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buscando informacion (libre)
Lugar: Burdel Le Masquerade
Seiyu miro sin muchos animos volvio a preguntar por enesima vez
-pero... ¿que hacemos aqui?
Ralth suspiro pero tuvo paciencia de explicarlo
-buscar informacion ¿recuerdas?
-¿no deberiamos estar rescatando a Elsa? no se, despues de lo del bosque...
-hay que buscar mas informacion...
-ya sabemos donde esta ¿que mas quieres buscar?
-informacion sobre la montaña prohibida por ejemplo... su dueño, peligros, formas de entrada... lo que sea...
-y encima has dejado a Anna y ...
-si las hemos dejado solas, no podian acompañarnos a donde vamos...
-pero... ¿por que?
-obviamente, nadie debe saber que la reina Anna se pasea por hay lejos de su reino...
Habia otra razon, sin duda anna y leana son lo suficientemente listas para saber que el sitio adonde iban eran indecente con mayusculas... si Seiyu lo supiera, se pondria muy ... pero que muy pesado y encima los hecharian , por que seguro que monta un escandalo.
Y a Ralths le gustaba "la Masquerade" un lugar oscuro y con gran servicio... ¿que mas podia pedir? no obstante esta vez era por trabajo, asi que merecia la pena llevarse a Seiyu para recordarselo a si mismo y no irse por las ramas.
cuando entraron una chica muy sesy les llevo a una mesa para dos, cuandos e fue Seiyu dijo
-hay que ver que sorprendente es la gente... ¿con tan poca ropa no tiene frio?
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seiyu
Soldado raso de la Bruja
Re: buscando informacion (libre)
Off: Con permiso, la señora del local hace su aparición~
La máscara negra ocultaba sus facciones, aunque dejaba libres sus labios para poder beber con tranquilidad el contenido de la copa. Vino de la condesa, afrutado y de un intenso color rojo, una delicia a su paladar, sin duda. Con un dedo empujó hacia atrás su antifaz, adornado con plumas de cisne negro, e hizo un gesto a uno de los chicos con la mano. Cecil acudió raudo y veloz.
-¿Sí?-Preguntó el muchacho. Era rubio, alto y bien parecido. Sus ojos azules reflejaban astucia, la necesaria para desenvolverse con soltura en el lugar y salir airoso de todo lo que se propusiese. Cecil era el mayor chismoso de todo el burdel, y uno de los contactos más valiosos para Morrigan.
-¿Dónde está tu hermana?-Preguntó con irritación. Cecilia, la gemela. Ambos jóvenes eran muy codiciados dentro del burdel, no sólo por su similitud física, sino por sus otros talentos nada depreciables.
-Está atendiendo al barón Collingwood-Susurró en tono confidencial a su oído.
-¿El barón?-Morrigan arrugó la nariz, pero su gesto no fue perceptible al llevar la máscara-Hazla llamar y dile que deje de perder el tiempo. Ese miserable no paga, lo quiero fuera de mi local ahora.
Cecil asintió servicial, haciendo una reverencia. Sin duda sabía como pasar desapercibido, en cambio Cecilia… Ah, tendría que despedirla pronto, demasiado atolondrada y bocazas como para mantenerla dentro… Aunque fuera era peligrosa, básicamente porque sabía demasiado.
Dejó la copa a un lado y alzó una ceja al ver entrar a un par de sujetos de aspecto pintoresco… Esa no parecía la típica clientela de Le Masquerade, acostumbrada a recibir la visita de nobles y burgueses con gran poder económico.
-Cecil-Lo llamó, y este se detuvo justo cuando se disponía a marcharse-¿Quiénes son esos?
-No lo sé-Replicó el chico, confuso en cierto modo, de no saber quienes eran-¿Quieres que le diga a Ivan que los eche?
Morrigan sacudió la mano para quitar hierro al asunto.
-No, todavía no… Dile a Claudia que les acerque una copa, pero del vino más barato, y después veremos que pasa-Sacó un abanico negro de encaje y comenzó a echarse aire-Que les diga que invita la casa.
La máscara negra ocultaba sus facciones, aunque dejaba libres sus labios para poder beber con tranquilidad el contenido de la copa. Vino de la condesa, afrutado y de un intenso color rojo, una delicia a su paladar, sin duda. Con un dedo empujó hacia atrás su antifaz, adornado con plumas de cisne negro, e hizo un gesto a uno de los chicos con la mano. Cecil acudió raudo y veloz.
-¿Sí?-Preguntó el muchacho. Era rubio, alto y bien parecido. Sus ojos azules reflejaban astucia, la necesaria para desenvolverse con soltura en el lugar y salir airoso de todo lo que se propusiese. Cecil era el mayor chismoso de todo el burdel, y uno de los contactos más valiosos para Morrigan.
-¿Dónde está tu hermana?-Preguntó con irritación. Cecilia, la gemela. Ambos jóvenes eran muy codiciados dentro del burdel, no sólo por su similitud física, sino por sus otros talentos nada depreciables.
-Está atendiendo al barón Collingwood-Susurró en tono confidencial a su oído.
-¿El barón?-Morrigan arrugó la nariz, pero su gesto no fue perceptible al llevar la máscara-Hazla llamar y dile que deje de perder el tiempo. Ese miserable no paga, lo quiero fuera de mi local ahora.
Cecil asintió servicial, haciendo una reverencia. Sin duda sabía como pasar desapercibido, en cambio Cecilia… Ah, tendría que despedirla pronto, demasiado atolondrada y bocazas como para mantenerla dentro… Aunque fuera era peligrosa, básicamente porque sabía demasiado.
Dejó la copa a un lado y alzó una ceja al ver entrar a un par de sujetos de aspecto pintoresco… Esa no parecía la típica clientela de Le Masquerade, acostumbrada a recibir la visita de nobles y burgueses con gran poder económico.
-Cecil-Lo llamó, y este se detuvo justo cuando se disponía a marcharse-¿Quiénes son esos?
-No lo sé-Replicó el chico, confuso en cierto modo, de no saber quienes eran-¿Quieres que le diga a Ivan que los eche?
Morrigan sacudió la mano para quitar hierro al asunto.
-No, todavía no… Dile a Claudia que les acerque una copa, pero del vino más barato, y después veremos que pasa-Sacó un abanico negro de encaje y comenzó a echarse aire-Que les diga que invita la casa.
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Morrigan
Noble de Marshovia y Nigromante
Re: buscando informacion (libre)
Off: Este post es antes o después de este post?
Con cuidado, equilibro la bandeja con las dos copas de vino. Claudia estaba a punto de conseguir un cliente que le pagaba muy bien, por lo que me mandó a mí entregar el pedido solicitado.
Avanzo por los pasillos, asustada cuando otros clientes tratan de tocarme, pero logro escabullirme hasta llegar a la mesa donde dos jóvenes soldados me aguardan. Sus ropas no son para nada elegantes, tal cual me dijo Claudia, quien antes había hablado con Cecil.
Cecil es un hombre muy guapo y siempre bien vestido. Los dos soldados en cambio, hasta tienen un poco de barro no sólo en las botas.
- Buenas noches. Aqui están sus copas. -digo mientras las pongo una delante de cada uno- ¿Necesitan algo más? -pregunto gentil, a la espera de un pedido de comida. No se me ocurre que podrían solicitar los servicios de mi cuerpo.
Con cuidado, equilibro la bandeja con las dos copas de vino. Claudia estaba a punto de conseguir un cliente que le pagaba muy bien, por lo que me mandó a mí entregar el pedido solicitado.
Avanzo por los pasillos, asustada cuando otros clientes tratan de tocarme, pero logro escabullirme hasta llegar a la mesa donde dos jóvenes soldados me aguardan. Sus ropas no son para nada elegantes, tal cual me dijo Claudia, quien antes había hablado con Cecil.
Cecil es un hombre muy guapo y siempre bien vestido. Los dos soldados en cambio, hasta tienen un poco de barro no sólo en las botas.
- Buenas noches. Aqui están sus copas. -digo mientras las pongo una delante de cada uno- ¿Necesitan algo más? -pregunto gentil, a la espera de un pedido de comida. No se me ocurre que podrían solicitar los servicios de mi cuerpo.
- A Lady Hellberg:
- Off: Si Morrigan no me quiere aquí, es sólo "ocuparme" con un cliente y saldré del gran salón.
Re: buscando informacion (libre)
- off:
- obviamente es despues de ese post, pero algunas cosas que sucedan en este post dependen de ese tema, asi que intentare no adelantar mucho
La pronta alegria y jubilo del local parecia no tener fin, cuando un nuevo carro aparco ante el burdel, al parecer venia mas gente.
Las puertas nuevamente se abrieron, y 5 encapuchados entraron sin quitarse las capas o la capucha.
Su aptitud calmo un poco la gente, los mas cautelosos observaron.
Aunque una guapa mujer se les hacerco no saludaron, no rieron, ni dijeron piropos o una rapida nalgada, simplemente la obviaron completamente como si no hubiera dicho nada y prosiguieron su camino hasta una mesa apartada.
Alli permanecieron mirandose entre si.
Ahora sus rostros bajo la capucha estaban ocultos tras mascaras.
La primera era una pequeña figura con la mascara de un rostro alegre e infantil.
el segundo era mas alto y tenia una mascara blanca con un rostro femenino
de labios rojos como la sangre representado en el, unos cabellos negros sobresalian por un lado de la mascara.
El tercero era de figura de avispa insinuante, caderas y pechos amplios se notaban incluso bajo la ropa, su mascara era de un ave.
El cuarto era el mas alto, varios cinturones ataban los repliegues de la capa, y su mascara era un rostro dividido entre sonriente y triste algo que le daba un aspecto anormal.
El ultimo parecia igual de alto que el anterior, pero su capa tenia grandes aperturas y una gran campana por lo que parecia femenina, su mascara era un rostro duro y serio.
Aparte de su aspecto algo macabro, el hecho de que la mayoria parecieran mujeres, hizo que alguno pensara que su mujer, encapuchada, habia ido a ver si le pillaba.
Los extrañ@s estaban espantando a los clientes ... y no habian hecho consumicion alguna.
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Yer Noligma
Heredero de la Montaña Prohibida
Re: buscando informacion (libre)
La paciencia era un vergel que pocos podían jactarse de beber. Morrigan siguió agitando el abanico con condescendencia, observando al pintoresco par, preguntándose cuanto dinero llevarían encima. Supuso que no mucho, a judgar por sus ropajes de mercenarios, tan sucios como el propio camino. Claro que, las apariencias siempre engañan, ¿Verdad? Tomó un sorbo de su bebida, mientras observaba como era una melena rubia en vez de una castaña de rizos la que atendía a los nuevos clientes. Vaya, Cenicienta. Aquello no la importunó, a decir verdad. La observó a través de los encajes del abanico, evaluando su conducta mentalmente, mientras observaba que a pesar de su timidez, sus modales parecían más refinados que cuando llegó al hogar. Tal vez, y sólo tal vez, por buen comportamiento decidiese devolverle su bonito, pero manchado de sangre, vestido… O al menos se lo haría creer. La verdad era que Morrigan no solía prestar demasiada atención a las chicas del burdel, pero ella era su “joya” personal.
Pero se vio obligada a apartar la mirada del trío para concentrarse en la entrada. Como era de esperar, nuevos clientes enmascarados irrumpieron en el local. Sin duda, cubrir los rostros era el sello de la casa Le Masquerade. Siempre, todos y cada uno de los clientes, cubrían sus facciones para evitar ser reconocidos por cualquiera. Era una buena forma de mantener el anonimato cuando se paseaban por las salas comunes, aunque por supuesto, pocos eran los que lograban mantener sus identidades fuera del alcance de la dueña. Porque las chicas se lo contaban todo, y si no, lo averiguaba ella.
