Rescatando a doncellas, o brujas (libre)

Lugar: Bosque Encantado

Ordenando la cabaña de capataz, encontré un pergamino con un mapa. Lo primero que hice fue observarlo bien, pero como no sé leer, además de deducir/adivinar la geografía que representa, no logré sacar mucho en claro.

Tras todo el día pensándolo, cuando anocheció fui con Lady Katrina y le dije que había encontrado aquél mapa, por si acaso le perteneciera. Ella negó, y dijo que podría quedármelo, ya que el capataz anterior no regresó para reclamarlo.

Le agradecí y empecé a prepararme para seguir la pista del dichoso mapa en mi próximo día libre, aunque mi orgullo me impidió pedirle que me leyera los nombres allí descritos. De todas formas, creo que identifiqué un par de montañas, más el río y el lago, por lo que mi curiosidad por saber si hay un tesoro esperándome o no será saciada pronto.

Con una pala amarrada en mi espalda, salgo antes de los primeros rayos de sol para no perder tiempo. Si tengo suerte, podré desenterrar un tesoro hoy.

Off: Estoy haciendo uso de mi regalo de las votaciones...

Alcohol. Maldito alcohol, había dejado a su hermano Hansel echo trizas la noche anterior. Y claro, Gretel debería cuidarlo. La cabeza de su hermano reposaba ahora tranquilamente sobre el regazo propio, mientras la misma mujer que horas antes bailaba y cantaba animadamente en la posada más cercana, caía ahora rendida al sueño, apoyada contra la pared de la cama que le tocaría compartir con su hermano. Y poco a poco, fue perdiendo la consciencia.

Despertó de un salto al oír un grito, y Hansel ya no estaba con ella. Se levantó rápidamente y bajó corriendo las escaleras. Hansel estaba con una mujer afuera, y ella entró en la conversación como si nada. No era para tanto, resultaba ser que la vieja había perdido un gato. Suspiró y se puso de puntillas para darle un beso en la mejilla a su hermano de buenos días. Aquella mujer se lo pidió tantas veces, que al final Gretel accedió a ir a buscar el gato. Se despidió de su hermano, pues podría hacerlo sola, y tomó rumbo al bosque. Todo iba bien, hasta que oyó unos ruidos un tanto peculiares. Pasos. ¿Había alguien por el bosque? Porque de ser así, habría pocas posibilidades de que fuera humano, aunque no lo dudaba.

-Muéstrate.

Fue lo único que la amenazante voz de Gretel pronunció, acompañada por la seguridad que su ballesta cargada le profería. Apenas se estaba haciendo de día, pero Gretel ya estaba en plena forma.

Camino contento, imaginándome todo tipo de tesoros que podrían estar enterrados donde está la marca de la cruz inclinada: Si fueran joyas, las regalaría a Lady Katrina, pero no todas de una vez, que podría desconfiar. Si fueran monedas, podría comprar la finca vecina, y no sería sólo capataz, sino que estaría mirándola de igual a igual. Si fueran cubiertos de plata u oro, también se los regalaría, pero junto a una cena especial. Si fueran...

- Muéstrate.

Detengo mis pasos, mirando a mi alrededor, hasta que me deparo con que una joven vestida como cazador, y con una ballesta apuntándome, es la dueña de la voz amenazante:

- ¿Eh, qué os hice para merecer eso? -pregunto a la defensiva, ya que estoy bastante lejos del mar como para que me confundan con un pirata- ¿Estoy en algún terreno de acceso privado? Si es así, os ruego que me dejéis dar la vuelta, y no hay ofensas. -¿Estoy actuando como un cobarde? Pueden decir que sí, sin embargo para mí no es malo defender mi cuero. No me olvido cuando me puse a charlar inocentemente con un enano, y terminé malherido. Además, la actitud de la chica me hace pensar que tiene buena puntería.

De todas formas, mi mano está lista para ir a la empuñadura de mi espada.

Antes de este tema

Su propio ronquido la despertó al alba, y la chica se sobresaltó de forma brusca, descubriendo así que seguía a lomos de Chocolate, cabalgando a ciegas con la única guía de la intuición de su compañera de viaje. Tubo que pestañear varias veces, frotándose los párpados hasta que su visión dejó de estar difuminada por sus propias legañas, para tornarse nítida poco a poco.

Al principio se sintió confundida, acusando un fuerte dolor en los muslos y los omóplatos, pero sintiendo el movimiento delante de ella y bajo sus pies. Ni siquiera había logrado espabilarse del todo, bostezando sonoramente y , dejando caer la barbilla sobre la pequeña espalda que tenía delante, la cual emitió una sacudida incómoda para zafarse de ella, demostrando que evidentemente, aún no la había perdonado por demorarse más de la cuenta en Marshovia, hablando con el galante príncipe que había encontrado en el Poney Pisador. La quietud del bosque resultaba casi tan soporífera como el propio viaje, y Anna resopló mientras se estirazaba, agarrándose rápidamente a los cuartos traseros del animal para no perder el equilibrio y caer de espaldas.

