happy halloween to all the kingdom, and prepare to die (+18)

-Me parece que no estas siendo del todo sincero conmigo. Deja de tomarme el pelo y habla de una vez-Exigió con dureza.

Su aura empezaba a tornarse vibrante y de un tono verdoso a medida que la furia comenzaba a aflorar en su mirada, no en vano era la emperatriz del mal. La Maléfica que todos temían y conocían amenazaba con volver, despertando su ira con las insolencias de su hijo, que parecía querer enfurecerla aun más. Parecía mentira que no la conociese y que pretendiese mofarse de ella, aunque él siempre había sido un atrevido y un codicioso, al igual que su padre. Había tratado de apoderarse de su trono, ¿Quién podía contradecir que quisiese enfrentarla? Ese pensamiento la enfureció.

-¿Crees que soy tonta? Puede que haya estado encerrada, pero no soy ciega ni necia-Apretó el bastón, sin dejarle el paso libre, entrecerrando sus ojos iridiscentes con suspicacia, sin dejar de mirar a Noligma con desdén-Parece ser que no te eduqué tan bien como hubiese creído, husmeando en los dormitorios ajenos-Golpeó el arcón con la punta de su báculo-¿Qué es lo que escondes? ¿Cómo te atreves a desobedecerme?-Agitó entonces su mano, y las zarzas espinosas emergieron del suelo, enroscándose en torno al baúl que Noligma pretendía custodiar. Dirigiendo la piedra de su cayado hacia la tapa de este, Maléfica susurró un hechizo y una luz se condensó delante de ella, abriéndola y revelando sus secretos...

Noligma miro con cierta pesadumbre mientras su madre le saltaba la vena conspiradora, por un cachibache que había metido en su cuarto.

-pe...pero espera...

Malefica ni le escucho, uso su magia y su mala leche para cubrir el cofre y abrirlo.

...tic...tac...tic-tac, tic...tac,tic-tac,tic-tac,tic-tac,tic-tac...

el sonido de una maquinaria vieja que se mueve después de mucho tiempo, cuando lo que había en el baúl se alzo.

Una marioneta, como el resto de las que hacia Noligma, pero esta era un poco diferente, por que representaba a alguien, el muñeco estaba hecho con telas y rellenos de materiales muy refinados, la tela negra con la que le habían vestido era de alta calidad, los cuernos sobre la cabeza eran de algún animal.
Aparte de eso ultimo, aquel muñeco representaba perfectamente a Malefica en tamaño y forma, incluso el busto.

Aparte de los cuernos, los ojos de las marionetas siempre los delataban, totalmente circulares y de vidrio , con luces dentro de ellos.
Por no hablar de las ranuras a cada lado de sus labios para subir y bajar el labio inferior.

la marioneta como si tuviera vida, se alzo y miro a malefica, se giro y miro a Noligma, y se abalanzo sobre este como si fuera a estrangularlo... con un abrazo.

-aaaaaaaaaaaaaahhhh!!! me... ahogo! ... esta oxidado...

desde luego un muñeco nunca podría sustituirte a la vista del resto, así que la razón de su creación fuera otra.
Tal vez Noligma no creara a las marionetas para tenerlas de sirvientes o para mangonearlos, tal vez hubiera una razón escondida detrás de ello.
Nadie lo sabe, pero aquella marioneta había abrazado a Noligma nada mas verlo, aunque fuese un abrazo muy fuerte.

Dentro del Baul solo quedaban un montón de piezas rotas, trozos de lo que parecían mascaras, botes de vidrio y cajas, alguien había metido a aquella cosa dentro del baul y su eso había roto todo cuanto había dentro.

