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Sacrificando la doncella al dragón [Cenicienta, Noligma y Hikari]
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Re: Sacrificando la doncella al dragón [Cenicienta, Noligma y Hikari]
La galería parecía excavada en la roca por algún enorme anélido, volviéndose oscura allá donde la luz que recortaba la silueta de Morrigan iba perdiendo intensidad. A pesar de la facilidad con la que habían cedido las maderas de bloqueo, olía a cerrado, a humedad y a muerte. Sonrió como una niña pequeña en una tienda de muñecas, sintiendo aquella presión deliciosa en su pecho, mientras la adrenalina aceleraba su pulso y sus pupilas se dilataban.
-Si...-Murmuró.
¿Había algo mejor acaso? Conseguiría desentrañar los secretos oscuros de la bruja más temida de todos los tiempos, y haría suyo su poder. Nadie volvería a menospreciarla ni a usarla, pues ella no era un peón... O si... Si que lo era: Un peón que atraviesa el tablero, eliminando a sus enemigos y convirtiéndose en reina. Una reina poderosa y temida. Arawn temblaría bajo el resurgir más vigoroso del Caldero Negro, y todos en general. No era una cuestión de reconocimiento ajeno, ni mucho menos, pues todos los demás eran necios o idiotas, sino un reto personal del que dependía su orgullo y capacidades.
Pero mientras se embriagaba de los delirios que contravenían a su forma de ser más metódica, se dio cuenta del único elemento que bloqueaba su inevitable ascenso a la preponderancia. Era una armadura, cuyo fulgor que recubría su superficie le impedía discernir con exactitud el color del metal del cual estaban hechas las placas que componían su fisionomía.
-Nadie puede pasar este umbral sin el consentimiento del rey o de dios-Informó con solemnidad su voz cavernosa, cual guardián del pasillo. Tal vez lo era.
Sin embargo a la bruja eso no le interesaba, lo realmente interesante era que el mayordomo le había tendido una trampa, pues a ella no le constataba que le hubiese informado de la presencia de semejante armatoste, puesto a posta para entorpecer sus planes. Maldito ser... Sólo por eso, no pensaba devolverle la llave en cuanto la tuviese en sus dedos...
En realidad no pensaba hacerlo de todos modos: Lo quería como su esclavo.
-Un trozo inútil de latón-Musitó despectiva, juntando las cejas y buscando una salida a semejante encrucijada a traición-Pero que inoportuno...
-Noto una esencia maligna que ya creía olvidada... ¿Puede ser posible? ¿El caldero negro ha vuelto a resurgir?
Quiso alzar la mano para lanzar cualquier hechizo distractorio de su repertorio cuando se percató de lo evidente. Bajó la mano lentamente y enarcó una ceja todo lo alto que pudo, denotando escepticismo. ¿Cómo lo...? Oh, no importaba en realidad. Había vivido tanto tiempo siendo Morrigan que le sorprendió que la reconociera, pues salvo Orddu, Orwen y Orgoch (y por supuesto el rey de la yerma Annuvin), sabían de su verdadera esencia.
Apretó los labios carnosos fuertemente y los separó para morderse el carrillo interior. Esa vida ya estaba olvidada, sin embargo la hería en el ego verse descubierta, pero a su vez le proporcionaba otro tipo de satisfacción: La leyenda del Caldero flotaba en el aire, distorsionada tal vez por el boca a boca. No tenía sentido mentir a alguien capaz de ver entre los hechizos, ¿No?
-La maldad es un término tan ambiguo-Soltó en mitad de un suspiro-Pues depende claramente de a lo que queráis aludir con ella, ya que lo que usted considera maligno puede ser entendido por otro como benévolo. No obstante, ¿Quien afirma o desmiente que el Caldero sea yo?-Inquirió-¿O que sea siquiera verídico que existió semejante objeto?-Lo miró durante un largo minuto-Yo misma puedo hacerlo. Black Crochan-Hizo una escueta reverencia, presentandose formalmente por primera vez en su vida desde hacía mucho-Creada por las brujas del pantano de Morva.
Odiaba su verdadero nombre por todo lo que conllevaba y nunca había vuelto a usarlo, hasta ahora. A partir de su huida, se apoderó de demasiadas identidades robadas y nombres falsos en un intento por pasar desapercibida: Morrigan, Archren, Espelth, Yennefer, Melissandre y, como no, Lady Hellberg.
-¡Fuiste sellado por sublevarte a los dioses! vuelve a tu castigo eterno, tu cárcel de metal negro... de donde no debiste salir-Amenazó mientras desenfundaba una espada vigorosa y de grandes proporciones, obligando a la bruja a retroceder un paso hacia atrás, cuidadosa de no tropezar con sus propias telas, volviendo a sacar la daga. Era consciente de que poco podía hacer contra alguien protegido por tanto metal, pero ningún hueco podía estar lo suficientemente cubierto, ni ella iba tan desprotegida como parecía.
-Sellada-Lo corrigió con cierto fastidio, sin abandonar la guardia, ¿Acaso no veía que era una mujer? ¿Estaba ciego? Se mordió el labio de forma provocadora, aunque empezaba ciertamente a cansarse-No me venga con monsergas. Yo no creo en más dioses que en mí misma, por lo que eso que dice carece de sentido para mí. No volveré para sucumbir ante un porquero inepto que se sacrifica por valores oxidados como la bondad y el amor-Hizo una mueca de asco, haciendo especial énfasis despreciativo en los dos últimos conceptos-O como usted. No creo en los cuentos de hadas-Atajó sin dejarse amedrentar.
Había llegado ya tan lejos que sólo quería quitarse a aquel paladín enlatado de en medio cuanto antes. No le apetecía seguir jugando, para eso ya había traído a Ceni consigo.
-A quien intento engañar... soy un fracaso, le falle a mi señor hace siglos, y ahora que su morada esta sembrada por el mal... no tengo mas que guardar la puerta del mismo modo, aunque deteste a mi nuevo amo...-Replicó de pronto.
Eso despertó el interés de Morrigan, quien no dejaba de percatarse que el nuevo orden imperante en la Montaña Prohibida no era del agrado de muchos. ¿Sería una estratagema? ¿Quién habla tan mal de su amo con desconocidos? Si las piezas del puzzle empezaban a encajar, sin duda se estaba enfrentando a una especie de régimen en un declive demasiado evidente, que tenía como protagonista al actual señor del castillo, pero, ¿Cuales eran las razones? De Maléfica se habían dicho muchas cosas que elogiaban su grandeza, pero entre ellas no destacaba ninguna que alabase su trato condescendiente con su servidumbre, ¿Entonces? ¿Cual era la diferencia? Estaba ansiosa por averiguarlo, ya que el Mayordomo no había soltado prenda fácilmente.
-Decidid mi señora.... ¿Cruzáis o volvéis por donde habéis venido?-Bla, bla, bla. Con lo fácil que sería emprender el vuelo. Morrigan calculó que con el batir poderoso de sus alas alcanzaría el final en menos de lo que graznaba un cuervo, pero tenía el inconveniente de no querer ser perseguida por un armatoste ruidoso. Había algo en esa cosa que no le gustaba ni un ápice.
-Decidme usted, caballero, ¿Por que guardáis este lugar con tanto ahínco?-Preguntó, eludiendo la pregunta con otra pregunta. Era obvio que pensaba cruzar, no iba a detenerse a esas alturas. Nunca le habían gustado los caballeros, que no las armaduras, tal vez por alguna mala pasada de su experiencia como caldero. El metal siempre llama al metal, pero había encontrado otra fuente de información que pensaba explotar al máximo, aunque debía darse prisa, estaba cansada de tanta charla insulsa y la impaciencia, por una vez, empezaba a alterar su carácter frío y calculador.
-Si...-Murmuró.
¿Había algo mejor acaso? Conseguiría desentrañar los secretos oscuros de la bruja más temida de todos los tiempos, y haría suyo su poder. Nadie volvería a menospreciarla ni a usarla, pues ella no era un peón... O si... Si que lo era: Un peón que atraviesa el tablero, eliminando a sus enemigos y convirtiéndose en reina. Una reina poderosa y temida. Arawn temblaría bajo el resurgir más vigoroso del Caldero Negro, y todos en general. No era una cuestión de reconocimiento ajeno, ni mucho menos, pues todos los demás eran necios o idiotas, sino un reto personal del que dependía su orgullo y capacidades.
Pero mientras se embriagaba de los delirios que contravenían a su forma de ser más metódica, se dio cuenta del único elemento que bloqueaba su inevitable ascenso a la preponderancia. Era una armadura, cuyo fulgor que recubría su superficie le impedía discernir con exactitud el color del metal del cual estaban hechas las placas que componían su fisionomía.
-Nadie puede pasar este umbral sin el consentimiento del rey o de dios-Informó con solemnidad su voz cavernosa, cual guardián del pasillo. Tal vez lo era.
Sin embargo a la bruja eso no le interesaba, lo realmente interesante era que el mayordomo le había tendido una trampa, pues a ella no le constataba que le hubiese informado de la presencia de semejante armatoste, puesto a posta para entorpecer sus planes. Maldito ser... Sólo por eso, no pensaba devolverle la llave en cuanto la tuviese en sus dedos...
En realidad no pensaba hacerlo de todos modos: Lo quería como su esclavo.
-Un trozo inútil de latón-Musitó despectiva, juntando las cejas y buscando una salida a semejante encrucijada a traición-Pero que inoportuno...
-Noto una esencia maligna que ya creía olvidada... ¿Puede ser posible? ¿El caldero negro ha vuelto a resurgir?
Quiso alzar la mano para lanzar cualquier hechizo distractorio de su repertorio cuando se percató de lo evidente. Bajó la mano lentamente y enarcó una ceja todo lo alto que pudo, denotando escepticismo. ¿Cómo lo...? Oh, no importaba en realidad. Había vivido tanto tiempo siendo Morrigan que le sorprendió que la reconociera, pues salvo Orddu, Orwen y Orgoch (y por supuesto el rey de la yerma Annuvin), sabían de su verdadera esencia.
Apretó los labios carnosos fuertemente y los separó para morderse el carrillo interior. Esa vida ya estaba olvidada, sin embargo la hería en el ego verse descubierta, pero a su vez le proporcionaba otro tipo de satisfacción: La leyenda del Caldero flotaba en el aire, distorsionada tal vez por el boca a boca. No tenía sentido mentir a alguien capaz de ver entre los hechizos, ¿No?
-La maldad es un término tan ambiguo-Soltó en mitad de un suspiro-Pues depende claramente de a lo que queráis aludir con ella, ya que lo que usted considera maligno puede ser entendido por otro como benévolo. No obstante, ¿Quien afirma o desmiente que el Caldero sea yo?-Inquirió-¿O que sea siquiera verídico que existió semejante objeto?-Lo miró durante un largo minuto-Yo misma puedo hacerlo. Black Crochan-Hizo una escueta reverencia, presentandose formalmente por primera vez en su vida desde hacía mucho-Creada por las brujas del pantano de Morva.
Odiaba su verdadero nombre por todo lo que conllevaba y nunca había vuelto a usarlo, hasta ahora. A partir de su huida, se apoderó de demasiadas identidades robadas y nombres falsos en un intento por pasar desapercibida: Morrigan, Archren, Espelth, Yennefer, Melissandre y, como no, Lady Hellberg.
-¡Fuiste sellado por sublevarte a los dioses! vuelve a tu castigo eterno, tu cárcel de metal negro... de donde no debiste salir-Amenazó mientras desenfundaba una espada vigorosa y de grandes proporciones, obligando a la bruja a retroceder un paso hacia atrás, cuidadosa de no tropezar con sus propias telas, volviendo a sacar la daga. Era consciente de que poco podía hacer contra alguien protegido por tanto metal, pero ningún hueco podía estar lo suficientemente cubierto, ni ella iba tan desprotegida como parecía.
-Sellada-Lo corrigió con cierto fastidio, sin abandonar la guardia, ¿Acaso no veía que era una mujer? ¿Estaba ciego? Se mordió el labio de forma provocadora, aunque empezaba ciertamente a cansarse-No me venga con monsergas. Yo no creo en más dioses que en mí misma, por lo que eso que dice carece de sentido para mí. No volveré para sucumbir ante un porquero inepto que se sacrifica por valores oxidados como la bondad y el amor-Hizo una mueca de asco, haciendo especial énfasis despreciativo en los dos últimos conceptos-O como usted. No creo en los cuentos de hadas-Atajó sin dejarse amedrentar.
Había llegado ya tan lejos que sólo quería quitarse a aquel paladín enlatado de en medio cuanto antes. No le apetecía seguir jugando, para eso ya había traído a Ceni consigo.
-A quien intento engañar... soy un fracaso, le falle a mi señor hace siglos, y ahora que su morada esta sembrada por el mal... no tengo mas que guardar la puerta del mismo modo, aunque deteste a mi nuevo amo...-Replicó de pronto.