Había perdido hacía ya tiempo el porte digno con el que había abandonado el palacio, y ahora adoptaba una expresión de aburrimiento extremo al sentirse desorientada. Su única compañía, a parte del fjord de pelo blanco con veteado negro, era Leanna, y no podía decirse que fuese la alegría de la huerta.

El sol despuntaba en el horizonte a pesar de que aún el manto negro de la noche no había desaparecido del todo, tiñendo el bosque con tonos azulados que se entremezclaban con el verde natural de las plantas autóctonas.

Ni siquiera parecían haberse percatado de que alguien las seguía… Porque precisamente ese era el objetivo de la figura que no perdía ni un detalle de sus pasos.

Todo permanecía en sepulcral silencio, tranquilo salvo por el crujir de los propios cascos del Fjord y los bostezos de la chica, cuando de pronto…

- Muéstrate.-Una voz dura y femenina cortó el silencio.

- ¿Eh, qué os hice para merecer eso? ¿Estoy en algún terreno de acceso privado? Si es así, os ruego que me dejéis dar la vuelta, y no hay ofensas.

Las palabras parecieron estimular a Anna, quien ya había empezado a cerrar los ojos y los abrió de golpe, repentinamente despierta en busca de la zona en conflicto. Arrebató las riendas a Leanna, que se afanaba por cambiar la dirección, y viró hacia el lugar de donde procedían las voces, haciendo bastante ruido con el caballo.

-¿Estás loca o algo?-Inquirió la niña, dignándose a hablar después de toda una noche en silencio, razón por la cual ella se había quedado dormida antes.

-Quiero ver que pasa- Se limitó a contestar, dejándose llevar por esa curiosidad tan infantil como imprudente… Pero pronto se arrepintió al ver que se trataba de lo que parecía ser un asalto. La silueta de una mujer se recortaba en la oscuridad, pero como contrapartida, portaba consigo una vigorosa ballesta que hizo que Anna abriese mucho los ojos al contemplar el destello que emitía la punta del virote. Por otro, un hombre alto y desgarbado, igualmente armado pero esta vez con un objeto más clásico, como lo era la espada que colgaba de su cinto. Demasiado tarde para salir corriendo, ¿Verdad?

Off:

Tsk. Perdón; eso debería pedir ahora Gretel. Quizás el haberse despertado tan de golpe y hacía poco le había nublado un poco el sentido de la orientación. al menos no debería luchar contra una bruja en ese estado. Fue bajando lentamente la ballesta de su principal objetivo, acompañando la acción con unas palabras- No eres una bruja...-intentó seguir hablando, más al contemplar la intervención de una pelirroja montada a caballo con...alguien, la incitó a apuntar de nuevo con su arma. Si, así de violenta era, de echo Hansel podría asegurar que Gretel amenazaba más en un día de lo que hablaba en dos.

-Mis...disculpas, supongo.

Dijo aún con cierto aire de orgullo y poco convencida, bajando de nuevo la empuñadura de la ballesta no sin dejar de permanecer en esa recta posición de defensa y con aquella mirada matadora. Una fuerte brisa despeinó su cabello, y miró hacia el lugar del que provenía, más no encontró explicación alguna; maldito viento.

-Ando en busca de...un gato, más no es esa mi responsabilidad, así que guarden sus espaldas de las brujas. Por lo demás...Gretel.

Se dio la vuelta tranquilamente dispuesta a marcharse, más antes de ejecutar un solo paso, una desagradable fragancia de dulce la embaucó. -...-miró de reojo a aquellos sujetos que no conocía de nada. -¿desean...que para compensar mi error les acompañe a algun lado?- oh, claro, tanta amabilidad no era típica de Gretel, más quien dijo que fuera amabilidad, ¿no?. Uno de ambos podría ser una bruja; conocía bien aquel aroma repugnante, y si no, alguna andaría cerca; debía estar alerta.

- No eres una bruja... -dice la joven mientras baja la ballesta.

- No, y si fuera sería "brujo", pero tampoco. -agrego con mi dificultad para quedar callado gritando dentro mío. La tensión podría desaparecer, pero la llegada de dos damas a caballo vuelven a dejar a la cazadora alerta.

Por mi parte, observo a las chicas y no veo nada de peligroso en ellas. Para suerte de ellas, la cazadora piensa lo mismo, bajando por segunda vez la ballesta, y pidiendo disculpas.

-Ando en busca de...un gato, más no es esa mi responsabilidad, así que guarden sus espaldas de las brujas. Por lo demás...Gretel.