Ciertamente no esperaba lo que salió de la caja. Una maldición, quizás un objeto de gran poder mágico, pero no ese...Cachivache. La emperatriz del mal observó su burda replica con un gesto desconcertado y escéptico. Ni siquiera se parecía a ella, con ese vulgar aspecto metalizado. ¿Que significaba eso? ¿Era un insulto hacia ella? Observó como la cosa, o lo que quiera que fuese, se lanzó contra Noligma de forma automática, yno pudo sino mirar la escena con más aturdimiento. Parecía que su copia lo estaba atacando, algo que no era de extrañar, pues ni siquiera ella misma se fiaba de él. Dio una vuelta alrededor mientras el trataba de zafarse, observando la escena con cierto divertimento.

-Asi que con este tipo de cosas has estado perdiendo el tiempo, ¿No? Ya veo, muy típico de ti-Eso explicaba muchas cosas, entre otras, el porqué había estado husmeando en su cuarto, y el motivo de ese cofre. Ningún artilugio podría sustituirla nunca. Al parecer la había echado de menos, y no sabía como tomarse eso. Lo cierto es que su relación con sus hijos era complicada, pues los quería porque eran suyos, pero a su vez, le recordaban demasiado a su padre y por eso los rechazaba. Noligma era el que más se parecía a Stefan de los dos. El otro... Había sacado la parte pusilánime de los humanos.

El brujo boqueó, tratando de zafarse de su copia, y ella sonrió de forma perversa, agitando su vara y lanzándo el autómata por los aires contra la parez, donde se desarmó.

-¿Has acabado? Aun tengo mucho por hacer para entretenerme con tus cosas.

Noligma miro con cierta furia a su madre.
-oye!... ten cuidado con mis cosas!
Noligma creo marionetas de metal por una razon, de pequeño su madre quemo sus juguetes ciomo castigo, y solo pensaba en una cosa.
"creare algo que no podrás tocar, así no me lo podrás quitar"
si Noligma sabia que su madre no podía tocar el acero, por que muchas veces lo desprecio por que el "si" podía.

-esta bien!!! venga! termina de una vez! adonde llegara esto?

Noligma parecía algo alterado
-Primero me vienes después de tantos años acusándome sin parar de intentar quitarte el reino... luego me dices chorradas como que soy padre y tonterías... que si fuiste encarcelada... que si intento sustituirte... ¡¿de que vas?!

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Master sonreía en la oscuridad cuando el sapo atravesó el portal, y rápidamente lo atrapo.
Gluttony se revolvió pero al dejarlo boja abajo se quedo paralizado.

Penury que entraba justo detrás lo miro sorprendida.
el simplemente la empujo mientras cantaba esa extraña melodía.
-siéntate en la mesa...tranquilízate... si te tranquilizas.... podre hace vudú... lo mejor que se.... leeré el futuro... conjurare al mas allá.... hondeare en su corazón...
se detuvo nuevamente y se apoyo en la mesa donde Penuria se había apoyado.
-eso claro... ¿tu tienes corazón, No, Pennury?

Master saco la baraja que también saco a Elsa hacia tanto tiempo atrás.
-tarot... tarot... las cartas diran... presente, pasado y futuro también!
saco un puñado de cartas y se las mostró a penury
-coge 3
Penuria cogió 3, y el mismo cogió 3
-yo ya se el pasado de Yer Noligma.... sangre real y feerica se han juntado en el...
dijo Master tirando la primera carta, donde un arbol medio negro y medio blanco daban a Noligma.
-mucho poder!!! ... pero amor no....
la carta mostraba una situación a otra según Master pasaba sus manos sobre la carta.
-Buscamos una terrribler villana y sansacabo!.

