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Somethin' stupid [Ariel]
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Somethin' stupid [Ariel]
Lugar: Puerto.
Una piedrecilla. Click.
Había pasado un par de semanas desde la última vez que la había visto, con la mirada triste y sin saber cómo reaccionar ante la autoridad de la mujer con quien se había ido, pero sumisa de todas maneras y alejándose en el carruaje de familia aristocrática, con su propio escudo sobre la puerta en cuya ventana aún se asomaba su cabecita pelirroja.
Otra piedrecilla. Click.
Quizás lo más sencillo habría sido hacerle caso a aquella mujer, alejarmse de ella y seguir mi camino, mi vida. Quizás incluso buscarme muchachas tontas a quienes engañar con lisonjas para dejar después de un rato de diversión. Pero no era cosa de ir por lo fácil, sino que había sido sincero en lo que le había dicho a Ariel. En todo lo que le había dicho. Así que la había seguido con la mirada mientras se alejaba.
Click.
Lo que la mujer le había dicho probablemente le había resultado contraproducente, sin embargo. Había captado muy bien sus palabras, y si es que era la residencia Moore donde la joven vivía y trabajaba... Me había tomado algunos días ubicar el lugar, otros tantos investigar un poco para averiguar cuál era su ventana, y otros tantos para hacerme una idea de los horarios que regían ese hogar, el momento más probable para que estuviera en su habitación a solas. El momento en que, al anochecer, había empezado a tirar piedrecillas contra su vidrio, con cuidado de no romperlo. Sólo llamar su atención.
Click.
Re: Somethin' stupid [Ariel]
Mi vida se ha vuelto especialmente monótona desde que Daria me trajo de vuelta. Por más que lo intento sigo sintiéndome triste y sola, pues solo me es permitida la compañía de Melody. Una ironía, pues técnicamente soy yo quien debe acompañarla. Aunque la pelirroja ha notado mi estado anímico, no he querido compartir nada con ella. Fui yo quien se buscó terminar con el corazón herido, ¿para qué preocuparla?
Daria cumplió su palabra, la señora Moore nada sabe sobre mi escape, mucho menos sobre Iñigo. A cambio la mujer se ha encargado de mantenerme atrapada en la casa, sin posibilidades siquiera de acompañar a la cocinera al puerto. Sé que es para evitar un posible encuentro con Iñigo, cosa que me desanima aun más.
Y esta noche promete ser peor que las anteriores, pues Melody y su familia han salido a una fiesta en casa de otro noble. Por supuesto yo no tengo derecho a ir, ¿que tiene que hacer la dama de compañía de la señorita en una fiesta? Daria decidió que estaría mejor encerrada en mi dormitorio. Ella misma cerró la puerta y pude oír como ponía llave y la guardaba en su bolsillo.
Me siento frente al tocador, liberando de una buena vez mi cabello de ese extraño peinado que debo usar. No me molesta usar lazos, pero sí atarlo completamente, pues termina doliéndome la cabeza. Espero acostumbrarme en algún momento, ya que creo que terminaré en esta casa el resto de mi vida... Y bueno, en algún momento me veré igual que la cocinera...
Respiro profundo, sé que debo dejar de pensar en estas cosas. Está mal, es un error. Cuando volvía a Marshovia me permití imaginar por un instante algo con Iñigo, pero al final ¿qué vida se puede tener junto a un pirata? Esperar sola en un puerto, tal vez como la propia cocinera, que entregó su vida a un verdadero marino que ve un par de veces al año. Y yo... yo... click.
Dejo de pensarlo, cansada. Ya fue suficiente de imaginar tonterías. Al final no saldré de esta casa, ni tampoco veré otra vez a mi marino. ¿Quién querría a una muda?
Me quito el vestido azul, así como los zapatos, dejándolos en el ropero. Me pongo un camisón, de un suave verde y pienso en apagar las velas, para dormir y tal vez dejar de pensar... Y click.
Miro la ventana, estoy casi segura que ese extraño sonido vino de ahí. La prueba es el segundo click.
Me acerco despacio, pensando qué rayos sería eso. Otra vez vuelve a sonar. ¿Sería un pajarito herido? No sería el primero... Muevo un poco la pesada cortina, para poder ver. Sin embargo, no hay ningún pajarito. Se habrá caído? Pobrecito...
Sin embargo, no es un pajarito lo que veo. Es mi marino...