Particularmente esta vez se llevó una decepción al constatar que no tenía ni idea de quienes eran los presentes. Vaya, demasiados desconocidos en un día. Posiblemente Cecil tuviese la respuesta, pero en ese momento había de estar ocupado buscando a la atolondrada de su hermana. Decidió esperar, analizándolos desde su posición con ojo experto, a la espera de que cualquier gesto o palabra los delatasen como algún miembro de la nobleza local o extranjera. A fin de cuentas, Morrigan había viajado mucho y había conocido a mucha gente. Quien sabía. Sin embargo, la crispación que semejantes y dispares presencias generaban en el resto de la clientela empezaba a contrariarla, pues no en vano su local era un lugar donde los que poseían buen poder adquisitivo acudían a relajarse. La frustración general no le agradaba en absoluto, pues eso significaba menos dinero en sus arcas. Chasqueó la lengua, dispuesta a llamar a Iván para que, educadamente, echase a aquel grupo de Le Masquerade. Por muy intrigada que se sintiese, los negocios eran siempre los negocios.
Cecial apareció de pronto a su lado.
-Mi señora-Susurró en su oído-Debo comunicaros algo importante.
-Ahora no-Espetó, sin apartar sus ojos de la manzana de la discordia.
-Es importante, mi señora-Repitió este. Su voz así lo corroboraba, pero lady Hellberg seguía clavando sus orbes violetas en ellos.
-He dicho que ahora no-Atajó.
-Claudia-Dijo al fin Cecil-Está en el patio interior. Alguien…-Oyó como tragaba saliva-Alguien la ha matado, Lady Hellberg.
La copa resvaló de sus manos y el contenido carmesí se esparció con rapidez por la mesa. La morena se separó con garbo y elegancia, para evitar que su vestido se ensuciase con el vino. Aquel día, para variar, llevaba un recatado y estricto atuendo negro, coronado por un pañuelo de encaje con un brolle de color rojo intenso, a la altura de su cuello, a juego con la máscara. Se giró para mirar a Cecil, taladrándolo como si este pudiese llegar a estar diciendo algo incorrecto, pero el chico no mentía. Desvió la mirada hacia donde se hallaba Cenicienta y alterno con Cecil.
-¿Estás seguro?
-Completamente. Hace apenas unos minutos que la vi en el pasillo oeste, y me comunicó que había relegado su tarea en Danielle para encargarse de un cliente generoso-Se apartó un mechón rubio de sus ojos de zafiro-Sía la acaba de descubrir y yo mismo he podido comprobarlo personalmente.
Aquello era harto preocupante. Nada sucedía sin que ella lo supiese, y mucho menos, nadie se atrevía a dañar a sus chicas. Si bien Morrigan no sentía afecto hacia ellas, le dolía en el fondo que alguien se atreviese a dañar la mercancía, y eso era, en toda regla, un ataque personal. No lograba discernir, a simple vista, que había podido suceder. Nadie sabia que suyo era el burdel, entonces, ¿Debía creer que era fortuito o llanamente planeado? Pensar mal siempre era la mejor opción.
Suerte que Cenicienta la había sustituido… Aunque tampoco había que entrar en sentimentalismos, que no los había, a Morrigan le gustaba mantener lejos de las manos ajenas sus mejores bazas.
Hizo un gesto hacia Cecil para que marchase al lugar, y ella se encaminó lentamente hacia donde estaba la joven de cabello rubio, conversando con los dos mercenarios.
-Disculpa, querida-Se apartó el cabello, liso, detrás de la oreja, y acarició con las manos la espalda de la jovencita-¿Podrías acompañarme un segundo? Me gustaría conversar contigo… En privado-Se mordió el labio inferior en un gesto que trataba de resultar sensual, y la agarró disimuladamente del brazo, apretando los dedos contra este. Fingía ser una clienta más, pero buscaba su atención concreta-Por favor. Espero que no les moleste que se la robe, sólo un poco-Guiñó un ojo bajo la máscara, y tiró de Cenicienta-Apresúrate-Susurró-Tenemos una emergencia.
No le hacía gracia dejar el percal tal y como estaba, con tanto desconocido suelto, sin embargo, tenía un crimen que resolver y era urgente. Caminó tirando por uno de los pasillos que conducían a las estancias de placer, pero se desvió en el último minuto, para caminar hacia donde Cecil le había indicado: El patio interior, una zona restringida sólo para personal autorizado.
-¿Con quien estaba Claudia?-Preguntó, mientras caminaban. La sala no quedaba muy lejos, pero ella podía sentirlo: Un cuerpo aún caliente, pero igualmente sin vida.
Pero se vio obligada a apartar la mirada del trío para concentrarse en la entrada. Como era de esperar, nuevos clientes enmascarados irrumpieron en el local. Sin duda, cubrir los rostros era el sello de la casa Le Masquerade. Siempre, todos y cada uno de los clientes, cubrían sus facciones para evitar ser reconocidos por cualquiera. Era una buena forma de mantener el anonimato cuando se paseaban por las salas comunes, aunque por supuesto, pocos eran los que lograban mantener sus identidades fuera del alcance de la dueña. Porque las chicas se lo contaban todo, y si no, lo averiguaba ella.
Particularmente esta vez se llevó una decepción al constatar que no tenía ni idea de quienes eran los presentes. Vaya, demasiados desconocidos en un día. Posiblemente Cecil tuviese la respuesta, pero en ese momento había de estar ocupado buscando a la atolondrada de su hermana. Decidió esperar, analizándolos desde su posición con ojo experto, a la espera de que cualquier gesto o palabra los delatasen como algún miembro de la nobleza local o extranjera. A fin de cuentas, Morrigan había viajado mucho y había conocido a mucha gente. Quien sabía. Sin embargo, la crispación que semejantes y dispares presencias generaban en el resto de la clientela empezaba a contrariarla, pues no en vano su local era un lugar donde los que poseían buen poder adquisitivo acudían a relajarse. La frustración general no le agradaba en absoluto, pues eso significaba menos dinero en sus arcas. Chasqueó la lengua, dispuesta a llamar a Iván para que, educadamente, echase a aquel grupo de Le Masquerade. Por muy intrigada que se sintiese, los negocios eran siempre los negocios.
Cecial apareció de pronto a su lado.
-Mi señora-Susurró en su oído-Debo comunicaros algo importante.
-Ahora no-Espetó, sin apartar sus ojos de la manzana de la discordia.
-Es importante, mi señora-Repitió este. Su voz así lo corroboraba, pero lady Hellberg seguía clavando sus orbes violetas en ellos.
-He dicho que ahora no-Atajó.
-Claudia-Dijo al fin Cecil-Está en el patio interior. Alguien…-Oyó como tragaba saliva-Alguien la ha matado, Lady Hellberg.
La copa resvaló de sus manos y el contenido carmesí se esparció con rapidez por la mesa. La morena se separó con garbo y elegancia, para evitar que su vestido se ensuciase con el vino. Aquel día, para variar, llevaba un recatado y estricto atuendo negro, coronado por un pañuelo de encaje con un brolle de color rojo intenso, a la altura de su cuello, a juego con la máscara. Se giró para mirar a Cecil, taladrándolo como si este pudiese llegar a estar diciendo algo incorrecto, pero el chico no mentía. Desvió la mirada hacia donde se hallaba Cenicienta y alterno con Cecil.
-¿Estás seguro?
-Completamente. Hace apenas unos minutos que la vi en el pasillo oeste, y me comunicó que había relegado su tarea en Danielle para encargarse de un cliente generoso-Se apartó un mechón rubio de sus ojos de zafiro-Sía la acaba de descubrir y yo mismo he podido comprobarlo personalmente.
Aquello era harto preocupante. Nada sucedía sin que ella lo supiese, y mucho menos, nadie se atrevía a dañar a sus chicas. Si bien Morrigan no sentía afecto hacia ellas, le dolía en el fondo que alguien se atreviese a dañar la mercancía, y eso era, en toda regla, un ataque personal. No lograba discernir, a simple vista, que había podido suceder. Nadie sabia que suyo era el burdel, entonces, ¿Debía creer que era fortuito o llanamente planeado? Pensar mal siempre era la mejor opción.
Suerte que Cenicienta la había sustituido… Aunque tampoco había que entrar en sentimentalismos, que no los había, a Morrigan le gustaba mantener lejos de las manos ajenas sus mejores bazas.
Hizo un gesto hacia Cecil para que marchase al lugar, y ella se encaminó lentamente hacia donde estaba la joven de cabello rubio, conversando con los dos mercenarios.
-Disculpa, querida-Se apartó el cabello, liso, detrás de la oreja, y acarició con las manos la espalda de la jovencita-¿Podrías acompañarme un segundo? Me gustaría conversar contigo… En privado-Se mordió el labio inferior en un gesto que trataba de resultar sensual, y la agarró disimuladamente del brazo, apretando los dedos contra este. Fingía ser una clienta más, pero buscaba su atención concreta-Por favor. Espero que no les moleste que se la robe, sólo un poco-Guiñó un ojo bajo la máscara, y tiró de Cenicienta-Apresúrate-Susurró-Tenemos una emergencia.
No le hacía gracia dejar el percal tal y como estaba, con tanto desconocido suelto, sin embargo, tenía un crimen que resolver y era urgente. Caminó tirando por uno de los pasillos que conducían a las estancias de placer, pero se desvió en el último minuto, para caminar hacia donde Cecil le había indicado: El patio interior, una zona restringida sólo para personal autorizado.
-¿Con quien estaba Claudia?-Preguntó, mientras caminaban. La sala no quedaba muy lejos, pero ella podía sentirlo: Un cuerpo aún caliente, pero igualmente sin vida.
- A Ceni:
- Morrigan si te quiere aquí xD. Si no te gusta cualquier cosa del post, mándame mp y lo cambio
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Morrigan
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Re: buscando informacion (libre)
Finalmente se sentaron en una mesa
-valla Ralth... este lugar parece de clase alta... seguro que no te has equivocado de sitio?
Ralths suspiro como respuesta
-si, no hagas el ridiculo ¿entendido?
Seiyu asintio mientras buscaba algo con la mirada
- ¿y donde esta el cartel con el menu del dia?... quiero saber que se ha preparado hoy.
Ralths fue a reprenderle, pero recordo que Seiyu no sabia donde estaban, para el seria una taberna de lujo o algo asi.
-tu tomate lo que te den... y ya esta
Finalmente una chica guapa les atendio sirbiendoles una copa a cada uno
-Creo que se ha equivocado... aun no hemos pedido nada
Ralths no pudo reprenderlo esa vez por que examinaba a un grupo que acababa de llegar.
-¡pues ya que lo dice! Unas costillas con guarnicion no estaria mal... hay!!!
Esta vez Ralths di estaba atento y le dio un golpe repentino en la nuca, mas sonoro que dañino, lo que distrajo a la gente de los siestros recien llegados.
-te lo adverti, comportate... no hemos venido a comer.
Seiyu fue a protestar, pero un increible bombon se les acerco, pelo negro, ropa negra, con el rostro cuvierto con una mascara, pero Ralths no dudaba que seria guapa.
No es que desdeñara a la camarera, era guapa, pero ademas de parecer cara, tenia un cierto halo de inocencia, como Seiyu... y eso que trabaja en un burdel.
Ralth se decantaba mas por la experiencia y la deddicacion, una mujer que le hiciera olvidar sus penas, no una que tiene que preguntar por cada paso para hacer el coito.
Naturalmente eran conjeturas, a lo mejor ella le sorprendia... pero lo de costosa era ciierto sin duda, solo habia que ver como la roa se le ajustaba y a pesar de taparla mostraba su figura, las mas baratas enseñan mas por que deben atraer clientes facilones.
Una mujer mas o menos recatada como aquella era para nobles... aunque ¿que mas da la diferencia?
Para nobles o no, al final todas acaban cayendo al nivel de facilonas, cuando han sido demasiado usadas o la edad empieza a notarse.