Eso despertó el interés de Morrigan, quien no dejaba de percatarse que el nuevo orden imperante en la Montaña Prohibida no era del agrado de muchos. ¿Sería una estratagema? ¿Quién habla tan mal de su amo con desconocidos? Si las piezas del puzzle empezaban a encajar, sin duda se estaba enfrentando a una especie de régimen en un declive demasiado evidente, que tenía como protagonista al actual señor del castillo, pero, ¿Cuales eran las razones? De Maléfica se habían dicho muchas cosas que elogiaban su grandeza, pero entre ellas no destacaba ninguna que alabase su trato condescendiente con su servidumbre, ¿Entonces? ¿Cual era la diferencia? Estaba ansiosa por averiguarlo, ya que el Mayordomo no había soltado prenda fácilmente.
-Decidid mi señora.... ¿Cruzáis o volvéis por donde habéis venido?-Bla, bla, bla. Con lo fácil que sería emprender el vuelo. Morrigan calculó que con el batir poderoso de sus alas alcanzaría el final en menos de lo que graznaba un cuervo, pero tenía el inconveniente de no querer ser perseguida por un armatoste ruidoso. Había algo en esa cosa que no le gustaba ni un ápice.
-Decidme usted, caballero, ¿Por que guardáis este lugar con tanto ahínco?-Preguntó, eludiendo la pregunta con otra pregunta. Era obvio que pensaba cruzar, no iba a detenerse a esas alturas. Nunca le habían gustado los caballeros, que no las armaduras, tal vez por alguna mala pasada de su experiencia como caldero. El metal siempre llama al metal, pero había encontrado otra fuente de información que pensaba explotar al máximo, aunque debía darse prisa, estaba cansada de tanta charla insulsa y la impaciencia, por una vez, empezaba a alterar su carácter frío y calculador.
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Morrigan
Noble de Marshovia y Nigromante
Re: Sacrificando la doncella al dragón [Cenicienta, Noligma y Hikari]
EL CUARTO PROHIBIDO
El caballero parecía bastante animado de darte conversación, algo te decía que hacia mucho que no hablaba con nadie.
-la maldad para mi es aquel poder que se opone a mi dios... y el caldero negro se opone a los dioses
naturalmente el "caballero" dejo a Morrigan expresarse sin responder mas a sus palabras, no hasta que le pregunto, en ese momento algo en su reacción lo delato.
Por un momento se señalo con el dedo a si mismo y dijo
-¿eso es a mi? hace siglos que nadie me pregunta nada...
Eso plantaba unas dudas razonables, sobre si el estaba vivo, o si era una especie como la del mayordomo un ser artificialmente vivo, pero si era así ¿por que le iban a dar voz si nadie le preguntaba nada? la voz del mayordomo era la de una joven (OFF: la de ariel) lo que significa que una voz es un bien escaso como para desperdiciarlo en seres que luego no la usan.
el finalmente respondió la pregunta
-ni idea... no tengo ni idea de que es lo que guardo ni nada... de hecho, sois la primera que intenta entrar, creo que hay un hechizo en la otra puerta o algo... en cualquier caso, no puedo dejaros pasar, mi palabra me lo impide...
De repente el soldado se ilumino y saco nuevamente la espada.
esta vez el brillo de su espada revelo algo.
la luz que surgía de esta no aclaraba las sombras, la oscuridad de la habitación era tupida, pero no se disipaba ante la luz.
Aquello alerto a Morrigan de que se hallaba ante alguna clase de truco, alguien estaba jugando con ella a un juego bastante pésimo...
Normalmente esos juegos eran inútiles, pero Morrigan no tenia tiempo que perder, o bien se enfrentaba a lo que hubiera en realidad detrás de la ilusión, o bien la desasía antes para ver que había, pero podía perder energías y tiempo en hacerlo.
Era un dilema que debía afrontar.
COMEDOR
La mujer delataba la verdad en cada reacción en cada palabra y en cada mirada de cordero degollado.
Naturalmente su primer instinto fue salvarse, y le pregunto la tipica pregunta de los esclavos.
-lamentablemente los contratos siguen las leyes de la magia... para obtener algo debes pagar algo de igual valor a cambio... -era un concepto que surgia en realidad de la alquimia, pero era igual de aplicable- puedes pagar de mas por obtener algo, como tu que ofreciste... engañada supongo, tu libertad... pero nunca menos, si quieres tu libertad debes pagar algo del mismo valor o mayor que el de tu libertad...
Naturalmente Noligma intento morderse la lengua después de aquello, habían muchas mas cosas sobre los contratos, como clausulas para ruptura de contrato, o demás... pero hablar del mundo de los contratos llevaría mucho tiempo, y noligma estaba dispuesto a concederle mucho tiempo... aunque ella probablemente estaría a 4 patas o debajo de el... probablemente un poco de cada una.
No obstante sus fantasías se esfumaron de golpe.
- Pues... ya van 5...
Noligma no oculto lo que aquella información le disgustaba, ya se había hecho a la idea de que no era virgen, aunque le habría gustado, pero no se había preparado para semejante cifra... en realidad no era muy alta... pero le dejaba en 6º lugar.
si fuera un 2 o 3, incluso un 4º se lo habría tomado mejor.
Pero se contento con que ella supiera la cifra, era mejor que una puta que no puede ni contar con cuantos miles de hombres ha estado...
De sus pensamientos se alejo cuando una curiosa pregunta le hizo pestañear.
- Tu gusano... ¿es como los de los demás hombres, verdad?
Noligma se le ocurrió entonces una idea.
-depende...
respondió mientras sonreía siniestramente mientras movía sus dedos sobre sus pantalones
-¿Que forma te gustaría que tuviera? puedo darle cualquier forma...- algo bajo el pantalón se movía o crecía como si estuviera vivo.
-¿te gustan grandes, de color, gruesas, con escamas gustan mucho, de tacto liso o rugoso, con forma de animal o te va mas lo tradicional?
Noligma se divirtió viendo su cara ante sus locuras y viendo que tardaba empezó a desabrocharse
-decídete rápido, para que puedas probarla... por cierto ¿algún sabor en especial? el sabor natural es el recomendado...
Noligma podía llegar a ser muy mezquino a veces cuando cree que le han traicionado de alguna manera, aun tenia ese "6º" puesto metido en la cabeza.
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Yer Noligma
Heredero de la Montaña Prohibida
Re: Sacrificando la doncella al dragón [Cenicienta, Noligma y Hikari]
- Pido disculpas.:
- Lo siento mucho, me hubiera metido antes, pero he estado con exámenes.
Llevaba ya mas de una hora recorriendo el castillo, ya no sabía ni en donde se encontraba, así que siguió un camino sin rumbo ''Estas perdida'' *No lo estoy* ''Entonces dime... ¿donde nos encontramos?'' buena pregunta, teniendo en cuenta el lago camino recorrido sin rumbo, por no saber no sabía si ya había pasado por ese sitio, todo era confuso, así que empecé ah abrir puertas, las abría un poco y miraba por si había alguien, y así pasé un buen rato.
''No has respondido'' *Esa puerta es nuestro cuarto* ''No...'' No dejé que hablase mas, aunque mas que yo, fue la voz que provenía de el, se escuchaba a gente hablar, la voz que estaba escuchando era claramente reconocible, ¡¡PADRE!! *Lo ves, no estamos perdida* ''Antes de encontrarlo si, así que calla'' *Pero... ya...* ''Calla''.
Iba a entrar cuando empecé a escuchar a mi padre hablar de algo -¿Que forma te gustaría que tuviera? puedo darle cualquier forma...- Sonaba a que estaba haciendo algo, ¿una escultura quizás?. Seguí escuchando atentamente -¿te gustan grandes, de color, gruesas, con escamas gustan mucho, de tacto liso o rugoso, con forma de animal o te va mas lo tradicional?- Mmmm... no sabía de que hablaban, pero sonaba divertido e intrigante, entraba ganas de entrar y ver que hacían, pero esperé un poco mas -decídete rápido, para que puedas probarla... por cierto ¿algún sabor en especial? el sabor natural es el recomendado...- ¡¡Woooooo!! ya sabía de que hablaban, estaba bien claro, era imposible no saber de que hablaban.
Entre en el lugar de una forma muy brusca -¡¡Yo también quiero!!- Dije gritando -Mitad de vainilla, mitad de menta y mitad de chocolate- dije antes de abrazar a papi y refregar mi cara en su barriga. Ya conocía eso, eran eado o algo así se llamaban, se suponen que están fríos y tiene diferentes sabores, diferentes tamaños y formas, seguramente estaría muy bueno. Los sabores que dije ni los había probado, pero ya los había escuchado.
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Hikari.
Huérfana de India
Re: Sacrificando la doncella al dragón [Cenicienta, Noligma y Hikari]
Suspiro al oír las palabras que dicen que las leyes de la magia, dar algo de igual valor a cambio... ¿Qué puedo dar? Ya ni siquiera tengo mi virginidad como moneda de cambio... Seré esclava por siempre...
Sin embargo, ¡dejo de respirar cuando me pregunta por la forma del gusano!
- Depende... ¿Que forma te gustaría que tuviera? Puedo darle cualquier forma... ¿Te gustan grandes, de color, gruesas, con escamas gustan mucho, de tacto liso o rugoso, con forma de animal o te va mas lo tradicional?
- ¿Qué? -Trato de empujarlo, asustada, pero él no cede ni un milímetro:
- Decídete rápido, para que puedas probarla... por cierto ¿algún sabor en especial? el sabor natural es el recomendado...
- No, ¡no quiero grande! ¡Ya sé que me la meterás, así que no quiero que me hagas daño! -digo mientras mis ojos van hacia sus manos abriendo su pantalón. Mis pechitos suben y bajan mientras aguardo aterrada el tamaño, forma y color de su gusano- Por favor... ¡Ten piedad! -exclamo con un hilo de voz, casi susurrando.
- ¡¡Yo también quiero!! Mitad de vainilla, mitad de menta y mitad de chocolate! -veo unos brazos sujetar a sobre la cintura del Sr. Maléficus. ¿Brazos? Le faltan... ¡Le faltan las manos!
- ¿También metes el gusano en niñas? -pregunto horrorizada. En realidad, ya había oído que hay clientes que gustan de hacer cosas en grupo, pero con una niña me toma totalmente desprevenida.
Sin embargo, ¡dejo de respirar cuando me pregunta por la forma del gusano!
- Depende... ¿Que forma te gustaría que tuviera? Puedo darle cualquier forma... ¿Te gustan grandes, de color, gruesas, con escamas gustan mucho, de tacto liso o rugoso, con forma de animal o te va mas lo tradicional?
- ¿Qué? -Trato de empujarlo, asustada, pero él no cede ni un milímetro:
- Decídete rápido, para que puedas probarla... por cierto ¿algún sabor en especial? el sabor natural es el recomendado...
- No, ¡no quiero grande! ¡Ya sé que me la meterás, así que no quiero que me hagas daño! -digo mientras mis ojos van hacia sus manos abriendo su pantalón. Mis pechitos suben y bajan mientras aguardo aterrada el tamaño, forma y color de su gusano- Por favor... ¡Ten piedad! -exclamo con un hilo de voz, casi susurrando.
- ¡¡Yo también quiero!! Mitad de vainilla, mitad de menta y mitad de chocolate! -veo unos brazos sujetar a sobre la cintura del Sr. Maléficus. ¿Brazos? Le faltan... ¡Le faltan las manos!
- ¿También metes el gusano en niñas? -pregunto horrorizada. En realidad, ya había oído que hay clientes que gustan de hacer cosas en grupo, pero con una niña me toma totalmente desprevenida.
Re: Sacrificando la doncella al dragón [Cenicienta, Noligma y Hikari]
Y dale con la cantinela... ¿Acaso el óxido de sus oidos le impedía escuchar con claridad? ¿O simplemente era estúpido?
-Ya te he dicho-Repitió lentamente, como si le hablase a un niño pequeño corto de entendederas-Que no creo en más deidades que en mí misma-Eso era muy ególatra por su parte, por supuesto, pero Morrigan no se caracterizaba precisamente por haber sido bendecida con el don de la humildad, que había pasado de largo en ella, eclipsado por su maldad-Si, por supuesto que es a vos-Enarcó una ceja, interrogante e irritada, cuestionando la presencia de patanes en vez de sirvientes. Aunque desde luego, el armatoste estaba cumpliendo si objetivo: Entretenerla-¿Acaso hay alguien más?-Se masajeó las sienes.
A pesar de ser una mujer paciente, la falta de resultados hasta ahora empezaban a irritarla y hacerla perder los estribos, pensando que la mareaban a posta para burlarse de ella... El amo del castillo debia ser muy estúpido... O demasiado listo.
