesario contar los detalles macabros.
-si buscan por el castillo encontraran su cuerpo, pero creo que deberíamos enviar fuerzas tras los fugitivos...
Y tal vez por la emoción o por pura ignorancia le dijo a la bruja lo que podía hacer.
-Y así devolver a Alana a su sitio y...mientras que a Vaan podría castigarle de forma publica... que todos sepan que les sucede a aquellos quienes traicionan a su alteza.
Gmork no sabia o no pensó como le sentaba a una reina que le dijeran lo que tenia que hacer.
Y tanto, aquella mujer escapada era una de las "elegidas" enseguida comprendió que era un asunto peliagudo.
–Ahora, ¿Cómo sabes de ella? La chica está encerrada en un ala del castillo, nadie entra allí…
Gmork naturalmente contó a la bruja lo sucedido, o mejor dicho su versión realista de lo sucedido.
-Veréis mi lady... como bien sabéis esa puerta permite ver y oír lo que pasa al otro lado
Gmork no tenia por que andarse con explicaciones cuando la bruja sabia perfectamente de que hablaba.
-vi como llegaba la pobre y desvalida Leah... una doncella que venia ha hablar con Irah... de una traición, de que Vaan había liberado a Alana
Gmork señalo el lugar donde la joven había fallecido ante sus ojos
-lo se, por que Vaan, llego tras ella a fin de acallarla, y de ganar tiempo, discutieron el tema delante mio y el finalmente comprendió que solo había un medio de callarla...
Gmork no creía necesario contar los detalles macabros.
-si buscan por el castillo encontraran su cuerpo, pero creo que deberíamos enviar fuerzas tras los fugitivos...
Y tal vez por la emoción o por pura ignorancia le dijo a la bruja lo que podía hacer.
-Y así devolver a Alana a su sitio y...mientras que a Vaan podría castigarle de forma publica... que todos sepan que les sucede a aquellos quienes traicionan a su alteza.
Gmork no sabia o no pensó como le sentaba a una reina que le dijeran lo que tenia que hacer.
Re: nuevo amanecer en el castillo del tiempo
Asintió. Sí, claro que sabía. Por algo se suponía que era la señora de ese castillo. Su rostro se volvió más serio a medida que escuchaba sus palabras. Leah y Vaan... Cual de los dos más inútiles. Se preguntó por qué no cambió de guardianes antes, siendo las doncellas tan delicadas. Los humanos, sin duda, no servían. Tendría que ordenarle al Hada Maestra que entregase a un par de sus hadas, para custodiarlas
-Conozco a Leah, la entrené yo misma para que se encargase de alimentar a Alana...
Una tarea por lo demás compleja, por mucho que no lo pareciera. Cuando tenías algo tan puro, atrapado algunas veces con magia o engaños, existía la posibilidad que al encontrarse con algo "normal", despertasen de su ensueño. Por eso jamás dejaba entrar a un guardián a los cuartos de las doncellas. Estaba segura de que o terminaban corrompidas... o embarazadas.
Suspiró. Estaba enfadada, bastante, pero ahora que tenía más información, su cabeza era capaz de pensar con más claridad. Esa cualidad era la que le había permitido sacar adelante su reino desde tiempos inmemoriales.
-No me sorprende la estupidez de Vaan, nunca fue de mis favoritos -dijo, despacio -Aunque sí la de Leah. No la entrené para confiar, ni para dar la espalda a posibles traidores. La chica no era pobre, ni desvalida. Estuvo bajo mi tutela personal una buena parte de su entrenamiento para transformarse en una guardiana... Debió saber qué hacer. Debió ser capaz de retener a Alana y expulsar a su compañero. Para eso estaba en este castillo, y no trabajando en las historias. Comprendo la actitud del traidor. - porque al momento de fallar en su misión, matar a una compañera y huir, Vaan ya no merecía el ser tratado como guardián. Era solo un traidor.
La Bruja se levantó. Pero no indignada. Tal vez fuera por el cansancio y el enfado, pero no tuvo problemas con la actitud de Gmork. Tenía cosas más importantes de las que preocuparse...
-En ese caso, enviaré a las hadas a buscar el cuerpo de Leah. Son buenas encontrando cosas perdidas. Y tú, antes de nada, irás con los compañeros de Vaan a informarles de su traición. No podemos permitir que sigan sus pasos.
Que había pasado algunas veces. Segados por su propia lealtad, ayudaban a sus compañeros, al no saber qué sucedía. Mejor prevenir, que curar.
-Vaan no irá tan lejos, así como Alana. -y al decirlo, no pudo evitar sonreír. Claro que no era una sonrisa agradable. -Contamos con buenos rastreadores. Una vez que des el aviso, ve con Irah. Envíen
Irah tiene sus informantes, los enviaremos a seguir sus pasos. Y una vez que cumplas con los guardianes, tomarás algunos de los mejores e irás en busca de Vaan. Yo me encargaré de Alana.
Dio unos pasos temblorosos, aunque siquiera hizo el ademan de pedir ayuda. No iba en sus genes.
-Esta será tu nueva misión, Gmork. Así que no falles. La cabeza del traidor debe estar lo más pronto posible en una pica. Y claro, en tus manos queda encargarte de los traidores que decidan defender a Vaan...
-Conozco a Leah, la entrené yo misma para que se encargase de alimentar a Alana...
Una tarea por lo demás compleja, por mucho que no lo pareciera. Cuando tenías algo tan puro, atrapado algunas veces con magia o engaños, existía la posibilidad que al encontrarse con algo "normal", despertasen de su ensueño. Por eso jamás dejaba entrar a un guardián a los cuartos de las doncellas. Estaba segura de que o terminaban corrompidas... o embarazadas.
Suspiró. Estaba enfadada, bastante, pero ahora que tenía más información, su cabeza era capaz de pensar con más claridad. Esa cualidad era la que le había permitido sacar adelante su reino desde tiempos inmemoriales.
-No me sorprende la estupidez de Vaan, nunca fue de mis favoritos -dijo, despacio -Aunque sí la de Leah. No la entrené para confiar, ni para dar la espalda a posibles traidores. La chica no era pobre, ni desvalida. Estuvo bajo mi tutela personal una buena parte de su entrenamiento para transformarse en una guardiana... Debió saber qué hacer. Debió ser capaz de retener a Alana y expulsar a su compañero. Para eso estaba en este castillo, y no trabajando en las historias. Comprendo la actitud del traidor. - porque al momento de fallar en su misión, matar a una compañera y huir, Vaan ya no merecía el ser tratado como guardián. Era solo un traidor.
