Do you wanna play with magic? [Priv. Diaval]

Ya se que no habéis insinuado pero se sabe que pensarlo lo pensasteis, estos humanos, son demasiado curiosos, lo cual les puede causar muchos problemas, como ahora, aunque el problema lo tengo yo, no puedo decir que soy un miserable ladrón que roba a pobres y a ricos por igual, tendría que inventar algo que dejara la verdad oculta en una mentira.

-Me dedico a la compra venta, compro un objeto, y luego en otro sitio lo vendo a mayor precio- En verdad mi trabajo era así, compraba un objeto con la moneda del robo y lo vendía con la moneda de la mentida, he llegado a vender cobre pintado de plata como si fuesen joyas -Bueno, también has de comprender, que no vendo el objeto tal y como lo compré, un anillo de oro... puede ser un viejo recuerdo de una vieja anciana que vivió al lado de su marido toda una vida...- Esboce una sonrisa y le di otro trago, por momentos me sentía cada vez mas y mas diferente, como mas suelto -¿Que joven enamorada no quiere un anillo que podría hacer que su amor perdurada para siempre?- Siempre picaban en ese viejo truco del amuleto, mucho dinero e sacado gracias a eso, si fueran mas listos me quedaría sin negocio.

-Este jugo de frutas... sabe diferente a los que suelo tomar, es un poco mas agrio... y percibo algo raro en el olor, pero no puedo decir que malo este, pues como ves lo sigo tomando- Y otro trago le dí, estaba bueno a su forma... sentía que me estaba relajando demasiado así que me coloque bien en el asiento y e intenté recobrar un poco la compostura que estaba perdiendo.

-Entiendo-Empezó a decir. Obviamente no se tragaba ese cuento del todo, ¿El más leal de los siervos de Maléfica haciendo de vulgar vendedor ambulante? Creer para ver, obviamente. Se le antojaba increíble en el peor de los sentidos, pero no lo cuestionó en voz alta, sino que se limitó a asentir como una buena chica sumisa-Oh-Prosiguió, ¿Se calificaba a si mismo como un estafador? Eso sí que era nuevo y arriesgado-Estaís hecho todo un truhán,  Diaval. Debo suponer que ta no vivís en... ¿Cómo se llamaba el reino? ¡Ah! Grimm-Bromeó sin hacerlo. Cómo cabría de esperar de un cuervo-Aunque supongo que en la supervivencia, como en la guerra y en el amor,  todo vale-Batió sus pestañas largas, como alas de mariposa. Miró entonces la copa de zumo, ¿Ser habría dado cuenta?-¿No es de vuestro agrado?-Resopló con indignación-En este local son todos unos incompetentes-Se levantó de golpe con las manos apoyadas sobre la mesa-Notificaré al dueño de este agravio...

La conversación la estaba escuchando a medías, estaba mas atento de la bebida, que estaba haciendo que me encontrara diferente a como suelo ser, me sentía más ligero, más torpe, menos habilidoso con las palabras, ya ni me preguntaba que llevaba la bebida, solo la bebía...

-No pasa nada, esta bueno a su forma, no hay por que generar un problema por nada, sigamos nuestra conversación, total, ya me lo e bebido todo- Dije con una sonrisa -Aunque si traen nuevamente algo, que sea agua- Aclare, no quería mas jugo de frutas, no como ese que me servían, no me dejaba pensar con claridad, era una sensación muy extraña y molesta, pero mejor callar. Que fuera lo que fuera lo que había echado, no podría conmigo, aparte, la mujercita conocía muy bien este sitio, quien dice que no lo a pedido ella, pero bueno, no la culpo, aunque es estúpido sacar información a alguien que la busca.

-Bueno, ¿Puedo saber, si no es mucho preguntar... De que conocéis este lugar?- Aunque no pensase bien, notaba que lo conocía, que había estado mas de una vez en este sitio... o quizás siempre... tanto como ella quiere aclarar sus dudas, ¿por que yo no?.

Morrigan volvió a sentarse en el asiento relajadamente, componiendo una mueca agradable para entregársela a Diaval. Se apoyó de forma coqueta, preguntandose como proceder a continuación, ahora que este parecía poco reacio a colaborar.