Volviendo a la recien llegada. Ahora que la veia le sonaba su mascara, sin duda de las otras veces que habia venido al establecimiento.
"Tranquilizate... esa mujer es de otro nivel, contentate con Claudia que esta mas al alcanse de tu bolsillo"
Ademas sus pensamientos se reforzaron cuando ella... exigio la compañia de la camarera.
Ralths pestañeo sorprendido y imaginando lo que esas dos iban a hacer
"Pobre camarera, esa tenia pinta de irle lo duro"
Ralth volvio a la realidad cuando vio a Seiyu muy serio, algo tan raro en el que Ralth reacciono por instinto.
-Perdona por golpearte, ha sido... bueno, si quieres te invito a comer.
Seiyu pestañeo como sorprendido y sonriendo nego con la cabeza
-tranquilo! No es eso, ademas ya no tengo hambre.
Ralth le toco ahora el turno de pestañear, hacia un momento Seiyu tenia hambre
- ¿y eso ahora?
Seiyu miro atras a donde habian desaparecido las mujeres
- se que es extraño, pero hace un momento, esa mujer olia a cadaber...
Ralth olfateo el ambiente, pero solo olio a un rastro de colonia delicada y el vino de la mesa.
-imaginaciones tuyas
Ralth no lo llamaria miedo, pero habia descuvierto recientemente que Seiyu evitaba los cadaveres, Ralth empezaba a entrever por que, pero le daba miedo pensar en lo que eso significaba.[/color]
-valla Ralth... este lugar parece de clase alta... seguro que no te has equivocado de sitio?
Ralths suspiro como respuesta
-si, no hagas el ridiculo ¿entendido?
Seiyu asintio mientras buscaba algo con la mirada
- ¿y donde esta el cartel con el menu del dia?... quiero saber que se ha preparado hoy.
Ralths fue a reprenderle, pero recordo que Seiyu no sabia donde estaban, para el seria una taberna de lujo o algo asi.
-tu tomate lo que te den... y ya esta
Finalmente una chica guapa les atendio sirbiendoles una copa a cada uno
-Creo que se ha equivocado... aun no hemos pedido nada
Ralths no pudo reprenderlo esa vez por que examinaba a un grupo que acababa de llegar.
-¡pues ya que lo dice! Unas costillas con guarnicion no estaria mal... hay!!!
Esta vez Ralths di estaba atento y le dio un golpe repentino en la nuca, mas sonoro que dañino, lo que distrajo a la gente de los siestros recien llegados.
-te lo adverti, comportate... no hemos venido a comer.
Seiyu fue a protestar, pero un increible bombon se les acerco, pelo negro, ropa negra, con el rostro cuvierto con una mascara, pero Ralths no dudaba que seria guapa.
No es que desdeñara a la camarera, era guapa, pero ademas de parecer cara, tenia un cierto halo de inocencia, como Seiyu... y eso que trabaja en un burdel.
Ralth se decantaba mas por la experiencia y la deddicacion, una mujer que le hiciera olvidar sus penas, no una que tiene que preguntar por cada paso para hacer el coito.
Naturalmente eran conjeturas, a lo mejor ella le sorprendia... pero lo de costosa era ciierto sin duda, solo habia que ver como la roa se le ajustaba y a pesar de taparla mostraba su figura, las mas baratas enseñan mas por que deben atraer clientes facilones.
Una mujer mas o menos recatada como aquella era para nobles... aunque ¿que mas da la diferencia?
Para nobles o no, al final todas acaban cayendo al nivel de facilonas, cuando han sido demasiado usadas o la edad empieza a notarse.
Volviendo a la recien llegada. Ahora que la veia le sonaba su mascara, sin duda de las otras veces que habia venido al establecimiento.
"Tranquilizate... esa mujer es de otro nivel, contentate con Claudia que esta mas al alcanse de tu bolsillo"
Ademas sus pensamientos se reforzaron cuando ella... exigio la compañia de la camarera.
Ralths pestañeo sorprendido y imaginando lo que esas dos iban a hacer
"Pobre camarera, esa tenia pinta de irle lo duro"
Ralth volvio a la realidad cuando vio a Seiyu muy serio, algo tan raro en el que Ralth reacciono por instinto.
-Perdona por golpearte, ha sido... bueno, si quieres te invito a comer.
Seiyu pestañeo como sorprendido y sonriendo nego con la cabeza
-tranquilo! No es eso, ademas ya no tengo hambre.
Ralth le toco ahora el turno de pestañear, hacia un momento Seiyu tenia hambre
- ¿y eso ahora?
Seiyu miro atras a donde habian desaparecido las mujeres
- se que es extraño, pero hace un momento, esa mujer olia a cadaber...
Ralth olfateo el ambiente, pero solo olio a un rastro de colonia delicada y el vino de la mesa.
-imaginaciones tuyas
Ralth no lo llamaria miedo, pero habia descuvierto recientemente que Seiyu evitaba los cadaveres, Ralth empezaba a entrever por que, pero le daba miedo pensar en lo que eso significaba.[/color]
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seiyu
Soldado raso de la Bruja
Re: buscando informacion (libre)
- Creo que se ha equivocado... aun no hemos pedido nada. -dice uno de los chicos.
- Pues alguien me dijo que os sirviera estas copas. -digo sonriendo amable, aunque preguntándome en mi interior si Claudia me había hecho equivocar a propósito. La marca del golpe ya se había disipado de su rostro, que ahora supe que fue golpeada por mi culpa, sin embargo, por más que le hubiera pedido disculpas, ella seguía con esa actitud tan fría hacia mí- ¿Necesita algo más? -pregunto solícita, a lo que ese chico contesta muy contento:
- ¡Pues ya que lo dice! Unas costillas con guarnición no estaría mal... ¡Ay!!! -grita de pronto y me sobresalto, casi dejando caer la bandeja.
- Te lo advertí, compórtate... no hemos venido a comer. -Hago una mueca, ya que no me gusta la violencia gratuita, y el chico parece realmente hambriento. Estoy tan concentrada en compreenderlos que sólo percibo la presencia de Lady Hellberg cuando oigo su voz detrás mío:
- Disculpa, querida. ¿Podrías acompañarme un segundo? Me gustaría conversar contigo… En privado. -¿Qué he hecho de malo? ¿Qué he hecho de malo? La pregunta martillea en mi mente mientras las garras de la bruja me toman el brazo. Lo primero que hago es sonreír, que tengo marcada con fuego la lección de siempre agradar a los clientes, y no debe parecer que estoy en peligro... por más que así me sienta.- Por favor. Espero que no les moleste que se la robe, sólo un poco.
Voy a hacer una reverencia, como despedida, cuando las uñas de Lady Hellberg se entierran en mi piel:
- Apresúrate. Tenemos una emergencia.
- Sólo guardaba las aparencias. -respondo también en un tono de voz bajísimo, mientras mis pies se ponen rápidos para estar a la altura de los pasos de ella, con la esperanza de que sus uñas no me corten la carne. Aún me pierdo por los laberintos de pasillos, principalmente cuando me llevan a rastras y a mucha velocidad, por lo que me sorprendí al sentir de pronto el frío aire de la noche- ¿Por qué estamos aquí? -pregunto frotándome los brazos, ya que el hermoso vestido tiene mis brazos y cuello descubiertos.
- ¿Con quién estaba Claudia? -me pregunta con su fría voz.
- No lo sé... -digo sin más, sin embargo, cuando ella entierra las uñas empiezo a hablar mientras mis ojos se llenan de lágrimas- ¡Sólo lo ví de lejos! Era alto, con una gran capa cubriéndolo. -En medio del desespero, me recuerdo entonces de otros detalles- Tenía una nariz aguileña y llevaba un sombrero grande, bonito.
Finalmente ella me suelta y sigue caminando y, por precaución, la sigo:
- ¿Por qué no le preguntáis a ella? -digo corriendo para alcanzarla- Ella parecía contenta, pues él le había prometido buena paga. De seguro están en su habitación ahora.
- Pues alguien me dijo que os sirviera estas copas. -digo sonriendo amable, aunque preguntándome en mi interior si Claudia me había hecho equivocar a propósito. La marca del golpe ya se había disipado de su rostro, que ahora supe que fue golpeada por mi culpa, sin embargo, por más que le hubiera pedido disculpas, ella seguía con esa actitud tan fría hacia mí- ¿Necesita algo más? -pregunto solícita, a lo que ese chico contesta muy contento:
- ¡Pues ya que lo dice! Unas costillas con guarnición no estaría mal... ¡Ay!!! -grita de pronto y me sobresalto, casi dejando caer la bandeja.
- Te lo advertí, compórtate... no hemos venido a comer. -Hago una mueca, ya que no me gusta la violencia gratuita, y el chico parece realmente hambriento. Estoy tan concentrada en compreenderlos que sólo percibo la presencia de Lady Hellberg cuando oigo su voz detrás mío:
- Disculpa, querida. ¿Podrías acompañarme un segundo? Me gustaría conversar contigo… En privado. -¿Qué he hecho de malo? ¿Qué he hecho de malo? La pregunta martillea en mi mente mientras las garras de la bruja me toman el brazo. Lo primero que hago es sonreír, que tengo marcada con fuego la lección de siempre agradar a los clientes, y no debe parecer que estoy en peligro... por más que así me sienta.- Por favor. Espero que no les moleste que se la robe, sólo un poco.
Voy a hacer una reverencia, como despedida, cuando las uñas de Lady Hellberg se entierran en mi piel:
- Apresúrate. Tenemos una emergencia.
- Sólo guardaba las aparencias. -respondo también en un tono de voz bajísimo, mientras mis pies se ponen rápidos para estar a la altura de los pasos de ella, con la esperanza de que sus uñas no me corten la carne. Aún me pierdo por los laberintos de pasillos, principalmente cuando me llevan a rastras y a mucha velocidad, por lo que me sorprendí al sentir de pronto el frío aire de la noche- ¿Por qué estamos aquí? -pregunto frotándome los brazos, ya que el hermoso vestido tiene mis brazos y cuello descubiertos.
- ¿Con quién estaba Claudia? -me pregunta con su fría voz.
- No lo sé... -digo sin más, sin embargo, cuando ella entierra las uñas empiezo a hablar mientras mis ojos se llenan de lágrimas- ¡Sólo lo ví de lejos! Era alto, con una gran capa cubriéndolo. -En medio del desespero, me recuerdo entonces de otros detalles- Tenía una nariz aguileña y llevaba un sombrero grande, bonito.
Finalmente ella me suelta y sigue caminando y, por precaución, la sigo:
- ¿Por qué no le preguntáis a ella? -digo corriendo para alcanzarla- Ella parecía contenta, pues él le había prometido buena paga. De seguro están en su habitación ahora.
Re: buscando informacion (libre)
Fuera empezaba a refrescar. A pesar de hallarse a finales del invierno las temperaturas no eran lo suficientemente suaves como para evitar que el bello de su nuca se erizase. Por suerte para Morrigan, un poco de frío no era una molestia, teniendo en cuenta que ese día vestía más recatada de lo que venía a ser normal. Acarició el broche que sujetaba el pañuelo de encaje de su cuello, e hizo una seña a Cenicienta para que se acercase hasta ella.
-Tenemos asuntos que atender en el patio interior-Informó con cautela, buscando no hablar más de la cuenta-Luego podrás volver con tus amiguitos-Si es que tenían dinero, claro está. Si no, acabarían de patitas en la calle, como todo aquel que venía a intentar pasar la noche gratis en su burdel.
Escuchó con detalle la descripción ofrecida por Cenicienta, arrugando el ceño con incertidumbre. La información poco le decía, a decir verdad, pero desde luego podría usarla más adelante para tirar de hilos que le proporcionasen una identidad a los rasgos que la jovencita relataba con tanta vehemencia.