Aquello ya había ido demasiado lejos y Morrigan empezaba a encontrar ese juego cansino.
-La palabra es efímera, deberíais saberlo, caballero. ¿Que os ata a cumplir una tarea olvidada en el tiempo? ¿Quien va a enterarse, si vuestra lealtad hacia este lugar pende de un hilo? Vuestro señor no sabrá de vuestra "traición", pues no hay señor al que traicionar...-Y quería apartarlo de su camino ya.
Puede que obtener la respuesta fuese más fácil de lo esperado, cuando el destello de luces creó un efecto interesante... O más bien inexistente. ¿Se estaba enfrentando a una ilusión óptica? Parecía irreal, aunque interactuaba con ella pero... ¿Acaso alguien era capaz de conocer todos los entresijos de la magia? En cualquier caso, sentía que insultaban su inteligencia. La bruja frunció el ceño, rozando su codo con el brazo derecho bajo su pecho, mientras que con la mano izquierda se palpaba el mentón en pose pensativa.
-¿Sabéis que? Voy a pasar, y en ningún caso vais a poder impedirmelo-Curvó sus labios con perfidia-Ya me he cansado de vuestros trucos mentales. Cualquier intento de amedrentarme es en vano, pues no pienso dar media vuelta. Ahora... Si me disculpaís... Tengo prisa por descubrir aquello que ignorais que guardaís-Empezó a caminar, segura de sí misma con la intención de atravesarlo, con la arrogancia propia de su persona. La impaciencia la volvía imprudente, pero Morrigan no toleraría más obstáculos en su camino, mientras se preguntaba que sería lo que encontraría detrás de este, que tipo de conjuros debería afrontar.
Off: He puesto que Morrigan atraviesa la ilusión, pero como no se que hay al otro lado lo he dejado así. Se tengo que cambiar algo avisadme .
-Ya te he dicho-Repitió lentamente, como si le hablase a un niño pequeño corto de entendederas-Que no creo en más deidades que en mí misma-Eso era muy ególatra por su parte, por supuesto, pero Morrigan no se caracterizaba precisamente por haber sido bendecida con el don de la humildad, que había pasado de largo en ella, eclipsado por su maldad-Si, por supuesto que es a vos-Enarcó una ceja, interrogante e irritada, cuestionando la presencia de patanes en vez de sirvientes. Aunque desde luego, el armatoste estaba cumpliendo si objetivo: Entretenerla-¿Acaso hay alguien más?-Se masajeó las sienes.
A pesar de ser una mujer paciente, la falta de resultados hasta ahora empezaban a irritarla y hacerla perder los estribos, pensando que la mareaban a posta para burlarse de ella... El amo del castillo debia ser muy estúpido... O demasiado listo.
Aquello ya había ido demasiado lejos y Morrigan empezaba a encontrar ese juego cansino.
-La palabra es efímera, deberíais saberlo, caballero. ¿Que os ata a cumplir una tarea olvidada en el tiempo? ¿Quien va a enterarse, si vuestra lealtad hacia este lugar pende de un hilo? Vuestro señor no sabrá de vuestra "traición", pues no hay señor al que traicionar...-Y quería apartarlo de su camino ya.
Puede que obtener la respuesta fuese más fácil de lo esperado, cuando el destello de luces creó un efecto interesante... O más bien inexistente. ¿Se estaba enfrentando a una ilusión óptica? Parecía irreal, aunque interactuaba con ella pero... ¿Acaso alguien era capaz de conocer todos los entresijos de la magia? En cualquier caso, sentía que insultaban su inteligencia. La bruja frunció el ceño, rozando su codo con el brazo derecho bajo su pecho, mientras que con la mano izquierda se palpaba el mentón en pose pensativa.
-¿Sabéis que? Voy a pasar, y en ningún caso vais a poder impedirmelo-Curvó sus labios con perfidia-Ya me he cansado de vuestros trucos mentales. Cualquier intento de amedrentarme es en vano, pues no pienso dar media vuelta. Ahora... Si me disculpaís... Tengo prisa por descubrir aquello que ignorais que guardaís-Empezó a caminar, segura de sí misma con la intención de atravesarlo, con la arrogancia propia de su persona. La impaciencia la volvía imprudente, pero Morrigan no toleraría más obstáculos en su camino, mientras se preguntaba que sería lo que encontraría detrás de este, que tipo de conjuros debería afrontar.
Off: He puesto que Morrigan atraviesa la ilusión, pero como no se que hay al otro lado lo he dejado así. Se tengo que cambiar algo avisadme .
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Morrigan
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Re: Sacrificando la doncella al dragón [Cenicienta, Noligma y Hikari]
- OFF:
- tranquila hikari, has entrado en el momento justo en el que esperaba que entrases ... ku ku ku....
TRAS LA ILUSIÓN
Morrigan vio como la armadura se esfumaba como si fuera polvo en sus ojos.
Sin duda una ilusión muy real y lograda, pero irreal en todos los sentidos, no obstante... una ilusión no hablaba, ni sabia cosas...
-o .... valla, no solo eres la primera en entrar, sino que ademas a sorteado el "enigma"... ¿fui muy confiado o es que ya no me importa mi causa?
la voz seguía estando hay, y no había aparentemente nadie en la habitación, de hecho solo había un añadido, una especie de placa decorativa en la puerta.
Tenia un extraño símbolo, una cruz templaria y algo escrito en una lengua antigua, probablemente latín, pero demasiado borroso para leerlo.
-por si te lo preguntas, estoy en la puerta... o mas bien, soy la puerta.
obviamente una puerta no podía hacerle daño, pero si retrasar su avance... y no iba bien de tiempo precisamente.
- veamos ... tenemos un dilema, tu quieres pasar, y yo se supone que no debo dejarte... un juramento ya sabes de que va, en cualquier caso, yo no soporto esta existencia.... que me ata a esta placa conmemorativa
Lo que parecía proponerlo sin decirlo es que si lo liberaba de su existencia ella podría pasar... no obstante eso seria hacer algo bueno, y si algo había demostrado la ilusión es que en ese castillo había trampa y cartón... sin duda habría alguna otra forma de entrar o abrir la puerta.
la decisión sobre como actuar era solo de ella.
*********************************************
COMEDOR
Noligma se vio sorprendido por una voz infantil, por lo que chasqueo los dedos para que las ropas desatadas se ataran y se colocaran en el acto.
-Hikari, ¿ya estas despierta?
- ¡¡Yo también quiero!! Mitad de vainilla, mitad de menta y mitad de chocolate!
dijo la voz inocente de hikari, era extraño encontrar esa inocencia en ella, sobretodo después de lo que había sufrido, de todo cuanto le habían hecho y quitado.
Noligma le sonrió con una sonrisa sincera y amigable
- ¿También metes el gusano en niñas?
Noligma se le congelo la sonrisa simpática que había tenido hasta ahora y cuando hikari tuvo su rostro en su pecho, el la rodeo con la manos izquierda acariciándole el pelo.
Pero en realidad le ocultaba lo que estaba sucediendo.
Con su otra mano cerro el puño y mientras lo hacia del mismo modo se cerro la garganta de la joven rubia.
-jejeje... no hables así, ¿gusanos? que asquito... a hikari le van mas con forma de gato ¿verdad pequeña? ahora te preparo uno tal y como quieres
Cuando hikari finalmente se separo de el, el abrio su mano permitiendo respirar a su "invitada" que naturalmente se puso a respirar forzosamente
-no deberías hacer muchos esfuerzos, se te ve... asfixiada... tranquila te haré tu "gusanito" ... ya me inventare lo sabores.
Noligma se dirigió a una bandeja donde empezaron a surgir una especie de bollos, uno con forma de gato (o parecido) y otro que parecia un churro mal hecho y se dirigió a ambas
-aquí tienes... tu gatito de chocolate, menta y vainilla
luego se volvio a la "invitada" con un gesto sonriente, pero que podria cortar el aire, y su mirada traslucia malicia
-su "gusanito" especialidad de la casa...
se volvió a hikari y dijo
-veras a ella le encanta mi "gusanito" es de sabor curry y salmon... veras como le va a gustar
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Yer Noligma
Heredero de la Montaña Prohibida
Re: Sacrificando la doncella al dragón [Cenicienta, Noligma y Hikari]
¡De pronto, la mano del sr. Maléficus se cierra en mi cuello! Estiro los brazos para tratar de librarme, sin embargo, su mano es mucho más fuerte de lo que pensaba. Estoy a punto de desesperarme sin aire, cuando él me suelta y me doy vuelta, curvándome y tosiendo.
Cuando vuelvo a mirarlo, mis ojos están muy abiertos y llenos de miedo. ¿Acaso me mataría tan fácil por nada?
- No deberías hacer muchos esfuerzos, se te ve... asfixiada... tranquila te haré tu "gusanito" ... ya me inventaré lo sabores.
Al ver que él está vestido, de inmediato empiezo a abrocharme el vestido, en la duda de si la niña me ha visto o no los senos. Pero lo más raro es el cambio de actitud de él, todo paternal con la niña. ¿Es que acaso la protege ahora para "desposarla" cuando crezca?
O quizás... son parientes. Podría ser su sobrina o su hija... Sin embargo, ¡eso no quita que hace unos instantes casi me estranguló!
- Su "gusanito" especialidad de la casa... -dice y estiro las manos para recibirlo. Lo miro, pero no tengo ganas de comer nada. Se me ha quitado todo el hambre, toda la gratitud. Sólo me queda el frío y los deseos de irme de allí.
- Gracias. -digo educada, sentándome en la mesa, sin embargo, no probo siquiera un bocado.
Cuando vuelvo a mirarlo, mis ojos están muy abiertos y llenos de miedo. ¿Acaso me mataría tan fácil por nada?
- No deberías hacer muchos esfuerzos, se te ve... asfixiada... tranquila te haré tu "gusanito" ... ya me inventaré lo sabores.
Al ver que él está vestido, de inmediato empiezo a abrocharme el vestido, en la duda de si la niña me ha visto o no los senos. Pero lo más raro es el cambio de actitud de él, todo paternal con la niña. ¿Es que acaso la protege ahora para "desposarla" cuando crezca?
O quizás... son parientes. Podría ser su sobrina o su hija... Sin embargo, ¡eso no quita que hace unos instantes casi me estranguló!
- Su "gusanito" especialidad de la casa... -dice y estiro las manos para recibirlo. Lo miro, pero no tengo ganas de comer nada. Se me ha quitado todo el hambre, toda la gratitud. Sólo me queda el frío y los deseos de irme de allí.
- Gracias. -digo educada, sentándome en la mesa, sin embargo, no probo siquiera un bocado.
Re: Sacrificando la doncella al dragón [Cenicienta, Noligma y Hikari]
Morrigan entornó los ojos con cansancio, y maldijo en voz alta a todas y cada una de las criaturas que moraban el castillo negro. Empezando por Diaval, por supuesto, aunque este último no viviese allí. Ese amasijo inútil de plumas era una de las principales causas de sus problemas, y de que se viese atorada ahí, en mitad de una encrucijada absurda, ya que fue su escasa información sobre el castillo la que la metió en el atolladero. Si tan sólo hubiese logrado que cantase más... Pero, ¿Cómo le vas a pedir a un cuervo que cante? El condenado sabía guardar bien sus secretos, o bien no era consciente de todo lo que rodeaba a ese antiguo y destartalado bastión. No, por supuesto debía de saberlo todo, pero había callado. Si volvían a verse las caras, Diaval lo lamentaría, y mucho.
Por otro lado también estaba ese condenado mayordomo, pero lo que tenía con el ya era algo más personal. Ese miserable juguete de latón había puesto a prueba su nervio y lo había rebasado Hacía tiempo que Morrigan no se sentía tan frustrada, lo cual sacababa lo peor de su carácter. La había enviado a un callejón sin salida, consciente de que su presencia en el palacio ya había sido declarada intrusión.
La bruja chasqueó la lengua.
-No juegues conmigo-Dijo a la voz invisible, sin ápice alguno de cortesía o buenos modales, sino con brusquedad-Si no soportas tu existencia, ¿Por qué no desapareces y me dejas pasar? El tiempo es oro, y se dice que la fortuna sólo sonríe a los pacientes. Pero empiezo a pensar que esto es sólo una táctica evasiva para tenerme quietecita mientras llegan esos engendros deformes a apresarme-Escupió con desprecio. Por supuesto, no iban a logarlo, pues de una atada los enviaría al inframundo y los traería de vuelta-Te lo diré por última vez-Ella era muy paciente, pero el castillo la había puesto a prueba y poca le quedaba ya-Voy a entrar por las buenas o por las malas.