- ¿No te referirás al Gato con Botas? Él no tiene nada de magia... Digo, puede hablar, pero hay varios animales que pueden hacerlo. -¿Qué me pasa? ¿Llevaba mucho tiempo callado que ahora las palabras me salen sin el menor esfuerzo? Igual me gustaría poder contar cuentos como el Gato con Botas... No olvido las noches que teníamos suerte de toparnos con él y nos cautivaba con sus historias. En general son pocas las personas que se entretienen con mis historias: Al final, siempre termino empuñando mi espada...

La cazadora hace el gesto de irse, pero pronto regresa y nos observa de arriba a bajo. No me gusta ser analizado, por lo que muevo una pata incómodo, golpeando el piso, mientras ella se ofrece de compañía. ¿Es que acaso ya sabe que voy por un tesoro? Yo no quiero nadie acompañándome, que fijo van a querer una parte, y el tesoro será sólo mío.

- De mi parte, no gracias. Ya alcancé la mayoría de edad así que dispenso la chaperona, y como no me has herido, no tengo que perdonarla. -apunto hacia las chiquillas- En cambio a ellas sí su compañía les resultaría útil. -digo haciendo un saludo para proseguir con mi camino, sin embargo, al curvarme, el mapa se cae sin que me dé cuenta.

Me alejo lo suficiente y busco el abrigo de un árbol para poder observar el mapa de nuevo cuando ¡me doy cuenta que lo he perdido!

Leanna tiró de las riendas, apresta a dar media vuelta, aunque consciente de que uno de esos virotes podía perforar tanto su carne como la del caballo, y dejarlas inmovilizadas en cuestión de segundos. Decidió que era muy mala idea dejar que la pelirroja llevase el mando del Fjord, sin embargo las intenciones hostiles se desvanecieron momentáneamente cuando la fémina bajó el artilugio.

-Ando en busca de...un gato, más no es esa mi responsabilidad, así que guarden sus espaldas de las brujas. Por lo demás...Gretel.-Se presentó formalmente.

-Yo soy Anna y ella es mi doncella-Un codazo repentino le arrebató el aire y la hizo emitir un gemido de dolor-¡Ay!

-¿No te referirás al Gato con Botas? Él no tiene nada de magia... Digo, puede hablar, pero hay varios animales que pueden hacerlo.-Respondió de pronto el hombre, cuyo nombre seguía siendo una incógnita.

Anna se rió por lo bajo, dejándose llevar por sus palabras e imáginándose lo adorable que se vería un minino enfundando sus cuartos traseros dentro de un par de botitas de cuero, demasiado grandes para él. ¿De donde habría sacado semejante cosa? No importaba, pero le resultó hilarante y curioso.

-¿De verdad existe algo así?-Inquirió, segura de que la magia no era más que un cuento de viejas, a pesar de que le gustaba fantasear con que era algo tan real como el propio bosque que pisaban.

En su hogar tales pensamientos siempre habían estado mal vistos. Por su parte, Leanna miró raro al individuo, como si estuviese loco o simplemente fuese peligroso por hablar de animales parlantes.

-¿desean...que para compensar mi error les acompañe a algun lado?-Preguntó en ese entonces la cazadora.

-De mi parte, no gracias. Ya alcancé la mayoría de edad así que dispenso la chaperona, y como no me has herido, no tengo que perdonarla. En cambio a ellas sí su compañía les resultaría útil.-Apostilló el moreno, y sin mediar más palabras se dispuso a marcharse.

-¡Claro!-Empezó a decir-No nos vendría mal un poco de compañía-Aunque la niña no compartía su opinión-Decidme, señorita Gretel, ¿Ha visto usted a una joven alta y rubia por estos lares?-Bajó del lomo de la montura e hizo un gesto con la mano para abarcar la longitud que, supuso, se correspondería con la de su hermana-Es más o menos así…-Dijo esperanzada de que su búsqueda pudiese acabar antes de tiempo y todos regresasen a casa tranquilos, sin mayores sobresaltos que el vivir una pequeña aventura. Pero la suerte, aunque ella pensase lo contrario, no estaba de su lado, ni iba a estarlo en un corto periodo de tiempo-¿Qué es esto?-Preguntó en voz alta, agachándose para tomar el trozo de papel que se había caído del bolsillo del hombre, arrugando la nariz al comprender que era un mapa. Su experiencia le decía que ese tipo de objetos no traían nada bueno, pero su imprudencia la instaba a querer creer todo lo contrario, no escarmentando de encuentros pasados.

La bruja:

Alguien observaba con atención... La mujer tomó aire lentamente, dejando que su pecho se expandiese y contrajese mientras observaba al amparo de las sombras que le proporcionaba la maleza. Llevaba tan sólo un día siguiendo a aquel par, con la carta de su bolsillo como única directriz a seguir. Le habían dicho que la chica viajaba sola, pero al final había resultado ir en compañía de una mocosa de pelo desgreñado. Eso no complicaba el asunto ni mucho menos, pues daba la casualidad de que a ella le encantaban los niños… Tenían un sabor delicioso.