Mi corazón casi sale de mi pecho al verlo, abro la ventana lo más rápido que pueden mis dedos, que parecen temblar demasiado.
Quisiera poder gritar su nombre, aunque de seguro sería una tontería. Pero solo puedo quedarme ahí, en esa especie de balcón tras la ventana, mirándolo como si fuera lo mejor que he visto...
Daria cumplió su palabra, la señora Moore nada sabe sobre mi escape, mucho menos sobre Iñigo. A cambio la mujer se ha encargado de mantenerme atrapada en la casa, sin posibilidades siquiera de acompañar a la cocinera al puerto. Sé que es para evitar un posible encuentro con Iñigo, cosa que me desanima aun más.
Y esta noche promete ser peor que las anteriores, pues Melody y su familia han salido a una fiesta en casa de otro noble. Por supuesto yo no tengo derecho a ir, ¿que tiene que hacer la dama de compañía de la señorita en una fiesta? Daria decidió que estaría mejor encerrada en mi dormitorio. Ella misma cerró la puerta y pude oír como ponía llave y la guardaba en su bolsillo.
Me siento frente al tocador, liberando de una buena vez mi cabello de ese extraño peinado que debo usar. No me molesta usar lazos, pero sí atarlo completamente, pues termina doliéndome la cabeza. Espero acostumbrarme en algún momento, ya que creo que terminaré en esta casa el resto de mi vida... Y bueno, en algún momento me veré igual que la cocinera...
Respiro profundo, sé que debo dejar de pensar en estas cosas. Está mal, es un error. Cuando volvía a Marshovia me permití imaginar por un instante algo con Iñigo, pero al final ¿qué vida se puede tener junto a un pirata? Esperar sola en un puerto, tal vez como la propia cocinera, que entregó su vida a un verdadero marino que ve un par de veces al año. Y yo... yo... click.
Dejo de pensarlo, cansada. Ya fue suficiente de imaginar tonterías. Al final no saldré de esta casa, ni tampoco veré otra vez a mi marino. ¿Quién querría a una muda?
Me quito el vestido azul, así como los zapatos, dejándolos en el ropero. Me pongo un camisón, de un suave verde y pienso en apagar las velas, para dormir y tal vez dejar de pensar... Y click.
Miro la ventana, estoy casi segura que ese extraño sonido vino de ahí. La prueba es el segundo click.
Me acerco despacio, pensando qué rayos sería eso. Otra vez vuelve a sonar. ¿Sería un pajarito herido? No sería el primero... Muevo un poco la pesada cortina, para poder ver. Sin embargo, no hay ningún pajarito. Se habrá caído? Pobrecito...
Sin embargo, no es un pajarito lo que veo. Es mi marino...
Mi corazón casi sale de mi pecho al verlo, abro la ventana lo más rápido que pueden mis dedos, que parecen temblar demasiado.
Quisiera poder gritar su nombre, aunque de seguro sería una tontería. Pero solo puedo quedarme ahí, en esa especie de balcón tras la ventana, mirándolo como si fuera lo mejor que he visto...
Re: Somethin' stupid [Ariel]
La luz estaba encendida, lo que me hacía estar seguro de la presencia de Ariel en la habitación. Más ayudaba a aquella certeza el conocimiento de la ausencia del resto de los habitantes de la casona debido a alguna fiesta o baile que se celebraba y el no haberla visto salir con los demás en la carroza que se había llevado a la familia, incluida por supuesto aquella mujer que había irrumpido el momento entre nosotros, la que ni siquiera se sabía bien el nombre de la pelirroja. El hecho de que en un principio no hubiese movimiento en la ventana no me hizo desistir, que no podía dejar pasar más tiempo sin verla, siendo que el ya transcurrido había sido bastante pesado sin que me hubiese posible abstraerme del todo, lo que no era precisamente lo más ideal dada mi ocupación. Era más que posible que olvidarme de ella fuese lo más prudente, que no era lo mismo que decir que fuese lo más sencillo, o que quisiera hacerlo, sin importarme realmente las consecuencias, por más que deberían.