-Me hubiese gustado que fueses más concreta-Contestó con condescendencia-Lamentablemente me es imposible preguntarle a ella, querida Danielle-Ladeó la cabeza para ofrecerle una amplia y afilada sonrisa cargada de peligro. Esperó hasta que estuvo lo suficientemente cerca, vislumbrando la silueta de Cecil arrodillada un poco más adelante, con Sía de pie, mirando con una mezcla extraña hacia el suelo-Los muertos no hablan-Susurró duramente.
La joven Claudia yacía inerte en el suelo, con una herida abierta a la altura del cuello y del pecho, goteando carmesí hacia el suelo ahora impregnado de rojo intenso. Las pupilas de la bruja se dilataron, observando desde las alturas las prendas vaporosas manchadas de sangre, y la mueca desencajada de horror en el rostro de la difunta. Los rizos castaños se esparcían a su alrededor como si fuesen un halo etéreo, contrastando el color amelocotonado de su tez, que lentamente se volvía cetrino. Aquello era un desperdicio, una pérdida y sobre todo, una herida en el orgullo de Morrigan, quien arqueó las cejas con suspicacia como si el asesino se hallase cerca. No iba a perdonar aquel agravio, un ataque directo contra su persona, a su forma de ver.
Volvió a analizar la escena. Si bien tenía muchos enemigos, la bruja se cuidaba de no dejar sus identidades a la vista, siempre proporcionando nombres falsos para cubrir adecuadamente sus espaldas. Aunque parecía un hecho fortuito, no descartaba que fuese premeditado, como una advertencia hacia ella. Rechinó los dientes, pero fingió naturalidad. A fin de cuentas, no era la muerte la que la alteraba, sino el hecho de sentirse amenazada. Si la acorralaban, no dudaría en sacar las uñas.
-La sangre aún está caliente. Tapa el cuerpo y llévatelo de aquí-Informó, sin agacharse a comprobarlo personalmente-El causante de todo esto no debe andar muy lejos. Ordena a Ivan que cierre todas las puertas y que no permita la salida a nadie-Exigió-A nadie-Recalcó con aspereza-Pon vigilantes dobles o triples si hace falta. Pero Cecil, discreción ante todo, que nadie se percate de ello. Si alguien intenta salir, que sea distraído a toda costa. No quiero que cunda el pánico.
Miró entonces a Cenicienta.
-Debes venir conmigo, por seguridad.-Dijo, instandola a entrar de nuevo en la sala común. Encontraría al culpable y le haría pagar-Hagamosle una visita a tus amigos.
-Tenemos asuntos que atender en el patio interior-Informó con cautela, buscando no hablar más de la cuenta-Luego podrás volver con tus amiguitos-Si es que tenían dinero, claro está. Si no, acabarían de patitas en la calle, como todo aquel que venía a intentar pasar la noche gratis en su burdel.
Escuchó con detalle la descripción ofrecida por Cenicienta, arrugando el ceño con incertidumbre. La información poco le decía, a decir verdad, pero desde luego podría usarla más adelante para tirar de hilos que le proporcionasen una identidad a los rasgos que la jovencita relataba con tanta vehemencia.
-Me hubiese gustado que fueses más concreta-Contestó con condescendencia-Lamentablemente me es imposible preguntarle a ella, querida Danielle-Ladeó la cabeza para ofrecerle una amplia y afilada sonrisa cargada de peligro. Esperó hasta que estuvo lo suficientemente cerca, vislumbrando la silueta de Cecil arrodillada un poco más adelante, con Sía de pie, mirando con una mezcla extraña hacia el suelo-Los muertos no hablan-Susurró duramente.
La joven Claudia yacía inerte en el suelo, con una herida abierta a la altura del cuello y del pecho, goteando carmesí hacia el suelo ahora impregnado de rojo intenso. Las pupilas de la bruja se dilataron, observando desde las alturas las prendas vaporosas manchadas de sangre, y la mueca desencajada de horror en el rostro de la difunta. Los rizos castaños se esparcían a su alrededor como si fuesen un halo etéreo, contrastando el color amelocotonado de su tez, que lentamente se volvía cetrino. Aquello era un desperdicio, una pérdida y sobre todo, una herida en el orgullo de Morrigan, quien arqueó las cejas con suspicacia como si el asesino se hallase cerca. No iba a perdonar aquel agravio, un ataque directo contra su persona, a su forma de ver.
Volvió a analizar la escena. Si bien tenía muchos enemigos, la bruja se cuidaba de no dejar sus identidades a la vista, siempre proporcionando nombres falsos para cubrir adecuadamente sus espaldas. Aunque parecía un hecho fortuito, no descartaba que fuese premeditado, como una advertencia hacia ella. Rechinó los dientes, pero fingió naturalidad. A fin de cuentas, no era la muerte la que la alteraba, sino el hecho de sentirse amenazada. Si la acorralaban, no dudaría en sacar las uñas.
-La sangre aún está caliente. Tapa el cuerpo y llévatelo de aquí-Informó, sin agacharse a comprobarlo personalmente-El causante de todo esto no debe andar muy lejos. Ordena a Ivan que cierre todas las puertas y que no permita la salida a nadie-Exigió-A nadie-Recalcó con aspereza-Pon vigilantes dobles o triples si hace falta. Pero Cecil, discreción ante todo, que nadie se percate de ello. Si alguien intenta salir, que sea distraído a toda costa. No quiero que cunda el pánico.
Miró entonces a Cenicienta.
-Debes venir conmigo, por seguridad.-Dijo, instandola a entrar de nuevo en la sala común. Encontraría al culpable y le haría pagar-Hagamosle una visita a tus amigos.
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Morrigan
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Re: buscando informacion (libre)
Ralth se levanto dejando a Seiyu solo.
Seiyu sabia que los contactos de Ralth eran individuos que preferian el secretismo y no les gustaba que acudiera acompañado, ademas el caracter inocente de Seiyu solia contrariarlos y ponerlos nerviosos.
Seiyu se quedo en la mesa mirando a todos lados.
Ralth acudio a la barra donde fue atendido.
-Buenas noches señor ¿algo para beber?
-si, y... ¿algun recado para "sombra furtiva"?
La barman lo miro y reviso las notas
-Si, te sita con Claudia en una habitacion.
Ralth asintio, ya sabia eso, lo que no sabia era cuando y donde, lo unico que no habia dicho
-Pero lamento que no podra ser, Claudia esta con un cliente... le llevara toda la noche.
¿Con un unico cliente toda la noche? El dueño del burdel le daria un ataque.
-¿sabes con quien esta?
Ella lo miro y Ralth empezo a notar que pasaba algo raro.
-No, no lo se, pero esta ocupada... buscate a cualquier otra...
Ralth se alejo intentando parecer tranquilo, su confidente siempre usaba a Claudia de medio de contacto, no obstante, si Claudia estaba tan ocupada solo tenia que esperar otro mensaje para "sombra furtiva"
Pero el hecho de que Claudia no estuviera disponible lo extrañaba, no conocia los detalles, pero Claudia tenia varios clientes Vip a los que veia con frecuencia.
Estar con un unico cliente toda una noche era mas raro aun en ella.
"¿Habra encontrado al benefactor rico que tanto queria? O... ¿se habra enterado
Ralth volvio con Seiyu diciendo
-nos vamos, me temo que la reunion se ha pospuesto
-pues si nos vamos a ir, abra que pedir que nos abran la puerta, la acaban de cerrar
Seiyu sabia que los contactos de Ralth eran individuos que preferian el secretismo y no les gustaba que acudiera acompañado, ademas el caracter inocente de Seiyu solia contrariarlos y ponerlos nerviosos.
Seiyu se quedo en la mesa mirando a todos lados.
Ralth acudio a la barra donde fue atendido.
-Buenas noches señor ¿algo para beber?
-si, y... ¿algun recado para "sombra furtiva"?
La barman lo miro y reviso las notas
-Si, te sita con Claudia en una habitacion.
Ralth asintio, ya sabia eso, lo que no sabia era cuando y donde, lo unico que no habia dicho
-Pero lamento que no podra ser, Claudia esta con un cliente... le llevara toda la noche.
¿Con un unico cliente toda la noche? El dueño del burdel le daria un ataque.
-¿sabes con quien esta?
Ella lo miro y Ralth empezo a notar que pasaba algo raro.
-No, no lo se, pero esta ocupada... buscate a cualquier otra...
Ralth se alejo intentando parecer tranquilo, su confidente siempre usaba a Claudia de medio de contacto, no obstante, si Claudia estaba tan ocupada solo tenia que esperar otro mensaje para "sombra furtiva"
Pero el hecho de que Claudia no estuviera disponible lo extrañaba, no conocia los detalles, pero Claudia tenia varios clientes Vip a los que veia con frecuencia.
Estar con un unico cliente toda una noche era mas raro aun en ella.
"¿Habra encontrado al benefactor rico que tanto queria? O... ¿se habra enterado
Ralth volvio con Seiyu diciendo
-nos vamos, me temo que la reunion se ha pospuesto
-pues si nos vamos a ir, abra que pedir que nos abran la puerta, la acaban de cerrar
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seiyu
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Re: buscando informacion (libre)
- Me hubiese gustado que fueses más concreta. -Abro mis ojos, asustada sin compreender por qué eso es tan importante, porque intuyo que lo es.- Lamentablemente me es imposible preguntarle a ella, querida Danielle. -Trago saliva al oír que no le puede preguntar... Lady Hellberg puede hacer lo que quiera con nosotras, ¿entonces por qué ya no le puede preguntar a Claudia? Un gran temor me invade, pues temo que algo le haya pasado a Claudia, lo que se confirma con la peor de las probabilidades al oír la voz aterciopelada de mi ama susurrando que los muertos no hablan.
- ¿Muerta? -pregunto con un hilo de voz, asustada por ver entonces el cuerpo de mi casi-amiga en el suelo, en una postura incómoda. Me acerco, viendo sus senos, mucho más grandes que los míos, con un gran tajo en medio. Su vestido, tan hermoso esta noche, está todo cubierto con la sangre de la pobre Claudia.- ¿Por qué? -pregunto mientras mis ojos se llenan de lágrimas- Ella no le hacía mal a nadie... -empiezo a sollozar, empezando a descontrolarme.
Lady Hellberg empieza a dar órdenes a Cecil, sin embargo mi llanto me enturbia la mente, y sólo con un gran esfuerzo le presto atención cuando me vuelve a hablar:
- Debes venir conmigo, por seguridad. Hagámosle una visita a tus amigos.
- No los conozco, Lady Hellberg. -digo en un susurro, sin repetirlo porque, como es la verdad, no se me ocurre reforzarlo.
Empiezo a secarme las lágrimas, pero aún estoy sollozando cuando regresamos al tibio salón. Camino lado a lado de mi ama, y llegamos juntas a la mesa de los sujetos con barro.
- Perdonen... Olvidé lo que habéis pedido. -digo tratando de sonar normal, aunque mis ojos brillan demasiado debido a las lágrimas que intento evitar que salgan de mis ojos.
- ¿Muerta? -pregunto con un hilo de voz, asustada por ver entonces el cuerpo de mi casi-amiga en el suelo, en una postura incómoda. Me acerco, viendo sus senos, mucho más grandes que los míos, con un gran tajo en medio. Su vestido, tan hermoso esta noche, está todo cubierto con la sangre de la pobre Claudia.- ¿Por qué? -pregunto mientras mis ojos se llenan de lágrimas- Ella no le hacía mal a nadie... -empiezo a sollozar, empezando a descontrolarme.
Lady Hellberg empieza a dar órdenes a Cecil, sin embargo mi llanto me enturbia la mente, y sólo con un gran esfuerzo le presto atención cuando me vuelve a hablar:
- Debes venir conmigo, por seguridad. Hagámosle una visita a tus amigos.
- No los conozco, Lady Hellberg. -digo en un susurro, sin repetirlo porque, como es la verdad, no se me ocurre reforzarlo.