La Bruja se levantó. Pero no indignada. Tal vez fuera por el cansancio y el enfado, pero no tuvo problemas con la actitud de Gmork. Tenía cosas más importantes de las que preocuparse...
-En ese caso, enviaré a las hadas a buscar el cuerpo de Leah. Son buenas encontrando cosas perdidas. Y tú, antes de nada, irás con los compañeros de Vaan a informarles de su traición. No podemos permitir que sigan sus pasos.
Que había pasado algunas veces. Segados por su propia lealtad, ayudaban a sus compañeros, al no saber qué sucedía. Mejor prevenir, que curar.
-Vaan no irá tan lejos, así como Alana. -y al decirlo, no pudo evitar sonreír. Claro que no era una sonrisa agradable. -Contamos con buenos rastreadores. Una vez que des el aviso, ve con Irah. Envíen
Irah tiene sus informantes, los enviaremos a seguir sus pasos. Y una vez que cumplas con los guardianes, tomarás algunos de los mejores e irás en busca de Vaan. Yo me encargaré de Alana.
Dio unos pasos temblorosos, aunque siquiera hizo el ademan de pedir ayuda. No iba en sus genes.
-Esta será tu nueva misión, Gmork. Así que no falles. La cabeza del traidor debe estar lo más pronto posible en una pica. Y claro, en tus manos queda encargarte de los traidores que decidan defender a Vaan...
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Bruja del Tiempo
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Re: nuevo amanecer en el castillo del tiempo
Asintió escuchando atentamente las palabras de la reina, no comprendió mucho algunas cosas, pero él era un guardián o mejor dicho "su perro guardián", no existía para comprender, sino para obedecer.
-... Comprendo la actitud del traidor.
Aunque Gmork no desdeño el término que identificaba perfectamente los actos de Vaan, no comprendía su aptitud como lo hacía aparentemente la reina.
¿que sentido tenia ese asesinato si planeaba traicionar a la bruja? si Gmork fuera un traidor que quiere liberar a una durmiente, habría tenido en cuenta a leah, la habría drogado y actuaria sin que nadie lo hubiera sabido.
El acto de Vaan parece mas el de alguien que mete la pata y intenta arreglarlo todo lo mas rapido posible... haciendo una chapuza, pero una chapuza muy buena.
De no haberlo visto el propio Gmork ¿cuanto habrían tardado en darse cuenta los guardianes de lo sucedido?
Prefirio no dar respuesta a la pregunta, ahora tenia otras cosas en las que pensar.
-En ese caso, enviaré a las hadas a buscar el cuerpo de Leah. Son buenas encontrando cosas perdidas. Y tú, antes de nada, irás con los compañeros de Vaan a informarles de su traición. No podemos permitir que sigan sus pasos.
Gmork asintió, sopesando si iba a tener que hacer de niñera o mensajero de alas negras.
-Contamos con buenos rastreadores. Una vez que des el aviso, ve con Irah. Irah tiene sus informantes, los enviaremos a seguir sus pasos. Y una vez que cumplas con los guardianes, tomarás algunos de los mejores e irás en busca de Vaan. Yo me encargaré de Alana.
Aquello ya le gustaba mas, era de su naturaleza.
Gmork temblo levemente al ver que ella se tambaleaba, dudaba si ir en su ayuda, pero quedo bastante claro que la bruja no queria bajo ningun concepto ayuda de los demas
-Esta será tu nueva misión, Gmork. Así que no falles. La cabeza del traidor debe estar lo más pronto posible en una pica. Y claro, en tus manos queda encargarte de los traidores que decidan defender a Vaan...
Gmork puso su rodilla derecha en el suelo, apoyando su mano derecha en las losas del castillo, mientras apoyaba su codo izquierdo en la rodilla con la muñeca en el corazon.
Y agacho la cabeza en gesto de subordinacion
-asi se hara, tal y como habeis ordenado.
Gmork no se andubo con mas juegos de palabras, tenia trabajo por hacer.
Gmork se retiro y descubrió la puerta invisible se había vuelto visible y estaba abierta.
Sin dudarlo salió a cumplir sus deberes, por suerte no necesitaba una guía para llegar adonde tenía que ir.
El comedor del destacamento era un gran jaleo si se asomaba por la ventana, al parecer los soldados celebraban "el nuevo amanecer"
-... Comprendo la actitud del traidor.
Aunque Gmork no desdeño el término que identificaba perfectamente los actos de Vaan, no comprendía su aptitud como lo hacía aparentemente la reina.
¿que sentido tenia ese asesinato si planeaba traicionar a la bruja? si Gmork fuera un traidor que quiere liberar a una durmiente, habría tenido en cuenta a leah, la habría drogado y actuaria sin que nadie lo hubiera sabido.
El acto de Vaan parece mas el de alguien que mete la pata y intenta arreglarlo todo lo mas rapido posible... haciendo una chapuza, pero una chapuza muy buena.
De no haberlo visto el propio Gmork ¿cuanto habrían tardado en darse cuenta los guardianes de lo sucedido?
Prefirio no dar respuesta a la pregunta, ahora tenia otras cosas en las que pensar.
-En ese caso, enviaré a las hadas a buscar el cuerpo de Leah. Son buenas encontrando cosas perdidas. Y tú, antes de nada, irás con los compañeros de Vaan a informarles de su traición. No podemos permitir que sigan sus pasos.
Gmork asintió, sopesando si iba a tener que hacer de niñera o mensajero de alas negras.
-Contamos con buenos rastreadores. Una vez que des el aviso, ve con Irah. Irah tiene sus informantes, los enviaremos a seguir sus pasos. Y una vez que cumplas con los guardianes, tomarás algunos de los mejores e irás en busca de Vaan. Yo me encargaré de Alana.
Aquello ya le gustaba mas, era de su naturaleza.
Gmork temblo levemente al ver que ella se tambaleaba, dudaba si ir en su ayuda, pero quedo bastante claro que la bruja no queria bajo ningun concepto ayuda de los demas
-Esta será tu nueva misión, Gmork. Así que no falles. La cabeza del traidor debe estar lo más pronto posible en una pica. Y claro, en tus manos queda encargarte de los traidores que decidan defender a Vaan...
Gmork puso su rodilla derecha en el suelo, apoyando su mano derecha en las losas del castillo, mientras apoyaba su codo izquierdo en la rodilla con la muñeca en el corazon.