Sin embargo cuando a punto había estado de revelar su posición, la presencia de dos personas más en el bosque dificultaron el proceso. Se vio obligada a resguardarse aún más, sirviéndose de su aliada natural, la oscuridad, para camuflarse y no ser vista, desviándose un poco del objetivo principal. Su superior había sido bastante clara: El fracaso no era una opción. Ajustándose la capa sobre los hombros, tomó su base detrás de un árbol de corteza rugosa, tanteando sus posibilidades de éxito ahora que pretendían sumar a una tercera persona al grupo. Eso si que era una complicación. Le había bastado un vistazo para comprobar que iba armada, pero la bruja contaba con sus propias armas de hechicera… Los tatuajes en su piel, surcos oscuros grabados en la carne, refulgieron tenuemente a medida que nuevos pasos en su dirección se hicieron eco. Se deslizó suavemente, buscando desde su posición segura al causante y pudo ver a un hombre moreno, el mismo que momentos antes había estado conversando, y pensó que tal vez era un buen momento para intervenir.

Doy un resoplido lleno de rabia, ¡ya que debo regresar donde la cazadora y las niñas para recuperar mi mapa! No, no, Paul... Espera... Quizás ellas no han visto el mapa y, tranquilamente lo recuperas cuando se marchen. Si, ésa es una buena idea. Con cuidado, me oculto en el árbol y empiezo a espiarlas:

-¿Qué es esto?

¡Por las barbas de Neptuno, la chica lo ha encontrado! Golpeo el piso enojado, mientras mis resoplidos se hacen más sonoros, cuando siento algo suave cerca de mi mano. Miro, y veo una serpiente peluda moviéndose de un lado a otro. Iba a dar un salto cuando subo la vista y compruebo que no es nada más ni nada menos que un gatito:

- ¡Vaya que hiciste que mi corazón saltara, minino! -le digo estirando la mano para tocarle la punta del hocico, cuando el animal arruga la boca, estira sus garras y empieza a soltar bufidos horribles- ¡Eh! ¡Si no quieres que te toque es sólo decirlo! -exclamo bajando mi brazo, sin embargo el gato salta lejos, corriendo hacia las mujeres.

Vuelvo a ocultarme de su vista, ya que algo me dice que no deben verme de nuevo, cuando, al darme vuelta, estoy frente a frente con una hermosa pero rara mujer:

- ¿Quién eres? ¿Por qué estás tan cerca mío? ¿Qué pasa con tu brazo? -finalmente mi lengua se cierra al ver que las venas de su brazo no... ¡no son normales! De hecho, de su mano empieza a surgir un brillo sin mediar fuego alguno. ¿Quién más puede hacer cosas así, sino brujas?

De pronto sonrío, contento por el encuentro:

- ¡Eres una bruja! ¿Sabéis algo de Megara?

Spoiler:

La bruja se detuvo frente al hombre, y por un momento su máscara imperturbable vaciló. ¿Era también un brujo? Había un inconfundible sello mágico en su propia esencia, pero no parecía corresponderse con el aura habitual de un poseedor del don.

-Megara-Repitió para sí. Ese nombre tenía cierto valor para la bruja, aunque estaba segura de que nadie con ese apelativo trabajaba para la Madre Noche, ¿Debía perdonarle pues la vida? Las órdenes eran claras y concisas: Si no era un objetivo de la Hermandad Oscura, no merecía la pena sesgar su vida. Debía limitarse a ir en contra de la pelirroja, tal y como indicaba la carta que le había sido encomendada-Claro-Respondió con tranquilidad-Me he perdido, ¿Podrías ayudarme?

Anna miraba ensimismada el papel entre sus dedos cuando la voz masculina la alertó, obligándola a cortar el contacto visual del mapa. Se rascó la mejilla, percibiendo la crispación en la joven mujer de aspecto severo, quien se dirigió a grandes zancadas hasta la zona de origen del ruido.

-¡Espera!-Dijo después de mirar a su alrededor. Las sombras hacían del bosque un sitio siniestro en el que no le agradaba quedarse sola.

-Silencio-Le ordenó ella con algo de brusquedad. Anna cerró la boca, pero no se quedó atrás, siguiendo los pasos certeros de Gretel, que se encaminaban hacia el lugar exacto de donde se hallaba Paul.

Off:

Miro expectante a la bruja, pendiente de que ahora sí podré saber algo de Megara, ya que si no logro encontrar a Ela, por lo menos Meg podría ayudarme a que mi capitán y la tripulación recuperaran su memoria. Y aumento mi sonrisa al oír que ella la conoce:

- ¡Claro que os puedo ayudar! ¿Adónde deseas ir? -digo solícito, y agrego de buen humor- Os pondré en la dirección correcta ¡mientras me cuentas todo sobre cómo está ella ahora!

Aunque de pronto recuerdo el mapa...