Empiezo a secarme las lágrimas, pero aún estoy sollozando cuando regresamos al tibio salón. Camino lado a lado de mi ama, y llegamos juntas a la mesa de los sujetos con barro.
- Perdonen... Olvidé lo que habéis pedido. -digo tratando de sonar normal, aunque mis ojos brillan demasiado debido a las lágrimas que intento evitar que salgan de mis ojos.
Re: buscando informacion (libre)
¿Y ahora por qué lloraba? Tal vez era la impresión de ver un cadáver. A veces se le olvidaba que los humanos eran criaturas pusilánimes que se impresionaban fácilmente y que con cualquier nimiedad se llevaban las manos a la cabeza. Por supuesto, estaba molesta por lo acaecido, pero de un modo más fríamente empresarial, que de la forma sentimental que guiaba el llanto de Cenicienta. Morrigan no podía llegar a entenderlo, jamás. ¿Amistad? ¿Amor? ¿Bondad? Le daban arcadas.
Se encogió de hombros, intentando parecer tranquila. Pero no lo estaría del todo hasta que el miserable del sombrero de ala ancha estuviese bajo su poder. Por supuesto, no podía pretender encontrarlo en base a esa descripción, nadie era tan estúpido como para cometer semejante error, y en cierto modo confiaba en que si el tipo en cuestión había sido tan listo para pasar desapercibido hasta ese momento, lo seguiría siendo. Aquello era un reto y ella estaba dispuesta a aceptarlo.
-Deja de llorar-Espetó-¿Acaso quieres llamar la atención?-Le dió un pañuelo negro para que secase sus lágrimas, y caminó con resolución, esperando que finalmente controlase aquella faceta tan vulnerable, que dejaba entrever que algo no iba bien. En Le Masquerade debía fluir un ambiente de alegría y festejo, nada de llantinas que pudiesen perturbar la calma, ya de por sí crispada por la llegada de los desconocidos.
- Perdonen... Olvidé lo que habéis pedido.-Se apresuró a decir Cenicienta.
-No se molesten con ella...-Comenzó a decir aterciopeladamente, lanzando miradas furtivas a través de la máscara, a su alrededor buscando algún comportamiento antinatural. Sonrió-Es tan atolondrada…-Dijo con un suspiro. Le acarició la mejilla con el dorso de la mano-¿Les importa que les acompañemos?-Inquirió resulta, guiñando uno de sus ojos púrpura con descaro.
Se encogió de hombros, intentando parecer tranquila. Pero no lo estaría del todo hasta que el miserable del sombrero de ala ancha estuviese bajo su poder. Por supuesto, no podía pretender encontrarlo en base a esa descripción, nadie era tan estúpido como para cometer semejante error, y en cierto modo confiaba en que si el tipo en cuestión había sido tan listo para pasar desapercibido hasta ese momento, lo seguiría siendo. Aquello era un reto y ella estaba dispuesta a aceptarlo.
-Deja de llorar-Espetó-¿Acaso quieres llamar la atención?-Le dió un pañuelo negro para que secase sus lágrimas, y caminó con resolución, esperando que finalmente controlase aquella faceta tan vulnerable, que dejaba entrever que algo no iba bien. En Le Masquerade debía fluir un ambiente de alegría y festejo, nada de llantinas que pudiesen perturbar la calma, ya de por sí crispada por la llegada de los desconocidos.
- Perdonen... Olvidé lo que habéis pedido.-Se apresuró a decir Cenicienta.
-No se molesten con ella...-Comenzó a decir aterciopeladamente, lanzando miradas furtivas a través de la máscara, a su alrededor buscando algún comportamiento antinatural. Sonrió-Es tan atolondrada…-Dijo con un suspiro. Le acarició la mejilla con el dorso de la mano-¿Les importa que les acompañemos?-Inquirió resulta, guiñando uno de sus ojos púrpura con descaro.
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Morrigan
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Re: buscando informacion (libre)
Seiyu permaneció sentado mirando a su alrededor era algo raro verlo como ido, parecía mirar cosas en el aire.
De repente Ralth se volvió justo cuando las damas volvían, eso si que era extraño, Ralth habría jurado que se habían dirigido a las habitaciones, tan rápido habían acabado lo que iban a hacer.
-no pedimos nada al final... mi amigo no tiene hambre ninguna, esta algo raro hoy.
-yo diría que es el local, no me abre el apetito, tiene un olor raro...
Seiyu como siempre viajando a contracorriente en vez de ser normal, el ya era raro, pero lo cierto es que estaba algo mas raro de lo habitual.
-no es tan atolondrada como el mio, eso seguro-comento ralth ante el comentario de la mujer enmascarada- y hoy me da que se esta pasando de raro.
Seiyu no dijo ni una palabra a las mujeres, algo tambien extra;o en el
-Si se dignan a estar con dos "don nadie" con bolsas medio vacías, no tengo objeción alguna...
seiyu de repente se levanto
-voy al excusado, no me encuentro bien
fue cuando Ralth cayo en que Seiyu había estado a punto de morir el día anterior, podría aun estar afectado por el veneno que entro en sus venas, a lo mejor era demasiado duro, era difícil ser buena persona para Ralth debía recordarse ser mas transigente con el.
-perdonad a mi compañero, ayer estuvo muy enfermo, y parece que aun tiene secuelas de aquello.
De repente Ralth se volvió justo cuando las damas volvían, eso si que era extraño, Ralth habría jurado que se habían dirigido a las habitaciones, tan rápido habían acabado lo que iban a hacer.
-no pedimos nada al final... mi amigo no tiene hambre ninguna, esta algo raro hoy.
-yo diría que es el local, no me abre el apetito, tiene un olor raro...
Seiyu como siempre viajando a contracorriente en vez de ser normal, el ya era raro, pero lo cierto es que estaba algo mas raro de lo habitual.
-no es tan atolondrada como el mio, eso seguro-comento ralth ante el comentario de la mujer enmascarada- y hoy me da que se esta pasando de raro.
Seiyu no dijo ni una palabra a las mujeres, algo tambien extra;o en el
-Si se dignan a estar con dos "don nadie" con bolsas medio vacías, no tengo objeción alguna...
seiyu de repente se levanto
-voy al excusado, no me encuentro bien
fue cuando Ralth cayo en que Seiyu había estado a punto de morir el día anterior, podría aun estar afectado por el veneno que entro en sus venas, a lo mejor era demasiado duro, era difícil ser buena persona para Ralth debía recordarse ser mas transigente con el.
-perdonad a mi compañero, ayer estuvo muy enfermo, y parece que aun tiene secuelas de aquello.
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seiyu
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Re: buscando informacion (libre)
Aprieto el pañuelo negro en mi mano, ya que ver Claudia muerta ha sido demasiado fuerte... ¿Se vió así también Lady Tremaine? Un escalofrío me recorre el cuerpo, ya que mis emociones están demasiado a flor de la piel.
- No pedimos nada al final... mi amigo no tiene hambre ninguna, está algo raro hoy.
- Yo diría que es el local, no me abre el apetito, tiene un olor raro...
- Os traeremos inciensos aromáticos si gustais. -digo solicita, con ganas de levantarme y alejarme, sin embargo, el comentario de Lady Hellberg me hiere en la autoestima, por más que me acaricie la mejilla:
- No se molesten con ella... Es tan atolondrada…
- No es tan atolondrada como el mío, eso seguro, y hoy me da que se está pasando de raro. -Observo con una sonrisa al otro tipo despreciado en la mesa, sin embargo él parece realmente enfermo. Me fijo en sus cabellos y... se me ocurre que lo he visto antes, aunque, salvo que haya venido antes al burdel, es imposible.
Lo malo es que antes que pueda observarlo más, él se retira para ir al excusado.
- Debería ver a un doctor. -agrego pensativa, con ganas de seguirlo, sin embargo, no me atrevo a desobedecerla: Si me ha solicitado que nos sentamos, debo quedar aqui, sentada, obediente.
Pero eso no evita que me gire a verlo alejarse... Entonces, veo un sombrero grande, bonito. ¡Me sobresalto al reconocerlo! Me giro y miro hacia la mesa, inútilmente tratando de ocultar mi nerviosismo.
- No pedimos nada al final... mi amigo no tiene hambre ninguna, está algo raro hoy.
- Yo diría que es el local, no me abre el apetito, tiene un olor raro...
- Os traeremos inciensos aromáticos si gustais. -digo solicita, con ganas de levantarme y alejarme, sin embargo, el comentario de Lady Hellberg me hiere en la autoestima, por más que me acaricie la mejilla:
- No se molesten con ella... Es tan atolondrada…
- No es tan atolondrada como el mío, eso seguro, y hoy me da que se está pasando de raro. -Observo con una sonrisa al otro tipo despreciado en la mesa, sin embargo él parece realmente enfermo. Me fijo en sus cabellos y... se me ocurre que lo he visto antes, aunque, salvo que haya venido antes al burdel, es imposible.
Lo malo es que antes que pueda observarlo más, él se retira para ir al excusado.
- Debería ver a un doctor. -agrego pensativa, con ganas de seguirlo, sin embargo, no me atrevo a desobedecerla: Si me ha solicitado que nos sentamos, debo quedar aqui, sentada, obediente.
Pero eso no evita que me gire a verlo alejarse... Entonces, veo un sombrero grande, bonito. ¡Me sobresalto al reconocerlo! Me giro y miro hacia la mesa, inútilmente tratando de ocultar mi nerviosismo.
- Spoiler:
- Off: Si Seiyu es hermano de Yer Noligma. ¿Pueden tener algún parecido físico? ¡Yo he asumido que los cabellos son muy semejantes! Si no es así, me avisan para editar.
Re: buscando informacion (libre)
-¿Enserio? Juraría que este lugar lo primero que abre es el apetito-Sonrió con perfidia, aprovechándose de su juego de palabras.
Sin embargo borró fugazmente su mueca al escuchar el tono "despectivo" con el que el más joven de los dos guerreros osaba hablar del dulce y tentativo aroma de su local. Sin duda, y a juzgar por su atuendo, se hallaba ante un joven sin criterio, posiblemente más acostumbrado al hedor de una caballeriza que al vergel embriagador que manaba de Le Masquerade. Fingió no sentirse ofendida, ni mucho menos, pero sí que dio un pisotón a Danielle disimuladamente, cuando esta insinuó traer algo de incienso. Si no pagaban, no se les dispensaría ningún tipo de servicio, ni siquiera agua.
-Si se dignan a estar con dos "don nadie" con bolsas medio vacías, no tengo objeción alguna...
-Oh, por favor, el dinero no es importante-Mintió con descaro-Al menos no para mí-Enroscó uno de sus largos dedos en torno a uno de los rizos rubios de Cenicienta, acariciándolo de forma provocadora, por el mero hecho de distraerse con algo-¿Y...-Empezó a decir modulando su voz hasta emplear un tono de lo más suave y enigmático-...qué les trae por aquí? Si no es mucha indiscreción preguntar.
Sin embargo borró fugazmente su mueca al escuchar el tono "despectivo" con el que el más joven de los dos guerreros osaba hablar del dulce y tentativo aroma de su local. Sin duda, y a juzgar por su atuendo, se hallaba ante un joven sin criterio, posiblemente más acostumbrado al hedor de una caballeriza que al vergel embriagador que manaba de Le Masquerade. Fingió no sentirse ofendida, ni mucho menos, pero sí que dio un pisotón a Danielle disimuladamente, cuando esta insinuó traer algo de incienso. Si no pagaban, no se les dispensaría ningún tipo de servicio, ni siquiera agua.
-Si se dignan a estar con dos "don nadie" con bolsas medio vacías, no tengo objeción alguna...