Penuria fue a protestar, pero master le tapo la boca.
-pero... que hacer... ¡el amor no es para el! el solo quiere tenerla con el... ¡pero para eso necesita ser amado por ella!
Master rio
-jajajaja... el amor el amor el maor... tendra! ¡y felices para siempre serán!
Penuria empezo a darle pequeños golpes en el hombro, que eran su máxima fuerza.
Master suspiro aburrido.
-contigo simplona no me quiero malgastar! ninguneada sin parar!
Master toco la primera carta donde se vio una joven hermosa con pintas de bruja.
-tu madre te mangoneado...y tu hermana mayor y la menor...
Penuria miro la carta enfadada por viejos recuerdos.
-y si te declararas... -penuria miro ilusionada la carta del presente-... a el le daría igual...- en la carta ella estaba llorando y Noligma le daba la espalda.
Master la vio desilusionarse como un globo que se desinfla.
-¡pero en tu futuro se ve venir!!- ella volvió a levantar la cabeza-¡ una poderosa, hermosa y imponente bruja! como siempre debió ser...

aquello hizo que penuria agitara la cabeza.
-te recuerdo Master que este aspecto, y esta historia de diablita horrible y amorfa... es culpa tuya!!!

Master agarro a Penuria por el cuello de la camisa y acerco su rostro al suyo
-lo hecho, hecho esta.... ¡no me eches la culpa a mi!... ve a reclamar al mas allá

Master dejo a Penuria donde estaba, los espíritus empezaban a a parecer como si hubieran sido invocados...
Una extraña música sonó, rompiendo con la anterior, y el murciégalo emergió de la capucha de Master agitando sus alas y lanzando grititos.
-ya falta poco.... pronto esa maldita bruja del tiempo... esa fría y asesina bruja.... ¡MORIRAAAA!

Master se alejo hacia un terraplén, que empezó a modificarse en una especie de escalera circular

-en la noche fatal mi alma se hizo trizas.... era una situación real, mas creía dormir... fue horrible lo senti, al verla lejos de mi... ¡no despierto de esa noche sin fin!...

penuria se bajo de la silla suspirando

-y hay vamos con otra violación del copyright...

-yo no era mas que un hombre normal y corriente....
los espíritus de los muertos cantaron a coro su lamento.
-sean malditos esos guardianes me creyeron ¡¡vencer!!
los espíritus casi parecían acariciar a master como para querer reconfortarlo de su pena.

-mis sombra a todos llegara!!! pero esa brujilla se entromete!!! donde quiera que este que empiece a correr!!!
los espíritus cadavericos y huesudos cantaban al unisono, dando forma a sus voces solo en el conjunto... condenados que ven su oportunidad por fin.
(En la noche fatal el se despierta!! la noche fatal sera pura maldad!!!)

-Revancha por fin!!! ¡reparar el dolor!!! En la noche fatal ... ¡di adiós!

(es la noche fatal! sientela cerca!!....... noche fatal! frio ataud!)

-CERCA!-vocifero gluttony, el sapo- MUERTE

-OID! ESCUCHAD! estamos en la recta final!!!

Master finalmente llego al rio subterráneo de la va.

-¡Venga barca! ¡ven y demuestra tu fiel voluntad! ...¡ vente ya que me voy a dar una vuelta...

y de la lava surgió la barca de caronte, el barco que circula por los ríos de los muertos...

Una sombra peligrosa asomó en la mirada de Maléfica, quien miró a su hijo como si lo viese por primera vez. Su actitud rebelde demostraba mucho, puede que fuese eso lo que había buscado en un primer momento, o puede que no. Con una máscara de neutralidad, lo escrutó con dureza, sin decir una palabra. Se veía notablemente agitado, sin embargo ella dejó que sus labios se curvasen hacia arriba en una sonrisa afilada.

-No lo sé-Respondió de forma misteriosa. ¿Castigaba a su hijo para castigar a Stefan? ¿O lo hacía porque verdaderamente creía que era lo correcto?-¿A donde llegará? Quizá puede que no me hubiese marchado, sin embargo, creo que no hace falta que te recuerde que no sólo estás ante tu madre, a la que por parentesco ya debes un mínimo de respeto, sino ante la señora de este palacio. No tengo por qué darle explicaciones a un mocoso insolente-Puede que estar encerrada le hubiese pasado factura, o simplemente solo estaba siendo cruel por serlo. A fin de cuentas, su desaparición había marcado un antes y un después en su cuento, aunque ella lo ignorase por completo. ¿O no?

