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Aquí estoy, y aquí me quedo [Noligma]
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Re: Aquí estoy, y aquí me quedo [Noligma]
Elsa soltó el carámbano, ahora teñido de rojo por la sangre que también salpicaba sus manos y que no tardaba en congelarse en las puntas de sus dedos. La criatura chilló y se zarandeó, liberando en el proceso a su víctima, que por unos instantes pareció recuperarse ante los alaridos de sufrimiento del ser, el cual debía estar ahogándose paradójicamente, entre el dolor y el líquido que manaba de la herida de su cuello. El brazo derecho de Marshmallow la cubrió en ese preciso momento con afán protector, pero aún así pudo sentir a través de sus uñas una fuente de calor abrasador, que no tardó en prender por completo el cuerpo moribundo, y Elsa pensó que no había una forma de abandonar el mundo más cruel que aquella, pero no lo lamentó en absoluto. Su mente no terminaba de pensar con claridad, preguntándose cuantas veces se había sentido al límite de sus fuerzas en lo que llevaba de semana, llevando un ritmo tan acelerado e imposible que jamás hubiese pensado que debería cargar sobre sus hombros. Tenía una habilidad curiosa de ponerse en peligro, y sospechosamente Noligma siempre tenía algo que ver con todo aquello. El fuego tenía su sello inconfundible, sólo que esta vez no estaban peleándose entre ellos. Cerró los ojos mientras pegaba la cara contra el dorso de la garra izquierda de su Golem, buscando el frío de su cuerpo para huir de las ondas que distorsionaban su visión, y hacían que sus ojos llorasen para protegerse. La humedad resbalaba por el enorme muñeco de nieve, quien no podía permanecer ajeno ante tales temperaturas, y la chica posó su mano sobre él para evitar que siguiese derritiéndose… Hasta que finalmente la lamia se consumió en sus últimos estertores de vida, que se apagó como las brasas de una chimenea, en mitad de ceniza grisácea. Aún quedaba calor residual en el ambiente, pero poco a poco se fue mitigando. Elsa frotó sus párpados, mientras obligaba a Marshmallow a apartarse ligeramente para darle libertad de movimiento. El peligro había pasado, aparentemente. Se deslizó por debajo de la garra con cautela.
No atinaba a desplazarse con toda la soltura deseada, inclinándose hacia delante y sosteniéndose a sí misma a duras penas sobre sus propias rodillas. Allí solo había polvo, que cubría como un manto desigual el cuerpo inerte del brujo. Trató de avanzar un poco más pero se detuvo abruptamente, sintiendo un peligroso vacío en el pecho que amenazaba con desquebrajar su alma, con la repentina alarma de no querer comprobar si realmente estaba muerto. Elsa rechazaba la idea de tener que presenciar semejante suceso...
Se encogió hacia atrás, cerrándose los labios con los dedos que no habían sido manchados por la sangre, y notando la aflicción de su tobillo como una molestia menor en comparación. Una oleada de culpabilidad intensa la sacudía de pies a cabeza, tan implacable como una tormenta en el mar, mezclándose con algo más que no podía identificar con claridad, pero que se clavaba en ella con un desasosiego devastador. La gente a su alrededor moría y ella no podía hacer nada para evitarlo, poniéndose en evidencia como una completa inútil frente al sufrimiento de los demás. No atinaba a comprenderlo, el ataque había sido tan repentino que no era capaz de atar cabos de forma coherente, preguntándose el por qué sin hallar respuestas que saciasen sus dudas perturbadoras. Elsa pensó que no merecía estar viva, y que allá donde fuese alguien acabaría herido o muerto. Era consciente de haber deseado en más de una ocasión que Noligma desapareciese de la faz de la tierra… Pero esta vez era diferente. El dolor de sentir sus propias uñas clavadas en el corte de su palma resultaba insuficiente para compensar el mal que causaba a su paso, y esa mala suerte que la seguía a todas partes. Si no hubiese sido por su intervención, ahora sería ella la que estuviese muerta, y tal vez hubiese sido mejor así. Acabaría sola de todos modos, así lo dictaminaba su fatalidad. Alargó la mano temblorosa, sin saber que hacer, con un extraño anhelo y el pensamiento de que tocarle no le haría revivir, cuando… El corazón le dio un vuelco repentino y casi trató de salir por su adolorida garganta, provocando que la rubia se llevase las manos al cuello para contener el daño repentino, como si la tráquea le palpitase.
Respiraba. Estaba segura de ello. El nudo que la impedía tragar se deshizo en parte al comprobar que a pesar de la confrontación, su pecho se movía al llenarse de aire lentamente, y se tambaleó hacia atrás soltando un extraño suspiro de alivio, inesperadamente mareada. La reina de hielo dobló el codo para volver a apoyarse en el suelo, permitiéndose contemplar por unos instantes esa imagen que le parecía inverosímil.
En su estado de inconsciencia, Noligma parecía casi inofensivo.
Ladeó el rostro, mirando desde otra perspectiva con incredulidad y confusión, cuando se percató de la presencia de Lord Master, descubriendo que se había dejado llevar por la enajenación hasta el punto de no prestar atención a su entorno. Desde luego, no era momento de ponerse a pensar en esas cosas, y menos teniendo en cuenta que acababa de escapar de una situación de peligro que casi le costaba la vida a ambos. La chica se ruborizó y cambió la trayectoria de su mirada rápidamente y con escaso disimulo, adoptando una expresión avinagrada y fría como contrapartida para compensar sus momentos de debilidad emocional. Se deshizo de los zapatos, pues sabía que andar con ellos le sería imposible en ese momento, y volvió a buscar la ayuda de Marshmallow para ponerse en pie. El muñeco trató de cogerla en volandas, creyéndola incapaz de andar por sus propios medios, pero ella rechazó tajante sus intenciones, limitándose a sujetarse a él con una mano, mientras que con la otra creaba un bastón alargado de formas geométricas, que apoyó en el suelo para servirse de su apoyo.
-Vámonos-Ordenó bruscamente, evitando cruzarse con la mirada del maestro, cojeando hasta la puerta bajo la supervisión de su acompañante níveo. El hechicero se había acercado hasta Noligma, por lo que Elsa supuso que más que ayudar entorpecería; sería sensato dejar que este lo examinase mientras ella abandonaba la sala, ya que nuevamente empezaba a encontrarse mal sin motivos aparentes. Se giró fugazmente para observar lo que dejaba a sus espaldas, y con rapidez clavó su mirada en Marshmallow para que no se quedase rezagado. Sus rasgos feroces fueron suavizándose poco a poco, desapareciendo de sus extremidades las estacas afiladas que lo hacían parecer un puercoespín, siguiendo con ojo alerta los movimientos de la reina, en busca de flaquezas que lo impulsasen a sostenerla nuevamente. Elsa se apartó el pelo de la frente, apretando la palma contra las sienes en un desesperado intento por dejar la mente en blanco antes de tomar decisiones precipitadas, impulsadas por los sucesos acaecidos.
No atinaba a desplazarse con toda la soltura deseada, inclinándose hacia delante y sosteniéndose a sí misma a duras penas sobre sus propias rodillas. Allí solo había polvo, que cubría como un manto desigual el cuerpo inerte del brujo. Trató de avanzar un poco más pero se detuvo abruptamente, sintiendo un peligroso vacío en el pecho que amenazaba con desquebrajar su alma, con la repentina alarma de no querer comprobar si realmente estaba muerto. Elsa rechazaba la idea de tener que presenciar semejante suceso...
Se encogió hacia atrás, cerrándose los labios con los dedos que no habían sido manchados por la sangre, y notando la aflicción de su tobillo como una molestia menor en comparación. Una oleada de culpabilidad intensa la sacudía de pies a cabeza, tan implacable como una tormenta en el mar, mezclándose con algo más que no podía identificar con claridad, pero que se clavaba en ella con un desasosiego devastador. La gente a su alrededor moría y ella no podía hacer nada para evitarlo, poniéndose en evidencia como una completa inútil frente al sufrimiento de los demás. No atinaba a comprenderlo, el ataque había sido tan repentino que no era capaz de atar cabos de forma coherente, preguntándose el por qué sin hallar respuestas que saciasen sus dudas perturbadoras. Elsa pensó que no merecía estar viva, y que allá donde fuese alguien acabaría herido o muerto. Era consciente de haber deseado en más de una ocasión que Noligma desapareciese de la faz de la tierra… Pero esta vez era diferente. El dolor de sentir sus propias uñas clavadas en el corte de su palma resultaba insuficiente para compensar el mal que causaba a su paso, y esa mala suerte que la seguía a todas partes. Si no hubiese sido por su intervención, ahora sería ella la que estuviese muerta, y tal vez hubiese sido mejor así. Acabaría sola de todos modos, así lo dictaminaba su fatalidad. Alargó la mano temblorosa, sin saber que hacer, con un extraño anhelo y el pensamiento de que tocarle no le haría revivir, cuando… El corazón le dio un vuelco repentino y casi trató de salir por su adolorida garganta, provocando que la rubia se llevase las manos al cuello para contener el daño repentino, como si la tráquea le palpitase.