Finalmente empezó a haber algún movimiento, una silueta a contraluz, y finalmente la cortina moviéndose, la ventana abriéndose y la imagen de la pelirroja que se ha robado mi paz, mirándome. Sonreí sabiendo a la perfección cuánta falta me había hecho y le hice una seña de que esperase. Ahí, contra la pared, una enredadera de gruesas ramas había crecido quién sabía por cuántos años, y en momentos me icé por ellas, pensando por un instante en aquellos rumores sobre una chica que vivía en una torre a la que sólo se podía acceder trepando por sus dorados cabellos de muchos metros de largo, algo completamente ridículo y que no sabía siquiera por qué me había venido a la mente, excepto por el paralelo que se producía por el estar escalando para llegar a la chica. No tardé más de medio minuto en encontrar los asideros necesarios y finalmente me encaramé en la baranda de aquel balcón, sonriéndole sin que pudiera ser capaz de mostrar otra expresión en mi rostro. -Hola, Ariel- la saludé, tendiendo una de mis manos hacia ella, necesitando sentir su toque nuevamente, sin importar nada más que eso.
Finalmente empezó a haber algún movimiento, una silueta a contraluz, y finalmente la cortina moviéndose, la ventana abriéndose y la imagen de la pelirroja que se ha robado mi paz, mirándome. Sonreí sabiendo a la perfección cuánta falta me había hecho y le hice una seña de que esperase. Ahí, contra la pared, una enredadera de gruesas ramas había crecido quién sabía por cuántos años, y en momentos me icé por ellas, pensando por un instante en aquellos rumores sobre una chica que vivía en una torre a la que sólo se podía acceder trepando por sus dorados cabellos de muchos metros de largo, algo completamente ridículo y que no sabía siquiera por qué me había venido a la mente, excepto por el paralelo que se producía por el estar escalando para llegar a la chica. No tardé más de medio minuto en encontrar los asideros necesarios y finalmente me encaramé en la baranda de aquel balcón, sonriéndole sin que pudiera ser capaz de mostrar otra expresión en mi rostro. -Hola, Ariel- la saludé, tendiendo una de mis manos hacia ella, necesitando sentir su toque nuevamente, sin importar nada más que eso.
Re: Somethin' stupid [Ariel]
Me siento gratamente sorprendida al ver a Iñigo subir por la enredadera. ¿No parece mágico? Claro que sí, por mucho que yo ahora no viva como princesa y quien sube es un pirata. Me quedo quieta en mi sitio, esperando que suba, al tiempo que trato de agudizar el oído, rogando que nadie haya notado al intruso. Tal vez esté paranoica, pues una parte de mi está segura que Daria volverá y nos verá. Y no solo perderé mi trabajo, si no también lo que ahora puedo considerar mi casa. ¿Importa? Claro, a la parte sensata de mi mente. Pero sigo siendo una sirena, y sigo teniendo emociones intensas. Ahora mismo mi cabeza no tiene espacio para otra cosa que la añoranza del momento que pasé con Iñigo en ese jardín.
Y él sube sin que nadie aparezca. Ni Daria ni ningún otro empleado ha visto ni verá al pirata. Sonríe tanto que solo puedo sonreír de vuelta, en estos momentos cualquier otra cosa estaría fuera de lugar. Incluyendo mis propias emociones negativas.
Maldigo, quien sabe por cuanta vez, al brujo que me quito mi voz, pues lo que más quisiera ahora es poder responder a su saludo como alguien normal. Pero algo bueno tiene que tener esto de ser muda...
Ignoro su mano y me lanzo directamente a sus brazos. Han pasado demasiados días lejos, extraño demasiado tanto el calor de su cuerpo como su persistente olor a sal. Además esto cuenta como saludo, ¿no? Lo abrazo lo más fuerte que puedo, apoyando mi cabeza en su pecho, temblando ligeramente de miedo.
No debería, no debería, no debería...
Pero si no debo, ¿entonces por qué quiero besarlo y quedarme entre sus brazos siempre?
No quiero apartarme, porque pienso que si lo hago Iñigo desaparecerá. Desde ahí lo miró directamente a los ojos, sin saber si debería besarlo o no. Me pierdo un poco en esto de las "cosas románticas". Solo espero que mi mirada baste para que entienda lo feliz que me siento al verlo, y que claramente es muy bienvenido a mi alcoba.
[quote=Off]Siento lo cortito u.u Y que mal sonó lo último XD [/quote]Y él sube sin que nadie aparezca. Ni Daria ni ningún otro empleado ha visto ni verá al pirata. Sonríe tanto que solo puedo sonreír de vuelta, en estos momentos cualquier otra cosa estaría fuera de lugar. Incluyendo mis propias emociones negativas.