Tiró del extremo de su capa y salió al exterior de la habitación, vigilando el pasillo. ¿Había oido algo? Imposible, sin embargo cualquier ruido en la montaña prohibida se mostraba más amplificado y siniestro que en cualquier otro lugar. Con sus pasos resonando contra la roca y sus bastón en la mano, la emperatriz del mal bajó las escaleras sin esperar que la siguiese o no. Si no la ayudaba, investigaría por sí misma.

Yer Noligma parecía estar fuera de si, no siguió a Malefica pero pago su rabia pateando una de las piezas de metal de su marioneta.
Lo que naturalmente lo hizo avanzar por la habitación a la pata coja, antes de refunfuñar y abandonar la sala, pero no siguió a su madre estaba harto de su compañía.
En vez de eso se dirigió a sus aposentos.
Al entrar noto que la sala oscura estaba iluminada por una gran chimenea encendida, pero no pareció importarle, simplemente se quito sus prendas de Gala y se sentó en un trono de hierro negro tapado con una manta de piel de Lobo, y un reposa brazos de piel de serpiente.
Wrath y Envy.
Se sentó y miro las llamas bailando delante de el, alguien le acerco una bandeja con una copa, el mayordomo se veía un tanto aterrador bajo la luz de la llama, pero Noligma ya sabia que estaba allí, era el único que podría haber entrado y encendido la chimenea, por no mencionar que era el único que disimulaba bastante bien su presencia.
-¿un mal dia mi señor?
-eso es quedarse corto... no aparece en tantos años y ahora vuelve revolviendo y mirando debajo de cada piedra, buscando conspiraciones y tonterías... ¿tu que piensas?
el muñeco mayordomo espero a que cogiera la copa para decir.
-¿le soy sincero?
Noligma dudo, no solía escuchar consejos de un muñeco grande, pero ese día aceptaba cualquier cosa.
-adelante... tu mismo
el mayordomo se llevo las manos y la bandeja a la espalda y se puso muy firme, y dijo mientras Noligma bebía un trago.
-creo que vuestra madre no le falta razón
Parte del vino se desperdicio vaporizado en el aire cuando Noligma expulso por la boca, como si hirviera.
-¡¿que?! ¿estas de su parte?
el mayordomo inclino la cabeza.
-le pregunte si podía ser sincero... mire por donde lo mire, usted a cambiado mi señor... desde, esa joven.
Noligma cambio su enfado por amargura.
-no creo que tenga que ver...
-yo creo que si- insistió el muñeco- Es cierto que han pasado cosas que usted y yo no aceptábamos, y mas después de leer el libro ¿recuerda? el libro de las sombras... ¡este mundo! todo lo que hay en el, es falso
Yer Noligma asintió en silencio, lo recordaba perfectamente
-juntos conjuramos esa ventana al otro mundo, vimos el mundo real ¿no lo recuerda?
Ya sabia por donde iba a seguir, si todo era falso, si todo era la invención de la mente de alguien, ciertamente hasta las sospechas de Malefica tendrían sentido. Por que no eran dueños de su destino.
-cállate... La verdad no tiene que ver en absoluto con esto...
-desde que esa joven lo abandono por su hermana esta usted muy susceptible...
Noligma lo miro
-creí haber dicho "cállate"... vete, necesito estar solo.
El mayordomo se alejo y cuando el "tic-tac" desapareció Noligma dejo la copa y se metió la botella por el gaznate, era uno de esos vinos de las islas del verano que su madre compro hace tantos años.
Dulce carnoso con un toque frutal, cosas muy raras por la montaña prohibida, una muy buena adquisición.
Noligma con media botella en el cuerpo miro las danzantes llamas.
Se alejo de estas enfurruñado y abrio la ventana mirando al oscuro exterior que nunca le aportaba nada nuevo, tan impasible, tan desolado, tan oscuro y tenebroso... siempre igual.
-Maldita malefica, yo siempre e sido aquí el rey, de mi poder podia alardear
Noligma entro y cerro la ventana con un portazo.
-¡Maldita Malefica! ¡he demostrado ser también cruel con esa chusma tan vulgar!
Noligma se anduvo por la habitación gesticulando, hasta que se detuvo frente a la chimenea.
-¡pues dime Malefica! por que al verla simplemente andar... por sus ojos pierdo el control...
Noligma se abrazo a si mismo como si sintiera frio
-La siento, la veo... mi alma toda se empieza a helar, al ver que en su cabello se oculta el sol
Noligma acerca sus manos al fuego sin temor a quemarse, y parece tocar las llamas como si viera algo hermoso en ellas, tal vez oproducto de su locura, del alcohol o de el baile incesante de las llamas.
-¡ES hielo! ¡he invierno!- el fuego parece apartarse de el con esas palabras ¿o es solo imaginación suya?- Pureza e inmortal... helado deseo- se aleja del fuego mientras se agacha como si todo le diera vueltas- me arrastra hacia... amor...