-Oh, por favor, el dinero no es importante-Mintió con descaro-Al menos no para mí-Enroscó uno de sus largos dedos en torno a uno de los rizos rubios de Cenicienta, acariciándolo de forma provocadora, por el mero hecho de distraerse con algo-¿Y...-Empezó a decir modulando su voz hasta emplear un tono de lo más suave y enigmático-...qué les trae por aquí? Si no es mucha indiscreción preguntar.
- Off:
- Perdón por lo corto, haré el siguiente más largo
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Morrigan
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Re: buscando informacion (libre)
- OFF:
- En realidad, debo recordaros que el aspecto de Noligma... no es real, es un brujo que ha cambiado tanto su apariencia en parte por su locura... por eso Seiyu no es asiático, por que en realidad Noligma no lo es... estoy pensando en cambiarle el aspecto en breve para evitar confusiones.
No obstante si pueden tener un aire parecido, o una sensación de familiaridad eso podría ser lo que ves en el.
Ralth negó con la cabeza
-no supongo que esta bien... simplemente tubo un mal día ayer...
fue entonces cuando hablo la enmascarada
-Oh, por favor, el dinero no es importante al menos no para mí
Ralth contuvo su gesto incrédulo, que le dijeran eso en un burdel era casi delito, allí solo hacia falta dinero para tener a quien tu quisieras durante un tiempo, alguien que cumpliría tus mas oscuros deseos por dinero.
-¿Y......qué les trae por aquí? Si no es mucha indiscreción preguntar.
Ralths se sintió incomodo ¿tan sospechosos parecían? pues que pregunten que hacen dos hombres jóvenes en un burdel es bastante... extraño.
Por si acaso intento ser natural
-venimos a pasar el rato ¿que si no?
aunque buscar información de la montaña prohibida era su principal objetivo, algo en el interés de aquella extraña le causaba cierto recelo.
Incluso aunque diera la casualidad de que ella supiera algo al respecto, era demasiado avispada, sin duda aprovecharía su necesidad para obtener algo a cambio.
y sinceramente Ni Anna ni Elsa merecían nada de su parte... mucho menos de Ralths, quien solo la ayudaba por un favor a Seiyu.
El las odiaba... por el estarían mejor muertas...
Ralths se recompuso al notar que su ira estaba trasluciendo en su rostro.
-perdón estaba algo despistado
¿como podía permitir que el pasado de inmiscuyera en su trabajo?
Ralths sintió en cierta forma que estaba en clara desventaja, sin mascara, sin protección alguna, mientras que su interlocutora estaba oculta si ella demostrara ira, le seria mucho mas fácil ocultarla.
-lo cierto es que también busco información, lugares oscuros y peligrosos, personas con precio a su cabeza... brujos, brujas, escoria de la peor calaña... cualquier cosa que me llene el bolsillo no se si me entiende.
No se atrevió a nombras la montaña directamente, eso seria ir a la batalla sin armadura, las flechas lo abatirían al primer flechazo.
-No espero que una dama como usted sepa de esas cosas, pero si así lo fuera, me alegraría el día.
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
Seiyu finalmente llego al baño para vaciar su estomago en el urinario, seguía oliendo ese asqueroso olor... olor a muerto, a cadáver, ese olor que le repugnaba... pero una parte de si buscaba con ansia el origen de ese olor, precisamente por eso aumentaban sus ganas de vomitar.
Finalmente suspiro con las comisuras manchadas, suspirando forzosamente por el esfuerzo y las agujetas que producía forzar ciertos músculos que normalmente no movemos.
-creo que ya estoy mejor...
Por eso Seiyu no noto que no estaba solo como el creía.
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seiyu
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Re: buscando informacion (libre)
- Spoiler:
- Off: ¡Entonces está bien que os encuentre los cabellos semejantes! ¡Vaya Lokito!
Masajeo con un pie el otro que ha recibido el pisotón... Miro de reojo a Lady Hellberg, en la duda de decirle o no que el misterioso hombre del sombrero grande está allí, a pocos metros de nosotras. Ella se ríe y miente descaradamente, diciendo que el dinero no importa, y... nuevamente vuelvo a dudar.
- ¿Y......qué les trae por aquí? Si no es mucha indiscreción preguntar.
- Venimos a pasar el rato ¿que si no? -dice y me ruborizo, puesto que sé exactamente a qué se refiere. Bajo la mirada, y mis ojos se posan en la hermosa tela que me cubre... Hombres como aquél bonito joven sólo se interesan en quitarme las telas...- Perdón estaba algo despistado.
Levanto la vista, en duda de si su comentario tiene que ver conmigo o no, entonces él sigue hablando que además es un cazador de recompensas. Ahora vuelvo a mirarlo, fijándome mejor en su indumentaria y... en sus armas.
¿Podría un cazador de recompensas matar una bruja?
Miro hacia atrás, pero el hombre del gran sombrero ha desaparecido.
:::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::::
- Hombre misterioso de sombrero grande:
El hombre entra en el baño para lavarse las manos. Ha logrado ocultar la sangre desechando los guantes, sin embargo aún quiere verificar si algo de sangre tiene en su ropa antes de regresar al salón.
Se limpia mientras oye como un borracho sufre las consecuencias del exagero de la bebida. Gente estúpida, para caer en las redes del alcohol y de las prostitutas. Lo peor es que su padre también fue un estúpido y ahora sus huesos decoran el mausoleo familiar mucho antes del tiempo que le correspondía.
¡Pero hoy lo vengará! Ya ha empezado con su nueva favorita, abriéndole un tajo y destrozándole el corazón. Ahora debe elegir la próxima, aunque sabe que será más dificil ahora, que la viuda negra ya debe estar sobreaviso.
De pronto la puerta del excusado se abre y el borracho dice:
- Creo que ya estoy mejor...
- No deberías gastar tu dinero en alcohol... Mucho menos aquí. -agrega en un intento de consejo a un extraño.
Re: buscando informacion (libre)
-Eso, es evidente caballero-Contestó Morrigan forzando una sonrisa en su rostro.
Desde luego, debían ser los clientes que más llamasen la atención a parte del grupo de siniestros encapuchados, pues para colmo, estos no llevaban máscaras. Todos los clientes en Le Masquerade ocultaban sus rostros de las miradas indiscretas con los antifaces, como parte de un juego de seducción y misterio; mientras que los empleados llevaban completamente al descubierto sus facciones, para resultar más apetecibles a aquellos que gastaban su dinero. También, otra de las causas era que nadie supiese la identidad de los clientes, pues la mayoría eran nobles adinerados cuya reputación podía verse tristemente manchada si alguien descubriese que se hallaban en un lupanar, elegante si, pero no dejaba de ser una casa de placer y vicio a fin de cuentas.
Sin embargo, el hecho de que esos mercenarios, o lo que fuesen, no se ocultasen, le permitía leer mejor sus rostros.
-Lo cierto es que también busco información, lugares oscuros y peligrosos, personas con precio a su cabeza... brujos, brujas, escoria de la peor calaña... cualquier cosa que me llene el bolsillo no se si me entiende-Aquello era una provocación en toda regla, lo cual puso su espalda en tensión. Para que no se notase, se dejó caer hacia atrás, recostándose relajadamente sobre el respaldo, y apoyando sus brazos en ambos extremos. ¿Qué sabía de ella? Obviamente nada, pocos eran los que tenían el privilegio de conocerla, y ella jamás se mezclaría con un par de caza-recompensas de aspecto tan sucio. Claro que bien podría haberlos contratado algún enemigo. Las sospechas de que ellos tuviesen algo que ver con el asesinato de Claudia la alertaron, pero sabía de sobra que los había tenido en el punto de mira en el momento en que acabaron con la meretriz. ¿Entonces? ¿Quienes eran exactamente y que pretendían?-No espero que una dama como usted sepa de esas cosas, pero si así lo fuera, me alegraría el día.
Se mordió la lengua antes de hacer un comentario inadecuado que la revelaría como dueña del local, por lo que dijo:
-Confió en que no haya basura de esa índole en este lugar-Dijo, como si se sintiese turbada por la idea-Suerte que estáis vos hoy aquí, si acaso hubiese alguna bruja-Dijo despreciativa-El vuestro parece un trabajo peligroso, ser-Apreció. Miró por el rabillo del ojo a Cenicienta, que se removía inquieta a su lado. Se abstuvo de darle un pisotón esta vez, pero se mordió el labio-Sin duda debe ser una experiencia enriquecedora, más apuesto a que tenéis grandes historias que contar sobre vuestra loable tarea-Curvó sus labios-Estoy intrigada-Suspiró-¿Me ilustraríais con algún relato?
Desde luego, debían ser los clientes que más llamasen la atención a parte del grupo de siniestros encapuchados, pues para colmo, estos no llevaban máscaras. Todos los clientes en Le Masquerade ocultaban sus rostros de las miradas indiscretas con los antifaces, como parte de un juego de seducción y misterio; mientras que los empleados llevaban completamente al descubierto sus facciones, para resultar más apetecibles a aquellos que gastaban su dinero. También, otra de las causas era que nadie supiese la identidad de los clientes, pues la mayoría eran nobles adinerados cuya reputación podía verse tristemente manchada si alguien descubriese que se hallaban en un lupanar, elegante si, pero no dejaba de ser una casa de placer y vicio a fin de cuentas.
Sin embargo, el hecho de que esos mercenarios, o lo que fuesen, no se ocultasen, le permitía leer mejor sus rostros.
-Lo cierto es que también busco información, lugares oscuros y peligrosos, personas con precio a su cabeza... brujos, brujas, escoria de la peor calaña... cualquier cosa que me llene el bolsillo no se si me entiende-Aquello era una provocación en toda regla, lo cual puso su espalda en tensión. Para que no se notase, se dejó caer hacia atrás, recostándose relajadamente sobre el respaldo, y apoyando sus brazos en ambos extremos. ¿Qué sabía de ella? Obviamente nada, pocos eran los que tenían el privilegio de conocerla, y ella jamás se mezclaría con un par de caza-recompensas de aspecto tan sucio. Claro que bien podría haberlos contratado algún enemigo. Las sospechas de que ellos tuviesen algo que ver con el asesinato de Claudia la alertaron, pero sabía de sobra que los había tenido en el punto de mira en el momento en que acabaron con la meretriz. ¿Entonces? ¿Quienes eran exactamente y que pretendían?-No espero que una dama como usted sepa de esas cosas, pero si así lo fuera, me alegraría el día.
Se mordió la lengua antes de hacer un comentario inadecuado que la revelaría como dueña del local, por lo que dijo:
-Confió en que no haya basura de esa índole en este lugar-Dijo, como si se sintiese turbada por la idea-Suerte que estáis vos hoy aquí, si acaso hubiese alguna bruja-Dijo despreciativa-El vuestro parece un trabajo peligroso, ser-Apreció. Miró por el rabillo del ojo a Cenicienta, que se removía inquieta a su lado. Se abstuvo de darle un pisotón esta vez, pero se mordió el labio-Sin duda debe ser una experiencia enriquecedora, más apuesto a que tenéis grandes historias que contar sobre vuestra loable tarea-Curvó sus labios-Estoy intrigada-Suspiró-¿Me ilustraríais con algún relato?
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Morrigan
Noble de Marshovia y Nigromante
Re: buscando informacion (libre)
No muy lejos de aquella mesa y finalmente uno de los encapuchados llamo a una de las camareras para darle instrucciones.
Y mientras el grupo de encapuchados con mascaras hablaban con la camarera, la figura mas bajita se alejo hacia la zona de servicios.
La camarera asintió y guió al grupo hacia una de las habitaciones, de donde normalmente llamarían a las chicas que fueran a hacerles la noche mas feliz...
La pequeña figura que tenia toda la pinta de ser una niña pequeña se quedo delante del cuarto de hombres y ase asomo mirando en silencio a los dos individuos que habían dentro.
Y mientras el grupo de encapuchados con mascaras hablaban con la camarera, la figura mas bajita se alejo hacia la zona de servicios.
