Casting para Campanilla

Londres, Campanilla esta en problemas.


El enorme reloj Big ben marcaba ya las 12 de la noche, el ruido de los automóviles y el transcurrir de las personas en aquel lugar había descendió hace ya un par de horas. Me encontraba de pie sobre el duro pavimento, mientras sacudía mis alas en un afán inútil de secarlas de inmediato. Por un pequeño error había caído a un charco de agua sucia y acción siguiente mis extremidades se habían empapado impidiendo que elevara en vuelo siquiera unos centímetros. Odiaba que esto me sucediera, aunque después de todo había sido culpa mía que cayera en aquella agua estancada, todo por intentar observar mi reflejo luminoso en el.

Suspire con desgano dándome por vencida, tendría que esperar un par de minutos más antes de salir revoloteando cansada hacia nunca jamás, seguramente Peter se preguntaría el porqué de mi salida inesperada, pero necesitaba aclarar mis ideas sobre esa tal Wendy y mis extraños sentimientos nada agradables hacia ella. La joven no me agradaba en lo más mínimo, no sabía si era su cabello castaño y ondulado, su enorme tamaño que sobrepasaba al mío sin esfuerzo o esa cercanía que tenia con Peter desde que la conocimos por error, porque si, había sido un error conocerla, pero la equivocación más grande era haberla traído con nosotros a nunca jamás.

Me perdí por un momento recordando mi casi odio por Wendy, hasta que me recosté completamente en el pavimento cuidando de no dañar mas mis alas, hasta que algo o mejor dicho alguien decidió hacerme compañía. Una pésima compañía habría que decir.

Eran dos niños, de escasos 10 años, de cabellos tan rojizos como una manzana demasiado brillante, pecas que salpicaban con gracia su rostro y unos ojos verdes liderando su tez blanca como la leche. Por el polvillo de hada ¿Cómo podrían estar dos niños fuera de sus casas a estas horas? Tan extrañada me encontraba que me incorpore de golpe y posicionando mis manos al ras de mi cintura me dedique a observarlos. No supe en qué momento baje la guardia, ni mucho menos me di cuenta en qué momento estaba dentro de un frasco de vidrio completamente prisionera.

-Mira, una luciérnaga- decía uno de ellos

-No, no es una luciérnaga, es un bicho más feo- contesto el otro

-Es cierto, mira como su cara enrojece- comento el primero pegando su rostro de lleno al frasco, vaya si que eran feos, tanto que me hicieron dar un respingo al verlos más de cerca. Con desespero comencé a golpear el frasco con mis manos y pies, escuchando disgustada la risa burlona de ambos niños, inclusive tuvieron el descaro de sacudir el frasco logrando que todo me diera vueltas y terminara soltando polvillo dorado a diestra y siniestra. ¿Acaso querían asfixiarme? ¡Por poco y devuelvo lo que había comido hace ya unas horas!

Me sujete la cabeza tratando de encontrar la orientación de nuevo, ¡Por Clarion! Ahora sí que sería parte de una exhibición de insectos o peor aún, bocadillo de algún pez hambriento.


Campanilla continuaba desesperada dando golpes a todo aquel frasco, los niños se divertían como nunca observando como el brillo emanaba de su cuerpo tal como si se tratara de brillantina dorada, pero lo que más les divertía era que podían observar de cerca a ese pequeño bicho que resguardaban en su prisión de cristal, pues el rostro de esa hada rubia se apreciaba con mejor detalle cada que se ponía roja.

Entre los arbustos, una niña más pequeña se abrió paso, de cabellos igual mente rojizos, una piel mucho más blanca que la de sus hermanos y en contrariedad a ellos mantenía en sus orbes un color azulado tan profundo similar a color del mar, sin duda era preciosa aquella niña. Con su curiosidad característica comenzó a caminar en dirección a sus hermanos, con sus blancuzcas manos detrás de su espalda tratando de observar con que se divertían aquellos niños.

No se resistió y con aquella tierna voz de niña se dirigió a ellos -¿Qué tienen ahí hermanos?- sonrió de manera dulce y acorto la distancia entre los 3. Pero acción siguiente los niños resguardaron a campanilla detrás de ellos, frunciendo el ceño en dirección a la niña le indicaron que se fuera

-Vete de aquí Eleanor, mi madre debe estar buscándote- dijo el mayor de ellos como si tuviesen permiso ellos de estar ahí a tales horas.

-Es cierto, anda vete ya- señalo el otro con autoridad imitando los ademanes de su otro hermano.

-Pero...Quiero ver que tienen ahí- la niña ladeo su cabeza intentando ver ese frasco luminoso que trataban de ocultar sin ningún éxito, a causa de la oscuridad a esas horas el frasco ahora bien podría servir de lámpara

-No es nada Leo, vete ya- el mayor de ellos dio un paso hacia la niña, pero no observo su caminar que tambaleo logrando que el frasco saliese volando y se estampara contra una roca partiéndose en mil pedazos. Campanilla salió disparada pues durante la rabieta que le habían hecho pasar, la interrupción de la niña y las constantes sacudidas había logrado secar sus alas de nuevo. Ahora el hada se perdía entre la oscuridad de aquel cielo, tomando como destino: la segunda estrella a la derecha.

Hmmm, creo que te aceptaré por lo de la monosidad. Ok, no. xD
Solamente me queda por comentarte que tendrás que adaptarte a la historia actual con el regreso del tiempo. En palabras de Ariel (?): la historia ha dado un nuevo giro, con lo que Wendy es la madre de los niños perdidos de nuevo, feliz de la vida. Toma esas cosas en cuenta para crear tu ficha y rolear con tranquilidad.