Y agacho la cabeza en gesto de subordinacion
-asi se hara, tal y como habeis ordenado.
Gmork no se andubo con mas juegos de palabras, tenia trabajo por hacer.
Gmork se retiro y descubrió la puerta invisible se había vuelto visible y estaba abierta.
Sin dudarlo salió a cumplir sus deberes, por suerte no necesitaba una guía para llegar adonde tenía que ir.
El comedor del destacamento era un gran jaleo si se asomaba por la ventana, al parecer los soldados celebraban "el nuevo amanecer"
Re: nuevo amanecer en el castillo del tiempo
-Feliz nuevo amanecer!!!
exclamo un soldado novato que tenia copas de mas encima literalmente tambien tenia bebida por encima, los compañeros habian sido un poco cabrones.
-ese mañana se va a levantar con la fregona en mano y con traje de sirvienta...-comento Ralth con desgana
-¿otra novatada? -pregunto seiyu- creia que entre el baño de cerbeza, las pintadas y el raton en los pantalones estaban ya servidos
Ralth nego con la cabeza
-hablo de que el capitan se va a enfadar cuando lo encuentre tirado en una esquina bañado en su propio bomito
Ciertamente los capitanes habian permitido celebrar "el nuevo amanecer" ¡una victoria mas para los Guardianes del mundo! y mas para como los que son como Seiyu y por fin han dejado de ser sirvientes a convertirse en soldado razo.
Pero ese grupo de soldados se habian propasado 3 pueblos, y un grupo bastante numeroso (en el que se incluian Seiyu y ralth) observaban divertidos a los borrachos descarrilados preparandose para cuando los capitanes intercedieran.
Ralth asomo una cerbeza
-por nosotros 2 Seiyu ¡la cuadrilla indomable!
seiyu brindo sin animo, la cuadrilla indomable eran originalmente 4 personas: Vaan el lider, Ralth el estratega, Leah la hermosa y Seiyu el musculitos.
Los 4 procedian del mismo orfanato donde habian vivido parte de sus vidas, donde se conocieron y se hicieron amigos inseparables, donde un dia los guardianes los "reclutaron" y formaron parte de la mayor organizacion mas perfecta del mundo.
No obstante ya no eran una cuadrilla, mientras el y ralth eran soldados razos, Vaan y leah se habian vuelto guardianes de interiores del castillo
"joer que suertudo!!! seguramente estara tirandose a las damicelas durmientes"
habia dicho ralth asi que Seiyu no se preocupaba por ellos, pero era triste acabar separados.
Pero ¿Por que ellos? ¿por que habian sido escogidos como guardianes? Ralth asegura que se debe a que como huerfanos a nadie les importaba un comino lo que les pasara a ellos y eran prescindibles (tecnicamente debes ser prescindible para ser un guardian, si fueras importante no estarias caminando por hay vigilando que todos hicieran lo correcto)
Pero Seiyu siempre confiaba que tambien habian observado su espiritu y temple, al fin y al cabo habian muchos mas niños en aquel orfanato, pero les escogieron y les entrenaron a ellos.
O tal vez... fueran sus "particularidades" las que les habian hecho ser escogidos, pero Seiyu preferia pesar que eso no era cierto, tecnicamente Leah y vaan eran humanos, y aunque el y Ralth pudieran ser raritos en ese sentido no tenia que ver ¿verdad?
No lo negaria, no sabia de que clase pero era un hibrido, cuando acabas en un orfanato, o es por que eres prescindible... o por que eres un monstruo.
Seiyu recordaba a la bruja que casi se lo habia merendado, nunca recordaria como llego alli, ni por que sus padres biologicos lo vendieron, pero la vida es asi.
Por suerte sus heroes le salvaron de aquel destino y desde entonces Seiyu sueña con ser como ellos, personas que salvan a los demas y ayudan a tener una mejor vida. ¡¿que mejor forma que siendo un guardian?!
Ralth de repente miro a lo lejos
-Seiyu... el capitan esta llamando a nuestro peloton...
Seiyu miro y vio al capitan señalando con ordenes mudas, tal y como habia aprendido en su iniciacion pedia reunion general del destacamento 5 ¡el suyo!
Seiyu bajo la cabeza triste cuando vio que se hacercaban soldados con plumas rojas que los marcaban como soldados de elite ¡se iba a perder el castigo disciplinario para los alborotadores!
Seiyu siguio a Ralth mirando las plumas rojas, los equipos de elite a diferencia de los equipos razos, tenian nombres de verdad no numeros, ademas de un simbolo que los representaba, los "plumas rojas" (asi los llamaban los razos, pero tenian otro nombre que seiyu nunca se aprendia) representaban a una especie de ave mitologica que revivia o algo asi decia Ralth, pero eran mas comunmente llamados "equipo disciplinario" al parecer pretendian como ese pajaro hacer que los soldados conflictivos tuvieran un castigo y que volvieran mas fuertes y disciplinarios.
Nadie sabe lo que les hacian, pero ciertamente volvian hechos unos soldados de primera, aunque sin recuerdos.
Seiyu entro en una sala repleta de soldados de su peloton donde solo faltaba el, se metio en su pocision justo cuando el comandante aparecio seguido de...
-¿quien es ese?
-ni idea... no espera, ya se, es un tipo nuevo que llego.
-¡¿Acaba de llegar?! ¿es que vamos a meter a un novato en nuestro destacamento?
-no creo que haya hecho la instruccion... asi que no se.
-acaba de llegar y no recibe una instruccion! ¡Que injusto!
Seiyu se tapo la boca cuando su ultima protesta se escucho en el silencio que se produjo cuando el comanante se volvio a ellos
-Firmes muchachos! he aqui en nombre de nuestra señora y todopoderosa reina de este mundo, el Sr. Blanck, tiene algo muy importante que decirnos.
exclamo un soldado novato que tenia copas de mas encima literalmente tambien tenia bebida por encima, los compañeros habian sido un poco cabrones.
-ese mañana se va a levantar con la fregona en mano y con traje de sirvienta...-comento Ralth con desgana
-¿otra novatada? -pregunto seiyu- creia que entre el baño de cerbeza, las pintadas y el raton en los pantalones estaban ya servidos
Ralth nego con la cabeza
-hablo de que el capitan se va a enfadar cuando lo encuentre tirado en una esquina bañado en su propio bomito
Ciertamente los capitanes habian permitido celebrar "el nuevo amanecer" ¡una victoria mas para los Guardianes del mundo! y mas para como los que son como Seiyu y por fin han dejado de ser sirvientes a convertirse en soldado razo.