-De acuerdo, como vos digáis...-Concedió-Me apena que no os guste la bebida-Suspiró-El agua es tan vulgar, ¿No os parece? Pensaba que habíais dicho que vos invitaríais...-Lo miró con perfidia, lanzando una pullita-¿Tan pronto se vacía vuestra bolsa?-Se rió cantarinamente-¿Yo? Bueno, es un local bastante discreto-Pestañeó seductoramente-No sé si me entendéis...

Valla me a entendido mal... no... e hablado mal -Perdone, no quise decir que vos bebierais agua, por mi como si bebéis de la botella de vino tan caro que antes quisisteis- Esto va de mal en peor, esa bebida... voy a tardar un mes en recuperar el dinero perdido, o puede que hasta mas. Me esta dañando mi lengua y mi mente... no se como acabare.

-Discreto... bueno... si discreto es... ya... pero...- Me puse un poco mas serio -No soy al único que os habéis llevado hasta esta estancia- lo sabía, lo sabía... adiós los secretos -Mira... no se que queréis saber de Maléfica, pero yo no se mucho, has de tener en cuenta que se marcho sin decir palabra, y si queréis saber algo acerca de ella...- Miro la copa de jugo -Yo apenas aprendí nada de ella en el tiempo que pasé con ella, hay... no me habló del pasado nunca y no mucho del presente- Dije casi apenado, pero volví a mira
-Disculpe mi actitud, no se que me pasa... me siento algo raro- Demasiado raro, algo pasaba.

-Relajaos, querido Diaval. Se os ve ligeramente alterado-Hizo un gesto con la mano para restarle importancia al asunto. Lo último que quería era que el cuervo montase una escenita o se fuese volando por donde había venido-Ese es un ataque muy gratuito-Dijo, mirandose las uñas con poco interés-Simplemente el lugar es de mi agrado, ¿Acado insinuais que soy una vulgar meretriz? No os tengáis en tan alta estima, caballero. En primer lugar, sois vos quien me ha ofrecido la invitación, y yo amablemente he accedido; que menos que me dejaseis escoger el sitio. En segundo lugar, me ofenden vuestras palabras. No creía hallarme ante alguien tan descortés. No os he preguntado por vuestra ama-Espetó a la defensiva-Pues ella no me interesa lo más mínimo-Mintió. La verdad era que no le resultaba grato que Diaval pudiese intuir sus intenciones, ella, que tan discreta se creía. Sin embargo pensaba seguir insistiendo, pues sin darse cuenta, el cuervo estaba cayendo en su telaraña son posibilidad de escape. El hombre mentía, por supuesto-Está bien-Suspiró con condescendencia-Disculpas aceptadas. Pero será mejor que controleis esa lengua vuestra. ¿No sabiais que por la boca muere el pez? Aunque admito que Maléfica siempre me ha tenido intrigada-Reconoció-Dicen... Dicen por ahí que tubo un hijo-Eso la fastidiaba, solo esperaba que el mocoso no fuese fruto de la entrepierba de Arawn, ya que eso no lo soportaría. Morrigan estaba seca por dentro, el precio a pagar por su despertar de ser una marioneta, pero ahora era libre. Lamentablemente, nunca tendría descendencia, hecho que la hacía odiar a los niños... Parecía que Maléfica podía tener todo lo que a ella se le negaba: Poder, temor y descendencia, hecho que la impulsaba a odiarla más aún sin conocerla-¿No le debéis lealtad a el ahora?-Inquirió con malicia y curiosidad.

No... la bebida me hace algo... y no es nada bueno -No se que llevará esta bebida, pero os lo digo... no me esta sintiendo bien... pare como si yo no fuera el que habla, y de eso que os haya ofendido... no se que hablo... pido disculpas- Digo antes de colocarme bien en la mesa y mirarla a sus ojos.

¿El niño de Maléfica? Ha... ese renacuajo al cual ella le dio vida Maléfica... -Perdóneme, pero no estoy obligado a ello, es mas, no le tengo aprecio, no he hablado mucho con el, mas bien lo evitaba, no es que sea de mi agrado los niños...- Termine acabe diciendo. No es que quisiera saber algo de un ser inferior.

-Una duda... ¿Sabéis de algún sitio en donde pasar la noche?- Ya estaba cansado, no quería seguir así, si quisiera conversar mas conmigo, pues que me lo diga y yo la buscaría, se me da bien buscar cosas.