- Pero debéis esperarme a que recupere mi... papel. -¡Aguanta el hocico Paul! ¿No le dirás a todos que tienes un mapa del tesoro? Y dicho esto, le doy la espalda a la bruja, pues quiero ver si ya puedo ir a recuperar lo que es mío. Y mi mapa se me acerca solito, en manos de la chica que lo recogió y la cazadora, ya que ambas se acercan a donde estamos.

Off: ¿Y el gato? ¿No lo vieron pasar siquiera?

Off:

Gretel se detuvo de pronto antes incluso de poner un pie dentro de la densa fronda que tenía ante ella. Ruido... Apretó los dientes mientras preparaba su ballesta con todo el sigilo que le proporcionaba su profesión de cazadora, ante una Anna que la miraba atónita, abriendo su boca para dibujar una "O" silenciosa. Quiso decir algo, pero la dura mirada de la morena la detuvo en el acto, mientras las hojas del arbusto más cercano se convulsionaban.

La mujer preparó su arma, presta a disparar un virote que acabaría con la vida del asaltante...

-Esto no me gusta nada-Musitó en voz baja Leanna, quien notaba los dedos de la princesa clavados en su antebrazo, ansiosa y temerosa por el desarrollo de los acontecimientos.

-Pero...¿Y si es el tipo de antes?-Se atrevió a romper el silencio, dando un paso adelante e interponiendose entre el arbusto y la ballesta en un momento crucial, con una imprudencia sólo propia de su cabecita pelirroja. Anna arrugó con vehemencia el trozo de papel, para dar más peso a sus argumentos-Creo que se fue por aquí, ¿Y si le haces daño?

Evidentemente Gretel no había acogido bien su intromisión, ¿Acaso esa niñata era irremediablemente estúpida o sólo lo parecía? No bajó la ballesta, no obstante, y miró a Anna con irritación, tentada de disparar. Igual ella SI era la bruja.

-En ese caso se lo tendrá merecido por interponerse en mi camino-Arguyó lentamente.

Anna frunció el ceño, queriendo replicar, mientras Leanna trataba de sacar con disimulo su espetón. De pronto, el seto volvió a agitarse, capturando la atención de las tres chicas de la situación tensa que vivían.

Una bola de pelo emergió tras el, con una tranquilidad arrolladora. El minino alzó la testa y miró con ojos brillantes, a la luz del amanecer, a las mujeres.

-Miau~-Maulló.

-Oh-Gimió Anna enternecida-Eres cruel-Se agachó para recogerlo, ignorando sus bufidos y sus arañazos, agradeciendo que la gruesa ropa la protegía-Querías disparar a un pobre gatito.

Gretel bufó algo ininteligible.

-Ya, claro-Ese debía ser el condenado gato que debía ir a buscar-Trae aquí, lo llevaré de vuelta a su casa-Dijo tomándolo con una de sus manos enguantadas por el pellejo del cuello. El animal siseó molesto, enseñando los dientes.

Sin embargo, Gretel no había acabado. Ahí había una bruja, ¿Quien era? No lo sabia, pero no se iría son acabar con ella.

-Conozco un atajo-Dijo de pronto-Id vosotras delante-No la atacarian por la espalda...


La bruja lo miró sin interés, ya que un mapa no le era importante, sin embargo se puso seria. Se acercaban.

-Claro...


Y pronto, el hombre apareció de nuevo en su campo de visión, solo que a diferencia de antes, esta vez estaba acompañado por una joven mujer. Desde esa posición las marcas no eran visibles para el grupo, sin embargo para la cazadora, la cacería acababa de empezar.

-¿Interrumpimos algo?-Preguntó con aspereza mirándolos.

-Oh, vaya...

Sonrío satisfecho, ya que al mismo tiempo que ayudo a una amiga de Megara, pronto sabré dónde localizarla. ¡Por fin las cosas volverán a su curso! Primero haré que todos en el Revenge recuperen su memoria, expulsando al fin al pérfido Wesley (podríamos incluso hacerlo caminar por la borda...), y una vez que recupere mi mapa, encontraré un tesoro inmenso, con el cual subiré mi nivel a ojos de Lady Katrina, y podré mirarla de igual a igual...

Pero Paul, ¡deja de ensoñaciones! Doy un resoplido para transportarme al aquí-y-ahora, justo a tiempo para ver que la chica de trenzas y la cazadora ya nos han visto y se acercan:

- ¿Interrumpimos algo? -pregunta ella, a lo que mi lengua, ni corta ni perezoza responde:

- En realidad sí, pero no os preocupéis, que he encontrado a una amiga de una amiga y me iré con ella. Sólo necesito que la chica me devuelva mi m... papel. -y estiro la mano para recibir mi mapa de vuelta, haciendo una ligera mueca por mi imposibilidad de evitar delatarme al casi decir "mapa".

De pronto, el gato nuevamente suelta un bufido lleno de rabia, por lo que exclamo:

- ¡Esa no es forma de sujetar a una criatura! ¿No ves que le duele? ¡Le haces daño! -y empiezo a acercarme a ella, para liberar al pobre gato indefenso.