Pero ese grupo de soldados se habian propasado 3 pueblos, y un grupo bastante numeroso (en el que se incluian Seiyu y ralth) observaban divertidos a los borrachos descarrilados preparandose para cuando los capitanes intercedieran.
Ralth asomo una cerbeza
-por nosotros 2 Seiyu ¡la cuadrilla indomable!
seiyu brindo sin animo, la cuadrilla indomable eran originalmente 4 personas: Vaan el lider, Ralth el estratega, Leah la hermosa y Seiyu el musculitos.
Los 4 procedian del mismo orfanato donde habian vivido parte de sus vidas, donde se conocieron y se hicieron amigos inseparables, donde un dia los guardianes los "reclutaron" y formaron parte de la mayor organizacion mas perfecta del mundo.
No obstante ya no eran una cuadrilla, mientras el y ralth eran soldados razos, Vaan y leah se habian vuelto guardianes de interiores del castillo
"joer que suertudo!!! seguramente estara tirandose a las damicelas durmientes"
habia dicho ralth asi que Seiyu no se preocupaba por ellos, pero era triste acabar separados.
Pero ¿Por que ellos? ¿por que habian sido escogidos como guardianes? Ralth asegura que se debe a que como huerfanos a nadie les importaba un comino lo que les pasara a ellos y eran prescindibles (tecnicamente debes ser prescindible para ser un guardian, si fueras importante no estarias caminando por hay vigilando que todos hicieran lo correcto)
Pero Seiyu siempre confiaba que tambien habian observado su espiritu y temple, al fin y al cabo habian muchos mas niños en aquel orfanato, pero les escogieron y les entrenaron a ellos.
O tal vez... fueran sus "particularidades" las que les habian hecho ser escogidos, pero Seiyu preferia pesar que eso no era cierto, tecnicamente Leah y vaan eran humanos, y aunque el y Ralth pudieran ser raritos en ese sentido no tenia que ver ¿verdad?
No lo negaria, no sabia de que clase pero era un hibrido, cuando acabas en un orfanato, o es por que eres prescindible... o por que eres un monstruo.
Seiyu recordaba a la bruja que casi se lo habia merendado, nunca recordaria como llego alli, ni por que sus padres biologicos lo vendieron, pero la vida es asi.
Por suerte sus heroes le salvaron de aquel destino y desde entonces Seiyu sueña con ser como ellos, personas que salvan a los demas y ayudan a tener una mejor vida. ¡¿que mejor forma que siendo un guardian?!
Ralth de repente miro a lo lejos
-Seiyu... el capitan esta llamando a nuestro peloton...
Seiyu miro y vio al capitan señalando con ordenes mudas, tal y como habia aprendido en su iniciacion pedia reunion general del destacamento 5 ¡el suyo!
Seiyu bajo la cabeza triste cuando vio que se hacercaban soldados con plumas rojas que los marcaban como soldados de elite ¡se iba a perder el castigo disciplinario para los alborotadores!
Seiyu siguio a Ralth mirando las plumas rojas, los equipos de elite a diferencia de los equipos razos, tenian nombres de verdad no numeros, ademas de un simbolo que los representaba, los "plumas rojas" (asi los llamaban los razos, pero tenian otro nombre que seiyu nunca se aprendia) representaban a una especie de ave mitologica que revivia o algo asi decia Ralth, pero eran mas comunmente llamados "equipo disciplinario" al parecer pretendian como ese pajaro hacer que los soldados conflictivos tuvieran un castigo y que volvieran mas fuertes y disciplinarios.
Nadie sabe lo que les hacian, pero ciertamente volvian hechos unos soldados de primera, aunque sin recuerdos.
Seiyu entro en una sala repleta de soldados de su peloton donde solo faltaba el, se metio en su pocision justo cuando el comandante aparecio seguido de...
-¿quien es ese?
-ni idea... no espera, ya se, es un tipo nuevo que llego.
-¡¿Acaba de llegar?! ¿es que vamos a meter a un novato en nuestro destacamento?
-no creo que haya hecho la instruccion... asi que no se.
-acaba de llegar y no recibe una instruccion! ¡Que injusto!
Seiyu se tapo la boca cuando su ultima protesta se escucho en el silencio que se produjo cuando el comanante se volvio a ellos
-Firmes muchachos! he aqui en nombre de nuestra señora y todopoderosa reina de este mundo, el Sr. Blanck, tiene algo muy importante que decirnos.
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seiyu
Soldado raso de la Bruja
Re: nuevo amanecer en el castillo del tiempo
Entre los rincones, pequeñas luces de diversos colores salieron rumbo a quién sabe donde. Eran claramente hadas guardianas. Por la cantidad de polvo inútil que tiraban, debían estar bajo las ordenes directas del Hada Maestra...
Era sabido que aquellas hadas cuyo polvo servía solo para hacerte estornudar, se quedaban en el castillo, siguiendo las ordenes de su líder. Tenía su lógica, si pensabas que su polvo no servía para cumplir deseos, siquiera para permitir que otro volase. Pero, curiosamente, eran buenas encontrando cosas. Cosas perdidas. No encontraban gente, solo objetos inanimados. Y ya que la guardiana esa, Leah, estaba bastante inanimada, el Hada maestra decidió enviar a sus niñas en su búsqueda. Todo esto, curiosamente, sin esa sonrisa amplia que tanto la caracterizaba...
Y hablando de ella, una luz bastante más grande y llamativa atravesó veloz el castillo, hasta llegar donde el nuevo recluta, Gmork, daría su información. Ciertamente no era parte de su encargo, pero no le importó. Era un hada curiosa, demasiado. Y caprichosa a partes iguales. No aceptaba negativas, menos ahora que tenía su gran rango. Pocos se atrevían a llevarle la contra a la líder de las hadas. Y si se le metía en la cabeza que quería ver en persona al susodicho "perro", lo haría.
Así que, ya de un tamaño "normal", se posicionó cerca del perro, aunque sin invadir su espacio. Lo bastante cerca para ser vista por los soldaditos nuevos, lo bastante lejos para que no le hablasen. No entraba en sus intereses actuales...