La camarera asintió y guió al grupo hacia una de las habitaciones, de donde normalmente llamarían a las chicas que fueran a hacerles la noche mas feliz...
La pequeña figura que tenia toda la pinta de ser una niña pequeña se quedo delante del cuarto de hombres y ase asomo mirando en silencio a los dos individuos que habían dentro.
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Yer Noligma
Heredero de la Montaña Prohibida
Re: buscando informacion (libre)
- No espero que una dama como usted sepa de esas cosas, pero si así lo fuera, me alegraría el día.
Miro a Lady Hellberg, con las ganas de delatarla cresciendo, aunque el dolor en mi seno izquierdo me recuerda que cualquier ataque contra ella tendrá consecuencias directas en mí. Aprieto mis labios, en un esfuerzo físico por controlarme para mi propio bien, mientras ella le provoca a que cuente historias de brujas.
La miro de nuevo, pensando que si mis labios no se cerraran por la magia de aquel maldito contrato que firmé, podría yo muy bien contar un horrible historia de brujas... Observo al cazador de brujas a los ojos, implorando a que me comprenda aunque no le hable nada. Pero es imposible... No puedo delatar a Lady Hellberg sentada a su lado...
Entonces, me decido a tratar de hablarle a solas, aunque sea con señas de manos, del peligro que está sentado junto a nosotros.
Miro a Lady Hellberg, con las ganas de delatarla cresciendo, aunque el dolor en mi seno izquierdo me recuerda que cualquier ataque contra ella tendrá consecuencias directas en mí. Aprieto mis labios, en un esfuerzo físico por controlarme para mi propio bien, mientras ella le provoca a que cuente historias de brujas.
La miro de nuevo, pensando que si mis labios no se cerraran por la magia de aquel maldito contrato que firmé, podría yo muy bien contar un horrible historia de brujas... Observo al cazador de brujas a los ojos, implorando a que me comprenda aunque no le hable nada. Pero es imposible... No puedo delatar a Lady Hellberg sentada a su lado...
Entonces, me decido a tratar de hablarle a solas, aunque sea con señas de manos, del peligro que está sentado junto a nosotros.
Re: buscando informacion (libre)
seiyu miro extrañado al hombre que le aconsejaba sobre la bebida.
-yo no bebo... un momento...
seiyu se hacerco y escupio el sabor amargo de su boca
-simplemente no me ecuento bien, este lugar apesta a muerto... o es que estoy enfermo.
seiyu cogio una tina de agua y se enjuago con ella escupio un poco y se trago el resto para intentar quitarse el ardor de la garganta.
Luego se volvio al hombre como para decir algo pero se quedo mirando la entrada al baño, donde una figura encapuchada se les quedo observando.
por su mascara y estaturas, parecia ser una niña pequeña que estaba perdida.
-Hola pequeña... mira, esto es el baño de hombres, el de las mujeres esta al otro lado... creo ¿o estos son publicos para todos?
la joven no dijo nada, simplemente parecia observarles, hasta que finalmente despues de un momento bastante incomodo, camino hacia atras, no se volvio ni se disculpo, simplemente camino hacia atras hasta que salio del cuarto.
-ademas...por lo que veo, aqui hay gente rara, rara, rara...
____________________________________
Ralths se qquedo algo receloso cuando vio las extrañas reacciones de las damas
-Confió en que no haya basura de esa índole en este lugar, Suerte que estáis vos hoy aquí, si acaso hubiese alguna bruja.
Ralths habia contado esa trola por que solia ser la escuza de los Guardianes para hacer sus trabajos, por alguna razon le parecio que su falso oficio no era bien recibido alli a pesar de lo que decian, pero era natural.
Cuando uno se enfrenta a lo sobrenatural, solia atraerlo consigo alla donde fuera.
-El vuestro parece un trabajo peligroso, ser
ralths contexto con una sonrisa diciendo
-lo seria, si fuera un trabajo remunerado... pero lo cierto es que pocas brujas llegan a tener nunca precio a sus cabezas, son muy temidas y muy listas, solo he cazado una en mi vida, y resulto que ya estaba muerta... o simplemente desaparecida, pero el dinero me lo lleve yo.
ralths dio un trago antes de añadir
-la escoria es mucha mejor opcion, menos lio y menops problemas, no obstante, ahora intentamos ir a por un pez gordo esta vez... uno bien gordo ... pero bastante peligroso
Ralths miro a la mujer a los ojos de la mascara intentando vislumbrar cualquier reaccion.
- a no ser... que tengan algun trabajillo por aqui... cualquier cosa, un borracho sobon, alguna "mujersuela" revelde, alguna paliza adomicilio... un marido que deberia desaparecer o de esas cosas que siempre entuciasman a las mujeres...
Ralths ni iba a hablar de su trabajo actual , no aun... esperaria a que el pez mordiera el ansuelo para recoger el sedal.
-yo no bebo... un momento...
seiyu se hacerco y escupio el sabor amargo de su boca
-simplemente no me ecuento bien, este lugar apesta a muerto... o es que estoy enfermo.
seiyu cogio una tina de agua y se enjuago con ella escupio un poco y se trago el resto para intentar quitarse el ardor de la garganta.
Luego se volvio al hombre como para decir algo pero se quedo mirando la entrada al baño, donde una figura encapuchada se les quedo observando.
por su mascara y estaturas, parecia ser una niña pequeña que estaba perdida.
-Hola pequeña... mira, esto es el baño de hombres, el de las mujeres esta al otro lado... creo ¿o estos son publicos para todos?
la joven no dijo nada, simplemente parecia observarles, hasta que finalmente despues de un momento bastante incomodo, camino hacia atras, no se volvio ni se disculpo, simplemente camino hacia atras hasta que salio del cuarto.
-ademas...por lo que veo, aqui hay gente rara, rara, rara...
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Ralths se qquedo algo receloso cuando vio las extrañas reacciones de las damas
-Confió en que no haya basura de esa índole en este lugar, Suerte que estáis vos hoy aquí, si acaso hubiese alguna bruja.
Ralths habia contado esa trola por que solia ser la escuza de los Guardianes para hacer sus trabajos, por alguna razon le parecio que su falso oficio no era bien recibido alli a pesar de lo que decian, pero era natural.
Cuando uno se enfrenta a lo sobrenatural, solia atraerlo consigo alla donde fuera.
-El vuestro parece un trabajo peligroso, ser
ralths contexto con una sonrisa diciendo
-lo seria, si fuera un trabajo remunerado... pero lo cierto es que pocas brujas llegan a tener nunca precio a sus cabezas, son muy temidas y muy listas, solo he cazado una en mi vida, y resulto que ya estaba muerta... o simplemente desaparecida, pero el dinero me lo lleve yo.
ralths dio un trago antes de añadir
-la escoria es mucha mejor opcion, menos lio y menops problemas, no obstante, ahora intentamos ir a por un pez gordo esta vez... uno bien gordo ... pero bastante peligroso
Ralths miro a la mujer a los ojos de la mascara intentando vislumbrar cualquier reaccion.
- a no ser... que tengan algun trabajillo por aqui... cualquier cosa, un borracho sobon, alguna "mujersuela" revelde, alguna paliza adomicilio... un marido que deberia desaparecer o de esas cosas que siempre entuciasman a las mujeres...
Ralths ni iba a hablar de su trabajo actual , no aun... esperaria a que el pez mordiera el ansuelo para recoger el sedal.
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seiyu
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Re: buscando informacion (libre)
-¿Enserio, ser?-Preguntó fingiendo cierta decepción. Se dejó caer hacia atrás. No era más que un mercenario, ¿Qué esperaba? Llo que en cierto modo llegaba a sorprenderla era que hablase con sinceridad. Puede que simplemente fuese un truco-Es una lástima. Estas tierras están llenas de brujas, las infectan como si fuesen una plaga-Cerró los ojos con pesar, como si fuese la primera que sufriese las consecuencias de aquellas condenadas hechiceras, y los volvió a abrir para mirar al caballero-¿Un pez gordo, decís?-Volvió a inclinarse hacia delante, cruzando las manos debajo de su barbilla-¿Cómo de gordo?-Aquello olía a dos cosas: A dinero o a poder, y casualmente, ambas cosas entraban en la lista de favoritos de Morrigan-Oh, por favor, no me miréis a mi. Yo no hago ese tipo de encargos. Soy una humilde mujer que símplemente desea disfrutar de la buena compañía y el ambiente agradable de este lugar-Señaló tanto como abarcaba su mano-¿No es así, querida?-Rozó la mejilla de Cenicienta con el dorso de la mano. Una palabra en su contra y lo lamentaría-Aunque... Ahora que lo menciona...Me he percatado hace un rato de cierto grupo pintoresco que ha entrado en estos lares. No sé por qué, pero me siento inquieta-Hizo como si se sintiese perturbada-¿Vos sabéis algo?¿Os acompañan?-Era una pregunta directa pero tampoco esperaba una respuesta fiable.
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Morrigan
Noble de Marshovia y Nigromante
Re: buscando informacion (libre)
- Simplemente no me encuentro bien, este lugar apesta a muerto... o es que estoy enfermo. -El hombre de sombrero de copa abre los ojos ante ese comentario, y decide que no quedará ningun momento más en el baño.
- Con su permiso... -dice sin embargo, una niña encapuchada llega a la puerta y los observa. El hombre del sombrero de copa se asusta aún más, y a duras penas logra sujetar su bastón sin tiritar. ¿Acaso ya lo habían identificado?
- Hola pequeña... mira, esto es el baño de hombres, el de las mujeres está al otro lado... creo ¿o estos son públicos para todos? -El hombre de sombrero de copas se encoje de hombros, aunque sepa que este baño es sólo de hombres... Ha decidido esconderse de inmediato con otra de las prostitutas, quizás ahora manoseando un poco a la chica antes de matarla...
- Además...por lo que veo, aqui hay gente rara, rara, rara...
- Demasiado rara, usted debería irse antes que sea tarde. -dice con un saludo y saliendo al pasillo.
- Con su permiso... -dice sin embargo, una niña encapuchada llega a la puerta y los observa. El hombre del sombrero de copa se asusta aún más, y a duras penas logra sujetar su bastón sin tiritar. ¿Acaso ya lo habían identificado?
- Hola pequeña... mira, esto es el baño de hombres, el de las mujeres está al otro lado... creo ¿o estos son públicos para todos? -El hombre de sombrero de copas se encoje de hombros, aunque sepa que este baño es sólo de hombres... Ha decidido esconderse de inmediato con otra de las prostitutas, quizás ahora manoseando un poco a la chica antes de matarla...
- Además...por lo que veo, aqui hay gente rara, rara, rara...
- Demasiado rara, usted debería irse antes que sea tarde. -dice con un saludo y saliendo al pasillo.
***
Ruedo mis ojos, ¡espantada de cómo ella puede mentir! Aunque en realidad... es por culpa de su gran habilidad para mentir que ahora estoy aquí, esclavizada y presa, por siempre jamás...
- ... no obstante, ahora intentamos ir a por un pez gordo esta vez... uno bien gordo ... pero bastante peligroso. -Abro mis ojos, asustada de nuevo, ya que, ¿podrían venir ellos por la asesina de Lady Tremaine? Bajo mis manos hacia mi falda, tratando en vano de ocultar mis dedos que tiritan de la vista de todos.
- ¿Un pez gordo, decís? ¿Cómo de gordo? -pregunta inmutable la dama mala, mientras miro hacia otro lado, temerosa de que me vaya a delatar, ¡siendo que he hecho todo lo que me ha pedido!
Entonces... ¡lo veo nuevamente! ¡El asesino de Claudia camina hacia nosotros! Me observa de lejos y conversa con una chica, ella se ríe y ¡habla de mí! Trato de encogerme, acorralada, cuando él se acerca y dice:
- Usted es la joya del Masquerade... ¿Cuánto debo pagar por pasar un rato con tamaña belleza? -Miro implorante a Lady Hellberg, esperando que no me venda a él, ¡que de seguro moriré en sus manos!