Por otro lado también estaba ese condenado mayordomo, pero lo que tenía con el ya era algo más personal. Ese miserable juguete de latón había puesto a prueba su nervio y lo había rebasado Hacía tiempo que Morrigan no se sentía tan frustrada, lo cual sacababa lo peor de su carácter. La había enviado a un callejón sin salida, consciente de que su presencia en el palacio ya había sido declarada intrusión.
La bruja chasqueó la lengua.
-No juegues conmigo-Dijo a la voz invisible, sin ápice alguno de cortesía o buenos modales, sino con brusquedad-Si no soportas tu existencia, ¿Por qué no desapareces y me dejas pasar? El tiempo es oro, y se dice que la fortuna sólo sonríe a los pacientes. Pero empiezo a pensar que esto es sólo una táctica evasiva para tenerme quietecita mientras llegan esos engendros deformes a apresarme-Escupió con desprecio. Por supuesto, no iban a logarlo, pues de una atada los enviaría al inframundo y los traería de vuelta-Te lo diré por última vez-Ella era muy paciente, pero el castillo la había puesto a prueba y poca le quedaba ya-Voy a entrar por las buenas o por las malas.
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Morrigan
Noble de Marshovia y Nigromante
Re: Sacrificando la doncella al dragón [Cenicienta, Noligma y Hikari]
- Lo siento mucho.:
- Pido disculpas por no haber posteado antes, es que con unas cosas y otras se me había pasado que se había respondido en este post.
*¿Gusanito?* ''Alabado sea tu poca comprensión de la lengua'' *¿A que se refiere con gusanito?* ''A nada querida one-chan'' *Eres cruel y malvada...* ''tu mas y nunca te lo digo'' *Nunca he hecho ningún mal a nadie...* y la conversacional acabo sin mas.
Cuando llega papa y me da mi helado el cual se me cae al no tener modo alguno de sujetarlo -Papi... esto... hay un inconveniete- ''Inconveniente no inconveniete'' *No soy tan lista como tu... así que déjame...* -No tengo manos para agarrar el helado... y se me ha caído...- Digo triste mirando el helado en el suelo con la cara de gatito derritiéndose poco a poco.
Miro a la chica que parecía algo mal y sin pensarlo me acerco a ella preocupada olvidando mi helado -¿T-te encuentras bien?- Digo preocupada y posando mi mano en su cadera para que supiera que estaba allí.
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Hikari.
Huérfana de India
Re: Sacrificando la doncella al dragón [Cenicienta, Noligma y Hikari]
PUERTA (MORRIGAN)
OFF: (es corto, pero sinceramente es todo lo que puedo decir o hacer, uses el método que uses entras directamente, únicamente la puerta se basa en dejar que el carácter de Morrigan tome forma)
-soy una puerta mi lady... ya sea por las buenas o por las malas... ¿esperáis que yo haga algo? ni que tuviera poderes o algo... solo soy un infeliz unido a una puerta, así que ahorraros las amenazas...no os servirán
COMEDOR (Cenicienta)
Noligma no toleraría que nadie osara dañar a hikari aunque fuera de forma psicológica, y tal vez por eso había sido Excesivamente duro.
pero la vena padrazo de noligma no daría su brazo a torcer, exceptuando cuando hikari le pidió ayuda
-ala!... te lo tengo mil veces dicho... ¡si necesitas algo! ¡ordena la ayuda! ¡no tengo criados para que se pasen el día holgazaneando mientras se te cae la comida... por cierto, tendré que darme prisa con eso por cierto... heee... nada
Noligma entonces se sentó mientras su mente ya dio con una solución, un nuevo giro de dedo y un nuevo gato surgió de la bandeja, podría haber devuelto el bollo anterior en perfecto estado, pero a veces era mejor dejar alguna sobra para las criaturas del castillo.
-mira, Lady Niiiicole?... de Lencra o algo así, va a ayudarte ¿de acuerdo?
noligma la miro malignamente
-ella te ayudara seguro... no le dice NO a nada...
OFF: (es corto, pero sinceramente es todo lo que puedo decir o hacer, uses el método que uses entras directamente, únicamente la puerta se basa en dejar que el carácter de Morrigan tome forma)
-soy una puerta mi lady... ya sea por las buenas o por las malas... ¿esperáis que yo haga algo? ni que tuviera poderes o algo... solo soy un infeliz unido a una puerta, así que ahorraros las amenazas...no os servirán
COMEDOR (Cenicienta)
Noligma no toleraría que nadie osara dañar a hikari aunque fuera de forma psicológica, y tal vez por eso había sido Excesivamente duro.
pero la vena padrazo de noligma no daría su brazo a torcer, exceptuando cuando hikari le pidió ayuda
-ala!... te lo tengo mil veces dicho... ¡si necesitas algo! ¡ordena la ayuda! ¡no tengo criados para que se pasen el día holgazaneando mientras se te cae la comida... por cierto, tendré que darme prisa con eso por cierto... heee... nada
Noligma entonces se sentó mientras su mente ya dio con una solución, un nuevo giro de dedo y un nuevo gato surgió de la bandeja, podría haber devuelto el bollo anterior en perfecto estado, pero a veces era mejor dejar alguna sobra para las criaturas del castillo.
-mira, Lady Niiiicole?... de Lencra o algo así, va a ayudarte ¿de acuerdo?
noligma la miro malignamente
-ella te ayudara seguro... no le dice NO a nada...
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Yer Noligma
Heredero de la Montaña Prohibida
Re: Sacrificando la doncella al dragón [Cenicienta, Noligma y Hikari]
- ¡Oh! -exclamo al ver que el helado se le cae a la niña. Sus brazos sin manos son horribles, contrastando tanto con la delicadeza de la niña, aunque tristemente combinan con el gato deshecho en el piso.
- Papi... esto... hay un inconveniete... No tengo manos para agarrar el helado... y se me ha caído...
- ¡Ala!... te lo tengo mil veces dicho... ¡si necesitas algo! ¡ordena la ayuda! ¡no tengo criados para que se pasen el día holgazaneando mientras se te cae la comida... por cierto, tendré que darme prisa con eso por cierto... heee... nada. -miro desconcertada a la extraña situación que me rodea: el dueño de casa, que instantes atrás iba a tomarme en medio de la cocina se transformó en un padre regalón, pero luego pierde la paciencia gritando y retando a la niña. Sin olvidar su faceta asesina, donde sus dedos seguro dejarán marcas en mi cuello...
-¿T-te encuentras bien? -dice de pronto la niña, y se me hace un nudo en la garganta. ¡La criatura tan desvalida se preocupa por mí! Pero antes que abra la boca, Un nuevo helado surge sobre la bandeja, mientras el sr. Maléficus me da nuevas órdenes:
- Mira, Lady Niiiicole?... de Lencra o algo así, va a ayudarte ¿de acuerdo? Ella te ayudara seguro... no le dice NO a nada...
- ¡Por supuesto que la ayudaré! -exclamo enojada, ya que la ternura de la niña me ha ganado- Soy Nicole de Lancré y os ayudaré. ¿Cómo os llamáis? -digo dirigiéndome a la niña. Empujo mi helado lejos y tomo el nuevo "gatito". Espero que la niña se acomode en la silla antes de darle una cucharada.- ¿Os gusta?
Mientras tanto, nada de Lady Hellberg regresar... ¿Cuánto más tardará? En realidad, ahora que estoy cuidando a esta niña, el desespero por irme ha disminuído, sin embargo, la mirada de hielo con que el sr. Maléficus me observa me impide de estar enteramente a gusto. ¿Me matará una vez que la niña se vaya? No puedo usar la niña como escudo, ya que ella es una criatura inocente, pero vaya que me gustaría...
- Papi... esto... hay un inconveniete... No tengo manos para agarrar el helado... y se me ha caído...
- ¡Ala!... te lo tengo mil veces dicho... ¡si necesitas algo! ¡ordena la ayuda! ¡no tengo criados para que se pasen el día holgazaneando mientras se te cae la comida... por cierto, tendré que darme prisa con eso por cierto... heee... nada. -miro desconcertada a la extraña situación que me rodea: el dueño de casa, que instantes atrás iba a tomarme en medio de la cocina se transformó en un padre regalón, pero luego pierde la paciencia gritando y retando a la niña. Sin olvidar su faceta asesina, donde sus dedos seguro dejarán marcas en mi cuello...
-¿T-te encuentras bien? -dice de pronto la niña, y se me hace un nudo en la garganta. ¡La criatura tan desvalida se preocupa por mí! Pero antes que abra la boca, Un nuevo helado surge sobre la bandeja, mientras el sr. Maléficus me da nuevas órdenes:
- Mira, Lady Niiiicole?... de Lencra o algo así, va a ayudarte ¿de acuerdo? Ella te ayudara seguro... no le dice NO a nada...
- ¡Por supuesto que la ayudaré! -exclamo enojada, ya que la ternura de la niña me ha ganado- Soy Nicole de Lancré y os ayudaré. ¿Cómo os llamáis? -digo dirigiéndome a la niña. Empujo mi helado lejos y tomo el nuevo "gatito". Espero que la niña se acomode en la silla antes de darle una cucharada.- ¿Os gusta?
Mientras tanto, nada de Lady Hellberg regresar... ¿Cuánto más tardará? En realidad, ahora que estoy cuidando a esta niña, el desespero por irme ha disminuído, sin embargo, la mirada de hielo con que el sr. Maléficus me observa me impide de estar enteramente a gusto. ¿Me matará una vez que la niña se vaya? No puedo usar la niña como escudo, ya que ella es una criatura inocente, pero vaya que me gustaría...
Re: Sacrificando la doncella al dragón [Cenicienta, Noligma y Hikari]
Un bufido esquivo brotó de su garganta, mientras la mujer cambiada el peso de una pierna por otra, contemplado con oscura fascinación la puerta que finalmente tenía ante sí. Sentía que había tardado semanas en alcanzar tan ansiado objetivo, escurridizo como el agua entre las manos.
Alargó la mano hacia delante, pero la detuvo antes de que las yemas rozasen las inscripciones del picaporte, retrocediendo un tanto. ¿Podía ser una trampa? Claro, en ese castillo todo era posible.
Quien no arriesga, no gana. Eso lo tenía más que, y ya había aguardado demasiado.
Reanudó su camino, acercando la palma al pomo con determinación férrea, sin volver a vacilar nuevamente. Quería los secretos de Maléfica y quería ese castillo para sí. Con esos pensamientos imbuidos en sus manos, empujó la hoja, primero suavemente y luego con mayor ímpetu. Una rendija de luz escapó del interior mientras seguía haciendo fuerza hacia dentro.
Alargó la mano hacia delante, pero la detuvo antes de que las yemas rozasen las inscripciones del picaporte, retrocediendo un tanto. ¿Podía ser una trampa? Claro, en ese castillo todo era posible.
Quien no arriesga, no gana. Eso lo tenía más que, y ya había aguardado demasiado.
Reanudó su camino, acercando la palma al pomo con determinación férrea, sin volver a vacilar nuevamente. Quería los secretos de Maléfica y quería ese castillo para sí. Con esos pensamientos imbuidos en sus manos, empujó la hoja, primero suavemente y luego con mayor ímpetu. Una rendija de luz escapó del interior mientras seguía haciendo fuerza hacia dentro.
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Morrigan
Noble de Marshovia y Nigromante
Re: Sacrificando la doncella al dragón [Cenicienta, Noligma y Hikari]
''Padre esta loco'' *Quizás... pero razón tiene* ''No tiene razón si grita, y le manda a la pobre mujer a trabajar'' *Perol...* ''Ni pelos ni nada... no sabes nada del mundo, y yo lo que sé es todo lo que el mundo oculta, tu lo sabes y lo ignoras'' *¿Que ignoro?* ''Ignoras hasta el significado de One-chan, ignoras lo que significa otosan, ignoras lo importantes, los recuerdos de donde bienes'' *No es cierto...* ''One-chan... si es cierto... desgraciadamente es cierto... y ya no te puedo culpar...'' *¿Porque no me dices que significa cada cosa y me hablas de donde procedo de verdad?* ''Porque te has olvidado de mi, por eso no te lo puedo decir, has de recordar...'' Y finalmente se acabó la conversacional con una lagrima en mi ojo...
Comía algo triste el Helado que me daba la chica -Me llamo Hikari... O eso recuerdo- ''Te llamas Hikari... significa luz, eres la luz de nues...'' iba a decir algo pero de pronto se corrigió '' de tus padres'' *¿Nues?* ''No.... es que me he confundido'' *Me llamo luz...* ''Si... one-chan... te llamas luz... irónico ¿no?'' Me limpie la boca y los ojos con el muñón -Mi nombre es Hikari... y significa luz...- Repetí y termine de decir, hay tantas cosas que se me son ocultadas, por motivos que desconozco -¿Y tu como te llamas?-.