Era sabido que aquellas hadas cuyo polvo servía solo para hacerte estornudar, se quedaban en el castillo, siguiendo las ordenes de su líder. Tenía su lógica, si pensabas que su polvo no servía para cumplir deseos, siquiera para permitir que otro volase. Pero, curiosamente, eran buenas encontrando cosas. Cosas perdidas. No encontraban gente, solo objetos inanimados. Y ya que la guardiana esa, Leah, estaba bastante inanimada, el Hada maestra decidió enviar a sus niñas en su búsqueda. Todo esto, curiosamente, sin esa sonrisa amplia que tanto la caracterizaba...
Y hablando de ella, una luz bastante más grande y llamativa atravesó veloz el castillo, hasta llegar donde el nuevo recluta, Gmork, daría su información. Ciertamente no era parte de su encargo, pero no le importó. Era un hada curiosa, demasiado. Y caprichosa a partes iguales. No aceptaba negativas, menos ahora que tenía su gran rango. Pocos se atrevían a llevarle la contra a la líder de las hadas. Y si se le metía en la cabeza que quería ver en persona al susodicho "perro", lo haría.
Así que, ya de un tamaño "normal", se posicionó cerca del perro, aunque sin invadir su espacio. Lo bastante cerca para ser vista por los soldaditos nuevos, lo bastante lejos para que no le hablasen. No entraba en sus intereses actuales...
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Bruja del Tiempo
Señora de las Tierras Encantadas
Re: nuevo amanecer en el castillo del tiempo
Enseguida Gmork hallo a un hombre capacitado para darle instrucciones sobre donde hallara hombre al mando, y le indico con precisión adonde tenia que ir el general de las fuerzas de guardianes se hallaba en una breve charla con un guardián con una extraña pluma roja como símbolo.
-si eso es todo... gracias por encargaros ¡ha! Sr Blank le esperaba.
Gmork se sorprendió, no tanto de que supiera de el como que supiera su nombre falso, el que en teoría aun no había usado entre los guardianes.
-no se preocupe, me han informado, ahora mismo mi pelotón esta formando filas en una zona apartada.
Gmork siguió al hombre mientras comentaba
-¿su pelotón de cuantos hombres se compone?
-ahora 22, al empezar eran 30... no todos son aptos para ser guardianes, algunos no dan la talla y otros abandonan.
Cayo en la cuenta que no dijo que pasaba con esas personas, y prefirió no preguntarlo, había preguntas mas importantes y poco tiempo para hacerlas, la reina esperaba resultados rápidos, cada segundo y cada minuto Vaan se distanciaba mas.
-¿algún amigo de Vaan?
El general se detuvo y lo miro con ojos serios, Gmork comprendió por que era general, se veían en sus ojos muchos años y batallas tras su mirada.
-Vaan... ¿El es el traidor?
Blanck se pregunto si no había ido demasiado lejos
-cuando uno lleva varios años, se ve venir que cadetes son mas difíciles de tratar...
-¿Vaan era uno de ellos?
-era el líder de su grupito, los controlaba y hacia lo que le daba en gana... cuando fue recomendado para los interiores les pedí que se lo pensaran dos veces...
el general continuo la marcha cosa que agradeció, entretenerse de mas no servia de nada
-¿se opuso a su ascensión?
-no, simplemente sugerí cualquier otro puesto, sin su voluntad corruptora, los cadetes han mejorado... comprenderá que cualquier lugar me parecía bueno lejos de mi pelotón.
Asintió convencido de ello y lanzo otra pregunta.
-habla de los que formaban su grupo
-Vaan, Ralth, Leah y Seiyu... eran un grupo bastante unido, es algo normal, los sectores donde reclutamos están llenos de pandillas y incluso a veces bandidos y ladronzuelos.
Normal que escogieran a la escoria, de eso siempre sobraba, las personas importantes no podían ser guardianes... pues esas tenían que ser durmientes para mantener el orden de las historias.
Asintió mientras meditaba, al parecer solo tenia que lidiar solo con 2 nada mas
Finalmente llegaron a la zona, parecía una zona de practicas, allí unas perfectas filas de... bueno casi perfecta, un soldado estaba corriendo los últimos metros y se puso en su sitio, provocando ciertas risas a su alrededor, cosa que no parecía notar el soldado que parecía contento de llegar a tiempo.
Gmork empezó a pensar que decir cuando enseguida salto el general
-Firmes muchachos! he aquí en nombre de nuestra señora y todopoderosa reina de este mundo, el Sr. Blanck, tiene algo muy importante que decirnos.
Gmork tuvo que contener un gruñido, no sabia como empezar a hablarles a aquellos humanos.
Pero justamente entonces un pequeño has de luz se acerco y se materializo como una mujer cerca de el, a una distancia prudencial y a la vez visible, sin que pudieras obviar su presencia, muy inteligente por su parte.
Las hadas no le eran extrañas al lobo, incluso entablo una conversación con la reina de las hadas, aya en viejos tiempos cuando conoció a campanilla y aun trabajaba para destruir ...lo que ahora quería proteger.
Los cadetes murmuraban, y incluso alguno tuvo la osadía de señalarles mientras lo hacia.
-novatos...-murmuro antes de volverse a la recién llegada, no sabia que parte del escalafón estaba el, no digamos donde estaba ella, así que opto por tomarla como una igual- ¿se ha hallado el cuerpo de la chica ya?
Una ola de murmullos en las primeras filas estallo con sus palabras, lo que impidió que lo oyeran los de atrás.
-silencio cadetes!- estallo el general- ¡no quiero oír ni una mosca! O cavareis las próximas 20 zanjas!
Gmork no cayo como de malo podría ser hacer zanjas, pero el silencio que se formo hablo por si mismo, asintió la respuesta del hada para terminar aclarándose la garganta
-gracias... ahora si... hu, hu, hu...
ando un paso mirando los rostros de los cadetes
-lamentablemente soy un mensajero de malas misivas...
Gmork se quito sus gafas de sol para proseguir
-un antiguo compañero vuestro, al que seguramente conocerán, el señor Vaan a realizado un acto... horrendo, sin perdón... ha traicionado a la bruja y a los guardianes
el silencio forzado se volvió incomodo entre los reclutas, pero nadie dijo nada.
-Mentira!! ¡¿como va a ser eso posible?! ¡Vaan no es un traidor!
Gmork no pudo mas que pestañear cuando uno de los soldados se salio de la fila y se le enfrento con la mirada, probablemente los humanos no podrían oírlo, pero un gruñido salia de su garganta a un tono muy bajo imperceptible para esa raza de seres patéticos que pueden llegar a ser los humanos.
Trago saliva solo para que su voz no sonara animal.