Respiraba. Estaba segura de ello. El nudo que la impedía tragar se deshizo en parte al comprobar que a pesar de la confrontación, su pecho se movía al llenarse de aire lentamente, y se tambaleó hacia atrás soltando un extraño suspiro de alivio, inesperadamente mareada. La reina de hielo dobló el codo para volver a apoyarse en el suelo, permitiéndose contemplar por unos instantes esa imagen que le parecía inverosímil.
En su estado de inconsciencia, Noligma parecía casi inofensivo.
Ladeó el rostro, mirando desde otra perspectiva con incredulidad y confusión, cuando se percató de la presencia de Lord Master, descubriendo que se había dejado llevar por la enajenación hasta el punto de no prestar atención a su entorno. Desde luego, no era momento de ponerse a pensar en esas cosas, y menos teniendo en cuenta que acababa de escapar de una situación de peligro que casi le costaba la vida a ambos. La chica se ruborizó y cambió la trayectoria de su mirada rápidamente y con escaso disimulo, adoptando una expresión avinagrada y fría como contrapartida para compensar sus momentos de debilidad emocional. Se deshizo de los zapatos, pues sabía que andar con ellos le sería imposible en ese momento, y volvió a buscar la ayuda de Marshmallow para ponerse en pie. El muñeco trató de cogerla en volandas, creyéndola incapaz de andar por sus propios medios, pero ella rechazó tajante sus intenciones, limitándose a sujetarse a él con una mano, mientras que con la otra creaba un bastón alargado de formas geométricas, que apoyó en el suelo para servirse de su apoyo.
-Vámonos-Ordenó bruscamente, evitando cruzarse con la mirada del maestro, cojeando hasta la puerta bajo la supervisión de su acompañante níveo. El hechicero se había acercado hasta Noligma, por lo que Elsa supuso que más que ayudar entorpecería; sería sensato dejar que este lo examinase mientras ella abandonaba la sala, ya que nuevamente empezaba a encontrarse mal sin motivos aparentes. Se giró fugazmente para observar lo que dejaba a sus espaldas, y con rapidez clavó su mirada en Marshmallow para que no se quedase rezagado. Sus rasgos feroces fueron suavizándose poco a poco, desapareciendo de sus extremidades las estacas afiladas que lo hacían parecer un puercoespín, siguiendo con ojo alerta los movimientos de la reina, en busca de flaquezas que lo impulsasen a sostenerla nuevamente. Elsa se apartó el pelo de la frente, apretando la palma contra las sienes en un desesperado intento por dejar la mente en blanco antes de tomar decisiones precipitadas, impulsadas por los sucesos acaecidos.
Re: Aquí estoy, y aquí me quedo [Noligma]
Master aun tenia las palabras de Noligma rondando por la cabeza, cuando se despidió de el en la entrada, había hablado con el, pero el no le había escuchado, y no le extrañaba, algo muy raro había pasado y el parecía haberse perdido algo transcendental.
Pero eso ya no podía solucionarlo, ahora tenia que atender al problema que Noligma le había dejado entre manos.
Se encamino hacia el interior del castillo, donde nuevamente se encontró a Frozt
-hola pequeñín... toma otra par de escarabajos.
Nuevamente dejo los escarabajos en la nieve y se alejo para que el roedor comiera tranquilo, mientras el seguía avanzando, preguntándose como estaría.
Finalmente encontro el lugar, las huelñlas de Smarshallow no dejaban lugar a duda.
Golpeo tres veces la puerta
-Elsa... Elsa... Elsa...
Luego en voz alta añadió como esperando que ella le respondiera.
-soy lord Master, debo daros malas noticias sobre Noligma
Solo esperaba que Elsa no lo pagara con el, la joven había demostrado ser muy capaz de cualquier cosa a pesar de su poca instrucción.
(no me pasara nada... mi mujer me espera... no puedo volver a dejarla sola... no otra vez)
Pero eso ya no podía solucionarlo, ahora tenia que atender al problema que Noligma le había dejado entre manos.
Se encamino hacia el interior del castillo, donde nuevamente se encontró a Frozt
-hola pequeñín... toma otra par de escarabajos.
Nuevamente dejo los escarabajos en la nieve y se alejo para que el roedor comiera tranquilo, mientras el seguía avanzando, preguntándose como estaría.
Finalmente encontro el lugar, las huelñlas de Smarshallow no dejaban lugar a duda.
Golpeo tres veces la puerta
-Elsa... Elsa... Elsa...
Luego en voz alta añadió como esperando que ella le respondiera.
-soy lord Master, debo daros malas noticias sobre Noligma
Solo esperaba que Elsa no lo pagara con el, la joven había demostrado ser muy capaz de cualquier cosa a pesar de su poca instrucción.
(no me pasara nada... mi mujer me espera... no puedo volver a dejarla sola... no otra vez)
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Yer Noligma
Heredero de la Montaña Prohibida
Re: Aquí estoy, y aquí me quedo [Noligma]
Una fina rendija separó ambos pórticos, antes de que se agrandase y mostrase en el umbral al muñeco de nieve, cuya sombra imponente caía sobre Master. Con las uñas sujetaba la abertura, mirándolo con el ceño fruncido, con la interrogación tácita en sus angulosas formas.
Elsa no tenía intenciones de salir, no porque su pie estuviese lastimado y aún le molestase, para algo tenía la improvisada muleta, sino porque había decidido refugiarse debajo de las sábanas de nieve, donde podría reflexionar mientras su mente oscilaba entre la vigilia y el sueño inducido por el cansancio mental. Sólo quería dormir, dormir y dormir, perdiéndose en una realidad inexistente y placentera que sólo tenía lugar en el mundo de los sueños. Aún le seguía faltando el chocolate para que su evasión fuese sólo un poco más placentera. Deseaba que cuando abriese los ojos, toda su vida hubiese pasado y no tuviese mayores preocupaciones. Sin embargo en ese momento estaba bien despierta. Dictaminó que Marhsmallow se encargase de las visitas. De hecho, si quien llamaba era Noligma, había decidido que no lo recibiría. Lo mejor sería evitarlo por una temporada, hasta que las cosas se calmasen. Pecaba de pusilánime, pero era algo habitual en ella apartar de su lado a las personas que… Simplemente había descubierto que la ponía muy nerviosa tenerlo cerca. Ignoraba, o creía hacerlo, los motivos, por eso había decidido tomar esa medida de seguridad, pura precaución.
Pero la reina no estaba sorda. Escuchó desde su “guarida” con atención las palabras y la voz a la que pertenecían; sintió la urgente necesidad de levantarse, agarrando el bastón con la mano derecha para terminar de ponerse de pie. Debía ser un sentimiento de culpabilidad, eso no quería decir que estuviese preocupada ni mucho menos, pero era su obligación preguntar los motivos al menos… En el fondo, quería saber que era lo que había pasado. Una mera formalidad.
Cuando finalmente logró salvar las distancias, lentamente debido a la cojera, tocó la espada de Marshmallow para que se hiciese a un lado, dejándole vía libre para poder encarar personalmente al maestro. Hubiese hecho una formal reverencia, pero en su estado le era imposible.
-¿De qué se trata?-Preguntó sin tapujos, temiendo fugazmente que le hubiese quedado alguna secuela de su enfrentamiento con la lamia. Convirtió su rostro en una máscara, sólo por si acaso, y apretó las manos en torno a la punta del bastón.
Elsa no tenía intenciones de salir, no porque su pie estuviese lastimado y aún le molestase, para algo tenía la improvisada muleta, sino porque había decidido refugiarse debajo de las sábanas de nieve, donde podría reflexionar mientras su mente oscilaba entre la vigilia y el sueño inducido por el cansancio mental. Sólo quería dormir, dormir y dormir, perdiéndose en una realidad inexistente y placentera que sólo tenía lugar en el mundo de los sueños. Aún le seguía faltando el chocolate para que su evasión fuese sólo un poco más placentera. Deseaba que cuando abriese los ojos, toda su vida hubiese pasado y no tuviese mayores preocupaciones. Sin embargo en ese momento estaba bien despierta. Dictaminó que Marhsmallow se encargase de las visitas. De hecho, si quien llamaba era Noligma, había decidido que no lo recibiría. Lo mejor sería evitarlo por una temporada, hasta que las cosas se calmasen. Pecaba de pusilánime, pero era algo habitual en ella apartar de su lado a las personas que… Simplemente había descubierto que la ponía muy nerviosa tenerlo cerca. Ignoraba, o creía hacerlo, los motivos, por eso había decidido tomar esa medida de seguridad, pura precaución.