Maldigo, quien sabe por cuanta vez, al brujo que me quito mi voz, pues lo que más quisiera ahora es poder responder a su saludo como alguien normal. Pero algo bueno tiene que tener esto de ser muda...
Ignoro su mano y me lanzo directamente a sus brazos. Han pasado demasiados días lejos, extraño demasiado tanto el calor de su cuerpo como su persistente olor a sal. Además esto cuenta como saludo, ¿no? Lo abrazo lo más fuerte que puedo, apoyando mi cabeza en su pecho, temblando ligeramente de miedo.
No debería, no debería, no debería...
Pero si no debo, ¿entonces por qué quiero besarlo y quedarme entre sus brazos siempre?
No quiero apartarme, porque pienso que si lo hago Iñigo desaparecerá. Desde ahí lo miró directamente a los ojos, sin saber si debería besarlo o no. Me pierdo un poco en esto de las "cosas románticas". Solo espero que mi mirada baste para que entienda lo feliz que me siento al verlo, y que claramente es muy bienvenido a mi alcoba.
Re: Somethin' stupid [Ariel]
Nunca me había resultado particularmente difícil el acto de trepar, siendo una habilidad que tenía bastante que ver con la destreza, y en alta mar no eran pocas las ocasiones en que por simple gusto subía por el mástil de mi nave para observar la inmensa expansión del océano a nuestro alrededor, pero me había quedado más que claro que el haberme izado por las ramas de las enredaderas se me había hecho mucho más sencillo y fluido que cualquier otra cosa parecida que hubiese hecho anteriormente, y la razón para esto no era difícil de adivinar, o al menos yo lo hacía con cierta facilidad, y es que se trataba simplemente de las ganas y, ¿por qué no decirlo?, de la necesidad que tenía de ver a mi pelirroja, de estar cerca a ella. Por la sola posibilidad de lograr eso, cualquier esfuerzo era nimio y fácilmente lograble, como lo había sido ahora.
Por supuesto que el gesto ha merecido la pena y el esfuerzo, más aún cuando en lugar de sentir su mano fueron sus brazos los que me rodearon, tomándome apenas por sorpresa pero logrando mantener el equilibrio, mis pies firmes en el borde exterior del balcón, usando el brazo que antes le extendía para atraerla a mí, aspirando su aroma, sintiendo su calor contra mi cuerpo y llenándome de una felicidad que ninguna otra cosa puede darme en esta vida. No necesitaba que me dijese nada, fuera de que no podía. Tenerla así era más que suficiente para aquel momento para saber todo lo que debía saber sobre si había siquiera pensado en mí después de nuestro último encuentro.
-Te extrañé...- murmuré, sincero, aún apretándome contra ella con tan solo la baranda entre nosotros, sintiendo su movimiento y mirándola con una sonrisa, observando sus ojos fijos en mí ocasionando una avalancha de emociones que no puedo contener y, antes de darme cuenta de lo que hago, me inclino hacia ella, juntando nuestros labios e ignorando el cada vez menor dolor y las imágenes inconexas que pasaban por mi cabeza, la besé lenta y sentidamente.
Por supuesto que el gesto ha merecido la pena y el esfuerzo, más aún cuando en lugar de sentir su mano fueron sus brazos los que me rodearon, tomándome apenas por sorpresa pero logrando mantener el equilibrio, mis pies firmes en el borde exterior del balcón, usando el brazo que antes le extendía para atraerla a mí, aspirando su aroma, sintiendo su calor contra mi cuerpo y llenándome de una felicidad que ninguna otra cosa puede darme en esta vida. No necesitaba que me dijese nada, fuera de que no podía. Tenerla así era más que suficiente para aquel momento para saber todo lo que debía saber sobre si había siquiera pensado en mí después de nuestro último encuentro.
-Te extrañé...- murmuré, sincero, aún apretándome contra ella con tan solo la baranda entre nosotros, sintiendo su movimiento y mirándola con una sonrisa, observando sus ojos fijos en mí ocasionando una avalancha de emociones que no puedo contener y, antes de darme cuenta de lo que hago, me inclino hacia ella, juntando nuestros labios e ignorando el cada vez menor dolor y las imágenes inconexas que pasaban por mi cabeza, la besé lenta y sentidamente.
Off escribió:No hay problema, me gustó. n.n
Igual no creo que lo haya pensado así xD
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