-Vaan a traicionado nuestra causa, a sus compañeros y a todo lo que representamos... es un sucio y val traidor!
El joven estuvo a punto de lanzarse en un ataque suicida, pero un compañero suyo lo salvo por poco
-Seiyu! Te has vuelto loco!!! déjalo ya!!
-no Ralth! Vaan es nuestro amigo! ¡no es un traidor! ¡¿de que se lo acusa?!
-Oso liberar a una traidora de los calabozos... y asesino a una guardiana... el hada te lo puede corroborar
añadió el lobo señalando a la mujer que había venido
-u...un... una ... hada... si claro...
Gmork ladeo la cabeza ¿olía miedo? que cosa mas rara.
-La guardiana Leah murió intentando cumplir su deber como guardiana... es una gran perdida
los ojos de ambos soldados delataron que el golpe les había afectado
-Leah... leah esta.... ¿muerta?
-mis condolencias... solo puedo llevar a su asesino ante la justicia
Gmork se iba a volver cuando fue sorprendido con otra pregunta del soldado
-¡¿que pruebas tiene?! Vaan y Leah eran amigos! Los amigos no se matan entre si! ¡debe haber un error!
Desesperación, un ultimo intento por aferrarse a una mentira.
-Leah descubrió el acto traicionero de Vaan y intento avisar a Irah... pero Vaan se lo impidió, arrebatando le la vida... ¡¿por que lo se?! Yo soy testigo... yo le vi acabar con la vida de la joven.
-per... no puede... ¡¿Por que iba a...?!
Gmork se acerco a una velocidad pasmosa a el joven que quedo unos segundos sorprendido
-no me estarás llamando mentiroso ¿Verdad?... y menos delante de tantos testigos... incluyendo al hada
El joven se quedo mudo, y Gmork pudo oler el miedo, pero no sabría discernir si era hacia el o por su amigo... o la mencion del hada
Gmork que ya creía haber acabado
-bueno... eso es todo, podéis partir... tengo que ir de caza.
Blanck sonreía, por fin lo tenia todo preparado, y ya nadie se atrevería a...
-un momento... ¿va a cazarlo usted?
No era el soldado protestón “seiyu” sino su compañero quien había intentado evitar que se le lanzara el tal “Ralth”
-¿no me has escuchado?
-le he oído... pero según sus propias palabras... usted vio como pasaba todo...
-...
Gmork capto demasiado tarde la trampa nada orquestada en la que había caído.
Y pesar que sabia que tenia que tratar solo con 2 personas ¡Pero que dos mas pesados y impertinentes!
-si eso es cierto...usted lo dejo escapar ¡deberíamos ir nosotros mismos a acabar con el traidor!
Aquello se gano gritos de aprobación de los compañeros, pero solo un breve momento, pues el general enseguida estallo
-lo había avisado!!! 30 vueltas al campo de entrenamiento!!!
luego miro al par alborotador
-TODOS!!!
nadie rebatió ni dio una opinión mas, todos desordenadamente fueron a dar vueltas siguiendo una absurda linea marcada con tisa.
Gmork no le quito de encima la vista de aquel par.
-creo que ese par resultan de lo mas conflictivo... habrá que tomar medidas.
-no creo que sea necesario Sr. Blanck, no creo que sea para tanto, un castigo ejemplar y solucionado.
-general, lo noto muy benévolo
-todos hemos sido jóvenes, y todos incluso la bruja llegamos a depositar nuestra confianza en personas equivocadas.
Gmork medito unos segundos, aquel hombre salto deliberadamente en cuanto Ralth alboroto, pro no cuando lo hizo Seiyu
-¿lo hace por los dos o solo por Seiyu?
El general sonrió y simplemente respondió
-como le dije antes los años me hacen apreciar quienes son y no son buenos cadetes... -no obstante añadió- Ralth no es como Vaan, no tiene el carisma para ganarse a las personas y que hagan lo que el quiere, pero no es menos peligroso por ello, hace las cosas que se le piden... pero las hace a su forma retorcida de hacerlas.
-entonces ¿que sugiere?
-les enviare lejos un tiempo, que se tranquilicen un poco, pensaba en Arendelle, es un lugar con poca actividad, no se meteran en lios alli.
(A no ser que ya hayan problemas allí... o los creen ellos)
pensó Gmork, pero aunque ciertamente esteba irritado pro la jugarreta del joven, no tenia ni tiempo ni fuerzas que perder en discutir el que hacer con dos niños malcriados.
-como usted crea... pero mantelos vigilados
Gmork se dio la vuelta y se quedo mirando al hada sin duda entretenida con todo aquello.
-¿sabes si las fuerzas estas preparadas? Debo partir de caza.
-si eso es todo... gracias por encargaros ¡ha! Sr Blank le esperaba.
Gmork se sorprendió, no tanto de que supiera de el como que supiera su nombre falso, el que en teoría aun no había usado entre los guardianes.
-no se preocupe, me han informado, ahora mismo mi pelotón esta formando filas en una zona apartada.
Gmork siguió al hombre mientras comentaba
-¿su pelotón de cuantos hombres se compone?
-ahora 22, al empezar eran 30... no todos son aptos para ser guardianes, algunos no dan la talla y otros abandonan.
Cayo en la cuenta que no dijo que pasaba con esas personas, y prefirió no preguntarlo, había preguntas mas importantes y poco tiempo para hacerlas, la reina esperaba resultados rápidos, cada segundo y cada minuto Vaan se distanciaba mas.
-¿algún amigo de Vaan?
El general se detuvo y lo miro con ojos serios, Gmork comprendió por que era general, se veían en sus ojos muchos años y batallas tras su mirada.
-Vaan... ¿El es el traidor?
Blanck se pregunto si no había ido demasiado lejos
-cuando uno lleva varios años, se ve venir que cadetes son mas difíciles de tratar...
-¿Vaan era uno de ellos?
-era el líder de su grupito, los controlaba y hacia lo que le daba en gana... cuando fue recomendado para los interiores les pedí que se lo pensaran dos veces...
el general continuo la marcha cosa que agradeció, entretenerse de mas no servia de nada
-¿se opuso a su ascensión?
-no, simplemente sugerí cualquier otro puesto, sin su voluntad corruptora, los cadetes han mejorado... comprenderá que cualquier lugar me parecía bueno lejos de mi pelotón.
Asintió convencido de ello y lanzo otra pregunta.