Pero la reina no estaba sorda. Escuchó desde su “guarida” con atención las palabras y la voz a la que pertenecían; sintió la urgente necesidad de levantarse, agarrando el bastón con la mano derecha para terminar de ponerse de pie. Debía ser un sentimiento de culpabilidad, eso no quería decir que estuviese preocupada ni mucho menos, pero era su obligación preguntar los motivos al menos… En el fondo, quería saber que era lo que había pasado. Una mera formalidad.
Cuando finalmente logró salvar las distancias, lentamente debido a la cojera, tocó la espada de Marshmallow para que se hiciese a un lado, dejándole vía libre para poder encarar personalmente al maestro. Hubiese hecho una formal reverencia, pero en su estado le era imposible.
-¿De qué se trata?-Preguntó sin tapujos, temiendo fugazmente que le hubiese quedado alguna secuela de su enfrentamiento con la lamia. Convirtió su rostro en una máscara, sólo por si acaso, y apretó las manos en torno a la punta del bastón.
Re: Aquí estoy, y aquí me quedo [Noligma]
Master estuvo esperando un rato hasta que Smarshalllow atendió a sus palabras y espero pacientemente a que las transmitiera.
cuando Elsa salio a trompicones descubrió que podría haber malinterpretado sus palabras.
-bueno... e.... el señor Noligma se encontraba bien físicamente a pesar de lo que cabria esperar, pero su estado mental supongo que no es bueno, ha decidido marchar a su castillo, lamente no despedirse.
No obstante continuo
-pero me ha pidió que lo sustituya como tu maestro... no obstante creo que es algo que debe decidir usted... pues supongo que... ¿no preferiría que le curara el pie? sin magia claro.
Nuevamente temía que el orgullo de la joven le hiciera tomar decisiones precipitadas.
-admito que Noligma no ha usado los métodos apropiados, por ello no lo tomare como nada personal si decide tomarse un descanso, un tiempo sin nadie, usted y sus pensamientos... pero si se cree que puede seguir yo mismo me presentare ante usted cuantas veces hagan falta.
cuando Elsa salio a trompicones descubrió que podría haber malinterpretado sus palabras.
-bueno... e.... el señor Noligma se encontraba bien físicamente a pesar de lo que cabria esperar, pero su estado mental supongo que no es bueno, ha decidido marchar a su castillo, lamente no despedirse.
No obstante continuo
-pero me ha pidió que lo sustituya como tu maestro... no obstante creo que es algo que debe decidir usted... pues supongo que... ¿no preferiría que le curara el pie? sin magia claro.
Nuevamente temía que el orgullo de la joven le hiciera tomar decisiones precipitadas.
-admito que Noligma no ha usado los métodos apropiados, por ello no lo tomare como nada personal si decide tomarse un descanso, un tiempo sin nadie, usted y sus pensamientos... pero si se cree que puede seguir yo mismo me presentare ante usted cuantas veces hagan falta.
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Yer Noligma
Heredero de la Montaña Prohibida
Re: Aquí estoy, y aquí me quedo [Noligma]
Esta vez olvidó de disimular el suspiro de alivio que escapó de sus labios, pero a continuación se cuidó de volver a dejar suelto cualquier gesto que la delatase. Era consciente de que en su estado quebradizo podía resultar fácilmente manipulable, por lo que los símbolos de debilidad no eran bien recibidos, por muy dificultoso que fuese retenerlos. Ya se había mantenido a raya durante muchos años, ¿Por qué ahora iba a ser diferente?
Noligma se había ido, sin mas, dejando tras de si a Elsa más aturdida de lo normal. Hubiese agradecido una explicación que, al menos, no viniese de boca de otra persona, algo paradójico teniendo en cuenta que se había propuesto no volver a verle para que mantener las distancias fuese más seguro y sencillo. No podía decir que ese hecho no le generase cierta decepción. Definitivamente era estúpida, creyendo que podía poner tierra de por medio cuando el se le había adelantado, con una velocidad que la dejaba atónita. El desengaño fluía suavemente, como una antigua advertencia que hubiese ignorado en el pasado, junto con la ira que se mitigaba ineludiblemente, perdiendo fuerza a favor de la soledad. Aunque deseaba poder encarar tal conducta, dar rienda suelta a su carácter rencoroso por naturaleza, sabía que carecía del derecho para hacerlo. Posiblemente, nunca lo había tenido, y había abusado de él hasta que había escurrido como el agua entre los dedos. En el fondo se lo tenía bien merecido, por ser una orgullosa sin remedio, incapaz de acatar órdenes y empatizar con el resto. Noligma había tenido demasiada razón: Eran iguales… Ahora lo sabía, pero no lo reconocería jamás. Retractarse supondría admitir cosas que aún no había logrado asimilar del todo, y se apresuró a apartarlo de sus pensamientos, cuplable. Elsa era una reina, pese a todo, y la doblegación no venía intrínseco en su linaje sanguíneo; por lo que debería guardar ese tipo de pensamientos sombríos en su interior, bajo llave, tal y como le habían enseñado. Dejarse llevar por ello sólo volvería mas inestables sus poderes.
-¿Por qué?-Exigió saber, sorprendiéndose por lo impetuoso de sus palabras, olvidándose de su objetivo inmediato-Debería haber permanecido un poco más aquí. Por su seguridad-Se apresuró a añadir, ruborizándose un tanto. Se preguntaba como podía ser tan hipócrita y desleal consigo misma, hablando de forma tan egoísta-¿Por cuánto tiempo estará ausente?-Preguntó, sin dejar de lado la sorpresa que le producía la petición del brujo. Elsa no quería un nuevo mentor, prefería al antiguo, claro que no lo diría en voz alta. Esa lamia… ¿Esa lamia había sido la serpiente? Ahora se sentía un poco más lucida que antes. Dos flancos chocaron dentro de su cabeza, por un lado el temor a haber sido víctima de un intento de asesinato contra su persona, por el otro, la conversación de Master, y creyó estar segura del por qué Noligma se había ido de pronto… Al morir el reptil, había muerto una parte de él. Nuevamente una oleada de consternación la hizo bajar la mirada hacia ese par de manos que sólo eran capaces de congelar todo a su paso y dar muerte. La reina lo había hecho en defensa propia, y no lo lamentaba en absoluto, pero sus actos habían causado un daño colateral del que se había olvidado de forma inoportuna, que al contrario, suponía un peso extra que atenazaba su pecho. No hacía falta que Lord Master respondiese a su última pregunta, ya lo había hecho ella sola-No sé que es lo más adecuado ahora-Respondió, exhalando el aire, melancólica. Apoyó la mano contra el quicio del portón, mirando al maestro pero con la cabeza en otra parte, abstraída en un cúmulo caótico de frustración y pena. No podía escapar de su mala suerte, y quienes la rodeaban, terminaban pagando las consecuencias. Sus padres, Anna, y ahora él-Tal vez debería estar sola por un tiempo. No quiero causar más mal a nadie-No más del que ya había hecho-Mi intención nunca fue que muriese-Añadió entre vacilaciones. No se refería a Envy, sino a Wrath. Elsa ya se había convertido en la responsable, directa o indirecta, de ambas pérdidas, y sabía que una simple disculpa no la eximía del daño causado. Con razón Noligma se había ido tan repentinamente… Carecer de familia no le daba derecho alguno de propiciar la muerte de los seres queridos del brujo, por muchos roces que hubiesen podido tener.
Noligma se había ido, sin mas, dejando tras de si a Elsa más aturdida de lo normal. Hubiese agradecido una explicación que, al menos, no viniese de boca de otra persona, algo paradójico teniendo en cuenta que se había propuesto no volver a verle para que mantener las distancias fuese más seguro y sencillo. No podía decir que ese hecho no le generase cierta decepción. Definitivamente era estúpida, creyendo que podía poner tierra de por medio cuando el se le había adelantado, con una velocidad que la dejaba atónita. El desengaño fluía suavemente, como una antigua advertencia que hubiese ignorado en el pasado, junto con la ira que se mitigaba ineludiblemente, perdiendo fuerza a favor de la soledad. Aunque deseaba poder encarar tal conducta, dar rienda suelta a su carácter rencoroso por naturaleza, sabía que carecía del derecho para hacerlo. Posiblemente, nunca lo había tenido, y había abusado de él hasta que había escurrido como el agua entre los dedos. En el fondo se lo tenía bien merecido, por ser una orgullosa sin remedio, incapaz de acatar órdenes y empatizar con el resto. Noligma había tenido demasiada razón: Eran iguales… Ahora lo sabía, pero no lo reconocería jamás. Retractarse supondría admitir cosas que aún no había logrado asimilar del todo, y se apresuró a apartarlo de sus pensamientos, cuplable. Elsa era una reina, pese a todo, y la doblegación no venía intrínseco en su linaje sanguíneo; por lo que debería guardar ese tipo de pensamientos sombríos en su interior, bajo llave, tal y como le habían enseñado. Dejarse llevar por ello sólo volvería mas inestables sus poderes.