Morrigan no dijo nada, pues no esperaba menos. Estaba complacida de ver como Diaval sucumbia al envolvente efecto enagenante del alcohol, aunque la aburria y decepciobava en cierto modo que hubiese sido tan fácil. Cuestionó el criterio de Nalefica a la hora de elegir a sus secuaces, teniendo en cuenta lo pronto que había caído el cuervo en sus redes.

Pero aún era pronto para cantar victoria, pues era obvio que él sospechaba.

-Exageraís, querido. Yo me encuentro bastante lúcida, ¿No será que habéis comido algo en mal estado antes de venir?-Sugirió sin mirarle, concentrándose en la copa que sostenía en su mano mientras la hacia rodar.

Al parecer tenian más cosas en común de lo que pudiese aparentar a simple vista, más allá de su aspecto oscuro y su habilidad de convertirse en cuervo. A Morrigan tampoco le agradaban los crios, pero sospechaba que su interlocutor estaba algo oxidado respecto a información. Por lo que a ella respectaba, el retoño de la Emperatriz del Mal debía estar ya bastante crecidito, por no hablar de que presumiblemente habría heredado sus poderes malignos. Eso lo convertía en alguien interesante, pero a su vez, una potencial amenaza en sus intentos por desentrañar los secretos de su madre. Que contratiempo más inoportuno.

Se cuestionó el porque de la falta de lealtad de Diaval hacia el chico. Tal vez no era tan leal hacia Maléfica cuando despreciaba su casta de ese modo.

-Tal vez haya alguna pista sobre la desaparición de vuestra ama en su hogar, ¿Donde se hallaba?-Empezó a decir, buscando que este revelase la localización exacta. Inclinó la cabeza ante su sugerencia-La noche es joven, ¿Tan incómoda os resulta mi compañía que ya quereis abandonarme o... esas palabras responden a otro tipo de petición?-Sonrió lobuna-Decidme, querido. ¿Cómo puedo encontrar al hijo de Maléfica? -Soltó sobre tapujos, viendo el movimiento irregular de sus hombros, que denotava la pérdida dec sus facultades a causa de una incipiente ebriedad. Tal vez le hiciese una visita... Necesitaba conocer los secretos de su madre-Posiblemente el esté tan preocupado como vos. Soy buena encontrando cosas. Si me decís donde esra la guarida de la Emperatriz del Mal, yo podría ayudaros a encontrarla-Si, claro, pero algo debía decir.

¿Que exagero? Claro... yo un simple cuervo... y vos una maga... y decís que exagero... esto que estoy tomando mas sus palabras... me están matando ambas cosas. Me levanté del asiento y la miré un poco mas serio -No penséis mal de mi, hoy no será mi día- Dije antes de sacar mi bolsa con el dinero de la camisa.

-Comprenda que los cuervos no nos acostumbramos a este tipo de bebida, pero bueno...- Dije mientras miraba mi copa ya bacía. De pronto una pregunta y una cuestión me llegaron a mis oídos, lo escuche con la mayor atención que pude, mas recapacite bien para saber que responder, no podía responder una simple respuesta.

-¿En donde se encuentra el chico de Maléfica?- Pues cuando marché no lo vi salir, así que seguramente se encuentre aun en ese viejo castillo -¿Y conque me podréis ayudar...? Suena bien... muy bien...- Claro que sonaba bien, y no iba a dejar que fuera sola, mejor la acompañaba yo, si alguien me recuerda del lugar no creo que me atacase, y menos siendo el chico de Maléfica, al cual ningún mal le había causado.

-Os puedo llevar, si... y sin problemas, siempre es agradable volver a inicio, recordar cosas, respirar nuevamente el mismo aire...- Saqué la bolsa y empecé a buscar dinero en ella -¿Cuanto debo?- Dinero seguramente tendría suficiente, y si no... a volar.

-¿Tan pronto queréis iros? Si aún ni siquiera hemos empezado, querido Diaval-Pajarraco esquivo, ¿Acaso se creía que podía escapar de ella? Estaba equivocado, MUY equivocado-Con gusto os ayudaré, tal y como prometí. Soy una persona bondadosa y siento debilidad por las causas perdidas-Afirmó, con una mano colocada dramáticamente sobre su pecho-Por favor, no hay necesidad de que andeís con tanta prisa, ¿Donde...Dónde habéis dicho que se encuentra el lugar?-No lo había dicho, de hecho no había respondido a sus preguntas como ella deseaba. Si seguía así tendría que empezar a tomar medidas drásticas, cosa que no quería. Aunque Diaval no pareciese muy despierto, había trabajado, para bien o para mal, para Maléfica. De seguro que se guardaba algún as bajo la manga, y Morrigan necesitaba sacarla la información-El pago no es importante en este momento, ¿Acaso no os apetece disfrutar de un momento de descanso después de un vuelo tan largo? Creedme, sé de lo que hablo.