Fue entonces cuando la sala pareció llenarse ante el, conocidos y desconocidos por igual, que lo escrutaban y lo miraban con superioridad.
-pero yo no! quiero dejarla!... ¡es esa chica la que nos quiere separar!
ellos aprecian susurrar cosas, aunque no llegaba a entenderlas
-mi culpa no! Malefica lo quiso así... si el diablo es demasiado fuerte para mi!
Todos se alzaron sobre el y se derritieron como si estuviesen fundidos al fuego, y a punto de ahogarlo.
Noligma dio un cabezazo cuando casi pierde el equilibrio estaba aun frente a la chimenea con la botella casi vacía en la mano ¿seria una ilusión lo que estaba viendo ¿un sueño?
-Maldita Malefica ¡esa bruja y esa mujer! no me llevaran a mi perdición! ¡DESTRUIRE a esa tal Anna! ¡en el infierno debe arder! ... a no ser que quiera ser de mi posesión...
Un golpe en la puerta lo sobresalto y se giro.
-mi señor... tengo noticias, al parecer alguien ha roto la tormenta Mágica de Arendelle
-¡¿QUE?!
-la tormenta se ha ido, desaparecido
Noligmaestaba consternado
-pero como... ¡No importa! vete idiota! - el mayordomo obedeció y el se dijo a si mismo- yo daré con ellas aunque tenga que quemar todo Arendelle!
Noligma Se enfrento a la chimenea con mas fuerza agarro la copa llena y la arrojo al fuego que creció y chisporroteo con mas fuerza mientras el bebía lo que quedaba de la botella y la arrojo contra las llamas crecientes.
-¡Es hielo! Brillante! Elsa es tu elección... Ser mía, ahora! ¡o Vuestra condenación!!
Noligma se alejo del fuego infernal de su chimenea como si de repente sintiese remordimientos de lo dicho
- ojala pudiera olvidarme de ella.... o ojala ella no olvide de mi... ¡O solo nos quedara la condenación!

La emperatriz del mal no dejó de caminar por los pasillos, ni siquiera sabía que estaba buscando, pero era obvio que algo la inquietaba. Desde que había regresado nada era igual, su mundo estaba patas arriba y no sabía como ordenarlo, incluso podía notar el dolor de cabeza que le producía el pensar demasiado. El castillo ni siquiera se veía igual, como si hubiese cambiado... O puede que la que hubiese cambiado era ella. ¿Quién era realmente? Eso creía haberlo sabido durante mucho tiempo pero ahora dudaba, pues sus pensamientos inconexos no tenían mucho sentido, de ahí su desconfianza y su paranoia.