-Uy, en ese caso lo mejor seria que nos marchasemos-Opinó Anna, esbozando una sonrisa circunstancial y algo cohibida.

Era un poco cortante para ella toparse con una pareja que decidia encontrarse furtivamente en el bosque para poder intimar, de ahí la prisa que había denostado antes el hombre. Sintió cierta envidia, por aquella necesidad innata y natural en el ser humano por emparejarse. La princesa suspiró, preguntándose cuando encontraría el amor verdadero que tantísimo ansiaba, el mismo que la rescataria de la soledad del castillo, ignorante de que su obsesión por ello le impedía ver que no necesitaba nada de eso.

Pero Gretel no estaba de acuerdo, ni siquiera se lo creía. Esos dos tramaban algo, no había más que verlos: llev a ban la palabra "sospechosos" a fuego sobre su piel... No literalmente.

La cazadora miró alternativamente el trozo de papel que el señalaba y que la pelirroja no soltaba, y frunció el ceño. Vaya, vaya, vaya...

-No le duele-Contestó-Sus madres los agarran así cuando son crias-Y en cualquier caso, no tenía por que darle explicaciones-¿Me dejas ver eso, Pelirroja?-Inquirió a Anna.

-Pero...-Protestó, mirando el pergamino-Lo he encontrado yo, ¿Tan importante es?

Gretel no medio palabra y se lo arrebató para poder examinarlo, entrecerrando los ojos con recelo. Su experiencia le decía que era una especie de mapa.

Mientras tanto, la bruja entrecerró los ojos, deslizando las manos hacia atrás para que no quedasen visibles ante las miradas indiscretas. Su víctima estaba demasiado cerca pero no podía preceder de forma imprudente, no en vano la morena estaba armada y parecía tener muy malos humos.

-¿Que es esto?-Inquirió con suspicacia-¿Que tramais?

Off: El gato grita por avisar la presencia de la bruja, que Paul no compreende estar en peligro, ciego por sus ganas de reencontrarse con Megara. Si fuera por dolor, hubiera gritado en el instante en el cual Gretel lo sujetó, y no "de repente".

Paul quiere asentir en acuerdo con las palabras de la chica de trenzas rojas, pero... su mirada le dice que está hablando de algo más allá de las palabras dichas. ¿A qué se refiere? Miro a la bruja, y luego vuelvo a mira a la chica, con la seguridad de que me estoy perdiendo algo.

De pronto, el gato nuevamente suelta un bufido lleno de rabia, por lo que exclamo:

- ¡Esa no es forma de sujetar a una criatura! ¿No ves que le duele? ¡Le haces daño! -y empiezo a acercarme a ella, para liberar al pobre gato indefenso.

- No le duele. Sus madres los agarran así cuando son crías. -Abro la boca para protestar, aunque me empiece a recordar que sí he visto gatas llevar a sus pequeños de esa forma, cuando la cazadora le pide ver mi mapa:

- Pero... Lo he encontrado yo, ¿Tan importante es? -¡Ahora sí que salto en dirección de la chica de trenzas rojas:

- ¡YO lo he encontrado en la cabaña donde duermo! -y estiro el brazo para arrebatarle el mapa, sin embargo, la cazadora, más rápida y cercana a la chica de trenzas, ¡se lo quita primero!- ¡Pedí permiso a mi patrona, y ella dijo que me lo podía quedar, por lo que es MÍO!

Me acerco a Gretel, así se presentó por lo menos instantes atrás, y empiezo a tratar de quitarle mi mapa. Sin embargo, la chica sabe moverse y me esquiva. Me estoy empezando a enojar, porque mi agilidad parece torpeza a su lado, cuando la voz de la bruja nos interrumpe:

- ¿Que es esto? ¿Que tramais?

- ¡Yo no tramo nada! ¡Sólo quiero mi mapa de vuelta! -con el enojo por la agilidad de la cazadora, olvido decir "papel"...

Off: Paul intentará quitarle el mapa a Gretel en 3, 2, 1...

El miembro 'Pequeño Pony' ha efectuado la acción siguiente: Duelos y Peleas

'Pelea combos' :

Resultados : 2

Gretel chasqueó la lengua en un gesto negativo, mientras apartaba el mapa de la trayectoria de la mano del hombre.

-No veo tu nombre por ninguna parte-Respondió con arrogancia. No es que quisiese el papel ese, pero no terminaba de fiarse del todo de ese tipo-¿Mapa?, ya veo...-Lo sostuvo entre sus dedos, percatándose de que ese individuo tenía razón. Los glifos trazados en el papel no dejaban lugar a dudas-En ese caso, lamento comunicarte que te lo requisaré.

No sé que poner con Anna, sorry x_x. La manejo a ella y a la bruja en el siguiente.