-¿Por qué?-Exigió saber, sorprendiéndose por lo impetuoso de sus palabras, olvidándose de su objetivo inmediato-Debería haber permanecido un poco más aquí. Por su seguridad-Se apresuró a añadir, ruborizándose un tanto. Se preguntaba como podía ser tan hipócrita y desleal consigo misma, hablando de forma tan egoísta-¿Por cuánto tiempo estará ausente?-Preguntó, sin dejar de lado la sorpresa que le producía la petición del brujo. Elsa no quería un nuevo mentor, prefería al antiguo, claro que no lo diría en voz alta. Esa lamia… ¿Esa lamia había sido la serpiente? Ahora se sentía un poco más lucida que antes. Dos flancos chocaron dentro de su cabeza, por un lado el temor a haber sido víctima de un intento de asesinato contra su persona, por el otro, la conversación de Master, y creyó estar segura del por qué Noligma se había ido de pronto… Al morir el reptil, había muerto una parte de él. Nuevamente una oleada de consternación la hizo bajar la mirada hacia ese par de manos que sólo eran capaces de congelar todo a su paso y dar muerte. La reina lo había hecho en defensa propia, y no lo lamentaba en absoluto, pero sus actos habían causado un daño colateral del que se había olvidado de forma inoportuna, que al contrario, suponía un peso extra que atenazaba su pecho. No hacía falta que Lord Master respondiese a su última pregunta, ya lo había hecho ella sola-No sé que es lo más adecuado ahora-Respondió, exhalando el aire, melancólica. Apoyó la mano contra el quicio del portón, mirando al maestro pero con la cabeza en otra parte, abstraída en un cúmulo caótico de frustración y pena. No podía escapar de su mala suerte, y quienes la rodeaban, terminaban pagando las consecuencias. Sus padres, Anna, y ahora él-Tal vez debería estar sola por un tiempo. No quiero causar más mal a nadie-No más del que ya había hecho-Mi intención nunca fue que muriese-Añadió entre vacilaciones. No se refería a Envy, sino a Wrath. Elsa ya se había convertido en la responsable, directa o indirecta, de ambas pérdidas, y sabía que una simple disculpa no la eximía del daño causado. Con razón Noligma se había ido tan repentinamente… Carecer de familia no le daba derecho alguno de propiciar la muerte de los seres queridos del brujo, por muchos roces que hubiesen podido tener.
Re: Aquí estoy, y aquí me quedo [Noligma]
Master dudo ante las preguntas que ella le hizo no sabia esas respuestas, ninguna.
No obstante por suerte Elsa no parecía querer saber las respuestas.
-Tal vez debería estar sola por un tiempo. No quiero causar más mal a nadie
-si eso deseáis así se hará... estoy para complaceros
(es lo mejor al final)
pero un lamento sincero lo hace meditar
-Mi intención nunca fue que muriese
Master intenta tranquilizarla
-envy se lo llevaba buscando desde hace algún tiempo... se estaba comiendo a los sirvientes, y se interpone en todas las relaciones de Noligma... incluso una vez me mordió... tuve que drenar me el veneno antes de cometer alguna locura.
y luego añadio
-por suerte era envy... si hubiera muerto otra mascota como Lust, ride o Warth, creo que habría sido peor... de las 6 mascotas Envy era la menos apreciada, incluso entre ellas.
ciertamente es asi, envy se llevaba mal con pride y con lust, odiaba a wrath y le gustaba gluttony que huia de ella, únicamente sloth era indiferente.
-pero ten fe... Noligma no estará así eternamente, pronto se curara y estará mejor incluso que antes.
No obstante por suerte Elsa no parecía querer saber las respuestas.
-Tal vez debería estar sola por un tiempo. No quiero causar más mal a nadie
-si eso deseáis así se hará... estoy para complaceros
(es lo mejor al final)
pero un lamento sincero lo hace meditar
-Mi intención nunca fue que muriese
Master intenta tranquilizarla
-envy se lo llevaba buscando desde hace algún tiempo... se estaba comiendo a los sirvientes, y se interpone en todas las relaciones de Noligma... incluso una vez me mordió... tuve que drenar me el veneno antes de cometer alguna locura.
y luego añadio
-por suerte era envy... si hubiera muerto otra mascota como Lust, ride o Warth, creo que habría sido peor... de las 6 mascotas Envy era la menos apreciada, incluso entre ellas.
ciertamente es asi, envy se llevaba mal con pride y con lust, odiaba a wrath y le gustaba gluttony que huia de ella, únicamente sloth era indiferente.
-pero ten fe... Noligma no estará así eternamente, pronto se curara y estará mejor incluso que antes.
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Yer Noligma
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Re: Aquí estoy, y aquí me quedo [Noligma]
Eso estaba bien... Pensaba con amargura. Últimamente nadie la complacía. Su voluntaria soledad había estado plagada de inconvenientes que no era capaz de sortear sin recibir daños colaterales, y ahora parecía que por fin, después de mucho, iba a poder tener lo que quería. Pero el regusto que dejaba en su boca era amargo, y la sensación tras de sí en su cuerpo suponía un enorme vacío. Tendría que aprender a convivir con ello, aunque ya no fuese lo que anhelara. Había tomado su decisión mucho antes de eso... No podía ser tan caprichosa, no era así como la habían educado, por no hablar de su incapacidad para mantener una promesa, que la dejaba en evidencia. Desde luego, así no habría podido ser una buena reina para Arendelle.
En el fondo, tenía la certeza de que era lo más seguro, para proteger a los demás.
Bajó la mirada incómoda y dolida ante la alusión a Envy. Master confirmaba sus sospechas, e irónicamente pese haber iniciado la conversación, a la chica no le apetecía hablar lo más mínimo de esa serpiente asesina que había atentado contra su vida.
-Pero eso no tiene sentido-Suspiró, con un hilo de voz, bajando las cejas para mostrar una expresión de intento de enfado-¿Y por qué la trajo?-Increpó bruscamente, empezando a sentir la burbujeante ira dentro de ella, que parecía haber encontrado una excusa pobre para atacar al ausente brujo. Parecía mentira que Noligma no supiese que si se jugaba con fuego, uno podía salir escaldado. Traer a una criatura tan inestable a su palacio había sido un error, a no ser que esa hubiese sido su intención inicial. Si se trataba de un experimento, a Elsa no le hacía ninguna gracia sentirse sujeto de pruebas. Desechó la idea de que fuese su muerte, de lo contrario no se habría molestado en impedir que se convirtiese en un regio cadáver, enzarzándose con ella en un abrazo suicida. Eso era lo que más hacía dar vueltas a su cabeza hasta producirle un agudo dolor. Inspiró hondamente, pensando que encarar cosas a esas alturas no tenía sentido-Wrath-Repitió, quebrándose. Entonces era peor de lo que pensaba, o de lo que había querido creer. Miró intensamente al maestro, con los ojos brillantes y expresión compungida. ¿Quién había dicho que dejar las emociones aflorar libremente era bueno? Elsa estaba hecha toda una sentimental, todo lo contrario que inducía a pensar su apariencia fría y distante. Pero al contrario que Anna, debía controlarse y no tratar de desahogar sus emociones con la primera persona que encontrase, pues después podían ser poderosas armas en su contra. Así explotase, todo lo que la hacía frágil debía estar guardado a buen recaudo, en un lugar que nadie pudiese encontrarlo. Y esa era una regla esencial, si no quería ser un blanco sumamente fácil -Quisiera hacer...-Pero calló antes de acabar la frase. Desechó la idea de tratar de enmendar sus errores, ni siquiera sabía si una disculpa sería bien recibida, por lo que no se arriesgaría al rechazo. Posiblemente no lo soportaría, ya que no estaba acostumbrada a que se le negasen cosas, sino más bien todo lo contrario. La reina había pensado incluso en entregarle a Frost... Al armiño no le gustaba el brujo, pero de seguro con él estaría mejor que encerrado y prisionero en el palacio de Elsa. Al menos el tenía experiencia con animales... Aunque dudaba que pudiese ocupar el lugar de sus dos mascotas fallecidas, tampoco era eso lo que pretendía. No tenía experiencia a la hora de compensar a los demás. Simpemente no se sentía capaz de darle los cuidados necesarios sin acabar matándolo, apartando de sí uno de los ejercicios impuestos por el brujo. Al menos, supuso, ya no podría decepcionarlo porque no estaba... Dejaría libre al pequeño roedor, lo devolvería a su hábitat, y se quedaría únicamente con Marshmallow. Ambos pertenecían a la montaña, todo lo demás debía quedar fuera de la misma-No importa-Sí, si que importaba, pero ya daba igual. Estaba cansada de vivir de acuerdo a lo que los demás esperaban de ella-Tenéis que iros, Lord Master.