- ... no obstante, ahora intentamos ir a por un pez gordo esta vez... uno bien gordo ... pero bastante peligroso. -Abro mis ojos, asustada de nuevo, ya que, ¿podrían venir ellos por la asesina de Lady Tremaine? Bajo mis manos hacia mi falda, tratando en vano de ocultar mis dedos que tiritan de la vista de todos.
- ¿Un pez gordo, decís? ¿Cómo de gordo? -pregunta inmutable la dama mala, mientras miro hacia otro lado, temerosa de que me vaya a delatar, ¡siendo que he hecho todo lo que me ha pedido!
Entonces... ¡lo veo nuevamente! ¡El asesino de Claudia camina hacia nosotros! Me observa de lejos y conversa con una chica, ella se ríe y ¡habla de mí! Trato de encogerme, acorralada, cuando él se acerca y dice:
- Usted es la joya del Masquerade... ¿Cuánto debo pagar por pasar un rato con tamaña belleza? -Miro implorante a Lady Hellberg, esperando que no me venda a él, ¡que de seguro moriré en sus manos!
Re: buscando informacion (libre)
Ralth sorie sarcasticamente
-Si, no conocemos...pero entramos por separado y nos sentamos alejados para crear ambiente.... no, no nos conocemos, pero tenian una pinta bien rara... menos mal que han cogido habitación
Fue entonces cuando alguien quiso llevarse a la camarera, lo cierto es que a ralth le extrañaba que no hubiera pasado antes.
¿habra una lucha de poder? O la desconocida desistiria de su compañia femenina?
...........***************~~~~~~~~~~~°°°°°°͵͵͵͵ͺ͵ͺͺͺͺͺͺͺͺͺ
Seiyu suspiro y se alejo del baño, cuando de repente lo oyo
Casi saco el arma sin pensarselo, pero lo penso mejor
¿De verdad habia sido un grito de dolor? Era curioso ahora que lo pensaba que el restaurante tuviera tantas habitaciones.
Seiyu se acerco la oreja a el primer cuarto, y los gemidos lo hizo alejarse sonrojado, pero al alejarse escucho una suplica en el otro cuarto
-Por favor... no...
Seiyu abrio los ojos y siguio escuchando esa otra puerta.
-Por favor ...no...
Un extraño sonido hizo chirriar sus dientes, seiyu agarro la espada.
-Por favor... acompañeme...
Seiyu entrecerro los ojos creyendo no haber entendido bien
-Por favor... acompañeme.
Seiyu se alejo mascullando que restaurante mas extraño era aquel sin oir como la frase volvia a cambiar.
-por favor... acompañeme... señorita Lancre.
-Si, no conocemos...pero entramos por separado y nos sentamos alejados para crear ambiente.... no, no nos conocemos, pero tenian una pinta bien rara... menos mal que han cogido habitación
Fue entonces cuando alguien quiso llevarse a la camarera, lo cierto es que a ralth le extrañaba que no hubiera pasado antes.
¿habra una lucha de poder? O la desconocida desistiria de su compañia femenina?
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Seiyu suspiro y se alejo del baño, cuando de repente lo oyo
Casi saco el arma sin pensarselo, pero lo penso mejor
¿De verdad habia sido un grito de dolor? Era curioso ahora que lo pensaba que el restaurante tuviera tantas habitaciones.
Seiyu se acerco la oreja a el primer cuarto, y los gemidos lo hizo alejarse sonrojado, pero al alejarse escucho una suplica en el otro cuarto
-Por favor... no...
Seiyu abrio los ojos y siguio escuchando esa otra puerta.
-Por favor ...no...
Un extraño sonido hizo chirriar sus dientes, seiyu agarro la espada.
-Por favor... acompañeme...
Seiyu entrecerro los ojos creyendo no haber entendido bien
-Por favor... acompañeme.
Seiyu se alejo mascullando que restaurante mas extraño era aquel sin oir como la frase volvia a cambiar.
-por favor... acompañeme... señorita Lancre.
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seiyu
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Re: buscando informacion (libre)
- Off:
- No sé si dije que Morrigan llevaba guantes... Pero los lleva, para esconder la herida que le produjo el orbe de la montaña prohibida.
Morrigan alzó una ceja oscura, arrugando la nariz como si oliese algo desagradable, no acogiendo bien la ironía con la que se manejaba el hombre de toscos modales. Esbozó una sonrisa amarga.
-Sí... Menos mal-Cecil debería haber encargado la vigilancia de ese grupo a alguien competente como Iván. No se fiaba ni un pelo, y Morrigan era de la filosofía de: A los amigos cerca, a los enemigos aún más cerca. Curiosamente, dentro de su círculo de relaciones sólo contaba con enemigos, ya que la amistad era un concepto tan laxo que la bruja jamás consideraba a las personas a un nivel equitativo al suyo-No eludáis mi pregunta, mercenario - Replicó con acritud-¿A quién es ese pez gordo al que buscáis?
Sostuvo la mirada al hombre, con cierto deje de desafío encendido en sus ojos, como si pudiese sondearle la mente... Lamentablemente, no podía. Una pena... Volvió a dar un sorvo a la bebida para aclarar su garganta, cuando una sombra se recortó contra el blanco mantel de la mesa. Seguramente sería alguno de sus criados, para informar sobre novedades del caso que tenían entre manos, ¿Cómo se podía ser tan imbécil de tratar de hablarle mientras estaba trabajando? No se molestó en girarse, jugueteando con la copa entre sus dedos enguantados.
- Usted es la joya del Masquerade... ¿Cuánto debo pagar por pasar un rato con tamaña belleza?-Vaya.
Eso si la impulsó a mirar hacia atrás, para toparse con un tipo bien vestido y modales visiblemente refinados, posiblemente de buen poder adquisitivo, pero desgarbado y de aspecto enfermizo. Le era vagamente familiar. Sus orbes viajaron hacia los suyos, percatándose de su tono zalamero e invasivo. El dinero y el poder eran algo importante para Morrigan, no obstante ella no prestaba sus juguetes a cualquiera, únicamente si lograba algo a cambio de un valor similar o mayor. Ese no era el caso, y en cierto modo, la presencia de ese tipo la fastidió. Cierta vena posesiva brotó en algún lugar de la mente de la bruja, quien se arrimó un poco más a la muchacha, deslizando su mano hacia su entrepierna y apretando con fuerza mientras invadía sin pudor alguno su intimidad., a través de la tela vaporosa de su vestido. La piel herida de su palma tironeaba como si fuese papel apergaminado a causa de la fuerza que usó, clavándose en la herida supurante que había bajo la misma, oculta por el guante que oportunamente le daba un aspecto más elegante. Fugazmente, recordó la esfera de la Montaña Prohibida, y sintió una oleada de intensa ira, que titiló en sus ojos durante unos breves instantes.
-Lo es, desde luego-Dijo, dulce y empalagosa como un tarro de dorada miel. Con la diestra, acarició la mejilla de Cenicienta, sin apartar la siniestra de la zona prohibida-Salta a la vista-Enrolló un dedo en uno de los tirabuzones brillantes de Cenicienta, de forma provocadora, mientras mordía su labio inferior. Sus ojos la desnudaban con la mirada, pasando la curva sinuosa de sus pechos, hasta llegar a sus estrechas caderas; su actitud territorial no dejaba lugar a dudas de que no iba a compartir nada esa noche-Por desgracia, ahora está ocupada. No en vano vale lo que cuesta-Rió juguetona-Así que...tendrá que contentarse con cualquier otra-Echó la vista atrás, señalando a la multitud de chicas que se arremolinaban con fingida naturalidad-Si es tan amable, estamos inmersos en una conversación privada-Sonrió y sus ojos lo hicieron también, con malicia.
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Morrigan
Noble de Marshovia y Nigromante
Re: buscando informacion (libre)
Aterrada, observo la mirada del asesino de Claudia sobre mí, sin embargo, sus ojos en realidad están clavados en la señora que es mi dueña. ¿Por qué?
- ¡Oh! -se escapa de mis labios al sentir de pronto la mano de Lady Hellberg en mi intimidad. Mi primera reacción es de sujetar su mano, sin embargo, sus dedos avanzan sin piedad, hundiendo mi propio vestido en la humedad de mi interior. Mi rostro se enrojece, sin embargo, nada puedo hacer mientras ella sigue estimulándome, salvo morder mis labios para evitar que nuevos gemidos salgan a la luz.
Su otra mano roza cariñosamente mi mejilla, mientras me complico al pensar cómo logra jugar en diferentes facetas al mismo tiempo. Un escalofrío me recorre cuando ella amenaza bajar uno de mis tirantes. ¿No le afecta en nada eso de desnudarme delante de extraños? Lo peor es sentir que mis pezones se endurecen y deben estar demasiado a la vista bajo la suave tela.
- Por desgracia, ahora está ocupada. No en vano vale lo que cuesta. Así que...tendrá que contentarse con cualquier otra. Si es tan amable, estamos inmersos en una conversación privada. -dice lo más tranquila, sin embargo el tipo no deja de mirarle. Su mirada es asesina, aunque igual se da la media vuelta y camina hacia donde Lady Hellberg le indicó.
- Ese hombre... -le susurro a Lady Hellberg, sin embargo, su propia mano me calla, ya que se hunde tanto que no logro ahogar un gemido, y la advertencia muere en una nueva oleada de verguenza y humedad.
***
El ajusticiador se dirige entonces hacia el grupo de chicas "disponibles". Se acerca y sonríe, estirando la mano y tocando el mechón castaño de la chica con la sonrisa más dulce:
- ¿Hace mucho que trabajas aquí? -dice él, tratando de saber si ella será también otra de sus favoritas o no. Mientras no logra atrapar a la gran araña, diezmará con sus pupilas sin piedad. Al fin y al cabo, todas hacen lo mismo, seducen a los hombres para extraerles todo, principalmente sus fortunas.
- ¡Oh! -se escapa de mis labios al sentir de pronto la mano de Lady Hellberg en mi intimidad. Mi primera reacción es de sujetar su mano, sin embargo, sus dedos avanzan sin piedad, hundiendo mi propio vestido en la humedad de mi interior. Mi rostro se enrojece, sin embargo, nada puedo hacer mientras ella sigue estimulándome, salvo morder mis labios para evitar que nuevos gemidos salgan a la luz.
Su otra mano roza cariñosamente mi mejilla, mientras me complico al pensar cómo logra jugar en diferentes facetas al mismo tiempo. Un escalofrío me recorre cuando ella amenaza bajar uno de mis tirantes. ¿No le afecta en nada eso de desnudarme delante de extraños? Lo peor es sentir que mis pezones se endurecen y deben estar demasiado a la vista bajo la suave tela.
- Por desgracia, ahora está ocupada. No en vano vale lo que cuesta. Así que...tendrá que contentarse con cualquier otra. Si es tan amable, estamos inmersos en una conversación privada. -dice lo más tranquila, sin embargo el tipo no deja de mirarle. Su mirada es asesina, aunque igual se da la media vuelta y camina hacia donde Lady Hellberg le indicó.
- Ese hombre... -le susurro a Lady Hellberg, sin embargo, su propia mano me calla, ya que se hunde tanto que no logro ahogar un gemido, y la advertencia muere en una nueva oleada de verguenza y humedad.
***
El ajusticiador se dirige entonces hacia el grupo de chicas "disponibles". Se acerca y sonríe, estirando la mano y tocando el mechón castaño de la chica con la sonrisa más dulce:
- ¿Hace mucho que trabajas aquí? -dice él, tratando de saber si ella será también otra de sus favoritas o no. Mientras no logra atrapar a la gran araña, diezmará con sus pupilas sin piedad. Al fin y al cabo, todas hacen lo mismo, seducen a los hombres para extraerles todo, principalmente sus fortunas.
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