El miembro 'Anna' ha efectuado la acción siguiente: Duelos y Peleas

'Pelea combos' :

Resultados : 4

Off: Entendí equivocado que la bruja había dicho la última frase! XD

Estiro el brazo para quitarle el mapa, sin embargo ella me adivina el gesto y logra esquivarme. Mis cejas se cierran mientras suelto un resoplido enojado y estiro el otro brazo, para pillarla por el otro lado. ¡Sin embargo nuevamente ella me esquiva!

- No veo tu nombre por ninguna parte. -¿Hasta la cazadora sabe leer y yo no?

- ¡Sólo quiero mi mapa de vuelta!

- ¿Mapa?, ya veo... -Golpeo literalmente mi frente, enojado porque mi hocico reveló información tan importante. La cazadora vuelve a mirar el papel mientras me lamento, y agrega- En ese caso, lamento comunicarte que te lo requisaré.

- ¿Qué? -exclamo furioso, y entonces vuelvo a tratar de quitarle el mapa, ahora en serio. (Antes también era en serio, pero ahora está más empeñado) Flexiono las piernas para saltar y tirarla al piso, ¡ya que así ella se quedará quieta y podré quitarle mi mapa! Salto con los brazos estirados... ¡Pero ella nuevamente me esquiva y termino con la cara en el suelo!- ¡Grrrr! -abro mi boca y atrapo un poco de pasto antes de levantarme.

Con las ropas llenas de pasto (que me comeré una vez tenga oportunidad) veo la burla en su rostro. Miro hacia el lado, y veo a la chica de trenzas muy cerca, también atenta. La idea surge de pronto, y aunque mi honor pirata me diga que es un error, el saber que realmente no le haré daño me empuja a poner esa idea en práctica: Rápidamente tomo a la chica por el brazo, poniéndola delante mío y le rodeo su cuello con mi brazo:

- ¡Dáme el mapa o adiós a la chica de trenzas! -amenazo, esperando que la chica no se asuste tanto. En realidad... es algo exagerado por un simple mapa que ni siquiera sé a dónde me llevará... ¡Pero un tesoro es un tesoro! Y un pirata siempre hace de todo por un tesoro...

Al parecer Gretel no era, lo que se dice, precisamente "amable". En el fondo, Anna se sentía culpable, pues de no haber cogido el mapa, tal vez nada de eso habría sucedido. Posiblemente, lo más correcto habría sido devolvérselo en un primer momento. Pero ahora ya era tarde, ¿No? Miró fugazmente a la cazadora, intercambiando una mirada con la pequeña Leanna, que en vano trataba de advertirle con la mirada de que no se trataba de una buena idea en absoluto... Cuando algo tiró de ella.

La princesa notó el brazo que hacía fuerza alrededor de su cuello.

-¡Suéltame!-Bramó, forcejeando. El tipo en cuestión era más fuerte y más alto que ella, ¿Qué oportunidad tenía?

-¿Crees que me importa?-Preguntó entonces Gretel. Los asaltadores, como no, tendrían a presuponer demasiadas cosas, como que ella viajaba con esa chica. Si bien su misión era proteger al inocente, no estaba dispuesta a negociar con criminales... Y si ese tipo había apresado a la pelirroja inútil, no sería porque fuese un hombre de bien. Debía ser un brujo, pues seguía percibiéndolo en el ambiente-No pienso devolverte el mapa-Lo apuntó con la ballesta-Tu sabrás que es lo que te conviene.

La bruja permanecía en silencio, observando con inmutabilidad la escena que se desenvolvía ante sus pálidos ojos de hechicera. Cambió el peso de una perna por otra, sin dejar de estar alerta a la más mínima señal, ¿Acaso harían el trabajo por ella? Con la mano oculta tras su capa, empezó a generar una bola de plasma, que poco a poco empezaba a cobrar brillo de forma discreta, mientras la cargaba de poder para lanzarla.

Anna respiraba con dificultad, más por la impresión que por la presión. Nunca se había visto en una situación parecida, ni siquiera cuando se vio acorralada en aquel callejón. Dudaba que esta vez Seiyu acudiese en su rescate, o tan siquiera el apuesto príncipe Hans. No iba a esperar a que la salvasen (aunque en el fondo, era lo que quería). Abrió la boca y clavó los dientes en un enorme mordisco en el brazo del hombre, mientras que alzaba la rodilla y trataba de clavarle en el pie el tacón de la bota.

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'Pelea combos' :

Resultados : 2

A ver... mordida en el brazo... no lo puedo evitar. Sin embargo, el pisotón...   

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'Pelea combos' :

Resultados : 1

Off: ¡Vaya mala suerte!

Luego del primer susto, la pelirroja empieza a forcejear, pero no me he enfrentado a innúmeras batallas en vano, por lo que la tengo bien sujeta. Miro desafiante a la cazadora, feliz de que pronto recuperaré mi mapa y podré ir por Megara...