En el fondo, tenía la certeza de que era lo más seguro, para proteger a los demás.
Bajó la mirada incómoda y dolida ante la alusión a Envy. Master confirmaba sus sospechas, e irónicamente pese haber iniciado la conversación, a la chica no le apetecía hablar lo más mínimo de esa serpiente asesina que había atentado contra su vida.
-Pero eso no tiene sentido-Suspiró, con un hilo de voz, bajando las cejas para mostrar una expresión de intento de enfado-¿Y por qué la trajo?-Increpó bruscamente, empezando a sentir la burbujeante ira dentro de ella, que parecía haber encontrado una excusa pobre para atacar al ausente brujo. Parecía mentira que Noligma no supiese que si se jugaba con fuego, uno podía salir escaldado. Traer a una criatura tan inestable a su palacio había sido un error, a no ser que esa hubiese sido su intención inicial. Si se trataba de un experimento, a Elsa no le hacía ninguna gracia sentirse sujeto de pruebas. Desechó la idea de que fuese su muerte, de lo contrario no se habría molestado en impedir que se convirtiese en un regio cadáver, enzarzándose con ella en un abrazo suicida. Eso era lo que más hacía dar vueltas a su cabeza hasta producirle un agudo dolor. Inspiró hondamente, pensando que encarar cosas a esas alturas no tenía sentido-Wrath-Repitió, quebrándose. Entonces era peor de lo que pensaba, o de lo que había querido creer. Miró intensamente al maestro, con los ojos brillantes y expresión compungida. ¿Quién había dicho que dejar las emociones aflorar libremente era bueno? Elsa estaba hecha toda una sentimental, todo lo contrario que inducía a pensar su apariencia fría y distante. Pero al contrario que Anna, debía controlarse y no tratar de desahogar sus emociones con la primera persona que encontrase, pues después podían ser poderosas armas en su contra. Así explotase, todo lo que la hacía frágil debía estar guardado a buen recaudo, en un lugar que nadie pudiese encontrarlo. Y esa era una regla esencial, si no quería ser un blanco sumamente fácil -Quisiera hacer...-Pero calló antes de acabar la frase. Desechó la idea de tratar de enmendar sus errores, ni siquiera sabía si una disculpa sería bien recibida, por lo que no se arriesgaría al rechazo. Posiblemente no lo soportaría, ya que no estaba acostumbrada a que se le negasen cosas, sino más bien todo lo contrario. La reina había pensado incluso en entregarle a Frost... Al armiño no le gustaba el brujo, pero de seguro con él estaría mejor que encerrado y prisionero en el palacio de Elsa. Al menos el tenía experiencia con animales... Aunque dudaba que pudiese ocupar el lugar de sus dos mascotas fallecidas, tampoco era eso lo que pretendía. No tenía experiencia a la hora de compensar a los demás. Simpemente no se sentía capaz de darle los cuidados necesarios sin acabar matándolo, apartando de sí uno de los ejercicios impuestos por el brujo. Al menos, supuso, ya no podría decepcionarlo porque no estaba... Dejaría libre al pequeño roedor, lo devolvería a su hábitat, y se quedaría únicamente con Marshmallow. Ambos pertenecían a la montaña, todo lo demás debía quedar fuera de la misma-No importa-Sí, si que importaba, pero ya daba igual. Estaba cansada de vivir de acuerdo a lo que los demás esperaban de ella-Tenéis que iros, Lord Master.
Re: Aquí estoy, y aquí me quedo [Noligma]
Lord Master permaneció expectante escuchando a Elsa, pero no respondió a sus preguntas, en cierto modo era culpable de aquello, Noligma no había querido llevar a Envy precisamente por eso.
Pero precisamente por ello le había obligado a llevarla.
Master pensó si terminar el trabajo que envy había empezado, pero desecho la idea, Elsa era un factor... no el problema en si.
habia tardado en averiguarlo, pero envy había demostrado una cosa, aunque Elsa la había matado, había sido Noligma quien acabo con ella ¿que clase de persona ataca a una parte de si? pues una que ya no siente empatía por esa parte de si, Noligma estaba cambiando, un cambio sutil, pero que era mas que evidente.
Elsa entonces nombro a "Wrath" ¡¿por que?! de todas las mascotas ¿por que el lobo? a lo mejor no era nada... o a lo mejor algo importante.
-Quisiera hacer... no importa
Ademas era evidente que ambos habían quedado separados por aquel dramático día, y ninguno sabría que hacer o si quería realmente hacer las paces.
(bueno, algo bueno salio de todo esto)
fue entonces cuando Elsa le dijo "amablemente" que se fuera
-Tenéis razón, ha sido un día muy largo... esperare vuestra respuesta.
NMaster se dio la vuelta y se dirigió a la salida , no había nada mas que lo retuviera allí, ademas tenia un extraño presentimiento.
(sera mejor que me acerque a ver como anda Wrath)
Asi Master se fue sin ver el objeto negro que se choco contra el castillo.
_________________________________________
Un ruido muy fuerte sacudió las puertas del balcón de Elsa.
Allí donde algo había chocado antes de caer al suelo de su balcón.
Greed el cuervo estaba algo desorientado y dolorido por el golpe, pero se reincorporo y miro a Elsa a través del hielo
-Cruak!!! carta! Cruak!!!
el gélido viento que soplaba fuera explico por que el ave habia tenido tan mal aterrizaje.
al abrirle el cuervo entro dando saltitos y una vez dentro se agito enfurruñándose de forma que parecía un pájaro redondo y obeso... o que tenia melena de león.
Una vez elsa le quito la carta atada de su pata el cuerbo salio volando por la puerta aun abierta y se perdio en la inmensidad de un cielo gris y el viento invernal.
__________________________________________
Master andaba airado por los oscuros pasillos del castillo negro cuando finalmente encontró a Noligma, sentado en el trono oscuro.
-¡¿que significa esto Noligma?!
-no te sigo...
Noligma parecía bastante sorprendido como para no creerle
-Wrath... esta muerto... ¡¿por que no me lo dijiste?!
-¿por que no me dijiste que tu mujer esta muerta?
era evidente que era una butrla de pesimo gusto, era evidente que la mujer de Master estaba momificada.
-por que es evidente que no me incumbía... lo mismo le digo... ¡déjeme en paz!
Master no se callo
-no es una nimiedad joven cito! tus mascotas son importantes!
-si lo se... pero da igual, era de esperar de los débiles que están unidos a mi....
Fue entonces cuando Master lo entendió, Noligma lo sabia, lo había sabido siempre, que sus mascotas son parte de el y el de ellas, y aun así seguía con eso que lo ponía todo en peligro
-¡¿que estas haciendo?! sea lo que sea detenlo, no puedes seguir con eso!
Noligma sonrió mostrando sus afilados dientes.
-no puedo... nadie puede
Noligma y el trono empezaron a emitir una onda verdosa que inspiro temor en el corazon del maestro
-¿en... que te estas convirtiendo?
era un pregunta absurda pues ya empezaba a comprender lo
-en el señor de la montaña prohibida por supuesto.
________________________________________
Greed finalmente llego a la torre mas alta de la montaña prohibida, aunque había una luz verde saliendo de la sala del trono, no fuera ver a su amo, tenia una reunión de lo mas inusual.
Greed era de entre las mascotas de Noligma, la mas normal al menos aparentemente, de hecho exceptuando que no comía cadáveres poco se diferenciaba de otros cuervos.
Tal vez por eso las demás mascotas habían empezado sin el.
En la viaja sala del desván, se estaba dando lugar una improvisada reunión de entes no humanos en la cual Greed llegaba tarde.
No era su culpa, Noligma le obligo a hacer una estúpida tarea de ir a enviar una carta a su "amada" (ni que fuera una paloma mensajera)
Como mínimo, recordó, le esperaba una bolsa entera de maíz, pero entre el frió imposible y el golpe que se dio... aquella recompensa quedaba pequeña y nimia que lo enfurecía un poco.
Finalmente aterrizo sonoramente en un viejo poste, que en teoria usaban los humanos para dejar prendas de ropa colgando.
desde allí miro como Lust desde en medio de la sala explicaba la situación.
Ya estaba enterado en parte, pero Lust contó con gran detalle la muerte de Envy, algo horrible y macabra... aunque también algo lúgubre cuando lo menciono a "el".