Miraba el suelo cuando de pronto se me ocurrio -Hay una duda que tengo que mi padre no me pudo contestar- Miro a la chica -¿Que significa one-chan y otosan? ¿si lo sabes me lo podrías decir?- Digo preocupada de que fueran cosas malas.
Comía algo triste el Helado que me daba la chica -Me llamo Hikari... O eso recuerdo- ''Te llamas Hikari... significa luz, eres la luz de nues...'' iba a decir algo pero de pronto se corrigió '' de tus padres'' *¿Nues?* ''No.... es que me he confundido'' *Me llamo luz...* ''Si... one-chan... te llamas luz... irónico ¿no?'' Me limpie la boca y los ojos con el muñón -Mi nombre es Hikari... y significa luz...- Repetí y termine de decir, hay tantas cosas que se me son ocultadas, por motivos que desconozco -¿Y tu como te llamas?-.
Miraba el suelo cuando de pronto se me ocurrio -Hay una duda que tengo que mi padre no me pudo contestar- Miro a la chica -¿Que significa one-chan y otosan? ¿si lo sabes me lo podrías decir?- Digo preocupada de que fueran cosas malas.
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Hikari.
Huérfana de India
Re: Sacrificando la doncella al dragón [Cenicienta, Noligma y Hikari]
CUARTO DE LA VERDAD
Finalmente la puerta se abrió ante ti, como si nada... no hubieron mas voces, ni ilusiones o algún tipo de amenaza.
Solo tu y tu destino.... ¿pero que destino era el que vas a descubrir? ¿Que hallarías? solo tu puedes descubrirlo.
a partir de este momento, tu decisión podría decidir lo todo
Ante ella la habitación que no había pisado ningún habitante del castillo se abrió, no obstante resulto ser algo que Morrigan no se esperaba.
Parecía un cuarto normal, pero no era normal, había rastro de magia por doquier, pero a la vez, era particular, simple.
El que viviera allí había dejado pulcra mente la habitación, todo ordenado y colocado, limpio, y meticulosamente colocado.
eso hacia mucho mas fácil el trabajo y a la vez lo complicaba ¿Alguien así dejaría ese cuarto abandonado demasiado tiempo?
Por otro lado no haría falta buscar demasiado
¿seria prudente echar una ojeada? hay mucha habitación que husmear antes que algo tan tétrico.
-Por otro lado, aparte del ataúd, lo siguiente que llama tu atención es un baúl hay magia dentro de el, posiblemente lo que buscaras se hallara en el
... Pero ¿y si estaba cerrado? perderías mucho tiempo en abrirlo, podrías perder un tiempo preciado solo con eso.
-otro punto importante de tu vista se centra en un escritorio lleno de objetos de todas clases, vasos de formol, objetos raros, pero lo importante eran los cuadernos y libros de investigación que había desperdigados por la mesa, alguien se había entregado a un duro trabajo y había dejado todas sus experiencias gravadas en aquellos libros al alcance de sus ojos habidos de saber.
Pero ...siempre había un "pero", eran varios cuadernos, leerlos lleva su tiempo, y mas importante, nada le decía que fueran importantes para ella o le sirvieran en sus objetivos.
-Por ultimo y lo que llamaba mas la atención, en medio de la sala se hallaba un pilar, solo llegaba hasta la cintura, la roca era tan antigua como el castillo, pero lo que llamaba la atención era el cristal luminoso que se hallaba en su parte superior, como una esfera de adivinación, dicho objeto despedía gran poder un poder que habías notado desde que pisaste el castillo, aquello parecía ser el corazón del castillo
Pero como todo objeto mágico ¿sabrías hacerlo funcionar? ¿lo dominarías o el te dominaría a ti? ¿realmente tiene el poder que ansias? desde luego no te lo podías llevar estaba hay anclado.
4 eran los caminos que podías escoger 4 senderos que desbocan en diferentes finales, diferentes futuros, diferentes formas de obtener lo que deseas, o no... a lo mejor uno de los 4 te lleva a una muerte segura... o a lo mejor solo uno te da lo que quieres, si no son todos caminos, senderos de la vida.
A lo mejor uno no lleva a ninguna parte y te da tiempo de escoger otro... o no tienes tiempo para nada.
Tu destino te aguarda, escojas lo que escojas... recuerda
En el camino de la oscuridad son devorados los incautos, y si vas a la luz mayor es tu sombra.
COMEDOR
Noligma miro a ambas y le dio una extraña sensación de incomodidad, de extrañeza y añoro que nunca habría creído sentir.
no podía estar en aquella habitación viendo como aquella desconocida mostraba afecto y maternidad, algo que nunca le habían dirigido a el.
Un par de marionetes-guardia se aproximaron sin que tuviera que decir nada y noligma les ordeno
-vigilad las, que no se metan en líos en mi ausencia...
Noligma se volvió a las hembras
-voy a atender un asunto que deje antes a medias, pueden proseguir, volveré en un rato...
Noligma abrio las puertas y las cerro tras de si.
luego se volvio a Penuria que se acercaba con una mala noticia
-nada, no aparece...
-probablemente, esa mujer no signifique nada para ella, no vendra a recogerla...
-entonces que...
-dobla la guardia en mis aposentos y en el tesoros... si quiere llevarse la basura, dejala... no voy a pelear por las migajas...
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Yer Noligma
Heredero de la Montaña Prohibida
Re: Sacrificando la doncella al dragón [Cenicienta, Noligma y Hikari]
Bien, todo sale según lo planeado. O no. Durante un fugaz momento, a Morrigan le entró un ataque de coquetería, antes de atreverse a entrar en la habitación. Ella era una mujer soberbia y engreída, y si finalmente había llegado hasta el final, no se permitiría hacer una entrada vestida con harapos. No le importaba lo más mínimo que dentro hubiese nada o algún armatoste inútil.
-Las damas insinúan, no muestran-Dijo mientras acariciaba con el pulgar la rotura en su escote, guiándolo hacia arriba mientras esta iba desapareciendo, revelando de nuevo una visión menos provocativa que la que había generado el bisturí del mayordomo. Y de nuevo, sus ropas se mostraban impecablemente oscuras. Si bien seguía portando un atuendo menos elegante de lo que estaba acostumbrada, más propio de la sirvienta de una noble adinerada, no se permitiría ir por ahí con el traje roto ni un momento más.
Los pasos hicieron eco cuando el tacón golpeó la piedra del suelo, y Morrigan dio una vuelta sobre si misma para no perderse la panorámica que le ofrecía tan peculiar sala. Demasiadas cosas de interés y muy poco tiempo para recrearse en todas y cada una de ellas, eso lo sabía de sobra.
¿Qué estaría haciendo Cenicienta? Arrugó los labios, pensando que eso no era importante en un momento crucial como aquel. Se las apañaría, no le quedaría más remedio, o se vería obligada a dejarla atrás.
El primer impulso de la bruja fue dirigirse hacia el ataúd, como buena nigromante que era. Sin embargo, el baúl era bastante más llamativo. Se acercó hasta él pero se detuvo, girándose hacia el escritorio.
-Ummm-No estaba segura. La piedra. La piedra era lo más llamativo sin lugar a dudas. Sus ojos de amatista se perdieron en el brillo febril que emitía, y su codicia la empujaba a querer tocarla. Sin embargo, ya había tomado una decisión.
Morrigan dió un par de pasos hacia atrás y se agachó junto al cofre.
-Veamos que escondes-Dijo, al tiempo que se quitaba una horquilla del cabello, dejando caer hacia un lado parte del medio recogido que llevaba, dejando su cabellera completamente suelta, más que antes, e introduciendo el trozo de metal en la cerradura.
-Las damas insinúan, no muestran-Dijo mientras acariciaba con el pulgar la rotura en su escote, guiándolo hacia arriba mientras esta iba desapareciendo, revelando de nuevo una visión menos provocativa que la que había generado el bisturí del mayordomo. Y de nuevo, sus ropas se mostraban impecablemente oscuras. Si bien seguía portando un atuendo menos elegante de lo que estaba acostumbrada, más propio de la sirvienta de una noble adinerada, no se permitiría ir por ahí con el traje roto ni un momento más.
Los pasos hicieron eco cuando el tacón golpeó la piedra del suelo, y Morrigan dio una vuelta sobre si misma para no perderse la panorámica que le ofrecía tan peculiar sala. Demasiadas cosas de interés y muy poco tiempo para recrearse en todas y cada una de ellas, eso lo sabía de sobra.
¿Qué estaría haciendo Cenicienta? Arrugó los labios, pensando que eso no era importante en un momento crucial como aquel. Se las apañaría, no le quedaría más remedio, o se vería obligada a dejarla atrás.
El primer impulso de la bruja fue dirigirse hacia el ataúd, como buena nigromante que era. Sin embargo, el baúl era bastante más llamativo. Se acercó hasta él pero se detuvo, girándose hacia el escritorio.
-Ummm-No estaba segura. La piedra. La piedra era lo más llamativo sin lugar a dudas. Sus ojos de amatista se perdieron en el brillo febril que emitía, y su codicia la empujaba a querer tocarla. Sin embargo, ya había tomado una decisión.
Morrigan dió un par de pasos hacia atrás y se agachó junto al cofre.
-Veamos que escondes-Dijo, al tiempo que se quitaba una horquilla del cabello, dejando caer hacia un lado parte del medio recogido que llevaba, dejando su cabellera completamente suelta, más que antes, e introduciendo el trozo de metal en la cerradura.
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Morrigan
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Re: Sacrificando la doncella al dragón [Cenicienta, Noligma y Hikari]
Le doy cariñosa el dulce a la niña, sin embargo, su rostro pierde la alegría anterior, y sus ojos me transmiten una melancolía que me llegan a doler en el alma:
- Me llamo Hikari... O eso recuerdo. -dice la niña, y yo asiento, aunque es la primera vez que oigo un nombre parecido. Sin embargo, ella arruga el ceño antes de repetir- Mi nombre es Hikari... y significa luz... -Ahora le sonrío, ya que el significado del nombre es muy bonito- ¿Y tu como te llamas?
- Ya os dije, soy Dan... Soy Nicole de Lancré. -me corrijo en el vuelo. Por suerte, la chica me hace otra pregunta, aunque me pierdo con ella:
- Pues... nunca antes había oído esas palabras, por lo que no tengo la menor idea de lo que significan... -digo dándole otra cucharada de dulce- Después del dulce, ¿quieres jugar a algo?
En realidad, luego de abrir la boca, me arrepiento un poco de mis palabras... Aunque, como estamos solas, podemos hacer lo que querramos, por lo menos hasta que el sr. Maléficus regrese. Con tan solo acordarme del muñeco que encontré, no le pregunto por muñecas, sino que se me ocurre que podemos jugar con sombras: Ya que la pared del fondo ya dibuja bien nuestras siluetas, no será dificil hacer figuras con las manos... ¡Oh! Miro a la niña y me quedo sin saber qué decir... No pensé encontrar a alguien que sufriera más que yo, sin embargo, la pequeña Hikari me parece la chica más valiente del mundo!
- Me llamo Hikari... O eso recuerdo. -dice la niña, y yo asiento, aunque es la primera vez que oigo un nombre parecido. Sin embargo, ella arruga el ceño antes de repetir- Mi nombre es Hikari... y significa luz... -Ahora le sonrío, ya que el significado del nombre es muy bonito- ¿Y tu como te llamas?
- Ya os dije, soy Dan... Soy Nicole de Lancré. -me corrijo en el vuelo. Por suerte, la chica me hace otra pregunta, aunque me pierdo con ella:
- Pues... nunca antes había oído esas palabras, por lo que no tengo la menor idea de lo que significan... -digo dándole otra cucharada de dulce- Después del dulce, ¿quieres jugar a algo?
En realidad, luego de abrir la boca, me arrepiento un poco de mis palabras... Aunque, como estamos solas, podemos hacer lo que querramos, por lo menos hasta que el sr. Maléficus regrese. Con tan solo acordarme del muñeco que encontré, no le pregunto por muñecas, sino que se me ocurre que podemos jugar con sombras: Ya que la pared del fondo ya dibuja bien nuestras siluetas, no será dificil hacer figuras con las manos... ¡Oh! Miro a la niña y me quedo sin saber qué decir... No pensé encontrar a alguien que sufriera más que yo, sin embargo, la pequeña Hikari me parece la chica más valiente del mundo!
Re: Sacrificando la doncella al dragón [Cenicienta, Noligma y Hikari]
''La suerte no esta de tu parte hoy'' *Ni nunca, no se que pasa... ¿Porque no me lo dices ti?* ''Va contra mis principios one-chan'' *¿Principios?* ''Sabes mucho y poco a la vez'' *Me estas liando...* ''Recuerda, es lo único que has de hacer'' Siempre lo mismo, era aburrido ya hablar con ella, siempre obtenía las misma respuestas y eso cansaba aparte de que molestaba mucho. Mientras mantenía mi lucha menta para saber que era, comía el dulce que me hacía sentir muy bien, estaba bien rico y su forma era graciosa, bueno lo que quedaba de el.