Se notaba que quería que me quedara, y cierto era que me estaba adelantando un poco y que quizás quisiera irme demasiado pronto, pero después de sentirme tan raro habría que comprender mis ganas de volver a estar en un lugar lejos de esa bebida.

-Quisiera pedirle disculpas por mi actitud- Dije antes de sentarme nuevamente - Si quisiera quedarme y descansar, es cierto que volar cansa, pero mas cansa andar- Dije guardando la bolsa de dinero -En el bosque... allí se encuentra el castillo y su heredero, espero que esté todo como lo recordaba... y espero que su madre vuelva y lo destierre- Dije con una sonrisa en la cara.

-Discúlpeme de nuevo- Dije al darme cuenta que quizás sea malo decir cosas como esa -Solo espero que vuelva, y como el castillo es de ella... y el supongo que mayor ya es... pues que se busque una nueva casa- Dije con una sonrisa.

Vaya, al parecer al pajarito le gustaba andarse con rodeos. Morrigan esbozó una sonrisa autosuficiente mientras el seguia hablando. ¿Tanto le costaba cantar?

-¿El bosque? Que... Abstracto-Comentó cantarinamente. Era obvio que mentía, y en cualquier caso el bosque era demasiado grande y peligroso-Supongo que os es imposible concretar más-Alzó una ceja-Curioso, muy curioso, ¿Tan poco aprecio le tenéis al muchacho?-Hizo como que se abanicaba-¿Que pensaría su madre si os oye hablar de esa forma de su retoño? jajaja-Apartó distraidamente un mechón de cabello de su frente-Sois un conversador excepcional, Diaval. Me sorprende que no nos hayamos conocido antes.

Como voy a apreciar a los niños... la ultima vez que me acerque a una niña que a la distan... esos ojos... pero... -Tu- Me levante bruscamente sin señalar para mantener algo de respeto -Estuve con dolores por tu culpa por mas de dos semanas- Esos ojos son los mismos que los de la niña, cuando veo una joya no me confundo nunca, y esos ojos eran idénticos.

-Ya decía que esos preciosos ojos mostraban algo mas que una belleza, mostraban un pasado...- Nada mas recordarlo me acaricie el costado que fue en donde se me mostraron los dolores después de aquella patada tan... inesperada, si hubiera sido ella mas mayor cuando me la metió ya la habría dado su lección.

-Es que es para no reconocerte- Dije negando con la cabeza -No se ni como no me he acordado... claro... los ojos son el interior del libro, pero el cuerpo es una portada, y ya hacía mucho que no la veía... es mas fácil reconocer portadas que lo que dicen los ojos... has cambiado y no a peor- Dije volviéndome a sentar -Disculpa que salte de esta manera, no soy rencoroso, cuando se es niño se hace maldades sin saber de ellas- Dije dejando mi cuerpo caer sobre el respaldo de la silla descansado -Pero comprenda mi odio hacía los niños...- Termine diciendo olvidando de que hablábamos.

La había reconocido... Morrigan casi se atragantó en ese momento, mientras trataba de dar un sorbo a su bebida. Tosió y posó la mano sobre su pecho mientras recuperaba el aliento con dificultad y clavaba en el los mismos ojos que Diaval elogiaba. Desechó la idea de mentir, pues no tendría sentido. Además, ella había sido pupila de Arawn y este último aliado de Malefica. No había por que esconderse.

-Vaya, que curiosa coincidencia, ¿No os parece? Casi me siento halagada-Se encogió de hombros-Lamentablemente mi memoria falla, casi no albergo recuerdos felices de mi inocencia-Que no había sido tan inocente. Pestañeó exageradamente-¿De verdad erais vos? Yo solo recuerdo a un pájaro sucio...-Se rio-Que tiempos aquellos, Diaval. Que tiempos. Por supuesto no los añoro en absoluto, ¿Y vos? ¿Los añoráis? Arawn debía de tenerle mucho aprecio a vuestra ama-Agregó con cierto resquemor-Eran amigos, por lo que tengo entendido...