-miiiiiau....
Pride estaba cómodamente en un cojín y sin abría los ojos maulló sonriente, estaba claro que se alegraba y se jactaba de el penoso fin de la serpiente.
Nunca fue un secreto lo mal que se llevaban pride y envy, por lo que Greed se sorprendió de que lust adquirirá una posición amenazante y incluso silbara a pride quien simplemente alzo la cabeza sorprendida, también lo hizo gluttony asomándose desde su pecera.
Hablando de gluttony estaba evolucionando rápido, ahora tenia 4 paras y cabeza definida, aunque seguía teniendo cola, Envy también había crecido muy rápido en poco tiempo, esperaba que eso no fuera un signo de que gluttony fuera el siguiente en la lista de la parca.
Estaban sorprendidos por el enfado de Lust, pues ella al igual que pride odiaba a envy, pero ella tajantemente explico lo que todos temían.
Wrath y Envy, ambos muertos y en tan poco tiempo...
Lust dejo muy claro su postura golpeando con sus patas el suelo mientras siseaba y creando una figura de tela: la humana de las nieves era la culpable, y había que hacer algo al respecto.
Pride se había levantado y estaba cerca de lust cuando la golpeo con su pata como solo hacen los gatos curiosos, Lust se volvió agresiva y siseo alzando 4 de sus 8 pats mientras el gato retrocedía pero a la vez se erizaba y bufaba.
Básicamente Pride estaba en contra, greed lo comprendía, Pride estuvo con elsa en la carroza y había convertido e Elsa en su esclava humana nº 2.
Greed grazno, para intervenir intentando evitar mas peleas, pero le respondió un croar insistente que animaba la pelea.
entre bufidos, chasquidos, graznidos y croares empezaba a verse una pelea inminente, cuando un aleteo los cayo, los demás se volvieron a greed por un momento pensando que había sido el, pero pronto se volvieron a la capa colgada de donde asomo Sloth.
Para ser la segunda mascota mas pequeña (gluttony aun es un renacuajo, cuando sea un sapo Sloth es el mas pequeño) Sloth era sin discusión el lider de las mascotas de Noligma, ya sea por su sabiduría, por ser el que esta mas tiempo con Noligma, o por que aunque normalmente nunca hacia nada, cuando hacia algo era el mejor.
Sloth sobrevoló la sala y se apoyo en los libros de una librería, repto pro la pared y golpeo con su garra, un libro que engancho y tiro al suelo.
las mascotas no sabían leer, pero reconocieron el libro que Noligma leía en voz alta parar dormir cuando no podía, un árbol genealógico de la familia Maleficus.
Sloth lanzo unos gritos dejando claro lo que a nadie se le había ocurrido argumentar.
Noligma estaba cambiando, como todos los de ese libro antes que el, lo que explicaba la muerte de envy, ahora Noligma seria un señor, y encima estaba a punto de conseguirse una reina... ya no había cabida para la envidia en su vida.
Normal que envy se corrompiera y se aliara con "el"
Wrath era un caso aparte, Greed estuvo presente y sabia que en cierto modo, había sido mala suerte, de no haber atacado a aquellos hombres no estaría muerto... aunque entonces Noligma pudo haber muerto.... fue un sacrificio necesario.
Pero a pesar de todo Lust siseo una amenazante verdad ¿seguiria sucediendo aquello?
Sloth sonrió mostrando sus dientes casi vampiricos mientras lanzaba sonidos chirriantes.
Según su sabiduría podría pasar... o no, al igual que habia pasado con Envy dependía de cada una de las mascotas.
Greed no tenia miedo de acabar como esos 2, aquellos habían sido estúpidos por depender de Noligma.
Adoraba a su amo, pero no daría la vida por el... o al menos se convenció de ello.
Sloth dio por terminado la conversación y se fue a su refugio, mientras Pride se acurrucaba en su cojín, gluttony se quedaba en su pecera, pues no podía ir a ninguna parte.
Lust con su particular forma de moverse se encamino hacia el pasillo a, sin ninguna duda, volver a su telaraña en algún oscuro lugar.
Greed voló hacia ella posándose cerca de ella.
La araña se detuvo y lo miro con sus 8 ojos brillantes, greed intento ganarse su confianza, y dio a entender que a el tampoco le gustaba mucho elsa, era en parte cierto
le gustaba mas antes que ahora, al menos antes tenia una brillante corona, ahora no tenia nada que luciera brillante.
pero como señora de su amo, no le desagradaba, exceptuando el frió que hacia a su alrededor, lo demás no le importaría demasiado.
Lust paso de el, entre ellas las mascotas desconfiaban bastante, en parte por culpa de envy que intento comerse a la mitad con engaños, únicamente Wrath se hacia de confiar... y ya no estaba, algo en el grupo murió con el.
Greed dio un par de saltitos y la adelanto por lo que Lust se volvió amenazante.
-Cruak!!! lust! camino! envy!
era una advertencia, le decía que iba por el mismo camino que envy
¿por que le había dicho eso? Lust estaba vulnerable,alguien tendría que decírselo, ademas, le gustaba ver como le afectaba lo que le había dicho.
Greed se marcho revoloteando, dejando a la araña con sus pensamientos sobre lo que le había dicho.
Pero precisamente por ello le había obligado a llevarla.
Master pensó si terminar el trabajo que envy había empezado, pero desecho la idea, Elsa era un factor... no el problema en si.
habia tardado en averiguarlo, pero envy había demostrado una cosa, aunque Elsa la había matado, había sido Noligma quien acabo con ella ¿que clase de persona ataca a una parte de si? pues una que ya no siente empatía por esa parte de si, Noligma estaba cambiando, un cambio sutil, pero que era mas que evidente.
Elsa entonces nombro a "Wrath" ¡¿por que?! de todas las mascotas ¿por que el lobo? a lo mejor no era nada... o a lo mejor algo importante.
-Quisiera hacer... no importa
Ademas era evidente que ambos habían quedado separados por aquel dramático día, y ninguno sabría que hacer o si quería realmente hacer las paces.
(bueno, algo bueno salio de todo esto)
fue entonces cuando Elsa le dijo "amablemente" que se fuera
-Tenéis razón, ha sido un día muy largo... esperare vuestra respuesta.
NMaster se dio la vuelta y se dirigió a la salida , no había nada mas que lo retuviera allí, ademas tenia un extraño presentimiento.
(sera mejor que me acerque a ver como anda Wrath)
Asi Master se fue sin ver el objeto negro que se choco contra el castillo.
_________________________________________
Un ruido muy fuerte sacudió las puertas del balcón de Elsa.
Allí donde algo había chocado antes de caer al suelo de su balcón.
Greed el cuervo estaba algo desorientado y dolorido por el golpe, pero se reincorporo y miro a Elsa a través del hielo
-Cruak!!! carta! Cruak!!!
el gélido viento que soplaba fuera explico por que el ave habia tenido tan mal aterrizaje.
al abrirle el cuervo entro dando saltitos y una vez dentro se agito enfurruñándose de forma que parecía un pájaro redondo y obeso... o que tenia melena de león.
Una vez elsa le quito la carta atada de su pata el cuerbo salio volando por la puerta aun abierta y se perdio en la inmensidad de un cielo gris y el viento invernal.
- Carta de Noligma:
"mis mas sinceras disculpas de antemano, pero no he tenido mas remedio que marcharme sin despedirme... aunque tampoco habría sabido que deciros o si podía miraros a los ojos.
Ojala pudiera pedirte perdón por los sucesos acaecidos... pero Envy siempre fue una de mis mascotas mas complicadas, ni yo mismo se si comprenderé que promociono su decadencia... aunque esta claro que se debe a que estoy en un proceso de cambio y evolución.
Por ello mismo me veo obligado a suspender nuestras clases, no preví lo que sucedería, y es posible que sigan pasando cosas hasta que acabe mi metamorfosis.
Por ello le he pedido a mi maestro que ocupe mi lugar, petición que espero que DENIEGES.
Lord Master es una buena persona, pero sus facultades están menguadas, y es un entrometido.
De hecho, esa es otra de las razones por las que anticipe mi partida, tu no lo conoces tanto como yo, es un metomentodo, pesado y ademas es bastante siniestro (recuerda que es una carta y no veo tu cara de "y tu no?")
En cualquier caso, ten por seguro que volveré y nos veremos las caras, cuando este seguro de que no suponga un riesgo para nadie.
¿por que lo hago? nunca me han preocupado los demas... pero estoy aprendiendo de la mejor.
besos, el próximo señor de la montaña prohibida
PD: como es posible que cambie, si nos volvemos a ver no me reconoceras..."
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Master andaba airado por los oscuros pasillos del castillo negro cuando finalmente encontró a Noligma, sentado en el trono oscuro.