-¡Mmmm!- Intente decir si pero tenia dulce en la boca, cuando me lo trague pude responder -Si, juguemos a lo que sea- Dije con una amplia sonrisa -Será divertido y mas cuando llegue mi papi- Estaba contenta de que papi se trajera a una chica como ella, era amable y divertida, me gustaba mucho. Ojala tuviera una mami como ella... al pensar en eso me puse algo triste y mire el suelo algo distraída, pero tan rápido como llego se esfumo, no podía pensar en eso ahora, siempre había momentos para eso y no era este.
-¡Mmmm!- Intente decir si pero tenia dulce en la boca, cuando me lo trague pude responder -Si, juguemos a lo que sea- Dije con una amplia sonrisa -Será divertido y mas cuando llegue mi papi- Estaba contenta de que papi se trajera a una chica como ella, era amable y divertida, me gustaba mucho. Ojala tuviera una mami como ella... al pensar en eso me puse algo triste y mire el suelo algo distraída, pero tan rápido como llego se esfumo, no podía pensar en eso ahora, siempre había momentos para eso y no era este.
- Disculpas.:
- He andado algo liada y distraída en este tiempo, pido disculpas por no responder al tema.
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Re: Sacrificando la doncella al dragón [Cenicienta, Noligma y Hikari]
PASILLOS
Yer Noligma avanzaba por los pasillos, con Penuria cuando se encontraron de frete con... el maestro de sinfonías.
Penuria le salto sin tapujos.
-hey! has visto a una mujer sospechosa por aquí?
la musica paro y el sinfonista la deo la cabeza
-antes... habían dos damiselas acompañadas por unos guardias en las catacumbas...
-sera ella?
Noligma miro con desaliento a penuria
-eso debió ser hace mucho rato, la otra lleva rato conmigo ya no estará allí.
-pues nada... sigue... con la estupidez que estuvieras haciendo
-la música no es una estupidez! da ritmo a la vida y al combate, a la conquista y a la victoria...
-también a la derrota y a ...hey!!!
el maestro de sinfonías agarro a penuria, con la mano que no esgrimía la batuca, por la garganta.
-la música de tu garganta al intentar respirar... es una bella melodía para mis oídos...
Noligma suspiro
-para ti y para medio mundo... pero déjalo anda... no tengo ganas de tratar con hades como la mates...
el maestro de sinfonías se mantuvo un segundo antes de soltar a la berreante Penuria
-como ordeno mi señor...
Noligma camino adelante sin mirar atras
-andemos! que si no esto nos llevara todo el día... quiero volver con hikari antes de que le aburra su nueva compañia
penuria le siguió a trompicones rascándose el cuello sin dejar de mirar la banda musical que prosiguió con su marcha musical.
CUARTO DE LA VERDAD:
El baul se abrió con bastante facilidad, al parecer el dueño no esperaba que nadie llegara tan lejos.
el baul se abrió ante si y mostró su interior.
Morrigan pudo ver que era un baul con compartimentos, uno grande y otros mas pequeños.
uno de estos estaba ya abierto y mostraba una Llave mecánica que solo podías imaginar en donde encajaría
el compartimento al lado de este tenia un royo de papel
- PAPEL:
Instrucciones de la esfera de la fortaleza:
-No cambiar la decoración
-NO levantar la esfera
-No jugar a los bolos con ella
-No comer cerca de ella
-No hablarle a la esfera
-No ligar con la prisionera
-No hurgar en los recuerdos de los tiempos remotos-Tapar la esfera con un mantel
-no tapar la esfera para "evitar accidentes"
-no jugar con la esfera
-no dejar jugar a Noligma con ella.
-para consultas breves depositar la mano sobre su superficie, intentando que sea el menor tiempo posible, demasiada manipulación o contacto con "ella" podría despertar su conciencia de si misma
por lo demás, evitar bajo cualquier circunstancia, cualquier daño de la misma, cualquier grieta, podría conducir al desastre.
La esfera no solo contiene prisioneros y mantiene la magia de la fortaleza, es una ventana a otro mundo, manejar con cuidado.
después de esa extraña revelación propia de un lunático que se auto escribe las normas, solo quedaba un par de compartimentos.
El siguiente solo revelo un montón de papeles en los que no te ibas a entretener a no ser que te los llevaras contigo.
Eran hojas arrancadas de algún libro, o de varios, algunos eran mas viejos que otros así que era obvio que eran diferentes libros.
el ultimo compartimento resulto ser el mas extraño pero también el que llamo mas la atención de Morrigan.
A simple vista, parecían mascaras.
Pero Morrigan podía ver poder en ellas... y incluso reconocer algunos rostros.
- Mascaras:
La primera era sin duda la que mas se había usado, era el rostro perfecto de una mujer, decorado con plumas de cuervo y un intento de 2 cuernos sobre la cabeza.
No creo que nadie no sepa identificar a la gran Malefica en la imagen de esta mascara.
Esta segunda le era tremendamente familiar a Morrigan, por supuesto orddu había cuidado muchos años de ella ¿como olvidar su rostro o el simple poder que reflejaba la mascara? era muy poco, pero reconocible, la mascara había sido retocada con materiales que sin duda procedían del pantano de Moira.
Y así habían muchas mas en el fondo, pero todas parecían haber perdido su poder por los años que habían transcurrido.
Morrigan solo podía imaginar que uso le daba a estas mascaras el dueño al ponérselas, solo notando que cada mascara estaba imbuida en el poder de cada representado por cada una de las mascaras.
Un ligero sonido se escucho por la habitación, Al parecer no estabas sola, pero ningún movimiento revelo a nadie mas, solo estaba el brillo constante y verdoso de la esfera que iluminaba la habitación.
COMEDOR
de repente la puerta del comedor se abrió y un ser trajeado entro... bueno ser seria un error, mas bien cosa.
-hum... veo que ya conocéis a la joven Hikari Maleficus, os traigo un café Lady Nicole de Lancre ¿quiere acompañarlo con un tentempié?
el mayordomo del señor Noligma acababa de entrar con una bandeja con una tasa de te, y una jarra de leche...¿leche? ¿de donde sacarían la leche en ese reino?
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Yer Noligma
Heredero de la Montaña Prohibida
Re: Sacrificando la doncella al dragón [Cenicienta, Noligma y Hikari]
Un ligero click hizo que sus pupilas se dilatasen y humedeciese su labio inferior, pasando la lengua por el, con mirada excitada al levantar la tapa con sumo cuidado, revelando un interior pintoresco.
La llave estaba ahí, negra como la obsidiana. Era oscura y simple, sin embargo la tomó entre sus dedos y la acarició con algo similar a la lujuria, para después guardarla a buen recaudo en su generoso escote. Palmeó un par de veces más, y decidió que ya que estaba, se dedicaría a curiosear un rato. Lo primero que llamó su atención fue aquel pergamino que sobresalía del cajón. Lo tomó entre sus dedos y lo desenrolló en toda su amplitud, para después empezar a leer la estilizada caligrafía que manchaba de tinta la celulosa.
-¿Qué demonios es esto?-Formuló en un susurro, mientras sus ojos vagaban por las líneas y rozaba la parte tachada. Giró el rostro, mientras aún permanecía agachada, para mirar aquella esfera de cristal que no se había atrevido a tocar antes. Arrugó los labios, intercalando miradas entre el papel y el brillante artilugio, buscando conocer su significado oculto.
Sin embargo siguió abriendo los cajones. No había llegado allí solo para conseguir una estúpida llave. Si podía, se iría con las manos bien llenas. Tomó algunos de los papeles y los escondió entre sus enaguas, con toda la intención de leerlos más adelante, ¿Quien podía afirmar que no fuesen hechizos de algún tipo traducidos en papel? La casa de Maléfica albergaba demasiadas cosas que Morrigan anhelaba poseer entre sus dedos de bruja. Llegó el turno al cajón más grande, y tiró de él para revelar su interior. Máscaras...
-Pero que casualidad...-¡Le encantaban las Máscaras!, no en vano su burdel llevaba por nombre "Le Masquerade". Además, era una parte muy importante en su vida: Allá donde iba, Morrigan siempre se servía de una identidad falsa para pasar desapercibida, una máscara al fin y al cabo. Tomó la primera y esbozó una sonrisa perversa que mostraba sus dientes blancos y rectos, reconociendo de inmediato aquella efigie-Maléfica-Dijo con el tono que emplearía para reñir a un niño pequeño-Veamos que más hay...-Sus dedos se detuvieron antes de tocar la máscara de...-Orddu-Musitó, confundida. ¿Qué hacía eso ahí? Lo que más aturdía a la bruja no era la máscara, sino la ausencia de las otras dos. Orddu, Orwen y Orgoch eran una sola y tres a la vez-Alguien ha estado curioseando en los pantanos de Morva-Siseó, furiosa. ¿Acaso sabían algo de ella? ¿Que tenía pensado llegar allí? ¡Diaval! Seguro que ese patán, mentecato y vulgar cuervo piojoso se había ido de la lengua sobre sus intenciones. Nunca debió haber confiado en un siervo que acataba órdenes de la propia Maléfica. Seguro que le había ido con el cuento al vástago de la bruja.
Se incorporó con cuidado.
-¿No jugar con la esfera? Já-Giró sobre si misma y se acercó hasta ella, leyendo de nuevo el papel-No jugar con la esfera-Repitió-Una lástima que las normas nunca hayan sido algo de mi agrado-Se cruzó de brazos y miró aquel orbe de brillo difuso. Empezó entonces a romper el pergamino, dejando caer al suelo los trozos como si fuesen copos de nieve. Sacudió los dedos y los alzó, agarrando la hermosa bola de cristal que supuestamente estaba prohibida. Porque todo lo prohibido le gustaba.
Vio su propio reflejo en ella y sonrió de pura satisfacción y egocentrismo.
-Saluda a la nueva señora de esta montaña...
Quemaba. El cristal empezó a transmitir calor que se colaba por su piel, emitiendo un siseo violento al contacto con esta, junto con el olor a carne chamuscada. Morrigan chilló de dolor, dejándola caer al suelo y agarrando sus manos, observando como la piel blanca de la palma ahora se mostraba rojiza y llena de ampollas bastante dolorosas. Miró el orbe con odio y quiso darle un puntapié, cuando se fijó de la grieta que acababa de aparecer en su superficie.
La llave estaba ahí, negra como la obsidiana. Era oscura y simple, sin embargo la tomó entre sus dedos y la acarició con algo similar a la lujuria, para después guardarla a buen recaudo en su generoso escote. Palmeó un par de veces más, y decidió que ya que estaba, se dedicaría a curiosear un rato. Lo primero que llamó su atención fue aquel pergamino que sobresalía del cajón. Lo tomó entre sus dedos y lo desenrolló en toda su amplitud, para después empezar a leer la estilizada caligrafía que manchaba de tinta la celulosa.
-¿Qué demonios es esto?-Formuló en un susurro, mientras sus ojos vagaban por las líneas y rozaba la parte tachada. Giró el rostro, mientras aún permanecía agachada, para mirar aquella esfera de cristal que no se había atrevido a tocar antes. Arrugó los labios, intercalando miradas entre el papel y el brillante artilugio, buscando conocer su significado oculto.
Sin embargo siguió abriendo los cajones. No había llegado allí solo para conseguir una estúpida llave. Si podía, se iría con las manos bien llenas. Tomó algunos de los papeles y los escondió entre sus enaguas, con toda la intención de leerlos más adelante, ¿Quien podía afirmar que no fuesen hechizos de algún tipo traducidos en papel? La casa de Maléfica albergaba demasiadas cosas que Morrigan anhelaba poseer entre sus dedos de bruja. Llegó el turno al cajón más grande, y tiró de él para revelar su interior. Máscaras...
-Pero que casualidad...-¡Le encantaban las Máscaras!, no en vano su burdel llevaba por nombre "Le Masquerade". Además, era una parte muy importante en su vida: Allá donde iba, Morrigan siempre se servía de una identidad falsa para pasar desapercibida, una máscara al fin y al cabo. Tomó la primera y esbozó una sonrisa perversa que mostraba sus dientes blancos y rectos, reconociendo de inmediato aquella efigie-Maléfica-Dijo con el tono que emplearía para reñir a un niño pequeño-Veamos que más hay...-Sus dedos se detuvieron antes de tocar la máscara de...-Orddu-Musitó, confundida. ¿Qué hacía eso ahí? Lo que más aturdía a la bruja no era la máscara, sino la ausencia de las otras dos. Orddu, Orwen y Orgoch eran una sola y tres a la vez-Alguien ha estado curioseando en los pantanos de Morva-Siseó, furiosa. ¿Acaso sabían algo de ella? ¿Que tenía pensado llegar allí? ¡Diaval! Seguro que ese patán, mentecato y vulgar cuervo piojoso se había ido de la lengua sobre sus intenciones. Nunca debió haber confiado en un siervo que acataba órdenes de la propia Maléfica. Seguro que le había ido con el cuento al vástago de la bruja.