-habla de los que formaban su grupo
-Vaan, Ralth, Leah y Seiyu... eran un grupo bastante unido, es algo normal, los sectores donde reclutamos están llenos de pandillas y incluso a veces bandidos y ladronzuelos.
Normal que escogieran a la escoria, de eso siempre sobraba, las personas importantes no podían ser guardianes... pues esas tenían que ser durmientes para mantener el orden de las historias.
Asintió mientras meditaba, al parecer solo tenia que lidiar solo con 2 nada mas
Finalmente llegaron a la zona, parecía una zona de practicas, allí unas perfectas filas de... bueno casi perfecta, un soldado estaba corriendo los últimos metros y se puso en su sitio, provocando ciertas risas a su alrededor, cosa que no parecía notar el soldado que parecía contento de llegar a tiempo.
Gmork empezó a pensar que decir cuando enseguida salto el general
-Firmes muchachos! he aquí en nombre de nuestra señora y todopoderosa reina de este mundo, el Sr. Blanck, tiene algo muy importante que decirnos.
Gmork tuvo que contener un gruñido, no sabia como empezar a hablarles a aquellos humanos.
Pero justamente entonces un pequeño has de luz se acerco y se materializo como una mujer cerca de el, a una distancia prudencial y a la vez visible, sin que pudieras obviar su presencia, muy inteligente por su parte.
Las hadas no le eran extrañas al lobo, incluso entablo una conversación con la reina de las hadas, aya en viejos tiempos cuando conoció a campanilla y aun trabajaba para destruir ...lo que ahora quería proteger.
Los cadetes murmuraban, y incluso alguno tuvo la osadía de señalarles mientras lo hacia.
-novatos...-murmuro antes de volverse a la recién llegada, no sabia que parte del escalafón estaba el, no digamos donde estaba ella, así que opto por tomarla como una igual- ¿se ha hallado el cuerpo de la chica ya?
Una ola de murmullos en las primeras filas estallo con sus palabras, lo que impidió que lo oyeran los de atrás.
-silencio cadetes!- estallo el general- ¡no quiero oír ni una mosca! O cavareis las próximas 20 zanjas!
Gmork no cayo como de malo podría ser hacer zanjas, pero el silencio que se formo hablo por si mismo, asintió la respuesta del hada para terminar aclarándose la garganta
-gracias... ahora si... hu, hu, hu...
ando un paso mirando los rostros de los cadetes
-lamentablemente soy un mensajero de malas misivas...
Gmork se quito sus gafas de sol para proseguir
-un antiguo compañero vuestro, al que seguramente conocerán, el señor Vaan a realizado un acto... horrendo, sin perdón... ha traicionado a la bruja y a los guardianes
el silencio forzado se volvió incomodo entre los reclutas, pero nadie dijo nada.
-Mentira!! ¡¿como va a ser eso posible?! ¡Vaan no es un traidor!
Gmork no pudo mas que pestañear cuando uno de los soldados se salio de la fila y se le enfrento con la mirada, probablemente los humanos no podrían oírlo, pero un gruñido salia de su garganta a un tono muy bajo imperceptible para esa raza de seres patéticos que pueden llegar a ser los humanos.
Trago saliva solo para que su voz no sonara animal.
-Vaan a traicionado nuestra causa, a sus compañeros y a todo lo que representamos... es un sucio y val traidor!
El joven estuvo a punto de lanzarse en un ataque suicida, pero un compañero suyo lo salvo por poco
-Seiyu! Te has vuelto loco!!! déjalo ya!!
-no Ralth! Vaan es nuestro amigo! ¡no es un traidor! ¡¿de que se lo acusa?!
-Oso liberar a una traidora de los calabozos... y asesino a una guardiana... el hada te lo puede corroborar
añadió el lobo señalando a la mujer que había venido
-u...un... una ... hada... si claro...
Gmork ladeo la cabeza ¿olía miedo? que cosa mas rara.
-La guardiana Leah murió intentando cumplir su deber como guardiana... es una gran perdida
los ojos de ambos soldados delataron que el golpe les había afectado
-Leah... leah esta.... ¿muerta?
-mis condolencias... solo puedo llevar a su asesino ante la justicia
Gmork se iba a volver cuando fue sorprendido con otra pregunta del soldado
-¡¿que pruebas tiene?! Vaan y Leah eran amigos! Los amigos no se matan entre si! ¡debe haber un error!
Desesperación, un ultimo intento por aferrarse a una mentira.
-Leah descubrió el acto traicionero de Vaan y intento avisar a Irah... pero Vaan se lo impidió, arrebatando le la vida... ¡¿por que lo se?! Yo soy testigo... yo le vi acabar con la vida de la joven.
-per... no puede... ¡¿Por que iba a...?!
Gmork se acerco a una velocidad pasmosa a el joven que quedo unos segundos sorprendido
-no me estarás llamando mentiroso ¿Verdad?... y menos delante de tantos testigos... incluyendo al hada
El joven se quedo mudo, y Gmork pudo oler el miedo, pero no sabría discernir si era hacia el o por su amigo... o la mencion del hada
Gmork que ya creía haber acabado
-bueno... eso es todo, podéis partir... tengo que ir de caza.
Blanck sonreía, por fin lo tenia todo preparado, y ya nadie se atrevería a...
-un momento... ¿va a cazarlo usted?
No era el soldado protestón “seiyu” sino su compañero quien había intentado evitar que se le lanzara el tal “Ralth”
-¿no me has escuchado?
-le he oído... pero según sus propias palabras... usted vio como pasaba todo...
-...
Gmork capto demasiado tarde la trampa nada orquestada en la que había caído.
Y pesar que sabia que tenia que tratar solo con 2 personas ¡Pero que dos mas pesados y impertinentes!
-si eso es cierto...usted lo dejo escapar ¡deberíamos ir nosotros mismos a acabar con el traidor!
Aquello se gano gritos de aprobación de los compañeros, pero solo un breve momento, pues el general enseguida estallo
-lo había avisado!!! 30 vueltas al campo de entrenamiento!!!
luego miro al par alborotador
-TODOS!!!
nadie rebatió ni dio una opinión mas, todos desordenadamente fueron a dar vueltas siguiendo una absurda linea marcada con tisa.
Gmork no le quito de encima la vista de aquel par.
-creo que ese par resultan de lo mas conflictivo... habrá que tomar medidas.
-no creo que sea necesario Sr. Blanck, no creo que sea para tanto, un castigo ejemplar y solucionado.