-¡¿que significa esto Noligma?!
-no te sigo...
Noligma parecía bastante sorprendido como para no creerle
-Wrath... esta muerto... ¡¿por que no me lo dijiste?!
-¿por que no me dijiste que tu mujer esta muerta?
era evidente que era una butrla de pesimo gusto, era evidente que la mujer de Master estaba momificada.
-por que es evidente que no me incumbía... lo mismo le digo... ¡déjeme en paz!
Master no se callo
-no es una nimiedad joven cito! tus mascotas son importantes!
-si lo se... pero da igual, era de esperar de los débiles que están unidos a mi....
Fue entonces cuando Master lo entendió, Noligma lo sabia, lo había sabido siempre, que sus mascotas son parte de el y el de ellas, y aun así seguía con eso que lo ponía todo en peligro
-¡¿que estas haciendo?! sea lo que sea detenlo, no puedes seguir con eso!
Noligma sonrió mostrando sus afilados dientes.
-no puedo... nadie puede
Noligma y el trono empezaron a emitir una onda verdosa que inspiro temor en el corazon del maestro
-¿en... que te estas convirtiendo?
era un pregunta absurda pues ya empezaba a comprender lo
-en el señor de la montaña prohibida por supuesto.
________________________________________
Greed finalmente llego a la torre mas alta de la montaña prohibida, aunque había una luz verde saliendo de la sala del trono, no fuera ver a su amo, tenia una reunión de lo mas inusual.
Greed era de entre las mascotas de Noligma, la mas normal al menos aparentemente, de hecho exceptuando que no comía cadáveres poco se diferenciaba de otros cuervos.
Tal vez por eso las demás mascotas habían empezado sin el.
En la viaja sala del desván, se estaba dando lugar una improvisada reunión de entes no humanos en la cual Greed llegaba tarde.
No era su culpa, Noligma le obligo a hacer una estúpida tarea de ir a enviar una carta a su "amada" (ni que fuera una paloma mensajera)
Como mínimo, recordó, le esperaba una bolsa entera de maíz, pero entre el frió imposible y el golpe que se dio... aquella recompensa quedaba pequeña y nimia que lo enfurecía un poco.
Finalmente aterrizo sonoramente en un viejo poste, que en teoria usaban los humanos para dejar prendas de ropa colgando.
desde allí miro como Lust desde en medio de la sala explicaba la situación.
Ya estaba enterado en parte, pero Lust contó con gran detalle la muerte de Envy, algo horrible y macabra... aunque también algo lúgubre cuando lo menciono a "el".
-miiiiiau....
Pride estaba cómodamente en un cojín y sin abría los ojos maulló sonriente, estaba claro que se alegraba y se jactaba de el penoso fin de la serpiente.
Nunca fue un secreto lo mal que se llevaban pride y envy, por lo que Greed se sorprendió de que lust adquirirá una posición amenazante y incluso silbara a pride quien simplemente alzo la cabeza sorprendida, también lo hizo gluttony asomándose desde su pecera.
Hablando de gluttony estaba evolucionando rápido, ahora tenia 4 paras y cabeza definida, aunque seguía teniendo cola, Envy también había crecido muy rápido en poco tiempo, esperaba que eso no fuera un signo de que gluttony fuera el siguiente en la lista de la parca.
Estaban sorprendidos por el enfado de Lust, pues ella al igual que pride odiaba a envy, pero ella tajantemente explico lo que todos temían.
Wrath y Envy, ambos muertos y en tan poco tiempo...
Lust dejo muy claro su postura golpeando con sus patas el suelo mientras siseaba y creando una figura de tela: la humana de las nieves era la culpable, y había que hacer algo al respecto.
Pride se había levantado y estaba cerca de lust cuando la golpeo con su pata como solo hacen los gatos curiosos, Lust se volvió agresiva y siseo alzando 4 de sus 8 pats mientras el gato retrocedía pero a la vez se erizaba y bufaba.
Básicamente Pride estaba en contra, greed lo comprendía, Pride estuvo con elsa en la carroza y había convertido e Elsa en su esclava humana nº 2.
Greed grazno, para intervenir intentando evitar mas peleas, pero le respondió un croar insistente que animaba la pelea.
entre bufidos, chasquidos, graznidos y croares empezaba a verse una pelea inminente, cuando un aleteo los cayo, los demás se volvieron a greed por un momento pensando que había sido el, pero pronto se volvieron a la capa colgada de donde asomo Sloth.
Para ser la segunda mascota mas pequeña (gluttony aun es un renacuajo, cuando sea un sapo Sloth es el mas pequeño) Sloth era sin discusión el lider de las mascotas de Noligma, ya sea por su sabiduría, por ser el que esta mas tiempo con Noligma, o por que aunque normalmente nunca hacia nada, cuando hacia algo era el mejor.
Sloth sobrevoló la sala y se apoyo en los libros de una librería, repto pro la pared y golpeo con su garra, un libro que engancho y tiro al suelo.
las mascotas no sabían leer, pero reconocieron el libro que Noligma leía en voz alta parar dormir cuando no podía, un árbol genealógico de la familia Maleficus.
Sloth lanzo unos gritos dejando claro lo que a nadie se le había ocurrido argumentar.
Noligma estaba cambiando, como todos los de ese libro antes que el, lo que explicaba la muerte de envy, ahora Noligma seria un señor, y encima estaba a punto de conseguirse una reina... ya no había cabida para la envidia en su vida.
Normal que envy se corrompiera y se aliara con "el"
Wrath era un caso aparte, Greed estuvo presente y sabia que en cierto modo, había sido mala suerte, de no haber atacado a aquellos hombres no estaría muerto... aunque entonces Noligma pudo haber muerto.... fue un sacrificio necesario.
Pero a pesar de todo Lust siseo una amenazante verdad ¿seguiria sucediendo aquello?
Sloth sonrió mostrando sus dientes casi vampiricos mientras lanzaba sonidos chirriantes.
Según su sabiduría podría pasar... o no, al igual que habia pasado con Envy dependía de cada una de las mascotas.
Greed no tenia miedo de acabar como esos 2, aquellos habían sido estúpidos por depender de Noligma.
Adoraba a su amo, pero no daría la vida por el... o al menos se convenció de ello.
Sloth dio por terminado la conversación y se fue a su refugio, mientras Pride se acurrucaba en su cojín, gluttony se quedaba en su pecera, pues no podía ir a ninguna parte.
Lust con su particular forma de moverse se encamino hacia el pasillo a, sin ninguna duda, volver a su telaraña en algún oscuro lugar.
Greed voló hacia ella posándose cerca de ella.
La araña se detuvo y lo miro con sus 8 ojos brillantes, greed intento ganarse su confianza, y dio a entender que a el tampoco le gustaba mucho elsa, era en parte cierto
le gustaba mas antes que ahora, al menos antes tenia una brillante corona, ahora no tenia nada que luciera brillante.
pero como señora de su amo, no le desagradaba, exceptuando el frió que hacia a su alrededor, lo demás no le importaría demasiado.
Lust paso de el, entre ellas las mascotas desconfiaban bastante, en parte por culpa de envy que intento comerse a la mitad con engaños, únicamente Wrath se hacia de confiar... y ya no estaba, algo en el grupo murió con el.
Greed dio un par de saltitos y la adelanto por lo que Lust se volvió amenazante.
-Cruak!!! lust! camino! envy!
era una advertencia, le decía que iba por el mismo camino que envy
¿por que le había dicho eso? Lust estaba vulnerable,alguien tendría que decírselo, ademas, le gustaba ver como le afectaba lo que le había dicho.
Greed se marcho revoloteando, dejando a la araña con sus pensamientos sobre lo que le había dicho.
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Yer Noligma
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Re: Aquí estoy, y aquí me quedo [Noligma]
El silencio pesaba y era denso, pero Elsa lo recibió como quien recibe a un antiguo amante, una realidad irónica y absurda. Aún así, algo era diferente en él… O en ella misma. No era como otras veces. Sus propios pasos retumbaban en lo alto de las paredes, el viento aullaba y silbaba al acariciar las torres y aún así, la ausencia de sonido era sepulcral, pero no tranquilizadora. Volvía a notar ese vacío, que si bien no era igual, no distaba mucho del que se apoderaba de ella cada vez que alguien del entorno la abandonaba. Pensó que se debía al lugar, pero no era así. Tampoco quería averiguar nada, porque sospechaba que conocía de sobra la respuesta. No era la soledad del palacio lo que temía, sino la que sentía dentro de sí misma.