Se incorporó con cuidado.
-¿No jugar con la esfera? Já-Giró sobre si misma y se acercó hasta ella, leyendo de nuevo el papel-No jugar con la esfera-Repitió-Una lástima que las normas nunca hayan sido algo de mi agrado-Se cruzó de brazos y miró aquel orbe de brillo difuso. Empezó entonces a romper el pergamino, dejando caer al suelo los trozos como si fuesen copos de nieve. Sacudió los dedos y los alzó, agarrando la hermosa bola de cristal que supuestamente estaba prohibida. Porque todo lo prohibido le gustaba.
Vio su propio reflejo en ella y sonrió de pura satisfacción y egocentrismo.
-Saluda a la nueva señora de esta montaña...
Quemaba. El cristal empezó a transmitir calor que se colaba por su piel, emitiendo un siseo violento al contacto con esta, junto con el olor a carne chamuscada. Morrigan chilló de dolor, dejándola caer al suelo y agarrando sus manos, observando como la piel blanca de la palma ahora se mostraba rojiza y llena de ampollas bastante dolorosas. Miró el orbe con odio y quiso darle un puntapié, cuando se fijó de la grieta que acababa de aparecer en su superficie.
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Morrigan
Noble de Marshovia y Nigromante
Re: Sacrificando la doncella al dragón [Cenicienta, Noligma y Hikari]
- Será divertido y más cuando llegue mi papi. -No logro ocultar una mueca al oír eso, ya que su "papi" no es de lo más "divertido", por lo menos no es esa la primera palabra que se viene a mi miente al recordar que casi me dejó sin aire...
- Muy bien, ¡jugaremos a algo! ¿Se te ocurre un juego? -pregunto dándole la penúltima cucharada, mientras sigo buscando alguna alternativa- Podríamos jugar a las adivinanzas. -Digo de pronto, mientras empiezo a recordar las que escuchaba en el ala de empleados el palacio Barbarac.
- ¡Me acordé de una! -digo contenta- Redondo, redondo, sin tapa ni fondo... ¿Qué es? -Una adivinanza es un juego sin peligros y... de todas maneras no quiero jugar a las escondidas en este lugar en particular...
De pronto la puerta rechina y se abre lentamente. Mi cuerpo se pone en tensión, y de inmediato estiro un brazo para proteger a la niña de lo que sea que está entrando. ¡No es una persona! Por lo menos no huele tan mal como algunos de los asistentes de Lady Hellberg, pero eso ni de lejos me permite sentir menos miedo.
- Hum... veo que ya conocéis a la joven Hikari Maleficus, os traigo un café Lady Nicole de Lancre ¿quiere acompañarlo con un tentempié?
- Mu-muchas gracias, señor. -hago una ligera mueca, ya que el término "señor" no se aplica mucho, pero es lo más educado y diplomático a decir- Recién comimos unos dulces... -digo tratando de decirle que no, sin embargo se me escapan las palabras por el miedo.
- Muy bien, ¡jugaremos a algo! ¿Se te ocurre un juego? -pregunto dándole la penúltima cucharada, mientras sigo buscando alguna alternativa- Podríamos jugar a las adivinanzas. -Digo de pronto, mientras empiezo a recordar las que escuchaba en el ala de empleados el palacio Barbarac.
- ¡Me acordé de una! -digo contenta- Redondo, redondo, sin tapa ni fondo... ¿Qué es? -Una adivinanza es un juego sin peligros y... de todas maneras no quiero jugar a las escondidas en este lugar en particular...
De pronto la puerta rechina y se abre lentamente. Mi cuerpo se pone en tensión, y de inmediato estiro un brazo para proteger a la niña de lo que sea que está entrando. ¡No es una persona! Por lo menos no huele tan mal como algunos de los asistentes de Lady Hellberg, pero eso ni de lejos me permite sentir menos miedo.
- Hum... veo que ya conocéis a la joven Hikari Maleficus, os traigo un café Lady Nicole de Lancre ¿quiere acompañarlo con un tentempié?
- Mu-muchas gracias, señor. -hago una ligera mueca, ya que el término "señor" no se aplica mucho, pero es lo más educado y diplomático a decir- Recién comimos unos dulces... -digo tratando de decirle que no, sin embargo se me escapan las palabras por el miedo.
Re: Sacrificando la doncella al dragón [Cenicienta, Noligma y Hikari]
*Puede ser* ''Lo sé... pero...'' *Es guapa y muy buena* ''Y si no quiere padre'' *No sería tan estúpido como ara decir que no...* ''Los sentimientos pueden ser muy diferentes según la persona'' -Una duda...- Dije algo tímida mirando el suelo -Podrías... no se...- La miro con los ojos casi brillando y en posición de suplicación -¿Quisieras ser mi mama?- Dije sonriendo y esperando una linda respuesta.
Tenía un papa y lo que me faltaba para tener era una mama y así tendría ya una familia perfecta y que la gente envidiaría -Sería lo mas bonito del mundo, tener una familia seria algo agradable para mi, aparte, eres muy buena y guapa- ''Sería la chica perfecta'' *A papa seguramente le guste se lo esta callando*
Tenía un papa y lo que me faltaba para tener era una mama y así tendría ya una familia perfecta y que la gente envidiaría -Sería lo mas bonito del mundo, tener una familia seria algo agradable para mi, aparte, eres muy buena y guapa- ''Sería la chica perfecta'' *A papa seguramente le guste se lo esta callando*
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Hikari.
Huérfana de India
Re: Sacrificando la doncella al dragón [Cenicienta, Noligma y Hikari]
CUARTO DE LA VERDAD
La esfera cayó al suelo y rebotó hasta rodar lentamente por el suelo.
La esfera se detuvo y un extraño ojo simbólico se vio reflejado en el, el ojo parecía mirarla a través de ella como si pudiera rasgar su imagen y observar su ser.
Pero sólo fue un segundo, pues de repente la esfera se fracturó, no estalló, pero si salieron fracturas por toda su superficie por donde un verde humo empezó a salirse.
La esfera perdió su imagen convirtiéndose en una especie de bola de humo verde que parecía tomar formas muy confusas o incluso siniestras.
Un temblór sirvió de disuasión cuando de repente el ataúd se abrió de golpe.
-NO!! NO PUEDE SER!!
un hombre acababa de entrar por el ataúd y corrió hacia la esfera y intento contener el gas dentro de esta.
-PENURIA! Ven inmediatamente!
Fue entoces cuando sus miradas se encontraron.el rostro el hombre estaba oculto bajo una especie de mascara de hueso, como si le hubiera arrancado la parte frontal a un craneo. Sin duda era el señor de aquel cuarto, el dueño de las mascaras y estaba sin duda enfadado.
-TU!!! TU LA HAS LIBERADO!... tu ingenua que no sabes nada.... que no comprendes nada... AHORA TU OCUPARAS SU LUGAR!!!
PASILLO DEL CASTILLO
Noligma se detuvo de repente cuando el suelo bailó a sus pies.
¡¿El castillo había temblado? Será cosa de esa bruja! ?!
Penuria movió las orejas, y pareció asustarse
-Lo siento mi señor! Debo irme!
Penurias desapareció entre los pasillos correteando
-Cobarde! Ya me encargaré yo de...
Noligma se quedó petrificado al ver como los guardias ponían caras raras... no, no eran caras raras... se estaban derritiendo!!!
-Que clase. .. de bruja enferma es a la que me enfrentó?
Fue entonces cuando un segundo terremoto sacudió el pasillo y un trozo de pared cayó al vacío.
Noligma sintió como le ardían las entrañas por el miedo.
En su cabeza los recuerdos empezaron a tambalearse y a mostrarse difusos, otras que nunca recordaba haber visto empezaron a fluir.
Noligma temió que finalmente la locura lo controlaba y que hay acabaría todo.
Ya no más Yer Noligma. ..
COMEDOR
EL mayordomo asintió mientras dejaba a la dama tratar con la niña, al menos hasta que empezó el temblor.
El mayordomo sabía que las cosas se complican, pero ni el entendía el por que de esos temblores.
Pero podría aprovecharlos.
-Señorita Lancre, debo pediros que rechaces a la niña. .. tenéis que iros ahora. .. o no esperéis volver a ver el sol..
El mayordomo comprobó la periferia, los maniquíes vivientes no estaban afectados en absoluto por los acontecimientos, los guardias vivos, parecían velas de cumpleaños al sol.
Nadie que pudiera entrometerse
-escuchame, en realidad soy un infiltrado, de vuestra señora Elisa, debo sacarla de aquí sana... pero he de quedarme a seguir informando a la señora... pero no ha tenido tiempo de decirme a donde debo contactar con ella.
El mayordomo confiaba en que la adversidad y el caos reinante impidieran a la joven pensar demasiado.
Un trozo del suelo se desprendió y cayó a algún oscuro subsuelo que ni el mayordomo sabía que existía.
El mayordomo tubo una corazonada al ver el rostro expresivo de Lancre
-La niña no, ella estará más segura aquí que con usted, y usted más segura huyendo sola que con ella a cuestas.
Hikari era el ojito derecho de Noligma. .. y de Master, nada podría pasarle, no lo permitirían.
La esfera cayó al suelo y rebotó hasta rodar lentamente por el suelo.
La esfera se detuvo y un extraño ojo simbólico se vio reflejado en el, el ojo parecía mirarla a través de ella como si pudiera rasgar su imagen y observar su ser.
Pero sólo fue un segundo, pues de repente la esfera se fracturó, no estalló, pero si salieron fracturas por toda su superficie por donde un verde humo empezó a salirse.
La esfera perdió su imagen convirtiéndose en una especie de bola de humo verde que parecía tomar formas muy confusas o incluso siniestras.
Un temblór sirvió de disuasión cuando de repente el ataúd se abrió de golpe.
-NO!! NO PUEDE SER!!
un hombre acababa de entrar por el ataúd y corrió hacia la esfera y intento contener el gas dentro de esta.
-PENURIA! Ven inmediatamente!
Fue entoces cuando sus miradas se encontraron.el rostro el hombre estaba oculto bajo una especie de mascara de hueso, como si le hubiera arrancado la parte frontal a un craneo. Sin duda era el señor de aquel cuarto, el dueño de las mascaras y estaba sin duda enfadado.
-TU!!! TU LA HAS LIBERADO!... tu ingenua que no sabes nada.... que no comprendes nada... AHORA TU OCUPARAS SU LUGAR!!!
PASILLO DEL CASTILLO
Noligma se detuvo de repente cuando el suelo bailó a sus pies.
¡¿El castillo había temblado? Será cosa de esa bruja! ?!
Penuria movió las orejas, y pareció asustarse
-Lo siento mi señor! Debo irme!
Penurias desapareció entre los pasillos correteando
-Cobarde! Ya me encargaré yo de...
Noligma se quedó petrificado al ver como los guardias ponían caras raras... no, no eran caras raras... se estaban derritiendo!!!
-Que clase. .. de bruja enferma es a la que me enfrentó?
Fue entonces cuando un segundo terremoto sacudió el pasillo y un trozo de pared cayó al vacío.
Noligma sintió como le ardían las entrañas por el miedo.
En su cabeza los recuerdos empezaron a tambalearse y a mostrarse difusos, otras que nunca recordaba haber visto empezaron a fluir.
Noligma temió que finalmente la locura lo controlaba y que hay acabaría todo.
Ya no más Yer Noligma. ..
COMEDOR
EL mayordomo asintió mientras dejaba a la dama tratar con la niña, al menos hasta que empezó el temblor.
El mayordomo sabía que las cosas se complican, pero ni el entendía el por que de esos temblores.
Pero podría aprovecharlos.
-Señorita Lancre, debo pediros que rechaces a la niña. .. tenéis que iros ahora. .. o no esperéis volver a ver el sol..
El mayordomo comprobó la periferia, los maniquíes vivientes no estaban afectados en absoluto por los acontecimientos, los guardias vivos, parecían velas de cumpleaños al sol.
Nadie que pudiera entrometerse
-escuchame, en realidad soy un infiltrado, de vuestra señora Elisa, debo sacarla de aquí sana... pero he de quedarme a seguir informando a la señora... pero no ha tenido tiempo de decirme a donde debo contactar con ella.
El mayordomo confiaba en que la adversidad y el caos reinante impidieran a la joven pensar demasiado.
Un trozo del suelo se desprendió y cayó a algún oscuro subsuelo que ni el mayordomo sabía que existía.