- ¿Crees que me importa? -Abro mi hocico, completamente sorprendido por la respuesta. ¿Acaso... no le importa que la pelirroja pueda morir?- No pienso devolverte el mapa. -Dice y suelto un resoplido de frustración, ya que por lo que entiendo, mi amenaza a la chica se va por agua abajo... Hecho confirmado cuando ella vuelve a levantar la ballesta en nuestra dirección- Tu sabrás que es lo que te conviene.

Trago saliva, indeciso sobre qué hacer, ya que no había pensado en un plan b... Mis narinas se abren y cierran, ya que una ballesta es algo que hiere fatalmente, y la cazadora muy bien podría usarla y atravesarnos a ambos...

- ¡Ay! -grito de pronto, sintiendo dolor en mi brazo, y como acto reflejo, suelto a la chica, evitando el pisotón fuerte. De inmediato reviso la mordida- ¡Casi me quitas un pedazo! -exclamo sorprendido y enojado con la pelirroja (¿Que ahora Anna es uruguaya?)- ¡No os iba a hacer daño! ¡Sólo quería mi mapa!

Sin embargo, ¡ahora la ballesta tiene su camino libre hacia mi pecho! La cazadora no deja de apuntarme, aunque ya haya soltado a la chica:

- ¡Ya está libre! ¡No tenéis porque matarme ahora! -exclamo con el corazón latiendo al galope. Un poco de sangre gotea desde mi brazo, pero de todas formas subo ambas manos para ponerme en posición de rendición. ¿Cómo tan insensible?

Off: Brujita, brujita... ¡suelte luego esa bolita de luz!

Off: xD

Anna se precipitó hacia delante, dando trompicones en un intento por no terminar de perder el poco equilibrio que le quedaba, abrazándose a Leanna para no caer al suelo.

-¡Eh!-Protestó-Pues no lo parecía, desde luego esas no son formas de pedirlo-Replicó mientras se frotaba el cuello con fuerza, recuperando el aliento.

Gretel no pareció inmutarse a ese respecto, ignorando deliberadamente a la princesa mientras no movía ni un ápice la dirección a la que apuntaba la ballesta que portaba en sus hábiles manos de cazadora.

-¿Seguro de que no tengo por qué?-Preguntó ella, empleando un tono peligrosamente dulce. Ladeó la cabeza mientras entrecerraba los ojos con cruealdad-Porque a mi me parece que sí tendría que hacerlo. Dame sólo una razón, y tal vez me lo piense...

-Ya basta-Interrumpió Anna, tratando de sonar autoriraria. No en vano la sangre real corría por sus venas-No hay necesidad de armar un escándalo por una tontería. Yo... Yo ya no quiero ese mapa Devuélveselo y cada uno seguirá su camino...

-No-Espetó ella, metiendo el mata en su cinto y sacando de este su daga, con la que apuntó a Anna-Entre nosotros hay un brujo, y no voy a parar hasta exterminarlo.

La bruja abrió los ojos durante un momento fugaz, pero volvió a tornar su expresión neutra. La bola de plasma perdía intensidad en sus manos, pensando que tal vez podría aprovechar la confusión para lograr sus propósitos.

-¿Y si la bruja eres tu?-Dijo con su voz aterciopelada. Percibía cierto toque mágico en ella, muy leve sí, pero existente-Amenazas mucho, y eso me hace pensar que no eres de fiar...

Respiro asustado, dando resoplidos cada vez más sonoros, ya que la cazadora es de lo más implacable:

-¿Seguro de que no tengo por qué? Porque a mi me parece que sí tendría que hacerlo. Dame sólo una razón, y tal vez me lo piense... -trago saliva, mientras mi lengua se dispone a responder lo primero que se me viene a la cabeza:

- ¡Soy el capataz de una viuda! Si me matas, ella tendrá que buscar otro y... ¡puede resultar un mal sujeto!

- ¡Ya basta! -dice mi ex-secuestrada- No hay necesidad de armar un escándalo por una tontería. Yo... Yo ya no quiero ese mapa. Devuélveselo y cada uno seguirá su camino... -Le miro, grato, porque al parecer la chica no me guarda rencor. (mientras mi brazo queda con una raya roja de mi sangre coagulando como decoración...)

- No. -dice con una sonrisa maligna la cazadora.

- ¿No? ¿Por qué? -pregunto angustiado por tratar de compreender la situación. Entonces ella oculta mi mapa en su cinturón, y ahora le apunta con una daga a las chicas:

- Entre nosotros hay un brujo, y no voy a parar hasta exterminarlo.

- ¡Ya quisiera ser un brujo y poder daros una lección, ladrona! -exclamo soltando resoplidos. Entonces, de pronto, la bruja que me guiará con Megara interviene, poniendo en el tapete que quizás la bruja es ella... Pero, ¿cómo? Me he perdido completamente- Pero... ¿tú también conoces el paradero de Megara?