La idea de un pequeño ejército nevado había quedado absolutamente descartada, pues su función principal carecía de sentido alguno en tales circunstancias. Había sido una decisión precipitada y airada, con el objetivo de convencerse a sí misma de que había que poner distancias. Nadie iba a venir hasta allí… Al menos no él. Eso era lo que había querido en un principio, ¿Verdad? Y seguiría manteniendo esa realidad impostora hasta el final, buscando creérsela a toda costa aunque no fuese cierta. Sería raro admitir lo contrario, pues eso generaba en ella una sensación de extrañeza e inseguridad al sentir que sus emociones se agarraban a otra persona que no compartía lazos sanguíneos con ella. No, no lo diría jamás.
Un sonoro golpe la sacó de sus cavilaciones, atrayéndola de nuevo a la realidad. Abrió las puertas de par en par y miró con cierta sorpresa la bola de plumas que había caído sobre el balcón. Lo reconoció casi de inmediato, y alargó las manos hacia él ignorando el vértigo que ascendía por la boca de su estómago, arrancando un rubor de sus mejillas.
-“Sólo es su cuervo”-Pensó, para convencerse de lo errático de su conducta. No quería saber lo que pensaría Noligma si la viese, seguro que se reiría de ella, lo cual la hizo enfurecer. Eso no era normal, así como tampoco el hielo que se resquebrajaba de las paredes, y las estacas que crecían de la misma.
Agarró el papel, y ni siquiera le dio tiempo de acariciar el plumaje oscuro cuando este salió volando. Igual le tenía miedo, quien sabía si su fama como asesina de mascotas no había llegado tan lejos. A fin de cuentas, Master le había hablado de la vinculación que había entre el brujo y sus mascotas…
Desdobló el papel con temor quedo. Esperaba amenazas, o incluso algún tipo de maldición, pero lo que encontró fue bien distinto cuando comenzó a leer la estilizada caligrafía. Su expresión cambiaba por momentos mientras sus ojos se perdían entre las líneas que dibujaban trazos en el pergamino, y tuvo que revisarla varias veces antes de poder asimilarla completamente. Seguía teniendo varias interrogantes, como el hecho de ¿Por qué le había pedido a su maestro que la tutelase si pretendía que lo rechazase? Nada tenía sentido, aunque eso venía a ser habitual. Casi soltó una sonrisa, pero cambió su expresión por una más incómoda al ver entre líneas que el parecía conocerla bien. Eso le daba miedo, no quería que viesen a través de ella. En cualquier caso, le reina ya lo había hecho…Se preguntó si debía responder de algún modo, mientras acariciaba la textura rugosa con un dedo, distraída. Se palpó el pómulo, sacudiendo la cabeza turbada. No lo haría, no tenía medios para ello y temía que si lo hacía, se dejase en evidencia, demostrando las cosas que debían permanecer escondidas de los demás, en especial de Noligma. Además, tampoco sabía expresarse… Sólo lograría mostrar una misiva fría y distante.
Volvería. Había dicho que lo haría... Elsa no sabía si a modo de amenaza o simplemente era su forma de expresarse, pero no tenía miedo de ese futuro encuentro, al menos de eso se convencía, y cuando lo hiciese podría explicarle… Decirle… Bueno, se disculparía a su manera y trataría de ser menos orgullosa, aunque no sabía realmente como reaccionaría. El daño que le había causado a Noligma no podía arreglarse con palabras bienintencionadas, y cualquier método de compensación parecía ridículo... Pero él era quien había traído a Envy... La situación era extraña. Si la reina no fuese una criatura anormal nada de eso hubiese sucedido, y el conservaría sus siete partes intactas, aún así, no lamentaba haberle conocido. Lo que lamentaba eran los acontecimientos.
¿Cambio? ¿A qué cambio se refería? Viniendo de él, podría ser casi cualquier cosa. Cerró los ojos, sosegada, se estaba volviendo loca. Sería pusilánime confiar en esas letras a ciegas y después llevarse una decepción si después no aparecía, la reina había aprendido que no podía esperar nada del resto, por mucho que lo desease. La paciencia era la madre de la ciencia. Pasase lo que pasase, no se atendría a nada. Hasta entonces, aguardaría, preguntándose cuanto tiempo habría de pasar.
-"No sientas"-Se dijo-"No ha de saber..."
Dobló el pergamino inconscientemente entre sus dedos, mientras estos le daban forma, y dejó de ser una hoja arrugada para convertirse en un cisne de papel, que se congeló de inmediato entre sus manos, volviéndose de cristal.
La idea de un pequeño ejército nevado había quedado absolutamente descartada, pues su función principal carecía de sentido alguno en tales circunstancias. Había sido una decisión precipitada y airada, con el objetivo de convencerse a sí misma de que había que poner distancias. Nadie iba a venir hasta allí… Al menos no él. Eso era lo que había querido en un principio, ¿Verdad? Y seguiría manteniendo esa realidad impostora hasta el final, buscando creérsela a toda costa aunque no fuese cierta. Sería raro admitir lo contrario, pues eso generaba en ella una sensación de extrañeza e inseguridad al sentir que sus emociones se agarraban a otra persona que no compartía lazos sanguíneos con ella. No, no lo diría jamás.
Un sonoro golpe la sacó de sus cavilaciones, atrayéndola de nuevo a la realidad. Abrió las puertas de par en par y miró con cierta sorpresa la bola de plumas que había caído sobre el balcón. Lo reconoció casi de inmediato, y alargó las manos hacia él ignorando el vértigo que ascendía por la boca de su estómago, arrancando un rubor de sus mejillas.
-“Sólo es su cuervo”-Pensó, para convencerse de lo errático de su conducta. No quería saber lo que pensaría Noligma si la viese, seguro que se reiría de ella, lo cual la hizo enfurecer. Eso no era normal, así como tampoco el hielo que se resquebrajaba de las paredes, y las estacas que crecían de la misma.
Agarró el papel, y ni siquiera le dio tiempo de acariciar el plumaje oscuro cuando este salió volando. Igual le tenía miedo, quien sabía si su fama como asesina de mascotas no había llegado tan lejos. A fin de cuentas, Master le había hablado de la vinculación que había entre el brujo y sus mascotas…
Desdobló el papel con temor quedo. Esperaba amenazas, o incluso algún tipo de maldición, pero lo que encontró fue bien distinto cuando comenzó a leer la estilizada caligrafía. Su expresión cambiaba por momentos mientras sus ojos se perdían entre las líneas que dibujaban trazos en el pergamino, y tuvo que revisarla varias veces antes de poder asimilarla completamente. Seguía teniendo varias interrogantes, como el hecho de ¿Por qué le había pedido a su maestro que la tutelase si pretendía que lo rechazase? Nada tenía sentido, aunque eso venía a ser habitual. Casi soltó una sonrisa, pero cambió su expresión por una más incómoda al ver entre líneas que el parecía conocerla bien. Eso le daba miedo, no quería que viesen a través de ella. En cualquier caso, le reina ya lo había hecho…Se preguntó si debía responder de algún modo, mientras acariciaba la textura rugosa con un dedo, distraída. Se palpó el pómulo, sacudiendo la cabeza turbada. No lo haría, no tenía medios para ello y temía que si lo hacía, se dejase en evidencia, demostrando las cosas que debían permanecer escondidas de los demás, en especial de Noligma. Además, tampoco sabía expresarse… Sólo lograría mostrar una misiva fría y distante.
Volvería. Había dicho que lo haría... Elsa no sabía si a modo de amenaza o simplemente era su forma de expresarse, pero no tenía miedo de ese futuro encuentro, al menos de eso se convencía, y cuando lo hiciese podría explicarle… Decirle… Bueno, se disculparía a su manera y trataría de ser menos orgullosa, aunque no sabía realmente como reaccionaría. El daño que le había causado a Noligma no podía arreglarse con palabras bienintencionadas, y cualquier método de compensación parecía ridículo... Pero él era quien había traído a Envy... La situación era extraña. Si la reina no fuese una criatura anormal nada de eso hubiese sucedido, y el conservaría sus siete partes intactas, aún así, no lamentaba haberle conocido. Lo que lamentaba eran los acontecimientos.
¿Cambio? ¿A qué cambio se refería? Viniendo de él, podría ser casi cualquier cosa. Cerró los ojos, sosegada, se estaba volviendo loca. Sería pusilánime confiar en esas letras a ciegas y después llevarse una decepción si después no aparecía, la reina había aprendido que no podía esperar nada del resto, por mucho que lo desease. La paciencia era la madre de la ciencia. Pasase lo que pasase, no se atendría a nada. Hasta entonces, aguardaría, preguntándose cuanto tiempo habría de pasar.
-"No sientas"-Se dijo-"No ha de saber..."
Dobló el pergamino inconscientemente entre sus dedos, mientras estos le daban forma, y dejó de ser una hoja arrugada para convertirse en un cisne de papel, que se congeló de inmediato entre sus manos, volviéndose de cristal.
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