El mayordomo tubo una corazonada al ver el rostro expresivo de Lancre
-La niña no, ella estará más segura aquí que con usted, y usted más segura huyendo sola que con ella a cuestas.
Hikari era el ojito derecho de Noligma. .. y de Master, nada podría pasarle, no lo permitirían.
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Yer Noligma
Heredero de la Montaña Prohibida
Re: Sacrificando la doncella al dragón [Cenicienta, Noligma y Hikari]
A su alrededor todo era una densa bruma de color verdoso, rodeando un amplio prado que parecía perderse más allá del infinito, pero que a la vez era ridículamente diminuto. La mujer observaba la distancia con severo aburrimiento, sumida en un letargo del cual no era consciente. El paso del tiempo carecía de sentido para la prisionera, quien vivía ajena a todo lo demás dentro de su carcel de cristal. Su larga cabellera castaña era mecida por una brisa que acudía de ninguna parte. Sus largas plumas rozaban el suelo con un susurro lejano...
Pero la paz se rompió. Algo sacudió su pequeño reducto de paz, empujándola de vuelta a una confusa realidad. Su pecho osciló con violencia ante aquella intrusión extraña, una oleada de calor que escapaba de algún lugar. La corriente se volvió violenta y pendenciera, empujándola en un vaivén inestable hasta que una grieta apareció en su mundo perfecto... Una grieta que jamás había visto y que la invitaba a salir.
Ella vaciló, pero algo la empujó hacia aquel agujero, que trataba de absorver su cuerpo para expulsarlo al exterior, donde no sabía que le deparaba... Tal vez fuese ella misma quien lo provocaba de forma inconsciente, pero no podía saberlo. La fuerza arrolladora tiró de ella, mientras las vigorosas alas desaparecían con una quemazón agonizante, y con el dolor, su mente volvía a la realidad, escapando paulatinamente de la prisión y sintiendo la violencia de un conjuro roto.
Humo, o tal vez llamas, rodeaban una figura esbelta, ataviada con prendas de gala tan oscuras como la noche. La bruma se disipó, revelando el rostro anguloso de una mujer madura, de generosos labios cual carmín y cornamenta imponente.
No sabía donde estaba, pero algo en su interior le hizo suponer que antaño sí había poseido tales conocimientos. Una muchacha se miraba las manos frente a ella, con el cabello revuelto y quemaduras en sus palmas. Le sostuvo la mirada por un fugaz instante, mientras convocaba de forma instintiva un báculo de nudosa madera, coronado por una gema ejemplar de dispares colores.
Maléfica sonrió a la chica desconocida, como si de algún modo entendiese lo que acababa de suceder, y colocó un dedo sobre sus labios para que guardase silencio... Antes de volver a esfumarse sin dejar rastro.
Pero la paz se rompió. Algo sacudió su pequeño reducto de paz, empujándola de vuelta a una confusa realidad. Su pecho osciló con violencia ante aquella intrusión extraña, una oleada de calor que escapaba de algún lugar. La corriente se volvió violenta y pendenciera, empujándola en un vaivén inestable hasta que una grieta apareció en su mundo perfecto... Una grieta que jamás había visto y que la invitaba a salir.
Ella vaciló, pero algo la empujó hacia aquel agujero, que trataba de absorver su cuerpo para expulsarlo al exterior, donde no sabía que le deparaba... Tal vez fuese ella misma quien lo provocaba de forma inconsciente, pero no podía saberlo. La fuerza arrolladora tiró de ella, mientras las vigorosas alas desaparecían con una quemazón agonizante, y con el dolor, su mente volvía a la realidad, escapando paulatinamente de la prisión y sintiendo la violencia de un conjuro roto.
Humo, o tal vez llamas, rodeaban una figura esbelta, ataviada con prendas de gala tan oscuras como la noche. La bruma se disipó, revelando el rostro anguloso de una mujer madura, de generosos labios cual carmín y cornamenta imponente.
No sabía donde estaba, pero algo en su interior le hizo suponer que antaño sí había poseido tales conocimientos. Una muchacha se miraba las manos frente a ella, con el cabello revuelto y quemaduras en sus palmas. Le sostuvo la mirada por un fugaz instante, mientras convocaba de forma instintiva un báculo de nudosa madera, coronado por una gema ejemplar de dispares colores.
Maléfica sonrió a la chica desconocida, como si de algún modo entendiese lo que acababa de suceder, y colocó un dedo sobre sus labios para que guardase silencio... Antes de volver a esfumarse sin dejar rastro.
- Off Noligma:
- Noligma, si quieres que cambie algo me lo dices xD. He presupuesto que Maléfica aparece antes de que Master interrumpa.
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Maléfica
Bruja de la Montaña Prohibida
Re: Sacrificando la doncella al dragón [Cenicienta, Noligma y Hikari]
Consternación... Eso era lo que reflejaban los ojos de amatista de Morrigan. Primero al mirar sus manos, quemadas, con la piel levantada en ampollas de color rosado, conteniendo el gemido de dolor que pretendía escaparse de su garganta; pero después su mueca volvió a cambiar al ver aquella espesa nube de humo, ¿O era fuego? brotar del interior de la esfera rota, perfilando la figura extravagante e imponente de aquella a la que tanto odiaba.
-No puede ser...-Mascullo entre dientes, observando con los ojos desorbitado aquello que parecía ser una ilusión y no lo era-Maléfica-Musitó. ¡Pero era imposible! ¿Cómo no creerlo cuando la tenía delante de sus propias narices? La bruja llevó un dedo a sus labios carnosos y sensuales, antes de desaparecer fugazmente de su campo visual, como si nada de lo acaecido fuese real. Pero Morrigan sabía que no era así. Apenas tuvo tiempo de reaccionar cuando el ruido la trajo de vuelta a la cruel realidad. Volteó la cabeza, apartando la vista de sus manos doloridas, para ver a un sujeto encapuchado, cuyas facciones lucían ocultas bajo una máscara siniestra-¡Ni lo sueñes!-Bramó. Agitó las palmas, conteniendo el dolor lacerante que la dañaba al tratar de catalizar la magia a través de estas. Una chispa explotó bajo estas, dejando caer una espesa capa de humo.
No iba a pelear. El plan se había ido al traste. Tenía que huir. Asegurándose de que la llave seguía en su sitio, Morrigan se precipitó hacia la puerca en pos del pasillo.
-No puede ser...-Mascullo entre dientes, observando con los ojos desorbitado aquello que parecía ser una ilusión y no lo era-Maléfica-Musitó. ¡Pero era imposible! ¿Cómo no creerlo cuando la tenía delante de sus propias narices? La bruja llevó un dedo a sus labios carnosos y sensuales, antes de desaparecer fugazmente de su campo visual, como si nada de lo acaecido fuese real. Pero Morrigan sabía que no era así. Apenas tuvo tiempo de reaccionar cuando el ruido la trajo de vuelta a la cruel realidad. Volteó la cabeza, apartando la vista de sus manos doloridas, para ver a un sujeto encapuchado, cuyas facciones lucían ocultas bajo una máscara siniestra-¡Ni lo sueñes!-Bramó. Agitó las palmas, conteniendo el dolor lacerante que la dañaba al tratar de catalizar la magia a través de estas. Una chispa explotó bajo estas, dejando caer una espesa capa de humo.
No iba a pelear. El plan se había ido al traste. Tenía que huir. Asegurándose de que la llave seguía en su sitio, Morrigan se precipitó hacia la puerca en pos del pasillo.
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Morrigan
Noble de Marshovia y Nigromante
Re: Sacrificando la doncella al dragón [Cenicienta, Noligma y Hikari]
- Una duda...- Me sonrío aunque arrugue un poco mis cejas, ya que la chica ignora la presencia del mayordomo (por supuesto, que lo conoce de antes):
- Puedes preguntarme. -digo amorosa, aunque en realidad contenta de poder ignorar a la criatura metálica esa.
- Podrías... no sé... -Observo como la pequeña se complica para decirme algo, y le sonrío para darle la confianza necesaria- ¿Quisieras ser mi mamá?
- Pues... -me quedo sin saber qué decir, ya que no puedo decirle que sí, aunque pueda romperle el corazón, ya que la criatura que ella dice ser su padre tiene más intenciones de matarme que Lady Hellberg y por más quiera cuidarla y mimarla, no soportaría vivir en un lugar con seres peores que el burdel...
- Sería lo mas bonito del mundo, tener una familia seria algo agradable para mi, aparte, eres muy buena y guapa.
- Gracias pero... -En ese instante empieza un ruido subterraneo. Instintivamente me acerco a la niña, mientras el piso, y las paredes, empiezan a moverse:
- Señorita Lancre, debo pediros que rechaces a la niña. .. tenéis que iros ahora. .. o no esperéis volver a ver el sol..
- ¡Qué dices! -exclamo levantándome para interponerme entre él y la niña, sin embargo, a duras penas me mantengo de pie, ya que los movimientos se hacen más bruscos. Y por supuesto, los platos con dulces ya están decorando el piso. - ¡Oh no! -chillo al ver como algunos de los feos guardias empiezan a derretirse frente a nuestros ojos! Quiero cubrirle los ojos a la niña, pero son muchos para que logre evitarlo. De pronto, el mayordomo me dice apurado que debo irme, dejando a la niña en medio del pandemonio- ¿Cómo se os ocurre que la dejaré sola aquí? -grito para hacerme escuchar en medio de los ruidos de destrozos:
- Ella estará más segura aquí que con usted, y usted más segura huyendo sola que con ella a cuestas.
- Pero... -iba a replicarle, sin embargo, ¿a dónde la llevaré? Un burdel no es el mejor lugar para una niña. De hecho, de seguro le rematarían también la virginidad, quizás no esperando siquiera que cumpliera más años... Un escalofrío me recorre, ya que el collar en mi cuello me impide de huir con la niña para otro lugar que no sea ése.- ¡No me lo perdonaré nunca! -digo con las lágrimas brotando en mis ojos. Me giro y abrazo a la pequeña antes de correr en la dirección que la criatura me apunta. ¿Por qué Lady Hellberg me trajo a este antro de perdición? ¿Me estará esperando abajo, en el portón? Porque por lo que entendí, la criatura en algo está de acuerdo con mi dueña. Sin embargo, la mirada de la pequeña sin manos me seguirá por siempre en mi corazón.
- Puedes preguntarme. -digo amorosa, aunque en realidad contenta de poder ignorar a la criatura metálica esa.
- Podrías... no sé... -Observo como la pequeña se complica para decirme algo, y le sonrío para darle la confianza necesaria- ¿Quisieras ser mi mamá?
- Pues... -me quedo sin saber qué decir, ya que no puedo decirle que sí, aunque pueda romperle el corazón, ya que la criatura que ella dice ser su padre tiene más intenciones de matarme que Lady Hellberg y por más quiera cuidarla y mimarla, no soportaría vivir en un lugar con seres peores que el burdel...
- Sería lo mas bonito del mundo, tener una familia seria algo agradable para mi, aparte, eres muy buena y guapa.
- Gracias pero... -En ese instante empieza un ruido subterraneo. Instintivamente me acerco a la niña, mientras el piso, y las paredes, empiezan a moverse:
- Señorita Lancre, debo pediros que rechaces a la niña. .. tenéis que iros ahora. .. o no esperéis volver a ver el sol..
- ¡Qué dices! -exclamo levantándome para interponerme entre él y la niña, sin embargo, a duras penas me mantengo de pie, ya que los movimientos se hacen más bruscos. Y por supuesto, los platos con dulces ya están decorando el piso. - ¡Oh no! -chillo al ver como algunos de los feos guardias empiezan a derretirse frente a nuestros ojos! Quiero cubrirle los ojos a la niña, pero son muchos para que logre evitarlo. De pronto, el mayordomo me dice apurado que debo irme, dejando a la niña en medio del pandemonio- ¿Cómo se os ocurre que la dejaré sola aquí? -grito para hacerme escuchar en medio de los ruidos de destrozos:
- Ella estará más segura aquí que con usted, y usted más segura huyendo sola que con ella a cuestas.
- Pero... -iba a replicarle, sin embargo, ¿a dónde la llevaré? Un burdel no es el mejor lugar para una niña. De hecho, de seguro le rematarían también la virginidad, quizás no esperando siquiera que cumpliera más años... Un escalofrío me recorre, ya que el collar en mi cuello me impide de huir con la niña para otro lugar que no sea ése.- ¡No me lo perdonaré nunca! -digo con las lágrimas brotando en mis ojos. Me giro y abrazo a la pequeña antes de correr en la dirección que la criatura me apunta. ¿Por qué Lady Hellberg me trajo a este antro de perdición? ¿Me estará esperando abajo, en el portón? Porque por lo que entendí, la criatura en algo está de acuerdo con mi dueña. Sin embargo, la mirada de la pequeña sin manos me seguirá por siempre en mi corazón.
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