-general, lo noto muy benévolo
-todos hemos sido jóvenes, y todos incluso la bruja llegamos a depositar nuestra confianza en personas equivocadas.
Gmork medito unos segundos, aquel hombre salto deliberadamente en cuanto Ralth alboroto, pro no cuando lo hizo Seiyu
-¿lo hace por los dos o solo por Seiyu?
El general sonrió y simplemente respondió
-como le dije antes los años me hacen apreciar quienes son y no son buenos cadetes... -no obstante añadió- Ralth no es como Vaan, no tiene el carisma para ganarse a las personas y que hagan lo que el quiere, pero no es menos peligroso por ello, hace las cosas que se le piden... pero las hace a su forma retorcida de hacerlas.
-entonces ¿que sugiere?
-les enviare lejos un tiempo, que se tranquilicen un poco, pensaba en Arendelle, es un lugar con poca actividad, no se meteran en lios alli.
(A no ser que ya hayan problemas allí... o los creen ellos)
pensó Gmork, pero aunque ciertamente esteba irritado pro la jugarreta del joven, no tenia ni tiempo ni fuerzas que perder en discutir el que hacer con dos niños malcriados.
-como usted crea... pero mantelos vigilados
Gmork se dio la vuelta y se quedo mirando al hada sin duda entretenida con todo aquello.
-¿sabes si las fuerzas estas preparadas? Debo partir de caza.
Re: nuevo amanecer en el castillo del tiempo
-¿Se ha hallado el cuerpo de la chica ya?
El Hada negó. Sus hadas eran buenas, pero no tanto. Tardarían algunos minutos.
Se quedó tranquila ante el espectáculo. Lo creyeran o no, al Hada Maestra le gustaban los problemas, que las cosas se complicaran y que la gente se desesperara. Todo eso la sacaba de su rutina aburrida.
Disfrutaba especialmente de los sueños rotos y lealtades traicionadas, como era el caso de Vaan y los cadetes. ¿Tan difícil era creer que la gente es traidora? Toooodos son traidores. Después de todo, nadie en ese castillo sentía una devoción absoluta por la Bruja.
Por supuesto cuidaba que nadie notase dicha actitud en ella, lo último que buscaba era ser tachada de traidora. No era ella quien causaba dudas en los corazones de los guardianes, no era ella quien los obligaba a hacer esas cosas tan terribles. Era una mera espectadora que sabía cuidar bien sus alas.
Terminado el discurso y arreglada la situación, el hada sonrió. Todo esto sería muy interesante.
-Irah ha sido informado hace unos minutos. - por ella por supuesto, no permitiría que los observadores fueran primero con el chisme. -Ya está reuniendo guardianes para capturar al fugitivo.
Esa era la parte bonita de la historia, los guardianes reuniéndose para capturar al traidor. Tonterías.
-Mis hadas están buscando ya el cuerpo. Sospechamos que pudo deshacerse de el en alguno de los portales, sería peligroso llevarlo con él mucho tiempo. Lo encontraremos claro, mis hadas nunca fallan. El problema será Vaan...
Si, ese sería más complicado que encontrar un cadáver. El guardián era más astuto que muchos traidores.
-Si huyó al mundo real, podemos darlo por perdido. Ese mundo tiene más humanos como él y no tiene magia. ¿Cómo funcionaran nuestros recursos allí? Mis hadas al menos no podrán buscarlo constantemente, tienen sus tareas y deben volver aquí a llenar sus varitas cada medianoche. En ese tiempo, el fugitivo habrá encontrado un refugio... Y entonces la Bruja estará enfadada.
Una sonrisa poco amable apareció en su rostro. El pensar en la Bruja enfadada le causaba cierta satisfacción.
-Como sea, brindare el apoyo que sea necesario, pese a no garantizar buenos resultados. Tal vez un par puedan guiar constantemente a los guardianes de Irah y a ti, mientras garanticen su seguridad. Conocemos el mundo real lo suficiente. Pero también necesitamos buscarlo aquí, en las Tierras Encantadas.
El Hada negó. Sus hadas eran buenas, pero no tanto. Tardarían algunos minutos.
Se quedó tranquila ante el espectáculo. Lo creyeran o no, al Hada Maestra le gustaban los problemas, que las cosas se complicaran y que la gente se desesperara. Todo eso la sacaba de su rutina aburrida.
Disfrutaba especialmente de los sueños rotos y lealtades traicionadas, como era el caso de Vaan y los cadetes. ¿Tan difícil era creer que la gente es traidora? Toooodos son traidores. Después de todo, nadie en ese castillo sentía una devoción absoluta por la Bruja.
Por supuesto cuidaba que nadie notase dicha actitud en ella, lo último que buscaba era ser tachada de traidora. No era ella quien causaba dudas en los corazones de los guardianes, no era ella quien los obligaba a hacer esas cosas tan terribles. Era una mera espectadora que sabía cuidar bien sus alas.
Terminado el discurso y arreglada la situación, el hada sonrió. Todo esto sería muy interesante.
-Irah ha sido informado hace unos minutos. - por ella por supuesto, no permitiría que los observadores fueran primero con el chisme. -Ya está reuniendo guardianes para capturar al fugitivo.
Esa era la parte bonita de la historia, los guardianes reuniéndose para capturar al traidor. Tonterías.
-Mis hadas están buscando ya el cuerpo. Sospechamos que pudo deshacerse de el en alguno de los portales, sería peligroso llevarlo con él mucho tiempo. Lo encontraremos claro, mis hadas nunca fallan. El problema será Vaan...
Si, ese sería más complicado que encontrar un cadáver. El guardián era más astuto que muchos traidores.
-Si huyó al mundo real, podemos darlo por perdido. Ese mundo tiene más humanos como él y no tiene magia. ¿Cómo funcionaran nuestros recursos allí? Mis hadas al menos no podrán buscarlo constantemente, tienen sus tareas y deben volver aquí a llenar sus varitas cada medianoche. En ese tiempo, el fugitivo habrá encontrado un refugio... Y entonces la Bruja estará enfadada.
Una sonrisa poco amable apareció en su rostro. El pensar en la Bruja enfadada le causaba cierta satisfacción.
-Como sea, brindare el apoyo que sea necesario, pese a no garantizar buenos resultados. Tal vez un par puedan guiar constantemente a los guardianes de Irah y a ti, mientras garanticen su seguridad. Conocemos el mundo real lo suficiente. Pero también necesitamos buscarlo aquí, en las Tierras Encantadas.
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