Recordó el breve momento en el cual se había encontrado con ese niñato, Jack Frost, y el con cabalo parlante humanizado. Cielos...Entornó los ojos. Después de ello había acudido inmediatamente a Arendelle, intrigada por la noticia de Frost de que alguien había helado el reino, y lo que encontró fue una verdadera chapuza por parte de la reina, la cual era una completa novata en eso de lanzar hechizos. Puede que fuese poderosa, pero no tenía parangón con el poder de Maléfica. Bueno, el conjuro invernal había sido roto y por ello, la bruja había regresado a su montaña prohibida, quizás puede que en busca de respuestas. Estaba aturdida y enfadada, como si la gente le ocultase cosas, como si hubiese dejado de ser un personaje importante...¿Por qué pensaba esas cosas? Golpeó con el bastón el suelo a medida que bajaba, observando con recelo a su alrededor. ¿Qué se había perdido? Todo parecía desierto, desprovisto de su vieja gloria, aquellos tiempos en los que ella gobernaba con impetuosidad, siendo temida por todos. Sus siervos ya no estaban, ni siquiera Diaval... Furiosa, siguio hacia delante, hacia la salida del palacio.

Fue entonces cuando lo vistes, a la salida del castillo.
Felurian estaba tumbado y apoyado contra la pared, tenia varias heridas superficiales y algunos moratones, parecía haber tenido una pelea con alguien.
A su alrededor habían tallos espinosos típico de las zarzas de la zona, solo que estas nacían de su cuerpo y le salían justo de debajo de la piel, sin duda algo que le causaría mucho dolor, pero eso no parecía afectarle mucho.
-mi... mi señora.
Felurian lucho por mantenerse en pie.
-debería te...tener cuidado, hay gente muy borde por hay...
Finalmente se puso de pie pero apoyado en la pared.
-¿ha averiguado algo en su viaje?... por que se donde podría averiguar mucho mas.
Felurian asintió mientras señalaba al exterior.

-hay una edificación en ruinas cerca de aquí... allí, Master llevo a cabo sus planes... debe haber... alguna prueba.

Maléfica observó al individuo, el susodicho Felurian. De ese tampoco se fiaba ni un pelo, demasiado servicial se había mostrado desde su llegado, aunque de todos modos, era el único que parecía deberle lealtad ahora que el esquivo Diaval no estaba.

-Que novedad-Dijo irónicamente-Dime algo que no sepa-Enotrnó los ojos, aburrida y hastiada-He descubierto cosas, sí-Reconoció-Que desde luego no sirven para nada a mis propósitos-Entre otras cosas que la causante de el invierno había sido Elsa, la hija del rey de Arendelle. A pesar de sus lagunas mentales, aún poseía lucidez en algunos aspectos, entre ellos, de su estancia en ese reino. Apenas recordaba a las niñas del rey, pues no habían sido de su interés, así como tampoco los trece hijos del rey de las Islas del Sur, ni de Blancanieves, todos esos en ese momento, pequeños juguetes para que sus propios retoños jugasen con ellos. Pero no era ese momento el que le interesaba, sino algo más reciente, en la última semana. Incluso había llegado a conocer a Hikari durante su breve estancia en el reino de hielo, claro que semejante encuentro había sido inútil y poco fructífero a la hora de hacer presión. Maléfica tal vez estaba desentrenada, algo que debía notarse mucho. La abrumaba el saber que no tenía un control sobre su propio palacio y que sus amenazas ya no surtían el mismo efecto de antes, cuando era la bruja más temida de todo el reino-¿Qué quieres decir?-Preguntó sorprendida. El nombre de Master no le decía absolutamente nada en ese momento, pero a judgar por el tono de Felurian, saltaba a la vista que ella debía de conocerlo de algo. Bien, pues seguiría fingiendolo, con tal de averiguar más-Claro, guíame hasta allí, Felurian.